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CITIZEN CAIN
"Playing Dead"
(Pig In A Poke Records,
2002)
Integrantes:
Cyrus:
voz, bajo y flauta.
Stewart Bell: teclados, bater�a y secuenciador.
Phil Allen; guitarras y coros.
Invitada:
Vicky Douglas: coros.
La
banda escocesa Citizen Cain cuenta con una larga trayectoria cuyo origen se remonta
al semillero neoprogresivo de inicios de los 80's. Paisanos de Marillion, no
gozaron de la fama de �stos y ni siquiera lograron un m�sero contrato de grabaci�n en
sus primeros diez a�os de existencia, hasta su CD "Serpents In Camouflage"
de 1992. Mucho agua ha corrido bajo el puente desde entonces. Esta su cuarta producci�n
discogr�fica sali� por fin a la luz cinco a�os despu�s de la anterior, "Raising
The Stones", cuando la banda se encontraba reducida a su dueto l�der: Cyrus
(voz, bajo y flauta) y Stewart Bell (teclados, bater�a, guitarras y secuenciador).
Este disco signific� un punto de quiebre en la evoluci�n estil�stica de la banda, pues
implic� un distanciamiento de las pautas normales del neo-prog con la inclusi�n
sistem�tica de mayores cortinas et�reas de teclado, un realce de las texturas
sinf�nicas, e incluso elementos ocasionales de jazz fusi�n en la secci�n r�tmica. Lo
mismo notamos aqu� en "Playing Dead", pero con un car�cter m�s
sombr�o y pesado, lo cual se debe en buena parte a la inclusi�n del nuevo guitarrista Phil
Allen. El sonido general del disco es en l�neas generales m�s decididamente agresivo
y �spero, conservando simult�neamente el car�cter ampuloso del "Raising the
Stones".
Ya desde el tema instrumental de entrada "Dirge - Fallen Angels", el
oyente puede percibir tanto la continuidad como los elementos nuevos. El tema m�s
representativo de la agresividad sombr�a del disco es "Wandering In
Darkness", cuya dureza viene reforzada por su intr�pido comp�s as� como en el
extenso "Children Of Fire - Prometheus And Epimetheus - Forethought -
Afterthought". Por su parte, temas como "Falling From Semiroth - Etz
Ha-Chayim" y "Sleeping In Penumbra - Your Mind, Its Mind, Whose
Mind?". incorporan una mayor diversidad de ideas musicales que resultan en sendos
conjuntos ampulosos.
El final es bastante apropiado: una balada sinf�nica de corte melanc�lico titulado "Amorantos",
que parece redondear muy bien el esp�ritu pesimista global de todo el disco. En suma, un
disco que podr� ser bien apreciado entre otros por los ac�rrimos amantes del progresivo
sinf�nico moderno, que no se sientan perturbados pro el peculiar estilo y registro del
vocalista/letrista Cyrus; pero ante todo, se trata de un nuevo testimonio de la
evoluci�n art�stica de una banda que no repite f�rmulas pasadas de sus inicios.
C�sar Inca
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