Marca de Buenas Prácticas Comerciales para el Comercio Electrónico



Antecedentes

El Comercio Electrónico ha surgido con una gran fuerza en la economía mundial y, como consecuencia de la globalización actual, no ha tardado en introducirse en España.

En España, donde los sistemas de venta a distancia se han desarrollado en menor medida que en otros países, es necesario aumentar la confianza de los usuarios españoles de internet para que con este impulso, acepten realizar compras de artículos que no han visto o tocado físicamente.

Por otra parte el desarrollo del comercio electrónico se ha visto frenado por la falta de experiencias previas de los consumidores, en algunos casos con reticencias a realizar su primera operación. Adicionalmente, existen otros obstáculos importantes al comercio electrónico en España, entre los que cabe citar el temor de los consumidores a la revelación de datos confidenciales o la indefinición de la legislación aplicable. La directiva comunitaria para el comercio electrónico fomenta que en los Estados Miembros de la Unión Europea se promueva la elaboración de Códigos de Conducta a través de asociaciones u organizaciones profesionales con el fin de favorecer la expansión del comercio electrónico.

Asimismo, la Comisión Europea fomenta el establecimiento de mecanismos extrajudiciales de resolución de conflictos, como el arbitraje.

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