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Aquelarre

"CORAZONES DEL LADO DEL FUEGO"

CORASOUND   74:02   1999

Grabado en vivo en el Teatro Presidente Alvear el 29 de Noviembre, 4, 5 y 6 de Diciembre de 1998.

Dec�amos ayer… Rodolfo Garc�a marca cuatro con los palillos de su bater�a y la ceremonia comienza (como comenz� siempre hasta hace veintid�s a�os) con “Canto”, mientras su poderoso riff da pie para que Emilio Del Guercio nos diga que “…desde el fondo de las ruinas hay una voz que grita y grita…”. Y no se puede evitar el lugar com�n de decir que “la magia ha vuelto”, porque juntos con estos cuatro notables m�sicos, muchos crecimos creyendo que la m�sica es un lugar donde quiz�s no se puedan cambiar cosas, pero tal vez permita que la vida pueda ser un poco mejor. Y los setenta y cuatro minutos y dos segundos que dura este disco nos permite corroborarlo. Se puede hacer un an�lisis t�cnico, otro art�stico y tal vez, otro hist�rico de “Corazones del Lado del Fuego”. Se puede decir que H�ctor Starc es uno de los guitarristas m�s talentosos que hay por estas latitudes, o que Hugo Gonz�lez Neira posee un buen gusto �nico a la hora de tocar sus teclados o cantar como s�lo �l lo sabe hacer, o que Emilio Del Guercio posee una calidad �nica para cantar y que su bajo es un aut�ntico motor dentro del grupo, o que Rodolfo Garc�a sigue siendo un gran m�sico que toca la bater�a m�s que un simple baterista. Pero siempre prevalece el (�an�lisis?) de los sentidos. Porque lo que se siente cuando hace irrupci�n “Miren a este Imb�cil”, o cuando “Aves Rapaces” nos recuerda que lo malo del pasado todav�a convive con nosotros, o cuando “el aut�ntico” Hugo Gonz�lez Neira nos invita a participar de las “Ceremonias para Disolver”, nos damos cuenta que muchas veces lo que se siente v� m�s all� de todo tipo de an�lisis. Pero este es el comentario de un disco, y como corresponde, hay que hablar de la m�sica contenida en �l. Pero, �qu� se puede decir de un grupo que nos muestra que el tiempo no pas�, por el sencillo hecho de que Aquelarre siempre son� bien, siempre fueron serio y siempre tuvieron (y tienen) una actitud coherente ante su obra y su p�blico?(Para comprobarlo s�lo basta remitirse al reportaje publicado en Mellotron N�23). Ojal� que en los setenta hubieran existido posibilidades t�cnicas como las que existen hoy en d�a, ya que de esa forma muchos m�s podr�an haber descubierto en ese momento a una de las bandas m�s maduras que dio en rock en nuestro pa�s. No es casual, entonces, que desde su reuni�n, Aquelarre haya cosechado elogios desde todos los sectores de la prensa y del p�blico. Y ocurre que los hechos son incontrastables: �acaso hay en este momento alg�n grupo que est� integrado por cuatro excelentes m�sicos, cuatro excelentes compositores y, que adem�s posean cuatro excelentes voces? �Hay alguna banda que haya podido componer temas de una calidad como “Hermana Vereda” o “Cruzando la Calle” (del maravilloso Candiles)? �Existe en la actualidad alg�n tema tan vigoroso como “Movimiento”? �Hay alg�n grupo que se pueda largar a hacer un tema como “Blues y Vino”, y despu�s maravillar con la poes�a de “Violencia en el Parque”? �Se puede encontrar a alguna banda que pase de la l�rica y la sencillez de “Savia de los Aromos”, “Canto Cetrino” y “Silencio Marginal”, a los intrincados vericuetos de “M�gico y Natural”? La respuesta posiblemente es no, como lo fue seguramente en los setenta. Y esto agiganta a�n m�s la obra de Aquelarre, la de antes (es decir, sus cuatro maravillosos discos y este maravilloso trabajo grabado en vivo). Y dec�amos hace un rato… que �ste era el comentario de un disco. Bien, nombramos a los integrantes del grupo, nombramos todos los temas, hablamos de la banda. Pero lo que no se puede expresar con palabras, surge apenas Rodolfo Garc�a marca cuatro con los palillos de su bater�a, y la ceremonia comienza, como comenz� siempre hasta hace veintid�s a�os, con “Canto”. Y aquellos que tuvimos la oportunidad de verlos en esa �poca, lejos de hacer un ejercicio de nostalgia, nos permitimos disfrutar hoy de una de las m�sicas m�s personales que dio el rock por estas latitudes. Aquelarre representa ni m�s ni menos que el fruto del trabajo serio y en serio. Y todos los halagos que reciben, desde que el 19 de noviembre del �98 se presentaron nuevamente ante el p�blico, los tienen ampliamente merecido, as� como nosotros tenemos ampliamente merecido disfrutar de su magn�fica m�sica.

 

Carlos Salatino

 

Emilio del Guercio: bajo, guitarra ac�stica y vozel

Rodolfo Garc�a: bater�a, percusi�n y voz

H�ctor Starc: guitarras, bajo y voz

Hugo Gonz�lez Neira: teclados y voz

 

 

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