V (Reflexión)

   En cada etapa de nuestra vida tenemos momentos de alegría, los cuales por una u otra razón se acaban. Y pasados los años nos ponemos a recordar momentos felices y tristes y nos damos cuenta que todo ya pasó y que no podemos volver atrás por ellos. Los humanos nos castigamos a nosotros mismos, porque siempre que estamos tristes o melancólicos o sentimos nostalgia, en vez de ir a bailar o cantar y ponernos alegres, ponemos una melodía triste y nos ponemos a recordar aquellos buenos tiempos y recordamos la forma en que esos buenos tiempos terminaron. Nos ponemos a recordar personas que ya no volverán, a las cuales quisimos mucho. Nos ponemos a revisar nuestra cabeza y corazón, nuestra memoria y nuestro alma, buscando la forma de no perder esos pequeños pedazos de vida que le robamos a la eternidad, esos pequeños momentos que nunca volverán y que nos da pena y alegría a la vez al recordarlos. Porque al final, somos humanos ¿no?, y aunque nos castiguemos y lastimemos pensando en ellos, y lloremos por las personas que ya no volveremos a ver, tenemos una vida que vivir... Y aunque siempre va a haber un recuerdo triste cuando queramos llorar, también siempre habrá alguien con quién llorar.

 

Noelia Soledad Demichelli.

San Justo, Buenos Aires.

1996.

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