Esta joya narrada por el Monje Loco está basado en "La Cámara de los Horrores", un cuento escrito por Joseph Payne Brennan que puedes leer aquí. Se puede considerar con plena autoridad como un clásico de terror puro. En ella están presentes todos los elementos sobrenaturales y nada es gratuito.

Se inicia la acción cuando dos profanadores de tumbas están exhumando un cadáver, que luego será transportado a la mansión del Conde Boileau. A medio camino se nos explica que dicho cuerpo será llevado a una cámara secreta donde será depositado en un ataúd sin fondo y posteriormente caerá tragado por un negro agujero donde lo espera una espantosa mujer mezcla de bruja-necrófago-vampiro, a la cual servirá de alimento. Todo esto es parte de un rito que debe cumplirse como pago de un pacto diabólico hecho por la diabólica criatura (en su tiempo Condesa) y el Rey del Averno. La otra parte del trato consiste en que cada vez que un nuevo Conde de Boileau cumple su mayoría de edad debe ser acompañado por algún familiar a la cámara secreta y, además, el día de su muerte servir como alimento a tan horrible monstruo. Pero mientras el deceso ocurra, el espantoso necrófago debe ser alimentado y su sustento consiste solo en carroña. De allí el hecho que cada quince días un cadáver debe ser sustraído del cementerio y trasladado a la cámara con el fin descrito.

Un nuevo Conde está por cumplir su mayoría de edad y, por trágicas causas del destino, un familiar muy lejano y su esposa son convocados a la Casa de los Boileau para proseguir, sin imaginarlo, con dicha Ceremonia, que de no cumplirse traerá consecuencias insospechadas.

Como anécdota y por error quizás del encargado de la impresión y edición de la revista, ésta se publicó con la carátula equivocada y ahí tenemos que el Monje Loco nos anuncia: N° 60 "Los Muertos me dan la Vida", pero se pone en portada una imagen de "La Senda de la Arpía", historieta inmediatamente anterior a esta, publicada con el N° 59, y viceversa. Cosas de El Monje Loco.