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Carpe Diem

No es por casualidad

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No es por casualidad que los 5 países que se ubican más alto en el Indice de Desarrollo Humano que publica el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, sean, también, los que mejor se posicionan en el Indice de Libertad Económica que publican el Cato Institute y el Fraser Institute.

Existe una relación estrecha entre la libertad que disfrutan las personas y el nivel de vida que pueden llegar a tener.  ¿Por qué? Mientras más libres son las personas, más pueden desarrollar y aprovechar su creatividad, más pueden aprender de sus errores, más pueden beneficiarse del conocimiento, las experiencias y los éxitos de sus prójimos.  El poder creador de la sociedad de personas libres genera riqueza y bienestar.

Tampoco es casualidad que los países que puntean bajo en el
IDH sean países africanos, asiáticos y latinoamericanos, o países socialistas.  Esos son lugares donde los derechos de propiedad son precarios, la moneda no es confiable, no hay libertad para competir y no existen la igualdad de todos ante la ley, ni el Estado de Derecho.  Son países donde el ILE advierte que los ciudadanos gozan de poquísima libertad.

Los 5 países que puntean mejor, en orden descendente, son: Hong Kong, Singapur, los Estados Unidos de América, el Reino Unido y Nueva Zelanda.  Por otro lado, los 5 que puntean más bajo, también en orden descendente, son: Guinea-Bissau, Argelia, Zimbabwe, la República Democrática del Congo y Myanmar.

Hong Kong y Singapur son los números 1 y el 2, en tanto que la RDC y Myanmar son los números 122 y 123 en cuanto a libertad económica.  ¿Dónde está Guatemala? Nuestro terruño ocupa el número 64, cerca de México con 69 y de Honduras con 73.  El Salvador nos aventaja con 23.  Por eso no es extraño que el IDH del pequeño vecino sea superior al de Guatemala.

Según el ILE,  la libertad económica ha ganado terreno en el mundo.  En una escala de 10, el promedio de libertad, durante 2001 (que es la última fecha medida) fue de 6.35, lo cual es muy bueno, si lo comparamos con 5.96 que había en 1995.  Por cierto, el punteo de Guatemala es de 6.3 en 2001.  ¡A ver hasta dónde caemos después del retroceso feroz por el que nos lleva el FRG!

En el mundo hay ejemplos notables de países con dificultades que se han desarrollado a causa de la libertad.  Irlanda, en Europa, pasó de ocupar el lugar 24 en 1975 al 7 en 2001; y con ello se ve un salto en el nivel de vida de sus habitantes.  Botswana, en Africa, ha subido de 48 en 1980 a 26 en 2001.  El Fraser Institute informa que en 1970, allá, el PIB per capita era de US$590; pero que después de tres décadas de mejorar su desempeño en libertad, el ingreso por persona se elevó a US$3950 mientras que en el resto del continente aquel indicador descendió hasta US$564.

Según las mediciones del Cato Institute la libertad económica está altamente correlacionada con el ingreso per capita, el crecimiento económico y la expectativa de vida.  Los ingresos de los pobres crecen en la medida en que avanza la libertad económica debido al incremento en la riqueza causado por aquella libertad.  El ingreso per capita promedio de las personas más pobres en los países que están en el quintil más bajo del ILE es de $873, lo que contrasta con los $6681 que reciben los del quintil más alto.

Todo esto demuestra que es posible combatir la pobreza y salir victoriosos.  Pero eso sí; hay que quitarle las ataduras al poder creador de la sociedad de personas libres.  Por eso es que de nada sirve autoproclamarse campeones de la causa de los pobres sin entender cómo funciona la economía ni cómo actúan las personas. El resultado de tal pretensión es la ruina de las naciones; y peor aún, la ruina de millones de vidas.

No es por casualidad que las personas más libres tengan un mejor nivel de vida.  Es porque sus gobernantes y sus líderes han entendido cómo se crea la riqueza y porque no han sido cegados por la fantasía.

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