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Una noche, ya acostada, vio en la oscuridad a uno de sus 6 hermanos,
Raimundo. Maria de los Ángeles sintió como si su hermano la
saludase. En pocas semanas, la llego la noticia de que ese hermano,
Raimundo, había fallecido. Extrañamente, Maria Ángeles no solo
sufrió esta experiencia con Raimundo, sino también con su otro
hermano Aticano, al que también vio antes de morir.
Otras experiencias relatan gente que vio ataúdes en días
continuados. Dicha gente relata que dependiendo del tamaño del ataúd,
el que moría tenia mayor o menor edad. Un ejemplo de este tipo de
visiones fue cuando un muchacho lo avisto durante días. Ante la
incredulidad de la familia fue acompañado por el padre, pero el ataúd
no seguía allí. Al día siguiente, el muchacho, de nuevo solo, lo
volvió a ver, esta vez el ataúd para niño. A los pocos días moría
su hermano pequeño de tan solo veintidós meses de edad.
Otro extraño fenómeno al que se le asocian las premoniciones de
muerte es aquel en que los testigos describen como tres extraños
golpes en la puerta de entrada, como si alguien llamase, pero cuando
va alguien a abrir, no hay nadie. Luego, seguidamente, suele morir
alguien cercano a donde la puerta ha sido tocada. Como por ejemplo
ocurrió en el País Vasco. Cuando tres amigos que cursaban
periodismo escucharon tres golpes en la puerta de casa, cuando
abrieron, no había nadie. Al día siguiente, al bajar a la calle se
encontraron en el portal con la esquela de un vecino que falleció
esa misma noche.
Este tipo de premoniciones continúan siendo un enigma, muchas se
manifiestan con sueños, visiones.... y parece que solo unos pocos
sensitivos tienen la capacidad de captarla.
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