Corella, Peña "El Tonel" 1988 (fiestas)

¡A mover el esqueleto!
Tim + Tomás + El 28
ANECDOTARIO CORELLANO
Jesús Gil Catalán
¡Cómo se ha ido el tiempo!
Pedro + Román + Joaquín
TONEL 1988
Jesús Armendáriz Poyales
Historia inmediata de Corella
Por Matías ESCRIBANO
Bodas de oro de la «Peña El Tonel»
Villar Arellano, 85 años
Corella, las Peñas y sus gentes
ANGEL SIMON
JUVENTUD Y FIESTAS
Mª. Jesús Alfaro
Caluroso Homenaje a Félix Arellano, «el Galvana"
C. García (Diario de Navarra)

¡A mover el esqueleto!

En años anteriores hemos venido recogiendo en nuestro programa de fiestas diferentes aspectos de las mismas y que, conjuntadas todas ellas, componen un maravilloso tinglado en el que Corella se ve envuelta desde el día 23 al 30 de Septiembre.

Fiestas y baile componen una hermandad indisoluble. No se conciben las unas sin el otro.

De los bailes de Corella vamos a charlar un ratillo con dos gerentes de otras tantas salas de baile de gran prestigio y solera. Como inciso a esto, diremos que en Corella había hasta cuatro salones y todos ellos localizados en un pañuelo: Nuevo Casino, el Casino de abajo (así le llamábamos, localizado en el actual Amadís), el Nido y el Paraíso. ¡Queridos amigos! En Corella hemos bailado más que las trompas.

Y ahora sí. Van a ser José y Antonio o Antonio y José, quienes nos den una visión panorámica de sus repectivas salas.

-¿Cómo surgen estos locales?

La primitiva casa del Nido era de los Allue y una parte de ella la ocupó la familia Galarreta donde instaló el café que después se amplió a baile donde actuó la orquesta Galarreta. Otra parte del edificio se destinó a punto de partida y llegada de los autobuses de línea.

El Paraíso dio el primer baile en el año 1953 pero lo fuerte acontece a partir del año 62 y 63, costando el baile 12 pesetas y el abono 30 duros.

-¿Qué orquestas tocaban por entonces?

Por el Nido pasaron las mejores de la época. En particular recuerdo la orquesta SABOY donde tocaba Mario Galarreta, hijo de Don Leoncio Galarreta. Cuando el local se hizo sociedad de juventud de baile estuvo la orquesta IDEAL de Calahorra con el cantante de color Eugenio Barada.

En el Paraíso actuaron CASINO, AMANECER, BOLERO, BLUES, MANY'S, CIMARRON, etc...

Entre las dos salas, posteriormente, ha existido un cierto picadillo que ha dado lugar a que por Corella pasasen las mejores agrupaciones musicales que sonaban y estaban de moda. En el Nido han cantado Basilio, Juan Bau, Luc Barreto, Los Mustang, Los Salvajes, Los Diablos, Los 3 de Castilla, Joaquín Sabina (en sus comienzos) por nombrar algunos.

-Hablamos un poco de las animadoras.

-Por el Paraíso han pasado las grandes vedettes del Plata de Zaragoza: Mary Garbey, Yuma, Gemma, etc.

José nos dice que para que actuasen debían ir al Gobierno Civil con las letras de la canciones y la ropa que iban a sacar pues, de lo contrario, no había permiso para actuar. Antonio dice que sólo permitían enseñar las piernas.

Luego, con el tiempo, la censura se fue relajando y habiendo más destapes hasta llegar a hoy donde por enseñar, te enseñan hasta los intestinos.

A nosotros acudían personas, dice Antonio, a quejarse muy escandalizadas porque decían que «estas chicas enseñan demasiado» y al día siguiente, estaban nuevamente en primera fila.

-¿Por qué modificáis las salas?

-Ambos coinciden: es el empuje de las discotecas y la música enlatada lo que hace necesario estos cambios. Por otra parte, los nuevos gustos musicales, las nuevas técnicas de sonido, iluminación, etc., etc., aconsejan introducir estos cambios y renovar las antiguas estructuras.

Estamos en la época de los Pub. ¿No se lleva el baile de antes?, ¿está desfasado?

-En los Pub, dicen José y Antonio, no hay que pagar para entrar. En el baile pagas por entrar y, además, las consumiciones encarecen un poco más tu presupuesto.

Los Pub, en sí, son locales de reunión pero, además, quitas los sillones y mesas y los transforman en pequeñas discotecas donde con una cerveza te pasas un buen rato bailando.

Otra cosa que ha terminado con los balles han sido las verbenas populares las cuales, en Corella al menos, no tienen mucha razón de ser ya que en el mes de septiembre el tiempo no acompana para bailar al aire libre.

-¿Volverán las salas de antes a funcionar?

-Antonio es optimista en este sentido siempre y cuando las entradas sean gratis o tengan precios módicos. Por otra parte, las verbenas populares gratis creo que, a no tardar, irán dejando un espacio libre a los bailes y eso ya lo hemos visto este año en las fiestas de Alfaro.

-¿Cuánto costaría hoy un abono de baile?

-Con orquestas buenas como Marina, Mancy, Janio Marty, Maravella, Tarantella (de Corella) y, además algunas atracciones, el abono no bajaría de 5.000 ptas. Pero date cuenta que hablo de orquestas de alta categoría que están cobrando medio kilo excepto Tarantella que se cotiza un poco más bajo.

Serían sesiones de baile fabulosas.

-¿Queréis añadir algo para concluir?

-Las salas serán siempre los lugares más adecuados para bailar-bailar y correrse buenas juergas y que te permiten alternar con mucha más gente.

Por otra parte en Corella hemos sido pioneros en este tipo de locales estando siempre en lugares muy altos. Somos miembros de ASBANA y seguimos luchando para volver a los bailes clásicos que, para nuestro gusto, es lo más bonito y no porque con ellos hayamos hecho dinero, porque ha sido todo lo contrario. Te lo puedes creer. Agradecemos al Tonel esta oportunidad que nos ha brindado para contar algunas interioridades del Nido y Paraíso y desear a todo Corella unas felices fiestas de San Miguel.

Tim + Tomás + El 28

ANECDOTARIO CORELLANO

A la cuadrilla del "Percal", se les ha ido la Pitarra han tenido que correr cuando salía la vaca

Esta copla lleva en su contenido gran parte del origen del «TONEL». Cierta persona pone en conocimiento de la cuadrilla, fiestas de 1938, que la pitarra, por deterioro del comportón, se estaba derramando. Dejando la espera de la vaca ensogada, corrieron a salvar lo que pudieran del morapio destinado al consumo de todas las fiestas patronales. Algún generoso les proporcionó un barril ¡un tonel! Quién iba a pensar que a partir de aquella fecha «El Percal» renuncia al nombre de su cuadrilla y por aclamación unánime y en reconocimiento al importante servicio del barril, en lo sucesivo será «EL TONEL». Y por años lo sigue siendo con un auge que ni ellos se lo imaginaron.

Traemos a colación tres personas, que cada cual en su estilo, dejaron cierta celebridad: Valeriano, la «Perantona» y el cura «Charrancha».

Valeriano, nombre propio, apodado el «Guardia», ya sé que nada más recordarlo habrá quien se eche a reir, recibía todos los años los aguinaldos de Jesús Fernández, el «Sierra», persona de un corazón tan generoso como su poderosa humanidad. Un año a falta de dinero, como en él era corriente, con gran anticipación, le pide los aguinaldos. Jesús, algo sorprendido, le dice: «Aún es pronto». -«Trai, trai, Jesús, insiste Valeriano, no sea que te mueras».

La «Perantona» recibe de su hijo cinco billetes de mil pesetas al regreso de una agostería. Pareciéndole poco, desconocía el valor de los de mil, apostrofó al hijo: ¿Sólo trais cinco-cientas pesetas?

Con uno de cincocientas hace una pequeña compra en la tienda. No sin extrañeza de la tendera por ser quien era la portadora, posteriormente se descubriera la mentira que en ella existía en relación a sus necesidades, honradamente lo devuelve el sobrante. Sorprendida la «Perantona» de tanto dinero devuelto, corre a casa y cogiendo los cuatro billetes restantes, visita otras tiendas pidiendo el cambio por menudo. Las cincocientas le habían aumentado mucho en valor en los pocos días en su poder.

El cura «Charrancha», una enciclopedia de chistes, chascarrillos y anécdotas.

Paseaba con otro cura, ambos vistiendo la sotana negra reglamentaria en los sacerdotes, y al cruzarse un individuo cerca de ellos, tendría ciertos síntomas de anticlerical, como quien no dice nada, les suelta despectivamente la palabra «cuervos».

El «Charrancha», D. José María, no se inmuta, pero le insinúa a su acompañante:

-Este tío es uno de los diez.

-¿Qué quiéres decirme con eso?

-¿No me has oído alguna vez decir me cagüen diez? Pues uno de ellos es ése.

Jesús Gil Catalán

¡Cómo se ha ido el tiempo!

Efectivamente, ésta era la exclamación con la que iniciábamos en una tarde calurosa del mes de Agosto esta charla que ahora reproducimos y os la vamos a dar a conocer. El protagonista de nuestra tertulia, montada en torno a unos cafés y copas, es Jose «El Percal».

-¿Qué edad tienes José?

-Pues... sin quitarme ninguno 64 años.

-¿Qué años teníais cuando se formó la cuadrilla del Tonel?

-Eramos unos críos. Calculo que teníamos entre 10 y 11 años en aquel año 38. En el año 54 se unieron los negros y les dijeron a éstos la del Tonel: «Si queréis ser negros arrimaros al Tonel».

-¿Quiénes componiáis la cuadrilla?

-No quisiera olvidar ninguno. Sé que, en total eramos 17 y entre ella estaban: Manuel Jiménez, José Sanz, Miguel Bienzobas, Juan Alduan, Antonio Ochoa, Javier Sesma, José Astrain, Alfonso Amedo, Jesús Bienzobas, Vicente Sesma, Santiago Guillorme (en paz descansen): Jesús Martínez, Fermín Ochoa, Fermín Lázaro, Domingo Catalán, Miguel Ochoa, Eduardo Sesma,....

-¿Cómo preparábais las fiestas?

-Lo primero que hacíamos era quitar la cuba a nuestros padres para hacer la pitarra. Esto se hacía el 15 de Septiembre y el día 23 le dábamos ceril.

Nos añade una anécdota curiosa: Estaba 3/4 de la cuerda de la vaca ensogada fuera de los corrales de Sta. Bárbara cuando nos avisó Rosario, la hermana del Juancepas, que la pitarra se os va. Todos a correr. Entonces la sacamos al Tonel y de aquí el nombre de la cuadrilla del Tonel, antes cuadrilla del PERCAL. Se hizo una letrilla con sus notas:

A la Cuadrilla del «Percal»
se le ha ido la pitarra
y han tenido que correr
cuándo salía la vaca.

-¿Cómo era un día de fiesta?

-Ibamos al encierro, almorzar, comer, al café, la vaca ensogada y a todas horas... buena vara de vino y por la noche a bailar.

La entrada al baile costaba 4 ptas. y «el Leoncio» la puso a 5 ptas. Un almuerzo nuestro consistía en la clásica tomatada o en los calderillos picantes.

-¿Cuánto os daban de paga?

-Pues... lo que podían nuestros padres. Como trabajábamos pues siempre había alguna sisa «pa» los gastillos extras de fiestas. Pero fijaos qué gastos y qué cantidades:

Un vaso de vino costaba una perrilla, a la semana poníamos un real de fondo durante todo el año para cuando llegasen fiestas tener la cuadrilla contada «pa ir tirando». El costo del baile os lo he dicho 4 ptas. Al final de un día de fiestas, tirando por lo ancho, nos gastábamos de dos a tres pesetas. En 1948 se gastó «El Percal» en todas las fiestas 700 ptas. pero no dice que aún pidió prestado al «Leoncio» 50 ptas. más.

-¿Cuándo tuvisteis la primera charanga?

-Por el año 51-52. Poníamos por aquellas fechas 25 ptas. cada Domingo y no nos llegaba. Los músicos eran de los pueblos de al lado de Corella, y para pagarles teníamos que hacer malabarismos pero al final pagábamos.

-El Ayuntamiento de aquella época, ¿Os daba algún empujoncillo económico?

-Pues no, aunque una tarde nos dio 3.000 ptas.

Luego aparecen en Corella más peñas: Chipén, Gracuris, Gaztena, La Unica, etc...

-¿Qué tal os relacionábais con ellas?

-Nos unía una buena amistad aunque recuerdo un año que hubo un altercado que es mejor olvidar ya que no tuvo nada de importancia.

-¿Qué fiestas han sido para tí las mejores?

-Sin duda las del año 48 y eso que nos pégó un pedrisco que se llevó todo por delante. Fue el año en que vino Sepúlveda. ¡Grandioso! ¡Extraordinario!

Llegué a estar con Ojeda 4 días sin dormir seguidos. Fui con éste a las vaquillas y salió una con unos cuernos de aquí te espero. Yo animaba a Ojeda para salir pero tenía mucho miedo, Me dijo que le era suficiente con torear y que los había que tenían unos cuernos más grandes que los de esa vaca.

Recuerdo que en esas fiestas estaba también "El Mario" y es entonces cuando nace el cantar del Tonel con Beitic, Sepúlveda, Ojeda, Percal....

Ya sabéis ¿no? Yo soy de Corella yo soy del Tonel.

-¿Cómo ves tu peña hoy?

-La veo con mucha fuerza y empuje. Antes éramos como mucho 250 pero es que hoy los doblamos fácilmente, ¿no?

-¿Qué es lo que no te gusta de la peña hoy?

-El que la gente, los socios no lleven la blusa. Una blusa de mucha tradición y la más casta que hay. Antes todos la llevábamos. Eramos 10 y parecíamos 100, ahora somos 100 pero parecemos 10.

Aquí tienes mucha razón José. Siempre insistimos en que la blusa es nuestro distintivo de fiestas y debemos llevarlo. Desde aquí os animamos a ello para no perder esa tradición y ya damos gusto a los fundadores.

-¿Dónde crées que radica la popularidad del Tonel?

-En una peña con mucha tradición y antigüedad que ha reunido y retiene, todavía, todo lo castizo de Corella. Ha sido y es, por otra parte, una peña seria y con un gran sentido de la solidaridad entre sus componentes, hasta el punto de que hemos ido todos a segar un día de San Pedro a Araciel y sin cobrar ya que se trataba de un socio de la Peña que estaba enfermo. Pero esto no era casual, era frecuente entre nosotros.

Por otra parte ya sabéis la letra de la canción: ---"Yo soy de Corella, yo soy del Tonel ... ". Es un tema con mucho empuje y sentimiento para cualquier corellano.

-¿Cómo vas a celebrar los cincuenta años de tu peña?

-Pues con mucha normalidad pero, eso sí, con mucha alegría viendo que esto va «p'arriba» y que la gente joven comienza a tener un cierto entusiasmo con esto.

-¿Nos das algún consejo?

-Qué os voy a decir si los jóvenes estáis ya de vuelta de todo. Lo que quiero es que haya mucha cordialidad entre los socios, que haya paz y tranquilidad pues no concibo unos días de fiestas empañadas en disputas y envidias. Olvidarse de la política en estos días porque somos uno de cada leche y eso si sale a relucir... ¡Qué mal van!

-¿Algo más José?

-Felices Fiestas a todos y recordad lo que sigue: amistad limpia y sincera, trabajo altruista, sacrificio y paciencia que si hoy salen torcidas las cosas, mañana saldrán mejor pues la voluntad es lo que vale.

Pedro + Román + Joaquín

TONEL 1988

En la escuela nos decían que historia es la sucesión sucesiva de sucesos sucedidos sucesivamente. En este sentido, aplicando tal definición a nuestra peña, podemos afirmar sin temor a equivocarnos que «EL TONEL» es historia; pero es historia viva y no enlatada pues, como todo ser, ha nacido, ha crecido y se desarrolla -o procura hacerlo, al menos según los dictámenes de los tiempos actuales pero sin perder su autentica esencia.

Nuestra peña nace por un 24 de Septiembre de 1938 pero tal evento lo voy a eludir en estas líneas ya que cualquier persona de aquella época sabe más que yo.

En quince o veinte años pasa a adquirir una carta de naturaleza definida sin que ello suponga una consolidación económica. Prueba de ello es que una pancarta de fiestas sirvió para diferentes años, era suficiente con borrar el año en que se había pintado e ir colocando sobre él otros números.

Por otra parte, ss José «el chano» -actual presidente- quien debe mendigar de casa en casa solicitando ayudas económicas para sacar la charanga a la calle y pagar también el vino. Los músicos cobraban como y cuando podían. El Tonel sonaba, estaba en la calle sólo durante las fiestas ya que «la vaca» no daba para más.

¿Cómo llegamos al Tonel 1988?

En esta tercera época que arranca en 1975. Somos un grupo de jóvenes quienes nos lanzamos a la aventura de sacar a la calle una peña con el nombre de las de «antes». Fue mi padre, Félix Armendáriz Virto, quien nos propuso la idea de pasar a engrosar las filas del Tonel ya que, por las dificultades económicas, tenía sus días contados. Así lo hicimos. Traíamos ideas nuevas algunas de las cuales (por ejemplo, el cambio de blusas) los «mayores» de la peña no las aceptaron por «eso» de la tradición. Hicimos una captación de socios, unos estatutos, una junta directiva y de esta forma comenzamos a trabajar con la idea puesta en que «EL TONEL» debía estar presente durante todo el año en la vida corellana.

Poco a poco se logró una cierta solidez económica que nos permite, como se dice, «ir tirando» y sacando adelante planes de escasa envergadura pero que permitían contactar durante 365 días con las gentes, chicos y mayores, de nuestra ciudad.

Las raíces las tenemos en Corella pero el despegue definitivo hacia otras localidades se inició de la mano de un gran corellano: Rafael Resa. Nos asentamos en Madrid, Zaragoza, Valladolid, Barcelona y últimamente merced a nuestra Rondalla conducida por Miguel «el casasola», en Bilbao, Sestao, Baracaldo, Ejea, Tarazona y muchas otras localidades. En Pamplona hemos entrado últimamente a raiz de la degustación de vinos que desde hace cinco años hacemos en fiestas. Asimismo, la casa, Coca-Cola, Donuts, Radio Delicias de Zaragoza, imprenta y xerigrafías de esta noble ciudad (Montoya y Ausejo) nos «echan» su inestimable ayuda que van a permitir montajes de gran envergadura como el «Día del Socio».

Actualmente son muchos corellanos y establecimientos particulares de nuestra ciudad quienes nos empujan en el logro de objetivos. Desde aquí, en particular, nuestro agradecimiento a quienes hacen posible la confección del programa de fiestas del «Tonel».

Hay cuatro eventos en estos últimos trece años que destacaría en la vida de nuestra entidad:

1) El día del Socio
2) La degustación de vinos de Navarra
3) Nuestra presencia en Zaragoza durante las fiestas del Pilar desfilando con la charanga el Día del Pregón; y
4) El día de la Javierada de los Navarros en Madrid.

Este último evento fue muy emotivo y lo recordamos con especial cariño; habría ocho o diez mil navarros congregados en una campa, haciendo sus guisos. Allí faltaba el picante. Todo dio la vuelta cuando, sin esperarlo nadie, bajamos los del Tonel con nuestra charanga de nuestra tierra navarra. La apoteosis se desató de tal forma que, al final del día, no nos dejaron subir al autobús y más de uno tuvo que desprenderse de su blusa porque nos las quitaban a jirones (como si fuésemos los Beatles).

Se podrían contar muchas cosas más pero no quiero aburrir ya que no soy de pluma fácil. Nuestra entidad funciona actualmente bajo los dictados de una Comisión de Cultura, otra de Deportes, un tesorero, dos contables y una secretaria. Mantenemos reuniones periódicas durante todo el año ya que estos encuentos mantienen la unidad y cohesión dentro de la Junta Rectora, aspecto fundamentalísimo en cualquier sociedad.

Proyectos para un futuro más o menos próximo tenemos muchos, pero hay uno a destacar y que, desgraciadamente, creo que no se va a realizar. ¡Ojala me equivoque! Se trataría de tener un local social propio para la peña con un bar y comedor así como una sala pequeña para celebrar las reuniones. Esto, según mi criterio, sería la mayor realización de la peña. En este objetivo hay puestas muchas ilusiones pero con ello solo es imposible lograrlo; solamente la unidad de todos los socios y su sacrificio económico podría hacer esta quimera, realidad.

Que San Miguel llene de alegría y felicidad estas fiestas de 1988. Ese es mi deseo para todos los corellanos pero, en especial, para todos nuestros socios del Tonel en estas Bodas de Oro.

Jesús Armendáriz Poyales

Historia inmediata de Corella

Por Matías ESCRIBANO

Hace ya tiempo describía yo las bellezas de nuestro pueblo y se me llenaba el alma, en este caso la pluma, narrando la historia, los paisajes, las gentes de Corella. Cuando uno ve la vida con una cierta perspectiva de años, las cosas más humildes y más sencillas nos parecen bellas y la nostalgia empieza a adueñarse del sentimiento y de las emociones. Esto no es malo. Es un síntoma, a secas de que uno se hace mayor.

Surge el sobresalto en medio del diario y monótono quehacer. Estaba repasando unos textos, apenas hace un par de semanas, cuando alguien me invitó a participar en el cincuenta aniversario de la fundación de «El Tonel». Cinco años tenía yo cuando "El Tone", nacía a la vida y a la fiesta de Corella. Es decir, «El Tonel» ha estado siempre en el centro y en el corazón de la historia entrañable, inmediata y próxima de nuestra ciudad.

En estos 50 años, Corella ha cambiado su aspecto, su fisonomía y hasta sus gentes. Pocas cosas quedan exactamente igual que hace 50 años.

En mi despacho de trabajo tengo dos grandes fotografías: el Crucero, del año 41 y la desaparecida iglesia de la Merced. Entre la Merced y el Crucero nos fuimos haciendo mayores, casi sin darnos cuenta. Al fondo, las dos torres de San Miguel. Por lo demás, todo ha cambiado, hasta la torre del Rosario y el puente sobre el Alhama. Claro que todo ha cambiado a mejor. Nuestro pueblo, siendo igual, es más hermoso, más bonito, más habitable. Digo que han cambiado también las gentes.

Los jóvenes lo llenan todo, organizan las fiestas, participan en las decisiones municipales, forman parte de las cooperativas, de las asociaciones, de los sindicatos y de los grupos políticos. Yo conozco a muy pocos jóvenes y para saber quienes son, les pregunto por sus padres. Con frecuencia, la cara de una muchacha bonita me recuerda a su madre y es que, en el fondo, aunque las cosas han cambiado, todo sigue su ritmo y la historia de Corella continúa su andadura.

Cuando la andadura es feliz y larga, la historia se hace solemne e inevitable. Tal es el caso de la peña «El Tonel» que cumple 50 felices años. Desde que uno era pequeño recuerda al "Tonel", con la blusa negra y el emblema a rayas blancas. ¿Cómo podía imaginar, cuando tenía 15 años, que aquella cuadrilla de amigos llegaría a ser parte esencial de la historia de mi pueblo?

Tendría que escribir cosas alegres y simpáticas de esta peña. Tendría que decir que "El Tonel" ha animado las fiestas de Corella año a año; que su "cuarto" ha sido y sigue siendo el recinto de la simpatía, de la cordialidad, de la generosidad sin límite. Tendría que decir que "El Tonel" es un continente de buen humor, el "Sangri-lá" del jolgorio y el Himalaya del corellanismo. Tendría que decirlo y ya lo he dicho porque es verdad.

Pero a mí, "El Tonel" en su 50 aniversario, me trae recuerdos cálidos y trae a mi memoria las vicisitudes de tantos y tantos corellanos que o no volverán jamás a su pueblo o volverán únicamente para estar unas pocas horas, unas breves vacaciones y que pasan todo el año recordando la calle Mayor, el Carmen, Araceli, las Tajadas, San Benito, etc.

Por todo ello, pediría a nuestros amigos de "El Tonel" que en las próximas fiestas de San Miguel tengan un recuerdo para el "corellano ausente", aunque sólo sea al echar un trago o descorchar una botella de champán.

Y esto es así, debe ser así porque "El Tonel" ha trascendido la vida corellana. Es algo más que aquella cuadrilla inicial de amigos con su blusa negra. "El Tonel" ahora, es la historia de Corella. Hay 50 años de ejemplaridad, 50 años de hombría de bien, 50 años de juventud, 50 años de jotas, charangas, gastronomía y amor. Mucho amor. Porque no se cumplen 50 años a base de mala entraña sino a base de entrega y de generosidad.

Dejadme, pues, amigos míos de la peña, que invite a todos los corellanos a que tomen la bota para, como decía Hemingway, apretarle delicadamente los fondillos y beber un trago largo y solemne por todos los que hicieron, hacen y harán la peña más castiza, más arrebatadora de toda Navarra: EL TONEL.

Bodas de oro de la «Peña El Tonel»

Hoy son las bodas de oro
de la Peña «El Tonel»
os invita a divertiros
también al cuarto a beber.

En el año 38
preparamos esta peña
teníamos voluntad
pero no había una perra.

Han pasado 50 años
ya somos bastantes socios
damos una cuota al mes
y ahora ya somos famosos.

Tienen un cuarto muy grande
lleno de bancos y mesas
todo lo tienen muy limpio
cenan como unas marquesas.

De cada año una pancarta
está la pared forrada
hay una por cada año
y todas son adecuadas.

Tienen una pipa llena
de vino tinto muy rico
para que beba el que quiera
un vaso, tres, cuatro o cinco.

Hay un gran número de socios
en la Peña «El Tonel»
hay muchos que son abuelos
y gente joven también.

Todos llevan blusas negras
y los cuellos colorados
la insignia con el tonel
y todos van encantados.

Varios que son del Tonel
viven en pueblos de España
en cuanto llegan las fiestas
vienen y nos acompañan.

La orquesta de «El Tonel»
toca de noche y de día
la gente que le acompaña
baila con mucha alegría.

Muchos socios se han muerto
que Dios los tenga en su gloria
aunque ellos no están
aquí están en nuestra memoria.

Y como estamos en fiestas
y son las bodas de oro
queremos paz y amistad
y juntos bailemos todos.

Villar Arellano, 85 años

Corella, las Peñas y sus gentes

Este año de 1988, la Peña del Tonel celebra el cincuentenario de su constitución. Su bautizo de oro. Se trata de un acontecimiento importante y muy de tener en cuenta, ya que la vida de estas organizaciones es difícil y, por ello, muy efímera de no ser que encuentren a unos hombres activos y entregados como los que actualmente rigen la vida de esta entidad.

Recuerdo que se formaron muchas peñas en Corella, pero pronto desaparecieron. Las dificultades que se encontraban fueron muchas y muy duras de vencer.

Voy a describir cómo eran las cuadrillas en mi infancia, ya lejana. Entonces no se llamaban peñas, eran cuadrillas. Recuerdo a la del «Cajón», «El Pañuelo», «Las Blusas» y otras de poca entidad. Como máxima distinción, algunas blusas de colorines. No estaban organizadas como ahora. Sus actuaciones se limitaban a bailar en el «mercau», a cenar, a cantar o simplemente a contarse sus cuitas.

En tiempo normal, al atardecer, y después de trabajar iban de taberna en taberna bebiendo y entonando canciones con mucha picaresca.

Me llamaba la atención que los anuncios de las tabernas no tenían ningún letrero. Para anunciar el establecimiento era suficiente con poner un manojo de hildoces colgando del dintel de la puerta. No he podido averiguar la relación que pueda tener la regaliz con el vino; ni siquiera he encontrado en el diccionario la palabra «hildoz».

Creo que hubiese ido mejor una samantea de sarmientos, a no ser que los hildoces quisieran decir que el dinero que ganaban sacando la regaliz, lo tenían que invertir en vino.

La moneda de cambio por el vaso de vino era la más pequeña, el céntimo a la que seguía la de dos céntimos, cinco céntimos (perrilla) y diez céntimos (ochena). La de un céntimo era como un botón de camisa pequeñito, la de dos era un poco mayor, como un botón normal, la de cinco sería como una peseta actual y la de diez céntimos bastante mayor que las pesetas de hoy.

Todas estas monedas eran de cobre. En la cara tenían la efigie de Alfonso XII y en la contracara el escudo de España.

Por un céntimo te daban un buen vasico de vino, por diez cogías una mosca para dos o tres días. Con una peseta comprabas un pellejo de vino. A la moneda de dos pesetas la llamaban «pesetón» y el duro eran las de cinco pesetas. Había, también unas monedas llamadas del «tumbau», que tenían la efigie de la reina Isabel II en posición recostada, con la mano sobre la cabeza erguida. En los comercios y tiendas había un trozo de mármol en el mostrador para sonar los duros, pues había muchos que no eran de plata pura. Tenían mezcla de plomo y al sonarlos, si no daban un sonido puro y timbroso, decían que tenían ascla y eran falsos.

Volviendo a las cuadrillas, éstas entonaban algunas canciones de las que sólo citaré algunas de las muchas que aprendí: unas de oírselas a mi madre y otras en la «universidad» callejera. Más o menos decían así:

1) En casa de las notarias
han puesto una secretaria
donde se reúnen todas, (repite)
todas las señoritillas.
Allí se cortan chalecos
y chaquetas a medida,
pantalones p'al Allué (repite)
y enaguas «pa» la Melilla.

2) Mucho corteja la Pura
la Carmen y la Consuelo
pero no se queda atrás
la hija de Paco Moneo.
Por las mañanas van a pasear
en el mercado se suelen parar.
Por las tardes van a cortejar
por las noches van a cortejar.

3) El Antero de Corella,
en algo se ha de vengar
el «reló» de la Merced
no lo quiere echar andar.
¡Ay tío Antero, tío Antero, tío Antero! ja
ay tío Antero ja, ay tío Antero, ja.
Que le ponga pies postizos
y él solito, se andará.
¡Ay tío Antero, tío Antero, tío Antero! ja
a Villava lo van a llevar.
El tío Antero ha sido fraile
antes de ser militar
y también fue monaguillo
y también fue sacristán.
¡Ay tío Antero, tío Antero! ja
el tío Antero a Pamplona se va.

Estas coplillas demuestran la agudeza de crítica del pueblo liso y llano.

Había otra copla que no tenía desperdicio:

En la ciudad de Corella,
ciudad de mucha alegría
hay veinticinco tabernas
y ninguna librería.

Estas coplillas reflejaban el modo de vida y los tejemanejes de entonces.

Es una verdadera pena que todas estas «cosillas» se pierdan, pues es cultura de la buena y, además, es de casa.

Volvamos con la peña «El Tonel».

Los comienzos de toda clase de sociedades, peñas y demás entidades son siempre difíciles y en precario. No sé muy bien, como surge el Tonel, pero me lo figuro así: primero pensaban en el nombre barajándose varios y, al final, triunfa el del Tonel. Ello me hace sospechar que a sus fundadores les gustaba mucho el morapio. Después se pensó en el cuarto. Desde su fundación, esta peña fue muy numerosa y se buscó uno grande.

Al final vino lo del vino. Como los bolsillos flaqueaban, hacían pitarra, y cuando creían que estaba a punto, y aún sin estarlo, le daban ceril. La pitarra, la hacían en un comportón. Como la uva estaba cara, la hacían de racimos, haciendo falta un estómago de elefante para digerir aquello.

El ceril es un agujero que se hace en la parte baja del comportón por donde saldrá el vino, que está con las madres, después de fermentado; para tapón se ponía un palillo redondo. Pitarra quiere decir Pitaña y Pitaña que significa Legaña. No quiero decir con esto, que los del Tonel sean legañosos, aunque alguno tenga los ojos un poco blandos. Y esto, que conste, no me lo invento, lo dice el diccionario.

Poco a poco las peñas mejoraron hasta llegar a lo que hoy son y que todos conocemos, siendo en muchas ocasiones, la salsa de las fiestas al organizar actos benéficos y culturales.

Quiero resaltar aquí el tremendo éxito que se apuntó la Peña del tonel con la celebración de la degustación de los vinos de Navarra, a la cual asisten gran cantidad de bodegas de la región. Para mí, es uno de los mejores actos de las fiestas y, quizás para muchos, el mejor. Tanta es la buena armonía que existe entre «El Tonel» y el vino que me pregunto: el que hizo la jota de «bajé de Corella a Alfaro», ¿no sería del «Tonel»?

Para terminar, permitidme unos consejos de viejo.

Tened personalidad, sed como sois y no imitéis jamás a nadie. No ensuciéis a nadie con harina y cosas parecidas. Dad ejemplo a muchas cuadrillas que aunque se sientan superiores no lo son, y me despido:

Has cumplido medio siglo
felicidades, «Tonel»
camina el mismo camino
y nunca te apartes de él.
Cuando lo cumplas entero
te desearía ver
y si es que estoy en el cielo, !! Hum...¡¡
sólo por un agujero
al menos lo intentaré.
Por él sacaré los brazos
muy largos tienen que ser
para daros un abrazo
que con todo corazón
os lo dará vuestro amigo
que lo es....., ANGEL SIMON

 

JUVENTUD Y FIESTAS

Resulta más difícil de lo que parece, plantearse las fiestas desde un punto de vista crítico y de hecho lo hacemos en ocasiones contadas. Por eso, debemos aprovechar esta oportunidad para aportar algo positivo: opiniones, ideas, sugerencias que pueden ponerse en práctica si no este año, por la falta de tiempo, al menos el que viene y ¿por qué no? también un aplauso a las cosas que marchan bien.

Todos sabemos que de nosotros, los jóvenes, se dice con frecuencia que nos desentendemos de muchas cosas, que sólo nos preocupamos de montarnos nuestra juerga y mada más; pues bien, aquí está, no sé si es la primera vez pero espero que no sea la última, la opinión de los jóvenes.

Salta a la vista que los jóvenes disfrutamos con las fiestas, y así lo han dicho todos los que han colaborado aportando alguna idea. Es para nosotros una semana diferente, que está ahí para pasarlo bien, para olvidarse de los problemas y, en definitiva, para divertirse.

El momento más importante, como puede adivinarse, es para todos las 12 de la mañana del 23 de septiembre. No se puede describir con palabras lo que se siente cuando se dispara el cohete, ni cuando el día 30 nos reunimos en el mismo sitio para el «pobre de mí», que significa muy a pesar nuestro, no sólo el fin de las fiestas, sino también el de las vacaciones de verano. Pensamos entonces lo rápido que ha pasado la semana y recordamos los días previos, la alegría, los preparativos en el cuarto...

En cuanto a los actos que se programan, nadie suprimiría nada, aprobamos la labor de las peñas, las verbenas, los espectáculos taurinos, etc. Se opina en general que no son muchas las novedades que se han introducido de unos años a esta parte, pero que al menos son positivas y han de mantenerse. Pedimos, eso sí, más actuaciones de todo tipo y que quizás podrían llenar las tardes, un poco vacías para los no aficionados a los toros. Una de las cosas que se han propuesto en este sentido es que, al igual que se celebra un concurso de jotas, haya también un concurso de rock o de otro tipo de música más acorde con los gustos de los jóvenes. Se pide también más encierros, vaca ensogada, un espectáculo de rejoneadores... Todas estas cosas podrían tener lugar, puesto que somos los jóvenes los que las pedimos, en un día de juventud, dedicado a nosotros de forma más especial aún que las fiestas en general.

Quiero ya para terminar, desear a todos unas felices fiestas; sólo se necesita alegría y ganas de pasarlo bien y estoy segura de que éstas son dos cosas que todos los corellanos tenemos de sobra.

Mª. Jesús Alfaro

Caluroso Homenaje a Félix Arellano, «el Galvana"
(Diario de Navarra)

Luis Montorio Bemejo ganó el concurso de jotas

La gran mayoría de los corellanos se dieron cita el pasado miér,coles en el parque «María Teresa» para acompañar a Félix Arellano, más conocido como «el Galvana», en el homenaje que el Ayuntamiento quiso rendir a uno de los joteros más populares de Corella.

Antes de este acto, tuvo lugar el concurso infantil de jotas, de carácter local en el que participaron: María Víllar Galarreta Delgado de 13 años, Luis Montorio Bermejo de 13 años, Reyes Gómez Carnicero de 10 años, Aroa Hernández Sesma de 10 años, Alberto Seama Galán de 7 años, José Antonio Latorre Redrado de 12 años y Vanesa Olloqui Delgado de 10 años.

Cada participante interpretó dos jotas: una obligatoria que figuraba en las bases del concurso y otra libre. El jurado compuesto por Manuel Corpas, Ramón Sanz, Félix Arellano, Angel Simón y Emilio Montes, falló los premios a favor de Luis Montorio Bermejo, que obtuvo el primero otorgándole placa y 15.000 pesetas; el segundo premio fue para Aroa Hernández Sesma con placa y 10.000 Pesetas y el tercero para María Víllar Galarreta Delgado con placa y 5.000 pesetas.

La organización quiso premiar la participación de todos los joteros con un bonito obsequio. El acto estuvo amenizado por las rondallas de la peña «el tonel» y «Rondalla Centinela».

Cariñoso homenaje

El protagonista del homenaje, Félix Arellano acudió acompañado de sus familiares y amigos, que en todo momento se encontraron muy satisfechos por la organización y por el cariñoso homenaje que el Ayuntamiento quiso concederle.

Una vez finalizado el concurso, el protagonista subió al escenario acompañado por su esposa Josefina Navascués, donde les esperaban el alcalde, Miguel Sanz, y la concejal de cultura, Mari Carmen Femández, los cuales entregaron a doña Josefina un ramo de rosas y una placa para don Félix.

El alcalde quiso resaltar en sus palabras que: «en nuestra íntención está seguir con estos actos sencillos de reconocimiento, recuerdo y homenaje a hombres de Corella que, como Félix Arellano, llevaron el canto regional de Navarra por todos los rincones de la geografía española. Este quiere ser un acto, sencillo porque sabemos que "el Galvana" no nos hubiera permitido hacer otra cosa».

Después de los aplausos Félix Arellano se dirigió al público: «en nombre de mí familía y en el mío propio, muchas gracias al alcalde, al Ayuntamiento, y a todos ustedes por venir aqui a acompañarme».

Seguidamente y a petición del público, Félix Arellano interpretó dos jotas con gran maestría y perfección a pesar de sus 80 años. Después, él mismo pidió a su hija Merche que subiera al escenario para demostrar que venía de buena estirpe de joteros, e interpretó la jota «Tengo un hermano en el tercio», sorprendiendo al público con su magnífica voz y dejando el pabellón tan alto como la ocasión requería.                        C. García

 

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