| Sede Otras columnas 030623 Carpe Diem Tres mujeres Luis Figueroa [email protected] Algo tarde porque el Mes de la Historia de las Mujeres fue mayo; sin embargo, aunque la triste realidad guatemalteca me empuja a escribir sobre corrupci�n e ineptitud, no quiero dejar pasar esta efem�rides. En primer lugar porque mi madre es una gran mujer y la admiro mucho; en segundo, porque mi filosofa favorita (Ayn Rand) era mujer; y tercero, porque a lo largo de la historia, a�n en Occidente, las mujeres han enfrentado muchos obst�culos para desarrollarse como individuos. Ya no digamos en lugares como Afganist�n, Africa subsahariana, e incluso Guatemala. Recuerdo, por ejemplo, que mi profesora de Writing Complex Stories cuenta en su libro Girls in the Balcony que en el Club de Prensa de Washington las mujeres periodistas s�lo pod�an asistir a las conferencias que se celebraban ah�, si se colocaban en el balc�n del segundo piso. No pod�an estar en primera l�nea. De ah�, para abajo, �qui�n no conoce historias de madres solteras que heroicamente han sacado a sus hijos adelante? �Qui�n no ha le�do acerca del maltrato a las mujeres en grupos humanos tribales? �Qui�n no ha sabido de profesionales femeninas a quienes se les cierran las puertas? �Qui�n no conoce casos de mujeres que son golpeadas por sus maridos? As� como son las cosas, no es extra�o que personas bien intencionadas y educadas hayan ca�do en la trampa de creer que la soluci�n para las desventajas que sufren las mujeres sean el socialismo, o el feminismo tribal. De ah� que en todas las latitudes haya algunas se�oras clamando por cuotas de participaci�n, privilegios, cuotas de poder, fondos y subsidios. Empero, el movimiento por la dignidad de las mujeres tiene cauces y representantes m�s razonables y originales. Por si no las conocen, perm�tanme presentarles a Rose Wilder Lane, autora de The Discovery of Freedom; Isabel Paterson, que escribi� The God of the Machine, y Ayn Rand, autora de The Fountainhead. Honradamente no he le�do los dos primeros; pero el tercero me lo he devorado un par de veces, lo mantengo en mi mesa de noche y hasta compr� la pel�cula; adicionalmente me top� con el sitio Web Three Women Who Launched a Movement y pens� que ser�a bueno compartirlo con los lectores. Al refereirse al renacimiento del pensamiento liberal cl�sico, all� por los a�os 40, el autor de Three Women� cita al periodista John Chamberlain: �Si hubiera estado en manos de hombres pusil�nimes probablemente nada hubiera sucedido�de hecho fueron tres mujeres las que, con miradas burlonas al mundo masculino de los negocios, revitalizaron la fe en la vieja filosof�a Americana.� Por cierto que Rand le escribi� a Paterson, en 1943: �Tienes raz�n, lo podemos hacer sin su ayuda. Tendremos que salvar al capitalismo, de los capitalistas� y en ese sentido se me ocurre que es tiempo de salvar al feminismo de las feministas. Ciertamente que el movimiento de reivindicaci�n de la dignidad de las mujeres se merece bastante m�s canciones de Paquita la del Barrio, o propuestas socialistas. De Paterson, el autor de Three Women�nos ofrece una cita extraordinaria: �Si hubiera un solo don que pudieras escoger, sin excluir ninguno, �cu�l ser�a? Te deseamos, entonces, tu propio deseo: Dilo. El nuestro es la libertad, ahora y para siempre. De Lane, dice el autor que cambi� muchas vidas, tanto por medio de sus obras como por medio de su ejemplo personal; y tal y como escribi� en Give me Liberty, �el individualismo tiene la fuerza para resistir todos los ataques�. De Rand podr�a llenar y llenar columnas; pero hay un p�rrafo que me llama mucho la atenci�n en el sitio Web citado: �Hab�a muchas defensad del capitalismo frente al socialismo cuando Atlas Shrugged fue publicado, pero eran principalmente �defensas de ba�era�-ya sabe, el capitalismo es superior porque es m�s eficiente y hace ba�eras m�s grandes y mejores que las que se hacen en el sistema sovi�tico. Ella produjo una defensa moral que tuvo un efecto electrizante en personas que nunca hab�an escuchado m�s que defensas tecnol�gicas del capitalismo. Ella dej� claro que una sociedad de personas libres es tambi�n una sociedad productiva, pero que lo que importa es la libertad individual.� Sede |