¿QUE SEGURIDAD?

Desde Refundación Comunista siempre hemos sostenido que el verdadero peligro para la seguridad de millones de trabajadores, para los desocupados, los jóvenes, en una palabra para el conjunto del pueblo, es la presencia en puestos claves del gobierno, las fuerzas armadas y la policía de personajes verdaderamente reaccionarios, vinculados o no a la pasada dictadura, que permanentemente están dispuestos a lanzarse contra el pueblo.

Los Rico, Brinzone, el obispo Ogñenovich, los Cavallo, Storani, Lopez Murphy, Menem, María Julia etc. son el verdadero peligro para la seguridad de millones de argentinos. Esto está largamente probado y las consecuencias de su desbastador accionar está a la vista.

Pretender hacer aparecer como el peligro para la seguridad pública a malvivientes o simples rateritos, muchas veces empujados por el hambre y la desesperación, es confundir o peor aún, tratar de ocultar al verdadero enemigo.

Inclusive, el accionar de esta delincuencia, que tanto se difunde y agita frente al pueblo, hoy está públicamente demostrado que está organizado por la propia policía y los servicios penitenciarios, nacionales y provinciales, así como el negocio de la droga, la piratería del asfalto, las apretadas a comerciantes, el contrabando etc.

Más aún, suman más las víctimas del accionar criminal de la policía (gatillo fácil) y los asesinatos en las comisarias, que las víctimas que se producen en robos y asaltos.

Por ejemplo ¿Quiénes son más peligrosos para el pueblo, los 5 coroneles recientemente ascendidos a propuesta de De La Rua y con el voto de los senadores del PJ y la Alianza, habida cuenta que estos militares, secuestraron, torturaron y desaparecieron a cientos de compañeros, en los comienzos de su carrera militar durante la dictadura? o una banda de rateros?

¿ No es más peligroso el General Bossi, como funcionario del área de seguridad, (concretamente jefe de operaciones de la Side) cuando éste mismo general sigue reivindicando la nefasta Doctrina de Seguridad Nacional?.

Acaso, que el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas reclame para sí las causas por el robo de bebés y que Lopez Murphy avale ese pedido, ¿no es acaso un peligro?, lo mismo que la solidaridad activa del ejército con los asesinos y genocidas encabezados por Menendez, en Córdoba no representa un peligro para la seguridad de millones de nosotros, desde el momento que constituye la caída de la máscara de la famosa autocrítica con que Balza pretendía engañar al pueblo y mostrar unas fuerzas armadas, ahora sí, por fin democráticas, tan democráticas como el PJ y la Alianza, hambreando, reprimiendo y condenando a la desesperación a millones de trabajadores ocupados y desocupados.

Es cierto, la delincuencia es un problema, pero en la sociedad dividida en clases es un problema insoluble, pues el mismo sistema permanentemente está empujando a este camino a una gran cantidad de personas, víctimas del hambre, la violencia de una vida desarrollada en condiciones infrahumanas etc. y al mismo tiempo planteándoles modelos de vida y consumo imposible de alcanzar para la gran mayoría.

En estas cuestiones conviene no engañarse, como cuando se le reclama al Estado más poderes, más "mano dura", porque se está alimentando el huevo de la serpiente.

No se puede cometer el error de confundir el enemigo con el amigo.

También es cierto que hay gente que se ilusiona, se autoengaña y confunde las cosas, por ingenuidad, o por intereses más concretos y palpables. Si no miren lo que les pasó a varios organismos de Derechos Humanos de Capital Federal, que entusiasmados (¿o comprometidos?) con la Alianza se largaron a proponer a avalar a la Conti como subsecretaria de derechos humanos del gobierno y ésta salió respaldando a la cúpula del ejército cuando se solidarizó con Menendez y Cía.

Claro, ahora están desilusionados y los milicos están contentos, no sea cosa compañero que Ud. Esté reclamando más policía y mano dura y mañana termine desilusionado y los milicos contentos.

F. C.

 

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