EL ÚLTIMO TRANVÍA
Roberto Jorge Santoro
I
un barullo orquestal
batifondo en tu calle
tranvía caburé
cachador y cachuso
le sobraste los guiños al loco buenos aires
y te echaron al medio
te amuraron de bronca
son los giles de siempre
los del cuore sin ruido
bondi atorrante
soñador de milongas
qué saben los chambones
del metejón en los huesos
qué saben esos farabutes de tu ruido
II
a la luna que colgaba de tu trole
la asesinó un expediente antilunfardo
bondi muchedumbre
averiguación de la esperanza
te empilchabas de obrero en las mañanas
en largos mediodías soñabas con abuelos
pisante ruidoso
de escabio y de reaje con guitarras
morías en el centro
y te desparramabas con funyi de garufa
eras el gavión
el deschave del cuore
la parola enamorada
bondi
tranvía tango
decime chau con tu ventana
III
amasijo
se viene en movimiento
en equilibrio se trae
devuelve al apoliyo
araca que da vuelta
se atraca
ciudad balurdo barra
yo a pie
con bondi corazón con borrachera
que vienen prepotencia
que biaba te lo afanan
IV
se mueve con la calle
con trole se alarga con su lance
calar el aire gayola que se queda
embalurdar la sombra
te enfrían la vereda
te encanan el hueso como si tal cosa
te lo hacen pasar por la academia
que se queda
que rueda con anemia
te lo hacen cantar
y ya nadie controla que te fuiste
te vas
que alguien se queda
V
te veo y me echás una guiñada
la última
en Canning y Las Heras
83 viajando con la muerte
después el diario
parlante con rondas militares
con crisis bodrios
con atracos
me van a parlamentar lo que yo sé de contramano
que te vas y que estamos patiyudos
linyeras otarios y palmados
que te fuiste justamente
que te echaron
y yo me enciendo y te bato esta parola de ternura
83 macanudo
83 garabo
El último tranvía, folleto editado por El Barrilete en 1963.
Roberto Jorge Santoro nació el 17 de abril de 1939 en Buenos Aires. El 1 de junio de 1977 fue capturado en inmediaciones de su lugar de trabajo, la ENET 25 del barrio porteño de Once, por agentes del Proceso de Reorganización Nacional, y a la fecha continúa desaparecido.
Poeta integrante de la llamada Generación del 60, en su obra, de tinte popular y social, no abundó el lunfardo. De hecho, no participa de las formas empleadas habitualmente por los poetas que han usado este vocabulario; por ejemplo, aquí emplea el verso libre cuando aquellos siempre prefieren los versos bien medidos y la rima.
Sin embargo, en El último tranvía lo empleó masivamente, con propiedad y logrando su cometido de darle al poema una pátina de nostalgia porteña, transmitiendo la tristeza propia de un tiempo que, anunciada pero irremediablemente, se va. Sin duda, no podría haber alcanzado tan elocuentemente su fin si hubiera prescindido de estas palabras.