El Tonel 1990

EN EL SUR
ANGEL SIMON
¡ YA LLEGAN  !
Tomas+28+Tim, Roman+ Pedro
¡ NUESTRAS FIESTAS LAS MEJORES !
JESUS GIL CATALAN
¡ QUE APROVECHE !
Jesús Armendáriz
Entre el pasado y el futuro: RESCATAR LA HISTORIA DE CORELLA
Matías Escribano

EN EL SUR

En el Sur de mi Navarra,
con mas flores que hay estrellas
entre vidés y cerezos,
está Corella, la bella.

Así dice la tercera copla de la GRAN JOTA de Don Aurelio Hernandez, a la que tuve el honor de ponede la letra. Con este terna quiero escribir este año para el programa de la Peña "El Tonel".

Las doce en punto,
veintitrés de Septiembre,
suena fuerte y profundo
el primer cohete.

Un viva San Miguel
grita la gente,
y las charangas tocan
afinado y fuerte.

El estruendo de bombos,
te nubla la mente
y ya uno no sabe
si dice verdad o miente.

Una tormenta de harina
contra ti arremete,
no me gusta la cosa
pero hay que ser paciente.

Bailan mozos y mozas
muetas y muetes
y también los mayores
canturrean alegres.

Se descorcha el champán
que moja a la gente,
van frescos por fuera
por dentro calientes.

Son las fiestas de Corella
y si quieres pasado bien
no lo dudes un momento,
vete con los del "Tonel".

Bailarás con la charanga
y portarás el cartel,
comerás la tomatada
y también beberás bien.

Son las diez de la mañana
el encierro va a empezar
ata bien las alpargatas
por lo que pueda pasar.

¡¡ Que ya ha sonado el cohete!!
que salen de las "Gitanas"
y lo primero que corren,
es la calle de Tajadas.

Ya vuelven por Crucero
y por la calle Mayor
que es estrecha y alargada,
va muy junta la manada.

Pasan el puente Cañete
y se adelanta una vaca,
enfilan por la Merced
entran en Santa Bárbara
y por la calle del Moral
van camino de la plaza.

San Miguel de los toreros
que a nadie le pase nada,
que mi novio va corriendo
muy cerqutla de las astas.

¡¡¡ TARATATIIIII !!!
¡ salga el toro del toril
sale la primera vaca
con un recorte del "Ronchas",
se queda semi parada.

Entra en faena "El Percal"
que no necesita capa,
y tras el primer recorte,
satla sin manos la valla.

Ya paso el susto viajero
y para, que hay costillada,
la tomatada servida
y las patatas asadas,
a la bota un apretón
con buen vino de "La Sarda".

Por las calles de Corella
pasa tocando la Banda
la comparsa de gigantes
está baila, que baila.

En la plaza de los Fueros
tocando están las rondallas
y salen jotas alegres,
de más de dos mil gargantas.

Y prepárate a bailarlas
hasta que de culo caigas,
que con el "pobre de mi"
estas fiestas ya se acaban.

ANGEL SIMON

i YA  LLEGAN !

Antes del día 23, aparecen determinados indicios externos que presagian acontecimientos festivos muy próximos.

Paulatinamente, las personas sufriremos una especie de metamorfosis que nos irá adentrando al mundo trepidante y bullanguero de la jarana que tendrá su cenit en el momento de la explosión del cohete lanzado al medio día del llamado día D. Las circunstancias que ponen en el ambiente un clima festivo son, entre otras cosas, la llegada de las primeras casetas de feria, la colocación del vallado del encierro, el adorno de nuestras calles y escaparates, la publicación del programa con los actos que se van a desarrollar desde el 23 al 30.

Nuestro amigo Javier "El Paquito" ha puesto en nuestras manos un auténtico relicario, cual es un programa de fiestas del año 1939 y no nos resistimos a la tentación de extraer algunas notas.

Abundan, como es lógico, los anuncios. De todos ellos, destacamos por su contenido los siguientes: el Instituto Rocasolano (caramelos TURMO, para quienes les quieran recordar), dispone para las señoras y señoritas, en sus molestias periódicas, de tabletas de TRANQUILINA, que les proporcionará gran alivio.

En una peluquería para señoras, llamada Josefina, se hacen ondulaciones permanentes sin hilos, ni electricidad a la cabeza (ni que fuésemos a la silla eléctrica) pudiendo pasearse mientras se hace la permanente (pero que no se vaya muy lejos). Como gran novedad, anuncia que dispone de agua corriente caliente y fría.

Una carnicería, Manuel Sesma (Nota del editor: probablemente "El Pele"), dice que tiene cerdos del país durante todo el año y además, dispone de cámara frigorífica.

EL BANCO DE VASCONIA, por aquel entonces tenía un capital de 7.500.000 ptas. y unas reservas de 3.850.000. Una cuenta corriente a la vista generaba un interés de 1.25% y una imposición a plazo de seis meses, un 3.00%.

A destacar los premios de una carrera ciclista: el 1º era de 60 ptas., el 2º de 50 ptas., el 3º de 30 ptas. y el séptimo de 5 ptas.

En un espectáculo taurino de la época actuaba de espada Vicente "Barenas", chico de la lata, juntamente con Santiago Sanz, Niño de la Masa. En las cuadrillas iban entre otros, Antonio Sanz "Mieditis", Benito López "Chico de la pilonga", Francisco Díaz "Tío de la brocha", Julio Ibarbuen "Trabitas".

Por necesidades de espacio no nos podemos extender más, y bien que lo sentimos. Apuntar como datos finales, que los calcetines costaban 1.15 pesetas y que en las medias se hacían rebajas hasta de un 30%.

El preámbulo del programa se titulaba ¡ CORELLA !, y en él de manera contínua y reiterada e incluso hasta un poco machacona, se da la bienvenida a todo el mundo, se habla de brazos acogedores, de hospitalidad, de franca camaradería, de hidalgo acogimiento, caballerosa hospitalidad, etc. etc.

Y es que Corella es así, desde la cuna, como lo manifiestan las líneas transcritas, la Peña "El Tonel", fuertemente enraizada en Corella, practica el deporte de la convivencia, la hospitalidad para con todo el mundo y, todavía, no conocemos las agujetas.

Para todos un saludo y nuestros mejores deseos de unas muy felices fiestas de San Miguel 1990.

Tomas+28+Tim, Roman+ Pedro

¡ NUESTRAS FIESTAS LAS MEJORES !

Cierto que son buenas, estupendas. Y no puede dudarse que quien así lo afirma falte a la verdad. Sí señor, las nuestras son las mejores. ¿Acaso no habéis escuchado de labios de un pamplonica que como los Sanfermines no existe parangón en el mundo? ¿o a un soriano que sus Sanjuanes superen a los Sanfermines? Parecido oirás de un tudelano, de un castejonero, de un fiterano o de cualquiera que disfruta de sus fiestas patronales.

¿Mienten? No, dicen lo que sienten.

Debemos ser sinceros. Hay un dicho que afirma: Allí estás tú donde está tu corazón. Y esto precisamente es lo que nos acontece a cada uno al valorar nuestros respectivos pueblos.

Vivimos en Corella y gozamos de todo su ambiente durante todo el año. No olvidamos ausentarnos en vacaciones para solaz del cuerpo. Pero enseguida con ganas de retorno.

Podemos asegurar que Corella dispone de cuanto puede apetecer una población moderna: Escuelas nacionales para todo nuestro alumnado; albergue infantil; escuela de Artes y Oficios; museos de arte., Poliderportivo, piscinas, fútbol, etc, etc, etc...

Nuestras fiestas son las mejores. Por idénticas razones podemos aseverar que nuestro pueblo es el mejor. No lo será en poseer los mejores edificios, ni plazas, ni jardines ni numerosos detalles que dan rango y calidad a cualquier población. Tampóco carece de ellos como para sentir envidia de ninguno. Seamos prácticos.

Un corellano en la Plaza del Castillo de Pamplona. Vestido de traje de sport. Su cartera bien renchida. Juventud y ansias de gozar no le falta. Mira en todas direcciones y la verdad se impone: Aquel no es su ambiente.

Cambiamos la escena y el mismo corellano sale de casa y se llega al Crucero. Cómo se regocija de todo cuanto ocurre en su derredor. Qué cantidad de vehículos desfilan al cabo del día; el "Cuatrena" con el remolque llevando escombro; el "Masitas" con sus furgonetas repartiendo el pan; discusión sobre el de un horno es de mejor calidad que el de otro; en el Casino entran fulano o mengano. ¡Qué desaliñado va para concurrir a una sociedad o qué chulo se lo monta para echar un subastadillo. ¿Es cierto? Pues simplemente estas nimiedades son las que se imponen para sentirte más satisfecho en el Crucero que en la Plaza del Castillo.

Sigamos más camino, Vamos de vinos. Estafeta, S. Gregorio, Jaráuta o cualquiera de las clásicas de nuestra capital navarra, o, dígase el "Tubo" el de Zaragoza o el de Tudela. Buenos vinos, servidos a veces atropelladamente por exceso de personal, pero rara la persona que no compagina con nuestra amistad.

Empezamos por la Mutual, Las Vegas, Nido, Paraíso, Chatillas, BooggyBooggy.. ¡basta! son muchos vasos. Buen vino. Sin duda mejor paladar. Más sabroso porque al mismo tiempo que lo paladeas comentas con cualquiera los temas que acontecen en la Ciudad. Llueve no llueve. El agua la ponen de cabeza o la llevan a donde quedó el Tajo. Los pimientos están preciosos en cambio los tomates se están retrasando. Se comentan todos los temas, que pueden ser objeto de numerosas crónicas. Los minutos pasan. Saludas a uno que no es de la cuadrilla, bromeas con otro tomándole el pelo. Buscas a un regador o al alguacil para informarte de algún asunto que te interesa. Diariamente participas de las alegrías o tristezas que se promueven en el pueblo. Todas estas vicisitudes comunes y normales a los corellanos y el conocimiento personal de los actores y actrices que participan en la obra, no hay duda que son la salsa de la vida, que ésta pase entretenida y las que te llevan al convencimiento de que como tu pueblo no hay otro.

¡Nuestras fiestas las mejores!

Sin duda son las que más nos divierten, las que más nos hacen gozar. Cada cual las saborea a su manera. Simplemente ver un encierro en la Merced nos causa mayor emoción que verlo en la Estafeta. Escuchar la "Tarantella" en el Mercado, más alegría que el mejor conjunto en la "Taconera". ¿Por qué? será por aquello dé que " Corella tiene una cosa que no la tiene la Capital".

Nuestras fiestas son las mejores porque de ellas gozamos más que de ningunas otras.

JESUS GIL CATALAN

¡ QUE APROVECHE !

Un aspecto íntimamente ligado a la fiesta es el gastronómico. Tal es así, que cualquier efemérides familiar o acontecimiento social requiere de una buena mesa, ya que lo contrario empequeñecería el evento. Pero es que aún hay más: diferentes celebraciones requieren "su" plato: la Navidad, el pavo y/o el besugo, turrón, el roscón del día de Reyes, las raldillas de San José, las pochas con anguila por fiesta de Tadela, un buen calderillo por la Virgen del Villar, etc, etc.

La gastronomía se considera modernamente, no sólo como un arte, sino como una rama de la historia de la cultura y también de la economía. Cada pueblo o región procura depurar y proporcionar su cocina tradicional investigando, a su vez, nuevas recetas, teniendo como base, los productos naturales. Y es que, en definitiva, se tiende a volver a la vieja gastronomía, llevando a la mesa el calendario agrícola y ganadero para consumir, como hace muchos años, in situ.

Corella es una ciudad con una rica y variada gastronomía en donde destaca la que podríamos llamar cocina casera. Hablar de ello equivale a hablar de sencillez, imaginación e ingenio: nada de complicaciones, nada de recetas rebuscadas, nada de recetas costosas, pues iríamos a parar a la alta cocina, perdiendo ya, el carácter de popular.

Lo que en definitiva se pretende es que con ingredientes elementales que están al alcance de cualquier bolsillo, obtengamos unos resultados sorprendentes en cuanto a calidad y que estén muy por encima de los medios utilizados. Ese es "el quid" de la cocina popular. Ejemplos ilustrativos de ello es, por ejemplo, la fritada, la tomatada, la calabazilla, etc,etc.

Hablando de cocina sencilla, de cocina popular, recuerdo el paso por nuestra ciudad de Manuel Alejandro, compositor entre otros de Julio Iglesias, Rocío Jurado,"El Puma", etc, etc... Pues bien, se quedó asombrado del gusto tan sabroso que tenían las cebollas, los ajos, los tomates y los huevos recién sacados de entre las brasas de la hoguera que para las fiestas del Villar se enciende en la Plaza de España. Me comentaba que el traje que llevaba no lo iba a llevar a la tintorería, para que conservarse el olor a humo y, de esta manera poder tener a su memoria los recuerdos de su estancia en Corella.

Pimientos, morcillas, dulces, verduras, lechugas, guindillas, etc, etc... son otros tantos productos que enriquecen nuestra gastronomía. Todos ellos junto con algunos más, por supuesto, constituyen el sustrato de "eso" que hemos dado en llamar cocina popular, cocina casera, sinónimo todo ello de cocina sencilla. Y es que no puede concebirse de otra manera pues, ha sido el hombre del campo, quien en su medio, el campo, se ha visto obligado a cocinarlos, para " matar el gusanillo " que araña las tripas pasado el medio día.

En breves fechas vamos a vivir intensamente ocho días esperados y anhelados por todos y para ello será necesario "cargar las baterías" ya que, como sabemos, ningún saco de patatas (si está vacío) se tiene sólo.

Podemos y debemos presumir de nuestra gastronomía, deleitando a nuestras amistades con esta despensa natural que es Corella; pero dejemos de lado cualquier comportamiento que signifique gula, como el de aquel corellano que a todas horas estaba dispuesto a comerse un comportón de natillas, por lo demás, ¡ buen provecho!

Jesús Armendáriz

Entre el pasado y el futuro: RESCATAR LA HISTORIA DE CORELLA

Corella es ciudad antigua y hermosa. Los corellanos sabemos o intuimos que nuestro pueblo lleva a sus espaldas una venerada carga de historia con nombres ilustres que la protagonizaron, con hechos sobresalientes y circunstancias ejemplares. Lo sabemos o mejor, lo intuimos. Vemos nuestros caserones con sus escudos y nos perdemos en un mar de conjeturas. Nuestros caserones son tantos y de tanta solemnidad que les hemos perdido el respeto. Pero ahí están, por fortuna, esperando la ocasión propicia para ser restaurados, reconstruidos y recuperados. José Ignacio Zuazu, arquitecto encargado de recopilar la historia de los edificios histórico-artísticos de la Ribera está asombrado. "Nunca imaginé -dice- que hubiese tantas espléndidas edificaciones civiles en Corella". Y es cierto. Ahí están como una gloria de nuestro pasado.

VIEJOS CASERONES

¿ Qué va a suceder en el futuro? ¿ Hasta qué punto debemos comprometernos los corellanos para mantener nuestro patrimonio histórico-artístico?. Desde el Ayuntamiento y desde las instituciones locales estamos en la obligación de pedir ayuda económica y técnica para recuperar alguno, si no todos, de los edificios corellanos. Restaurar es una función noble y muy costosa en la que se han metido con prudencia las grandes instituciones nacionales. Por ejemplo, la Diputación General de Aragón con el monasterio de Veruela; la Generalitat de Cataluña, con el de Poblet; la Institución Principe de Viana en Navarra, con el monasterio de Fitero o con el palacio del Marqués Huarte, en Tudela. ¿Y en Corella, qué? No se trata de exigir nada pero sí de recordar que alguna vez deberá tocar el turno a cualquiera de los grandes caserones de la ciudad que podrían perderse irremisiblemente, al paso de muy pocas décadas.

¿A qué viene esta consideración en una publicación festiva, escrita y editada por una peña de gentes jóvenes y quizá con otras preocupaciones? Con toda intención hemos seleccionado este tema porque han de ser las nuevas generaciones quienes, con otra mentalidad más abierta y más generosa, han de velar por el patrimonio de nuestros antepasados. Los jóvenes tienen en sus manos el futuro y la capacidad de decidir y a ellos les corresponde la responsabilidad no solo de mejorar lo que se les deja, sino también de hacernos perdonar la desidia y la frivolidad de estos últimos años.

EL TONEL

"El Tonel" es una institución de honda raigambre en Corella. ¿ Quién se atrevería a decir lo contrario? "El Tonel" ha recuperado la Feria del Vino y ha conseguido poner en alza uno de los productos típicos de nuestra agricultura. La muestra del vino que se instala en Corella, como prórroga de las fiestas patronales, es una gozosa realidad que mejora de año en año, que se perfecciona y donde la calidad de los vinos navarros corre pareja con su cantidad. Y puede ser el vino, precisamente, la gran solución económica y laboral de nuestra ciudad. Desde los viejos y prestigiados "moscateles" a los futuros "champanes" sólo hay Doscientos años de historia en los que han cambiado las técnicas y los hombres pero no las viñas, las fiestas, los caserones y la esencia del ser corellano.

EL FUTURO

Algún día recuperaremos nuestro Casco Antiguo, restauraremos las fachadas, daremos función cultural, de ocio y de fiesta a los interiores amplios de tantos edificios vacíos porque el futuro de los pueblos es más prometedor si se engarza con el pasado. Y mientras tanto mantendremos, con flores, árboles y colorido, el barrio nuevo que es el más hermoso de la Ribera, gracias al amor de las familias que lo habitan. Mantendremos nuestras fiestas en el límite del jolgorio gracias al "Tonel" y a otras peñas entrañables de la ciudad. Corella no sólo será bella sino también un núcleo humano ejemplar en la convivencia y la armonía.

¿ Qué todo esto es difícil ?, claro que sí. También era difícil, casi imposible regar el Ombatil y se ha conseguido. Difícil era recuperar a Blas de la Serna o a Antonio Ruiz y ahí están, debidamente identificados, gracias a la labor investigadora de otro gran"corellano", José Luis de Arrense.

Matías Escribano

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