La extensa
pulseada político-empresarial por la confección de los documentos
nacionales de identidad parece haber llegado a su fin: el presidente Néstor
Kirchner firmará en los próximos días un decreto
que prevé la obligatoriedad de todos los ciudadanos argentinos
de renovar de manera gradual los DNI, a un costo estimado en 20 pesos;
a la vez, se promoverá la creación de una base de datos
unificada que concentrará toda la información migratoria,
fiscal y electoral de la población.
Si bien
no consta en el decreto, la propuesta del Gobierno tendría un costo
estimado de 160 millones para el Estado. Para los recién nacidos
y los jubilados el trámite sería gratuito y para los ciudadanos
de bajos recursosos inscriptos en planes sociales el costo sería
amortiguado por el propio Gobierno. Según confiaron a LA NACION
tres fuentes de la Casa Rosada, el decreto sólo espera la firma
del los ministerios de Economía e Interior y finalmente la rúbrica
del Presidente, que se concretaría en los próximos días,
dijeron. La impresión de los nuevos DNI estará a cargo del
Instituto Geográfico Militar y de la Casa de la Moneda. De esta
manera, el Poder Ejecutivo dio por desterrada la posibilidad de que las
empresas Ciccone Calcográfica o Siemens confeccionen la documentación
de los argentinos.
Contrato rescindido En rigor, por una cuestión de precios, el Estado
decidió rescindir el contrato que se había establecido con
estas empresas por el alto costo que implicaba para los ciudadanos este
trámite. Según los parámetros establecidos en esos
contratos, la confección de los DNI iba a rondar los 40 pesos por
persona. Una comisión especial de juristas del Estado analiza paralelamente
el eventual pago por lucro cesante y recesión de contratos que
se les debería pagar a estas empresas. Los DNI que se tramitarán
en el Registro Nacional de las Personas tendrían un costo cero
para los recién nacidos y para los jubilados, en tanto que para
los más de tres millones de ciudadanos de bajos recursos o desempleados
que se encuentran en la órbita de los planes sociales aportados
por el Gobierno el costo sería amortiguado por los mismos fondos
que sostienen el sistema asistencial.
Para los
menores de entre 8 y 16 años se prevé una documentación
de las mismas características, pero con foto e impresión
dactilar, y a partir de entonces cada ciudadano recibiría "un
combo" de documento y cédula por un valor estimado en 20 pesos.
De todas maneras, para los mayores de edad la renovación de los
DNI no será compulsiva, sino que se hará en forma gradual
y con plazos de realización flexibles que podrán extenderse
hasta los cinco años a partir de la firma del decreto. Base de
datos Con la renovación de los DNI de más de 37 millones
de argentinos el Gobierno persigue el firme objetivo de contar con una
base de datos unificada que evite la circulación de documentos
apócrifos y manipulación de datos personales.
Desde
esa base de datos unificada, la Administración Nacional de Ingresos
Públicos (AFIP) podrá realizar un cruce de datos más
transparente. La misma dinámica se utilizará para el registro
de migraciones, por lo que se ejercería un mayor control del ingreso
y egreso de personas del país y se detectaría en forma automática
la presencia de ciudadanos argentinos o extranjeros con documentación
apócrifa. En el caso de la justicia electoral, la posibilidad de
contar con una base de datos unificada y renovada permitirá al
Estado actualizar, depurar los padrones electorales y evitar la doble
votación que fue herramienta de dura controversia en los procesos
de fraude electoral.
"No
hay posibilidad alguna de empezar a discutir la aplicación del
voto electrónico en el país si no se cuenta con padrones
electorales diputados e informatizados", reflexionó ante LA
NACION el director electoral nacional, Alejandro Tullio. Sucede que con
la informatización del sistema electoral nacional se podrán
unificar en una base de datos los padrones electorales de las 24 provincias
y a la vez confeccionar las bajas y altas de los votantes de manera automática.
La
Nacion, 1 de octubre de 2003
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