No and�is acongojados por el d�a de ma�ana;
el d�a de ma�ana harto cuidado traer� por s�:
a cada d�a le basta su malicia.
(Mateo, 6,34).
Santa Berta se cas� con Sigfredo, pariente cercano del rey Clodoveo. Tuvieron cinco hijas que se
distinguieron, todas, por su piedad. Muerto Sigfredo, Berta pudo dedicarse de lleno a la vida piadosa y las buenas obras.
Emiti� sus votos mon�sticos al mismo tiempo que dos de sus hijas, Gertrudis y
Deotila. Sintiendo que se acercaba su fin, quiso unirse m�s estrechamente con el Se�or. Hizo practicar una abertura en el coro de la iglesia del monasterio, y
se construy6 en ella una celda en la que pas� el resto
de sus d�as orando y meditando.
MEDITACI�N - DE QU� MANERA TENEMOS
QUE PREOCUPARNOS DE LO PORVENIR
I. Nos proh�be el Se�or acumular riquezas por temor de carecer de ellas en lo futuro. Prev�s una larga serie de a�os; piensas en mil adversos
accidentes que pueden reducirte a pobreza. Estas previsiones de lo porvenir injurian a la divina Providencia que vela sobre ti; son contrarias al consejo de
Jesucristo. No te acongojes, pues, por el d�a de ma�ana, trata de servir bien a Dios hoy; ma�ana, Dios
proveer�. El Se�or me rige y de nada carecer�. (El Salmista).
II. Tal vez pronto mueras; �para qu� esta aprensi�n de desgracias que no te alcanzar�n? Aband6nate generosamente al gobierno de la Providencia divina y no te apenes de antemano. Las desgracias llegar�n bastante pronto para cansar tu paciencia. No pienses en el tiempo que durar�n tus obras de penitencia: es una tentaci6n del demonio que quiere espantarte. Tal vez la recompensa est� m�s cerca de lo que crees.
III. Piensa en lo porvenir para prever las ocasiones de practicar la virtud; prev� tambi�n los
escollos contra los cuales tienes costumbre de naufragar y las tentaciones a que podr�s estar expuesto, a fin de apercibirte contra ellas. Piensa a menudo en tus
postrimer�as. �Lo haces? �Consideras las terribles consecuencias de una vida pasada
lejos de Dios, y de una muerte que sorprende en pecado? Si no piensas en ello a menudo, no escapar�s de las desgracias que te amenazan.
La confianza en Dios. Orad por la buena
educaci�n de los ni�os.
ORACI�N
Escuchadnos, oh Dios Salvador nuestro, y que la fiesta de la bienaventurada Berta, regocijando
nuestra alma, la enriquezca con los sentimientos de una tierna devoci�n. Por J.
C. N. S.
Am�n.
|