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030908


Carpe Diem

Memorando 2
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De: Alfonso Portillo (presidente nominal de la República, ¿o debería decir expresidente?).  A: El gabinete económico y la Junta Monetaria.  Asunto: La nueva bomba monetaria. 
Como ahora no tengo mucho que hacer me puse a desempolvar libros; y en esas andaba, cuando me encontré con La economía explicada a mis hijos, de Martín Krause y con El proceso económico, de Manuel F. Ayau.  ¡Muchá, se me pararon los pelos! Tan alarmado estoy, que dejé mi jaiból a un lado y me dispuse a escribir este Memo.
¿Ya se dieron cuenta? ¡Estamos reactivando la bomba monetaria!
Para empezar hemos gastado Q. 2,311 millones más de lo que nos ha ingresado.  Ustedes y las amas de casa, que saben de esas cosas, entenderán que nos estamos sobregirando un montón.  Eso es como si yo ganara Q1000 al mes y La Chatía le metiera Q1180 a la tarjeta de crédito.  Tarde o temprano, a todos, nos va a llevar la que nos trajo.
Yo se que no debería meterme ya en estas cosas, y que al final los que van a ver estallar el cuentazo son los del próximo gobierno; pero hasta uno, a veces, tiene algún escrúpulo.  Pero peor aún, ¿qué tal si nos sale lo del fraude y nos quedamos 4 años más? (Esto es secreto, muchá, que no se vaya a filtrar).
Verán, si seguimos gastando así, vamos a inflar la masa monetaria, y con todo ese dinero extra en la economía, vamos a hacer que se genere un alza generalizada en el nivel de precios.  Con todo más caro, ¡a causa de nuestro despilfarro, nuestra corrupción y nuestra irresponsabilidad!, ¿cómo vamos a poder seguir diciendo que somos un gobierno de los pobres?  Así, ni los más babosos nos van a creer.
Supongamos que no queremos que haya inflación y encarecimiento (o vaya a ser que nos pase las de la Democracia Cristiana y lleguemos a las elecciones con un 60 por ciento de alza en el índice de precios) ¿Qué opción tenemos?  Pues están las famosas Operaciones de Mercado Abierto, que en pocas palabras son la venta de papeles a altas tasas de interés, para que aquellos miles de millones que hemos inyectado en la economía permanezcan debajo del colchón en el Banco de Guatemala.
¿Cómo funciona eso? Facil.  Con una mano nosotros gastamos a manos llenas y generamos inflación; pero con la otra (la del Banguat) recogemos ese dinero.  Claro que como no hay tal cosa como un almuerzo gratis, recoger ese dinero, por medio de los OMAs, tiene un precio alto.  Por eso es que suben las tasas de interés, para atraér las inversiones hacia las OMAs.
Veamos: Según leí el viernes en Prensa Libre (porque ustedes ya no me informan de nada), las Operaciones de Mercado Abierto ¡andan por los Q14,000 millones!  Esa friolera es montón, muchá.  Como sólo en la semana anterior el banco central emitió OMAs por Q.700 millones, el Banguat ha tenido que aumentar la tasa de interés en 0.25 por ciento.   Lo cual quiere decir que nos estamos endeudando mucho y a un precio muy alto.
Por ahora sólo hemos recogido dinero del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (lo cual no está mal, porque ¿quién no saca dinero de ahí? No muchá, es broma).  Ya de vuelta a lo serio, cada vez que efectuamos una OMA, así de cara, le encarecemos, también, el crédito al sector privado.  Con crédito caro, a los industriales, finqueros, comerciantes y otros se les hace difícil conseguir dinero para invertir en capital y por consiguiente no crecen las oportunidades de empleo.  Como no crecen las oportunidades de empleo, tampoco crecen los salarios.  ¿Ya van viendo? ¡Nos estamos paseando en todo!
Como ocurría hace pocos años, en vez de invertir en fábricas, nuevos cultivos, tiendas y otras actividades empresariales, muchas personas van a empezar a invertir en papeles y la actividad económica va a seguir estancada.
Yo se que ustedes creen que el general chusema tiene algún chance de ganar si nos sale la jugada; así que ¿y si ganamos?, digo ¿y si gana el viejo? Lo carrocean aquellas si tiene que gobernar con el camote que estamos armando.
Yo no me preocupo por mí.  Al fin y al cabo me voy al DF, o a Madrid; pero hace años leí que para salir de la pobreza teníamos que crecer a un ritmo de 9% durante 10 años seguidos.  ¡Puchis, muchá, ya perdimos 4 y vamos a hacer que se pierdan otros 4!  Yo, a veces, no puedo dormir cuando pienso en eso.  Ya ni el jaiból me tranquiliza.
Estamos gastando mucho, estamos endeudando a los chapines que ni han nacido, los vamos a hacer pagar intereses carísimos, seguimos manteniendo la economía estancada y sin inversión de capital no mejoran los salarios ni el nivel de vida de las personas. A veces pienso…digo…¿qué será peor, haberle servido de peón al general chusema, o haber permitido este desmadre?


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