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Bruno Sanfilippo
"Suite Patagonia"
ad 21, 2000
"All� afuera, en el coraz�n de la tierra, uno est� solo, con nada m�s cercano o
m�s palpable que el viento. Espejismos feroces y distancias sin l�mite".
La m�sica tiene la singular virtud de impactar los sentidos, creando im�genes que por lo
v�vidas potencian las emociones, exponiendo a flor de piel los sentimientos,
sensibiliz�ndonos.
Y cuanto m�s f�cil es este proceso si esa m�sica resulta ser el fruto maduro del
talento poco habitual de un artista insuperable como Bruno Sanfilipo.
Momentos �nicos, magn�ficos que constituyen "Suite Patagonia", una sinfon�a
dif�cil de explicar con palabras. Ser�, quiz�s, debido a que las palabras son tan solo
una p�lida aproximaci�n a los sentimientos encarnados por este creador de universos
fr�giles y sutiles a su talento desinhibido.
Magistral corolario comprobable por quienes fuimos testigos privilegiados de su
crecimiento art�stico, sabiendo por encima de todo que su obra siempre tuvo como musas
inspiradoras a los elementos de los confines australes en los cuales transitan historias,
paisajes y personajes, elevados a niveles fant�sticos y m�gicos enmarcados en una
melancol�a sobrecogedora. Admirables trabajos que sintetizan en breves odas la epopeya de
los olvidados.
"Suite Patagonia" se muestra como la culminaci�n impecable de un ideario que a
trav�s del tiempo obsesiona a Bruno, y que en siete bell�simos temas consigue emocionar
hasta las l�grimas y embriagarnos con su emotividad.
En este punto, uno se pregunta �c�mo se entiende que nuestro Mike Olfield aut�ctono no
goce del reconocimiento que su talento merece?. Joyas de la dimensi�n de "Giant
Patagon", "Fuegia and Jemmy", o "Magallanes" (exquisita)
deber�an obtener f�cilmente extensas l�neas en los medios de prensa. La sola audici�n
de "Terra Inc�gnita" nos hace pensar en ella como un futuro cl�sico de nuestra
m�sica contempor�nea, algo que deber�a ser un genuino acto de justicia para alguien que
nos ofrece todo un mundo de m�gicos ensue�os en forma de m�sica atemporal y fresca,
rebozante de amor.
Sanfilippo nos permite el honor de compartir con �l un lugar en el mundo donde la m�sica
"sin instrumentos" se expresa en el canto del p�jaro chuchao y la ganza bruja.
El llamado de las ballenas francas y el rumor de los frondosos bosques de araucan�a,
convocando esp�ritus de hombres extinguidos desde las profundidades ancestrales,
danzantes en ceremonia y presididos por este shaman del siglo XXl. Su llamado de respeto a
la tierra respira vida.
Y uno no puede menos que agradecerle a los ciegos el permitirnos gozar de su obra.
Gracias Maestro Sanfilippo por obsequiarnos "Suite Patagonia" y ofrecernos tu
coraz�n.
"La Patagonia es un adjetivo de lo extra�o, lo monstruoso, lo fatalmente
atractivo".
Sergio Vilar
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