PERSONAJES DE MOLLENDO
8.
Zepelín
Chorreando
tus azules y bruñidas profundidades,
alrededor
de las tardes iguales de mi ensueño,
te
presentas Puerto de la Esperanza,
fiel
a tu ritmo adusto de donkes y de músculo.
Don
Raúl de Cáceres y Portugal, Conde de Vilana, con blasón de armas, en
azur con siete hojas de álamo,
simbolizando Lealtad y Verdad, descendiente de Don Alonso de Cáceres
uno de los Trece de la Isla del Gallo, militar de gran linaje, que
posteriormente participó en la Expedición y Conquista de Chile
ocupando el cargo de Coronel de Regimiento de Infantería, una de cuyas
ramas fijó residencia en la muy noble y leal Villa de Nuestra Señora
de la Asunción de Arequipa, y más recientemente pariente de Don
Francisco Bolognesi, contaba que sus antecesores venían alrededor de
1850 a tomar baños de mar a Islay,
conjuntamente con las mejores y más representativas familias de
Arequipa, que sus abuelos se alojaban en la misma casa de madera,
bonita, con amplias y elegantes ventanas y el suelo entablado, propiedad
de Don Basilio de la Fuente, donde se alojara en 1833 la mismísima
Flora Tristán, en donde ya existía la Vice Parroquia de Santa Rosa de
Islay, cuyo primer libro de bautismo lleva el autógrafo, de su ilustrísima
el Sr. Don Sebastián de Goyeneche y Barreda. Y por que no decirlo también,
que no da vergüenza, a la misma Vice-Parroquia donde iban los
pescadores antes de salir a la mar, a pedir protección
y suerte.
Tenía
27 años en diciembre de 1948, y no había forma que supiera que estaba
exactamente a mitad de su vida, cuando se embarco en el tren con
destino a Mollendo. En la estación de Quishuarani ya sentía
hambre, pero como tenía la experiencia de otros viajes, esperó llegar
a San José para comer algo más sustancial, y dejar espacio todavía
para unos alfajores en Cachendo. Pasó la Navidad de ese año, al calor
que le prodigaron sus tíos y primos, y decidió quedarse en Mollendo
para toda la vida, ......Arequipa es muy conservadora, ........a las 8
de la noche todos están en sus casas, .........y como dijera en uno de
sus poemas:
A
la orilla viajera de mi corazón,
Mollendo
ha abierto sus cálidas playas,
Donde
diosas púberes tuestan
Sus
níveas turbadoras desnudeces.
Era
un personaje simpático y pintoresco, que nos sometía con tal fuerza
que no le perdonamos que no siga existiendo aún, en cierta forma venía
a contramano con los tiempos que corrían, era sumamente
especial, se consideraba un privilegiado desde nacimiento, tanto
por la cuna, como por su talento con las letras, por lo tanto construyó
sus propias leyes y navegó bajo su propia bandera, decía que una vida
es como una obra de teatro que no permite ensayos, y al amparo de ese
criterio, disfrutó, comió, fumó sus habanos y bebió toda su vida,
con absoluto derroche, debemos entender que si se comportaba de distinta
manera se hubiera traicionado, esfumando su propia esencia, .......los
hombres no somos iguales,.......como no va haber diferencias entre
nosotros aquí en la tierra, ....si en el cielo tambien las hay,
......por ejemplo allá existen: ángeles, arcángeles, serafines y
querubines, .............!!y también zepelines!!, agregó Lucho
Bustamante. No le gustaba que le recordaran la asombrosa similitud que
existía entre su cabeza y
el globo dirigible que inventó otro conde, el alemán Ferdinand von
Zeppelin.
El
aniversario del América Sport Club, es en mayo, pero los carnavales de
1954 cayeron en febrero, la directiva del club decidió entonces que los
festejos por los 35 años de fundación, se iniciaran ese sábado de
carnaval, ese sábado en que medio Mollendo estaría en el segundo piso
del edificio de madera de Comercio con Islay; como primera medida,
colocar puntales en la primera planta para sostener todo el “ring de
baile”, y dispusieron por unanimidad que Maturana y los hermanos
“Tarjeta” se encargaran del control de entradas y seguridad del
local, no vaya ser que los “marítimos” se den una vuelta por acá
para aguarnos la fiesta. Aproximadamente a la una de la madrugada se
alcanzó la cima del bullicio, desorden y desenfreno, que precisamente
el dios Baco inspira y exige para ésta ocasión, a esa hora cayó al
baile Don Raúl de Cáceres y Portugal, subió con dificultad la
empinada escalera, porque venía con demasiados whiskys encima y, el
problema no vino porque no quisiera pagar su entrada, sino porque se
puso “faltoso” y sobre todo despectivo, con las personas, con el
local, con las máscaras y hasta con las serpentinas. Ninguno de los
“Tarjeta” destacó como futbolista en el América, sin embargo uno
de ellos es recordado aún por la patada que le calzó en el fundillo a
Zepelín, quien tuvo la destreza de hacer con su cuerpo un ovillo, bajó
la escalera rodando a gran velocidad , y solo termino cuando fue a
rebotar en la casa de madera del Sr. José María Gallegos, en la otra
orilla de la calle Islay. Asustado por el golpe seco que remeció su
casa, don José María salió a indagar, se conmovió por Don Raúl y se
felicitó de no tener una casa de concreto, se encontró con
“Tarjeta” que bajo a buscar y recoger su zapato, y lo escucho
decir:........disculpen, la casa se reserva el derecho de admisión.
La
rutina de Guillén en su recorrido diario por las calles de Mollendo,
incluía una visita a las instalaciones de la Aduana, no faltaba quien
le comprara un periódico, o un “guachito” de la lotería de Lima y
Callao, ese día cuando llegó a las 10 y 30
en punto de la mañana, Don Raúl le preguntó,..... Guillén,
realmente tu eres ciego de nacimiento?......... o sea, que tu nunca haz
visto nada?.....así es don Raúl, absolutamente nada........,!!
entonces porque no te quedas aquí, para que trabajes de Vista de
Aduana!!. Don Raúl, era jefe de la Sección Bultos Faltos y, se gastaba
bromas de todo calibre con el personal de la Aduana Mayor de Mollendo,
que contaba con las siguientes secciones: la de Numeración y
Manifiestos que tenía por jefe a “Pichulín” Alvarez, la de
Exportación a “Crispín” Núñez del Prado, la de Aforos a
“Cuchuna” Valdivia, la de Liquidación a Quique Coloma, y la Sección
de Contabilidad a Guillermo Linares, que a esa misma hora, ya le habían
contabilizado algo así como ciento setenta y siete movimientos
convulsivos, porque “involuntariamente” había contraído no uno,
sino un montón de músculos, con una maestría en los gestos, que
convencía en absoluto que nadie pudo enseñarle sobre el particular, él
mismo era su propio modelo.
Un
día martes de setiembre de 1963, solicitó permiso al Administrador de
la Aduana, Sr. Allende, para un chequeo en Arequipa porque su salud no
estaba bien, a regañadientes el permiso fue concedido, el viernes
Allende y todos sus compañeros de trabajo vieron en el diario “El
Pueblo” una foto de Raúl, con la siguiente leyenda: “Poeta
mollendino en magistral conferencia en el Paraninfo de la Universidad de
San Agustín”, ........el lunes a su vuelta, Allende lo llamó a su
despacho, para increparlo.....dígame que puedo hacer con usted don Raúl
de Cáceres y Portugal, me hace quedar mal una y otra vez, esto es el
colmo, si bien es cierto que yo le di permiso, fue estrictamente por
razones de salud........la respuesta fue la siguiente:..........!!hay
tantas buenas Aduanas en todo el Perú, por que no pide usted su cambio,
Sr. Allende!!.
Pidió
permiso una vez más, ésta vez al nuevo Administrador Sr. Enrique Uría,
y viajó a Lima por varias razones, en primer lugar para expresarle
apoyo incondicional a su amigo Lucho Bedoya Reyes, por haber formado el
Partido Popular Cristiano, rompiendo con Héctor Cornejo Chávez y una
Democracia Cristiana que se había convertido en una guarida de toda la
“chusma”, sus antesalas para entrevistarse con el alcalde de Lima
fueron muy pesadas, la secretaria le decía:........dice el Dr. que lo
va atender mañana, hasta que en la tercera oportunidad, Raúl de Cáceres
y Portugal le dijo a una desconcertada secretaria........!!dígale al
doctor que él tiene más interés en verme a mi, que yo a él!!, y de
ahí nomás se fue al aeropuerto para recibir a Carmen Sevilla, que le
regaló un disco long play autografiado con sus mejores canciones, que
Raulito conservaría orgulloso hasta sus últimos días. Otra razón
como tantas otras veces que iba a Lima, era ir a la Tiendecita Blanca
con su gran amiga Doris Gibson, para hablar de la poesía de su padre,
de cómo había cambiado Arequipa, y tangencialmente de la línea
editorial, pero fundamentalmente de la página de sociales de la revista
Caretas. Y finalmente, la razón que más lo cautivaba y seducía en sus
excursiones por Lima, ........el chofer, un moreno perfectamente
uniformado, con el ceremonial y el protocolo que el caso amerita, lo iba
a recoger a la Calle Genaro Castro Iglesias donde se alojaba en
Miraflores, le abría la puerta del Mercedes Benz del año 41 de color
negro tambien, lo conducía sin sobresaltos a una hacienda en Villa,
para un almuerzo donde se reunían solamente personas que tuvieran un
titulo nobiliario debidamente acreditado, un rezago de la época de la
colonia en la que obviamente solo faltaba el titulo de Virrey, después
estaban todos, hasta un sospechoso Archiduque,........está con nosotros
el Conde de Vilana,...... placer de saludarlos: Sr. Marqués, Sr. Conde,
Sr. Encomendador.......salud Sr. Duque, Sr. Varón...... el tema de
conversación sin dudas: España, era excluyente si alguno de los
presentes no la conociera, ......del Generalísimo Francisco Franco, del
río Guadalquivir, de las maravillas de Sevilla: La Giralda y el Alcázar,
y de la feria de Las Ventas en Madrid, ......el Conde de Vilana, contaba
que en su último y largo viaje,
estuvo como tantas otras veces, en la región de donde vienen sus
ancestros, Extremadura, que comprende territorios de dos países, de
España donde está la provincia de Cáceres, y de Portugal.
En
el “Norka” de Gastón Zuzunaga, se reunía por las noches en
interminables tertulias cargadas de mucho ingenio, con el Dr. Hernán
Montoya y otros amigos, en esa época Don Raúl y el doctor, disfrutaban
de los encantos de Marlene, una morena escultural de un metro ochenta,
que vino de El Carmen-Chincha, y por la que recíprocamente no existía,
sospecha, inquietud o temor de que ponga su cariño en disposición del
otro, solamente la compartían, que no da vergüenza. Enterados sus
colegas de la Aduana, le decían: .Raulito, te han visto con una mujer
bellísima, que se “doblan”, tu en edad y ella en
estatura......pero, dicen que es negra,...........como es posible que un
conde, con los pergaminos y la alcurnia tuya, pueda estar con una
negra?...........!!faisán por la mañana, faisán por la tarde, por la
noche viene bien una choca!!. Gran decepción sufrió Raulito cuando una
noche fue a buscar a su choca, o sea a Marlene, y no se lo contaron, él
mismo la encontró en brazos de otro, que no era precisamente Hernán,
sino un pescador llamado Pochón, cuando se repuso de la desilusión, se
embarcó en el taxi del “curco” para ir al “Norka”........!!Hernán,
Hernán, tengo malas noticias!!, .......... ¡!Marlene se acaba de
zurrar en la Ciencia y en la Literatura!!.
En
enero de 1971, Doris Gibson vino especialmente invitada por Raúl y
trajo un reportero para cubrir los eventos del Centenario, Caretas entre
la información gráfica, publicó
una foto de Raúl de Cáceres y Portugal bailando con la señorita
Cristina Málaga Butrón, en ese momento Miss Perú, que también lo
doblaba en estatura, y una reseña del poeta: ...... En 1951 ganó el
concurso al mejor poema a Mollendo con “Mi Amigo Mar”, fundó el
“Eco de Mollendo”, ganó un premio nacional con el cuento “El
Jaracho”, y obtuvo una mención honrosa en un concurso auspiciado por
el Colegio de Abogados de Arequipa, con su ensayo
“Arequipa linaje de legendarios guerreros”.
Estaba
convencido de que los acontecimientos venideros proyectan su sombra por
anticipado y, se imaginó morir ciego y engullido por las aguas de un
mar traicionero, al que en los últimos instantes oponía tenaz
resistencia, ........en la lucha daba saltos jabonados de delfín............para
sentir y tocar los pómulos oblicuos del océano, ......sentir a
las olas salpicando su canción eterna, y en el lomo bravío del mar
cabalgar con mi angustia, hacia el horizonte tiznado por el humo de un
barco, .en un mar que tantas veces vio solo de lejos, y que
tantas veces describió y detalló notablemente en sus poemas,..... pero
Dios jamás cambia las cosas que ha resuelto, aunque se produzcan cosas
que nos parecen contrarias y, así fue como finalmente llegó el 7 de
febrero de 1973 y, las circunstancias, el escenario y la iluminación,
fueron distintos.
Ahora
sorprendo mi rostro en el agua de tu muelle,
mi
voz en las mamparas abiertas de tus playas,
porque
estoy detrás de cada cosa,
llorando
lo que el tiempo se llevó de mi mismo,
rompiendo
el anillo de mi inspiración, recién labrado.
Beto Montoya AQP.
Oct. 2004 |
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