Los Oblatos de María Inmaculada están prentes en Venezuela desde 1990.
Los Oblatos llegan a Venezuela un tanto desconcertados. Pronto comienzan a darse cuenta de las dificultades de la adaptacion. El lenguaje es el mismo, pero las costumbres, los gustos, los modos de vivir en nada se parecen a los que traen de su querida patria. Las dificultades son grandes, pero el optimismo con el que las afrontan tambien son proporcionadas.
Son dos padres recien ordenados y un Oblato de 59 años, Ramiro Díaz que pronto será el sustituto de Mons Romualdo Calzada ya entrado en años y que se encuentra mermado de facultades para trabajar en el Vicariato
Machiques de Perijá, es la Capital del Vicariato, que se enmarca en el Estado Zulia, uno de los más grandes de Venezuela.
Machiques de Perija, y la parroquia Catedral.
En la actualidad junto al Obispo, primer inquilino de la Catedral de Machiques, trabajan en la Catedral, atendiendo a una población de unos 90 mil habitantes, varios oblatos. Todos ellos con un entusiasmo grande y deseosos de transmitir la buena noticia a los pobres, que son los preferidos del Señor y a los que van dirigidas nuestras preferencias principalmente.
Realizan labores de atención espiritual a la población que a decir de los lugareños es bastante fría religiosamente hablando. No queremos decir con ello que no sean religiosos, ya quqe son y bastante, pero son más adictos a las procesiones de San Benito y los chimbangueles que a las celebraciones de la Eucaristía y a la preparación y formación catequetica.
Son los Machiquenses gentes sencillas, mezcla de indígenas y criollos y una población muy variopinta, principalmente por la mezcla de etnias así como de nacionalidades. Son muy acogedores y cariñosos, aunque esta es una característica de todo zuliano. Son por otro lado bastante alboroteadores y alegres. Les gusta la buena música y especialmente son buenos consumidores de arepas rellenas con carne mechada.