DLP: el hombre, el sueño

¡Llegando a 6.000 millones de personas diariamente!

jueves, enero 20, 2005

¡Mira los barquitos!

Una de las cosas entretenidas de estar en Valparaíso en el verano es que, si tienes suerte, puedes ver los cruceros de lujo que llegan a la ciudad por un par de días mientras sus septuagenarios pasajeros salen a que sus pies vuelvan a saborear la tierra firme.

Así fue como la semana pasada pude ver al Crucero del Amor. O casi, porque el Crucero del Amor es el Pacific Princess y el que llegó fue uno de sus barcos hermanos, el Royal Princess. Así que no dediqué tiempo a buscar a los equivalentes del Capitán Stubbins, de Isaac su cantinero ni de Julie su anfitriona. El Casi-Crucero del Amor hizo una parada de un día y se fue, ojalá a Puerto Vallarta. ¿Por qué llegan a Valparaíso en vez de Puerto Vallarta, me pregunto? Patrimonio de la Humanidad y todo será, pero no comparemos.

Al día siguiente llegó otro cuyo nombre no recuerdo, pero que definitivamente no era el Crucero del Amor. A ése lo vi más tiempo, porque justo estaba en la casa de una compañera de trabajo que tiene un feroz balcón con vista al puerto, y con un amigo veíamos al No-Crucero del Amor zarpando para seguir su paseo. Y mientras se iba, gritábamos cosas como "¡Buena suerte!", "¡Manden fruta!", "¡Nunca te olvidaré!", "¡Siempre tendremos Valparaíso!" y aunque ni siquiera era el Casi-Crucero, sino el No-Crucero, igual le cantamos "The Love Boat, soon will be making another run...".

El martes fui a ver a otra de esas perlas: el Infinity, que se supone que es tanto o más groso que el Crucero del Amor y sus hermanitos, pero como ya había visto al Casi-Crucero y al No-Crucero en majestuosa navegación, al final me dio lo mismo. Además, después de ver a un Nimitz frente al puerto, ya pocas naves me impresionan.
|

0 Comments:

Post a Comment

<< Home

 
Hosted by www.Geocities.ws

1