Universidad Yacambu

Licenciatura Virtual en Contaduría Pública

Estudios Ambientales

Trabajo Nº 2

Nelson Torcate Mendez

¿Qué es el Ciclo Hidrológico?

Es el continuo proceso de cambios de estado, posición y localización ocurrentes en la fase acuosa de los sistemas físicos. Este ciclo consta de cuatro (4) fases: almacenamiento, evaporación, precipitación y escorrentía. El agua se almacena en océanos y lagos, en ríos y arroyos, y en el suelo. La evaporación, incluida la transpiración que realizan las plantas, transforma el agua en vapor de agua. La precipitación tiene lugar cuando el vapor de agua presente en la atmósfera se condensa y cae a la Tierra en forma de lluvia, nieve o granizo. El agua de escorrentía incluye la que fluye en los ríos y arroyos, y bajo la superficie del terreno. (Agua subterránea).

En el Ciclo Hidrológico son distinguibles dos etapas bien diferenciadas, una de ellas ocurre en la atmósfera a la cual pudiéramos llamar Etapa Hidro-atmosférica o Meteorológica, donde la Máquina de Agua desprende, eleva, condensa y precipita humedad. La otra es aquella que tiene lugar en los estratos superficiales de la corteza terrestre cuando la Máquina del Agua interactúa con la Máquina Geomorfológico, por lo que pudiéramos denominarla como Etapa Litosférica o Hidrogeológica. Esta etapa se inicia cuando la humedad proveniente de la atmósfera se posa en la superficie de los cuerpos sólidos expuestos a la intemperie, lo cual puede ocurrir violentamente, en forma de aguaceros o granizadas; o suavemente en forma de llovizna, cellisca o nieve; o bien condensarse in situ en forma de rocío, escarcha o cencellada. Las aguas posadas de esta manera sobre el suelo, se distribuyen tarde o temprano en tres sentidos: se escurren, se infiltran, o se evaporan; fenómenos éstos de carácter variables, cuyo desarrollo depende de las condiciones ambientales del sitio en la cual van a ocurrir.

Geomorfología:

Por este término se entiende al estudio científico de la forma del terreno y del paisaje. También suele aplicarse a los orígenes y a la morfología dinámica (cambio de la estructura y la forma) de las superficies de la Tierra, pero abarca también la morfología del fondo marino y el análisis de terrenos extraterrestres. Incluida a veces en el campo de la geografía física, la geomorfología es el estudio del aspecto geológico del terreno visible. Esta ciencia se ha desarrollado de dos formas distintas que unidas ofrecen una explicación completa de la forma de los paisajes.

Una aproximación a la ciencia de los paisajes se hace gracias a la geomorfología histórica o cíclica. Los conceptos necesarios fueron desarrollados a principios del siglo XX por el geólogo estadounidense William Morris Davis, que estableció que cada paisaje podía analizarse en términos de estructura, procesos y fases. Davis indicaba que cada paisaje se desarrolla en una secuencia, el llamado ciclo de Davis, predecible y cíclica: juventud, madurez y vejez.

La geomorfología histórica se basa en varios análisis cronológicos, en especial los proporcionados por estudios estratigráficos de los últimos dos (2) millones de años, englobados en el cuaternario. La cronología relativa se puede analizar con la observación de las relaciones entre estratos, y los períodos de tiempos implicados se establecen con mayor precisión utilizando métodos de datación, como son los registros históricos, el análisis de carbono radioactivo, la cuenta de anillos en los troncos de los árboles (dendrocronología) y los estudios paleomagnéticos. Aplicando esta técnica sobre los datos estratigráficos, se construye una cronología cuantitativa de sucesos.

La segunda rama de la geomorfología analiza los procesos dinámicos contemporáneos que operan sobre los paisajes. Estos mecanismos meteorización y erosión combinan acciones que son en algunos aspectos destructivas y en otros constructivas. El lecho de roca y el suelo proporcionan la materia pasiva, mientras que el clima y la dinámica cortical aportan las variables activas principales.

La geomorfología puede decirse entonces, como una visualización de la litósfera o fase mineral, a través de la cual se estudian sus rasgos físicos y su relación con las estructuras y procesos geológicos que les ha dado forma. Los rasgos fisiográficos no son otros, que las distintas formas de paisajes que percibimos como conjunto de accidentes topográficos y la disposición de sus componentes materiales, los cuales pueden mostrarse muy variados y complejos. Los cuales para efectos didácticos, podrían ser agrupados en cuatro grandes familias: Las Tierras de Altas Montañas, las Tierras Medias Piemontinas, las Tierras de Planicies Bajas y Litorales.

El Suelo: Concepto, constitución y disposición, dinámica, clasificación. Síntesis local de la Fisiosfera.

El suelo sintetiza en un microcosmos, no solo las fases e interfases minerales, sino también la presencia orgánica, puesto que es mineral, sin llegar a constituir compuestos pétreos (rocas, etc.) y es orgánico, sin llegar a formar tejidos vivos, aunque en él estén presentes seres vivos. En la integración del suelo participan entonces: la fase mineral, en la presencia de minúsculas partículas de rocas y de iones de varios elementos químicos; la fase acuosa, en forma de humedad y la fase gaseosa, como el aire que llena los intersticios entre partículas; y además de ello, materia orgánica tanto en forma de detritus como manifiesta en pedoflora y pedofauna.

El suelo forma parte, tanto de los sistemas físicos, como de los sistemas biológicos, constituyendo una especie de eslabón de transición en el cual convergen e interactúan las fases: abiótica, estrictamente inorgánicas, conjuntamente con los organismos para dar lugar a una entidad mixta, con estructura y dinámica propias, capaz de influir en el funcionamiento de ambos juegos de sistemas.

El suelo es el resultante de la convergencia y participación combinada, sostenida y permanente de procesos geomorfológicos, biológicos, mecánicos y químicos, los cuales, al actuar combinadamente sobre el estrato superficial de la piel de la tierra, sea esta compacta, fracturada o suelta, la modifican, alterando su carácter original por disgregamiento, redisposición y agregación de  esos componentes.

En la constitución original del suelo entran materiales de diversa índole en cuanto a origen, volumen y proporción, con la que participan en su integración. La textura de los materiales minerales esta jerarquizada por el tamaño de las partículas: las de mayor tamaño clasificado como Arena, las intermedias como Limo y las más pequeñas como Limo. La proporción de partículas define un índice de calidad textural del suelo.

También integran el suelo partículas de menores tamaño que las arcillas, estas son las micro partículas o componentes de dimensiones coloidales, las cuales pueden ser de carácter mineral, cristalino o arcilla coloidal, o bien orgánico, amorfo denominado humus vegetal. Al conjunto de estas partículas se le denomina complejo coloidal de adsorción, porque es allí donde ocurre la  captación y retensión de iones de elementos químicos, donde participan ciertos hidróxidos de hierro y aluminio. A este complejo coloidal de adsorción se le puede catalogar como el alma del suelo, pues es su presencia la que hace posible al edafón o agregado del suelo y subsecuentemente la estructura del mismo. Este complejo actúa como aglutinante de partículas mayores y como un núcleo de adherencia de iones de elementos químicos.

Como faceta de los sistemas físicos, el suelo es a su nivel un sistema físico – químico, que funciona como material dinámico, estructura de soporte, laboratorio de procesos, almacén de materiales y habitad para gran número de seres.

Opinión del Artículo  ¿Qué es Salud del Suelo?

Por salud del suelo podemos entender la minimización del número y actividad de insectos nocivos y de patógenos de plantas en el suelo, en forma más amplia podemos entenderlo como la integración de enfoques biológicos, químicos y físicos en el manejo del suelo para la sustentabilidad a largo plazo de la productividad de los cultivos con un impacto mínimo en el ambiente.

De acuerdo a este artículo es importante desarrollar técnicas apropiadas para mantener la salud del suelo, para ello es necesario mantener una comunidad diversa de organismos  que ayuden a controlar enfermedades vegetales, insectos nocivos y malezas. Igualmente es importante incrementar la capacidad de retensión de agua y nutrientes en el suelo.

Algunas prácticas que se pueden instrumentar para mejorar la salud del suelo son mantener la cubierta vegetal para aumentar el contenido de materia orgánica y minimizar la erosión del suelo; cambiar las prácticas biológicas y disminuir las químicas para mantener la productividad de cultivos; evitar el uso de maquinarias pesadas en suelos húmedos para evitar la compactación del suelo.

 

 

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