A MI SUEÑO ETERNO

 

Cuántas veces te he deseado;

cuántas veces te he escapado;

cuántas veces, peligrosamente,

has estado cerca de mi lado.

 

No te entristezcas, no te rechazo;

sólo estoy esperando la hora

del día en que tarde o temprano

beba el néctar de tu boca.

 

Aún sueño con hacer la cita;

elegir el lugar en que te vea;

ver esa hora, tan perfecta,

y que sea el momento que yo elija.

 

Te pido que me respetes

este deseo, esta añoranza,

que no vengas repentinamente

y me quites la esperanza.

 

Sé que estarás allí a mi lado

cuando mi boca no encuentre aliento,

que serás lo último que vea

cuando me vaya con el viento.

 

Violentamente nos encontraremos,

sé que estaré extremadamente asustada.

Pero a la vez partiremos

y al fin encontraré mi ansiada calma.

 

Noelia Soledad Demichelli.

San Justo, Buenos Aires.

Miércoles 1° de Agosto del 2001, 19:34 hs.

1