Sadelas

 Sociedad Amigos de la Salud *

Vasos comunicantes demográficos

Como sábese, el lanzamiento de una piedra en una charca o estanque adecuado produce movimientos de ondulatoria configuración. Similarmente, los reacomodos sísmicos reproducen a escala máxima la  conducta que se entabla entre rocas y aguas.

Desde luego, vemos también una similitud entre las ondas del caso y los cuerpos regulados por la gravedad en materia de vasos comunicantes, habida cuenta de que las crestas y valles representan  vasos intercomunicados con  diferentes alturas, y de la misma manera las rocas desprendidas y elevadas en los terremotos tectónicos.

Hemos inferido que simétricamente el fenómeno gravitacional de los vasos comunicantes puede metafóricamente aplicarse a las inmigraciones y emigraciones en general.

Todo comenzaría en seno familiar, una incipiente comunidad que en su tendencial  crecimiento vegetativo sabe transformar los componentes de ingesta propia en seres humanos de primeriza aparición sobre el planeta. Obviamente, el deceso de una persona repone la parte fisiconatural previamente usurpada.

Fuera  de cada familia, ya no puede multiplicarse la población mundial, y,  por el contrario, las usuales y convencionales guerras fratricidas sólo precipitan implosivamente la reposición aludida.

En su expresión definitiva o concreta, el fenómeno de la vasocomunicación demográfica así se nos presenta:

Una persona hace vida aparte y esto se traduce en una merma para la densidad familiar correspondiente, pero compensativamente  esa misma persona es incorporada a alguna otra familia preexistente en algún rincón de afortunado destino.

De  manera semejante, cuando decidimos cambiar de casa dejamos un vacío para llenar un espacio que forzosamente tendrá que cobijarnos. Es precisamente  lo que ocurre cuando salimos de un país para entrar en otro, de una ciudad para otra, de un continente, ...

De resultas, los controles de población humana en materia migracional sólo regulan   sus  efectos   locales  a fin de evitar *movimientos sísmicos demográficos* de indeseable acogida en el corto y hasta mediano plazos, pero indefectiblemente y a largo plazo un excedente aquí quedará saldado con un faltante allá, y viceversa, porque en las migraciones los inmigrantes empujan a los emigrantes, estos desalojan nuevos emigrantes que terminarán llenado espacios, familias, casas y lugares de constante vaivén en el inacabable movimiento sísmico demográfico de cuya dinámica  sólo miramos los efectos iniciales, pero no  la serenidad de las aguas charcosas luego de haber dado cuenta de las ondas que en ella provocó  la intrusa piedra.  

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 * Sociedad, en su  sentido holístico, porque cada ser humano la representa. Sólo por desviaciones del pensamiento aún no enderezadas, tendemos a  salirnos de ella, como si   la primera  estuviera allá, y el segundo, acá.

Manuel C. Martínez C.

260_15/11/2006