Título: Mi príncipe especial
Autor: chibineko
Nota: Los personajes de esta historia pertenecientes a la serie "Card Captor
Sakura" pertenecen al grupo CLAMP y Kodokawa Shoten.
Sidestory 1: La nueva ayudante del profesor.
Ya habían pasado casi dos semanas desde que la pequeña Adry entrara
a la cotidiana vida de la residencia Kinomoto, y no pocos cambios eran los que
se habían dado en dicho lugar.
Para comenzar, Adry y Kero se habían enamorado prácticamente podría
decirse que a primera vista (teniendo en cuenta que cada uno vio al otro en
momentos diferentes), y ahora eran oficialmente pareja; pero como todo caballero,
Kero había decidido cortejar formalmente a la dueña de cada uno
de sus suspiros y todo su corazón, por lo que al final, ambos decidieron
tomarse su tiempo para conocerse mejor. En fin, toda una historia de amor la
que vivían las dos felinas bestias.
Solo que no todos estaban felices con esto, Spy aún renegaba cada vez
que recordaba como la única chica que había conocido en toda su
vida se le había declarado ella misma a su, podríamos decirlo
así, único rival en el campo amoroso. "¿¿¿¿QUEEEEE?????...
¡¡¿CÓMO ES POSIBLE QUE SE LE LANZE DE ESA MANERA A
LA PRIMERA?!!,¡¡¡¿POR QUÉ A ÉL?!!!";
habían sido sus palabras textuales, tras lo cual se dio media vuelta
y tuvo que regresar, según él, derrotado a casa.... pero si hemos
de ser sinceros, el oscuro gatito alado aún trataba de flirtear con la
minina cada vez que tenía oportunidad, para completo ataque de celos
de Kero; pero esa ya es otra historia.
También cabe resaltar que Adry había descubierto que los alimentos
condimentados no eran su única debilidad; también había
tomado vicio por otras cosillas. Recuerdan como se aloca Kero por los videojuegos;
pues Adry no se le quedaba atrás cuando de música se trataba,
en dos semanas aprendió a andar pegada con una orejita en la radio cada
vez que pasaban una de sus canciones favoritas, las cuales por cierto pertenecían
todas al género del J-pop; tanto así, que Sakura no encontró
mejor primer regalo que un cassette con las canciones del momento (el cual incluía
la canción favorita de Adry, la cual era la primera canción que
Sakura le canto poco tiempo después de conocerse, 'Honey'), además
de darle permiso de utilizar su tocacintas cada vez que ella quisiera.
El cariño de su ama, el verdadero amor por fin a su alcance, y con todos
los pequeños vicios que su pequeño ser le exigía (léase
comida y música); la pequeña felina no podría estar en
un lugar donde se sintiera más feliz.
Pero había algo más aún; algo que nadie imaginó
que podría darse. Aparte de su adorado Kerberos y, de su ama y amiga
Sakura, la gatita tenía a alguien más que sin querer le había
ofrecido su cariño de manera incondicional; alguien con quien se había
encariñado al punto de no dormir en la canastita que Sakura había
dispuesto para ella en su cuarto, pues se quedaba hasta demasiado tarde escuchándolo
hablarle de manera cariñosa mientras le hacía cariñitos
en la cabecita; alguien que le guardaba casi siempre lo mejor del plato de comida
de cada día y se lo daba con una sonrisa en el rostro; alguien que incluso
había cosido un bolsillito extra en su mandil rosa y amarillo, el cual
incluía un pequeño arnés especial para poder permitirle
a la gatita acompañarlo mientras cocinaba o limpiaba la casa, e incluso
como algo especial le había cosido su propio mandilito a Adry; alguien
que de pronto descubrió lo fácil que era contarle a la minina
los sucesos de cada uno de sus días cuando todos los demás estaban
demasiado ocupados con sus cosas en la casa como para siquiera encontrar un
tiempo para conversar (y no porque no quisieran, simplemente era que la vida
era cada vez más agitada); alguien que la gatita descubrió que
a pesar de tener un par de hijos maravillosos, se estaba comenzando a sentir
solo, pues irremediablemente estos estaban creciendo, y eso era algo que ni
podía ni quería impedir, y ya no tenía a nadie para compartir
sus momentos, pues la persona a la que había elegido para ese fin había
partido de su lado hacía ya mucho tiempo.
**********
El despertador sonó como todas las mañanas a las 5:30, y Adry
abrió los ojos, somnolienta, al tiempo que una mano detenía el
molesto sonido.
"Buenos días pequeña Adry"- saludo Fujitaka Kinomoto
al animalito, que lo veía desde encima de la frazada que lo cubría.
"Miau"- respondió Adry, mientras mentalmente le daba los buenos
días al 'amo' Fujitaka.
Fujitaka levantó ligeramente a Adry mientras salía de la cama,
y luego volvió a depositarla encima de esta, mientras que con una sonrisa
se acercaba a esta y tras hacerle un cariñito detrás de la oreja
le dijo:
"Espérame aquí un rato mientras me preparo, luego bajamos
los dos juntos a hacer el desayuno, ¿de acuerdo?"
"Prrrr"
Un rato después, Adry miraba a Fujitaka con una toalla y sus enseres
para el baño; y ella se quedó pensando como siempre lo hacía
cada mañana.
*Mi pobre amo se quedo de nuevo pensando toda la noche en su esposa. Me gustaría
poder hacer algo más que solo escucharlo, pero Sakura me prohibió
hablar con nadie que no estuviera dentro de las personas que me señaló.
¡No es justo!.... pero no puedo hacer nada al respecto.... hmmmm*
Como todas las mañanas, Adry se quedaba con un sentimiento de culpa por
no poder hacer nada más por un ser tan bondadoso como lo era el padre
de Sakura; y como siempre, esta nunca se daba cuenta del momento en que su amo
entraba de nuevo y la sorprendía al cargarla y preguntarle casi siempre
que era lo que pasaba por 'esa linda cabecita', pero como era obvio, no esperaba
una respuesta, y tampoco la obtenía de todas formas.
Un rato después ambos estaban bajando con rumbo a la cocina y con sus
respectivos mandiles puestos, pues ese día le tocaba al señor
Kinomoto hacer el desayuno. Fujitaka sacó los ingredientes que utilizaría
ese día, no solo para los desayunos, sino también para los almuerzos
de sus hijos; y los puso de manera cuidadosa en la mesita donde siempre colocaba
los ingredientes, y donde ya se había acostumbrado a dejar a Adry esperándolo.
Una cosa que Fujitaka había descubierto era que Adry no soltaba nada
de pelo, a diferencia de otros gatos; y aunque le parecía algo extraño
no le daba mucha importancia, más bien se alegraba puesto que así
no tendría ningún problema al tenerla cerca mientras preparaba
la comida. Luego de colocar todos los ingredientes en la mesa, el alegre señor
sacó de uno de los cajones algo que había comprado hacía
recién unos cuantos días, y todo debido al gusto que le había
notado a la gatita por la música; en su momento no entendió muy
bien porque lo hizo, pero ahora le alegraba, pues las mañanas se le habían
vuelto más entretenidas. Prendió la radio a un volumen bajo; esta
estaba ya sintonizada en una emisora en particular, y una alegre y juvenil tonada
comenzó a oírse en el lugar. Tanto Adry como Fujitaka comenzaron
a moverse al ritmo de esta canción, y mientras tanto, Adry separó
un huevo de un grupo de 6 que estaban puestos sobre la mesa y con el hociquito
comenzó a empujarlo suavemente hasta Fujitaka, pues ya le había
sucedido que por empujarlo muy rápido se le habían resbalado de
la mesa.
"Gracias"- dijo amablemente el señor al tiempo que lo tomaba,
y luego a un segundo y un tercero, y los rompía en un bol, tras lo cual
comenzó a batir.
Esta se había convertido en la rutina oficial de las mañanas,
y era así como el tiempo transcurría rápidamente para los
dos cocineros, hasta que de pronto unos pasos rápidos por la escalera
y un par de sonoros -"Buenos días papá"- irrumpían
en el ambiente.
"Buenos días Sakura, buenos días Touya. En un momento les
serviré sus desayunos, y sus almuerzos ya casi están listos"
"Ah!, si, que rico. El desayuno se ve delicioso papá"- dijo
Sakura con entusiasmo en cuanto el desayuno le fue servido.
Por su parte Touya le agradeció a su padre por todo, y luego (como por
cierto también se había vuelto costumbre) fijo su mirada en la
gatita, quien en ese momento se encontraba también desayunando, pero
paró de hacerlo cuando sintió la conocida mirada encima suyo,
y simplemente se limitó a sentarse derecha y mirar a Touya tan fijamente
como este la miraba a ella.
"Bicho"- fue todo lo que dijo Touya antes de meterse otro bocado a
la boca y desviar la mirada para un lado, al igual que la pierna, pues Sakura
intentó darle un pisotón por eso.
"¡Ya te dije que Adry no es un bicho!"- dijo Sakura con furia.
Touya solo la miró, tomó algo más de tortilla con el tenedor,
miró a Sakura y le dijo "Monstruo", para luego llevarse el
alimento a la boca y mirar nuevamente hacia otro lado.
"¡Que yo no soy un mooooooonstruo!!!!"
Adry miró la escena y sonrió para sus adentros; la verdad era
que no le importaba en lo más mínimo que el joven amo Touya la
llamara bicho, por que sabía que no lo hacía con maldad. Era un
buen hijo y un buen hermano mayor; y esa era su forma de demostrar su cariño,
simplemente no le salía de una manera abierta. Adry volvió la
atención hacia su desayuno y siguió comiendo.
Ya casi habían terminado de desayunar todos cuando el timbre sonó,
y Sakura de pronto se terminó todo lo que le quedaba de un solo bocado
y salió corriendo de la casa con un fuerte gracias. Shaoran había
llegado a recogerla; un par de segundos después, Touya salía detrás
de su hermana.
"Vaya, parece que nos quedamos de nuevo solos los dos Adry"- dijo
Fujitaka mientras comenzaba a recoger los platos del desayuno; luego miró
hacia la pizarra de deberes- "Bueno, hoy Sakura llega temprano, pero Touya
tiene trabajo en un restaurante de comida rápida que está en el
centro, así que llegará tarde. E infortunadamente yo también
llego tarde hoy." - el señor seguía hablando mientras terminaba
de lavar todos los platos, y luego los secaba y ponía en su sitio.
Cuando terminó con todo se quitó el mandil, y luego se lo quitó
a Adry, poniéndola luego encima del suelo.
"Bueno pequeña, ya me voy; pórtate bien ¿de acuerdo?"-
y dicho esto Fujitaka salió de la casa y se dirigió hacia la Universidad
a impartir sus clases de la mañana.
Una vez que este salió, una conocida figurita surcó el espacio
desde la escalera a la cocina, y descendió a un costado de la felina.
"¡Buenos días!"- saludó con aire jovial el pequeño
guardián, tras lo cual le dio un sonoro besito en la mejilla a Adry.
"Buenos días Kero, vi al amo Fujitaka hacer unos postres anoche,
y creo que aún hay uno en el refrigerador, porque le hice señas
al ama Sakura para que te guardaran uno"
"Ahhhh!, desde que tu llegaste por fin hay alguien que piensa en mí"-
dijo Kero con emoción, lo cual hizo a Adry sonrojarse hasta la raíz
de sus bigotes.
"Vamos, ve a desayunar de una vez para que luego podamos limpiar la casa"
"¡Si, señora!"- dijo Kero mientras que hacía gestos
militares que hicieron reír a Adry, tras lo cual fue hasta la refrigeradora,
donde encontró el postre del que le habló la gatita, y comenzó
a comérselo.
Adry miró feliz a Kero, y tras que este desayunara los dos comenzaron
a hacer algo de limpieza, tomando de vez en cuando para esto sus formas originales.
Esa era la rutina diaria, y a Adry le encantaba; pero aún sentía
que podía hacer más por el amo a quien tanto cariño le
había tomado, y estaba segura de que tarde o temprano encontraría
la manera.
**********
Y la esperada oportunidad llegó más rápido de lo que ella
misma se pudiese imaginar, y de la misma persona a quien ella se había
prometido acompañar tanto tiempo como el destino lo permitiese.
Una noche de domingo, estaba el profesor terminando de corregir los exámenes
de uno de los cursos que impartía.
Por su parte Adry se encontraba en el cuarto de Sakura viendo a Kero jugar una
de las fases más importantes de un videojuego nuevo, como lo había
hecho toda la tarde; cuando se le ocurrió darle una visita al amo Fujitaka
para ver como estaba.
"Sakura, ya vengo. Me voy al cuarto de tu papa, ¿está bien?"
"Claro"- respondió la pequeña, mientras se esforzaba
en terminar la horrible tarea de matemáticas que le habían dejado
para le fin de semana.
Adry salió de la habitación, y llegó a la de Fujitaka;
pero encontró la puerta cerrada, lo cual significaba que no podría
entrar puesto que no maullaba lo suficientemente fuerte para que la escucharan
a través de una puerta, y estaba por darse la media vuelta y volver al
cuarto de Sakura, cuando la voz de Touya sonó detrás suyo.
"Espera un rato bicho, de todas maneras tengo que esperar que me abran
la puerta a mi también, porque tengo las manos ocupadas con la bandeja"
Adry alzó la vista y pudo ver entonces a Touya con lo que parecía
ser algo de comer para su padre, y luego de que este llamara, escuchó
unos paso y luego vio la puerta abrirse.
"Gracias hijo, te lo agradezco mucho, no había tenido tiempo de
ir a comer algo durante la tarde"
"Si, de nada; más bien ten cuidado a la hora de cerrar la puerta,
no vaya a ser que la aplastes"- dijo Touya dirigiendo la mirada hacia el
piso, la cual fue seguida por su padre.
"¡Adry!, no te vi; ¿viniste a acompañarme?"
"Miau"
"Bueno, buenas noches papá; trata de no desvelarte demasiado"
"Buenas noches hijo"
Luego de cerrar la puerta y volver a su escritorio; Fujitaka cargo a Adry y
la puso encima de este, justo a un costado de los exámenes.
"¿Sabes que te he extrañado mucho durante todo el día?,
como que ya se me ha hecho costumbre tenerte a mi lado, a pesar de que eres
la gatita de Sakura."
Fujitaka le hizo un leve cariño a Adry en la cabeza y luego volvió
a meterse de lleno en la corrección de los exámenes de sus alumnos,
pero entonces murmuró de manera casi distraída...
"A veces me gustaría que pudieras ir conmigo a la universidad, los
días que me tengo que quedar allí de largo se me hacen eternos
y muy solitarios últimamente."
Adry agudizó muy bien sus orejitas ante esta última frase de su
amo, al tiempo que un foquito se le prendía encima de la cabeza. Por
fin había surgido la gran idea.
************
Al día siguiente todo comenzó tal y como todos los días;
Adry abrió los ojos perezosamente al sonar el despertados del cuarto
de Fujitaka a las 5:30, y luego de un tiempo ambos bajaban con sus respectivos
mandiles puestos para hacer el desayuno; todo igual, incluyendo la música,
el saludo de ambos jóvenes y la prisa de la ama Sakura por terminar una
vez oído el timbre de la puerta como cada mañana, todo exactamente
igual, incluyendo el hecho de que Fujitaka se quedara al final lavando los platos
del desayuno y se despidiera de la pequeña Adry... y revisara su maletín
antes de irse y se diera cuenta que los exámenes corregidos no estaban
en este.
"¿Qué raro?, juraría que los puse aquí anoche
cuando terminé de corregirlos. Supongo que deben de estar arriba."
El buen hombre fue rápidamente al piso superior a buscar el atado de
papeles y efectivamente los encontró encima del escritorio.
Por su parte la pequeña Adry observó el maletín abierto
del amo Fujitaka y pensó que si pudo hacerlo ya una vez (recuerden que
el primer día se metió al maletín de Sakura), no sería
tan difícil hacerlo de nuevo.
Fujitaka corrió con los papeles en la mano y recogió su maletín
durante la carrera, saliendo rápidamente de la casa.
"Hasta luego pequeña Adry, nos vemos luego"- dijo con cariño
antes de salir y cerrar la puerta con apuro; tras lo cual se metió al
auto y se apresuró para llegar a tiempo a la universidad.
**********
Apenas y un par de segundos antes del sonido de la campana, Fujitaka llegó
todo agitado al salón de clases, para completa gracia de todo su alumnado,
quienes lo recibieron con un coro de sonrisas al cual se aunó la sonrisa
del profesor una vez que logró recuperar el aliento.
"Buen día profesor Kinomoto"- se escuchó decir a un
coro de juveniles voces.
"Buen día chicos. Siento mucho la tardanza, pero era eso, o llegaba
temprano y ustedes tendrían que haber esperado para saber las notas de
sus exámenes hasta el día de mañana." - dijo con algo
de pena el profe.
Una vez que todo estaba listo para la clase, Fujitaka procedió a sacar
como cada mañana, las notas para la clase que impartiría ese día,
por lo cual puso su maletín sobre la mesa y lo abrió; pero lo
que salió del maletín no fueron exactamente las notas de la clase,
sino una pequeña cabecita peluda que necesitaba aire a cualquier costa...
la verdad era que el maletín del amo Fujitaka tenía menos espacio
que el de la ama Sakura.
*¡Aire, aire!* - era en todo lo que podía pensar Adry.
"¡Pe- pero ....¿Adry?!"- El pobre profesor esperaba cualquier
cosa menos eso, y al mismo tiempo que el miraba anonadado a la minina salir
de su maletín (léase que los anteojos casi se le caen del susto
y la impresión), un coro de risas se escuchó a sus espaldas.
"¡Que linda!"
"¿Es parte de la clase de hoy profesor?"
"No sabia que hoy había exposición de gatitos"
Esas fueron algunas de las frases que el profesor escuchó a sus espaldas,
y al voltear solo atinó a mirar a sus alumnos con una sonrisa de nerviosismo
pintada en el rostro.
"Lo siento chicos... es la gatita de mi hija, y la verdad es que es un
poco traviesa, no tengo la más mínima idea de cómo se metió
allí."
Adry miró para todos lados, desde las expresiones divertidas de los jóvenes
alumnos; hasta la cara de apenado que traía su querido amo Fujitaka.
*¿Por qué se estará disculpando así el amo?... Creo
que lo único que conseguí fue meterlo en un lío... Soy
una tonta.. ¡Tonta, tonta tonta!!!*
Adry hundió el hociquito entre las patitas tratando de que su amo no
viera su sonrojado rostro. La verdad que no se atrevía a mirarlo a la
cara, no soportaba la idea de verlo enojado con ella. Pero una mano amiga se
posó entonces en su cabeza, y escuchó la dulce voz de su amo a
su lado.
"Bueno, supongo que ya es muy tarde para llevarte de nuevo a la casa, así
que como yo se que eres una gatita muy inteligente te quedarás aquí
tranquila. ¿verdad que si lo harás?"
Adry levantó el rostro, y para gran alivio suyo notó que no había
ni un solo rastro de malhumor en el rostro de Fujitaka, así que de la
manera tan felina como una gatita feliz puede dar a entender que se quedará
quieta, Adry se echó tranquila en su sitio y observó a su amo
con una felina sonrisa... o por lo menos eso fue lo que creyó ver Fujitaka,
quien más tranquilo comenzó a impartir la clase luego de sacar
sus notas y los implemento necesarios para dicha acción (osea las tizas,
la mota, las notas, transparencias y todo lo necesario, o por o menos así
hacen mis profes a la hora de dar clase).
**********
Ya había pasado casi hora y media de clases y la pequeña Adry
miraba impresionada el trabajo que su amo hacía con todos aquellos jóvenes.
Podía sentir el respeto de todos y cada uno de ellos hacia su querido
amo, al igual que la devoción que ponía este para transmitir sus
conocimientos a todas aquellas mentes frescas. De pronto Adry se sentía
muy orgullosa de haber llegado a la casa Kinomoto, y poder llamar a aquél
sabio hombre su amo.
De pronto, en medio de una explicación del profersor en la pizarra, la
tiza de este se rompió en dos partes, y teniendo en cuenta que ya desde
antes que se rompiera se veía bastante pequeña, era obvio que
necesitaría una nueva. Pero, oh, oh!; no tenía ninguna tiza a
la mano. Si había algo de lo que de vez en cuando pecaba el profesor
Kinomoto, era de olvidarse de absolutamente todo cada vez que estaba en medio
de una clase; así que no tenía la más mínima idea
de donde había dejado su tiza de refuerzo, si en su maletín o
la había dejado ya en alguna de las gavetas del escritorio.
"Muchachos, un momento por favor, ¿de acuerdo?. Voy a buscar una
tiza nueva."- dijo el buen profesor con algo de rubor en las mejillas.
"Pues en ese caso será mejor que saquemos nuestras almohadas porque
va a pasar un buen rato hasta que continúe la clase"- dijo con gracia
uno de los alumnos del fondo, tras lo cual se escuchó una risita general,
incluso del mismo profesor, quien había tomado a bien la broma.
"De acuerdo, entonces trataré de buscar la que tengo aquí
sin demorarme tanto; porque estoy seguro de que traje una extra."- dijo
el profesor de manera pensativa.
Por su parte Adry, quien ya entendía que era una tiza; recordó
como una de esas cositas blancas estuvo a punto de hacerla estornudar durante
todo el camino; y como no recordaba el que Fujitaka hubiese sacado la tiza de
dentro de la maleta, lo más probable es que esta siguiera adentro.
Mientras que Fujitaka comenzó a buscar en el cajón, pues él
si estaba seguro de haber dejado la tiza en uno de los cajones; Adry se paro
lo más que pudo sobre sus dos patitas, hasta lograr tumbar el maletín
que estaba puesto sobre el escritorio, tras lo cual se metió dentro de
este, y salió semiestornudando del mismo, mientras que empujaba la susodicha
tiza con el hociquito. Todo esto para completo asombro de todos los presentes,
incluyendo al profesor, quien veía la escena con el rostro a la altura
del escritorio, pues seguía aún con una mano dentro de uno de
los cajones donde creía él que había dejado la tiza.
"Gracias"- fue todo lo que atinó a decir Fujitaka en un principio;
pero luego recordó que de por si Adry había demostrado ser bastante
inteligente desde un principio, así que no debía de estar tan
impresionado al fin y al cabo. Más esto no era lo mismo que pensaban
los alumnos del buen profesor, quienes miraban silenciosos y asombrados la escena,
para luego dejar escuchar un gran número de exclamaciones.
"¡¡¡GUAU!!!, ni siquiera mi perro podría hacer
eso con tanta facilidad; y eso que esta muy bien entrenado".- dijo bastante
emocionado uno de los muchachos.
"¡¡Pero que linda!!. Es la cosita más tierna que he
visto"- dijo por su lado una de las chicas, obteniendo con esto la aprobación
de sus amigas.
"El grado de inteligencia de este felino es increíble, digno de
ser estudiado"- se escuchó decir a uno de los intergrantes del grupo
de intelectuales del salón.
"Tranquilos muchachos, no es para tanto"- respondió con azoro
el profesor. -"Suficiente, hora de volver a la clase"
Adry miró hacia todos con carita confundida una vez más, no entendía
que había de extraordinario en el hecho de pasarle una tiza a su amo;
y mientras tanto comenzaba a rogar internamente de nuevo que aquel buen hombre
no estuviese enojado con ella por aquello.
*¡No entiendo nada!... ¡¿Cómo es que parece que hago
algo malo cada vez que trato de ayudar al amo?!...* - se dijo algo tristrona
a si misma la minina; y con dicho pensamiento se enrolló hasta hacerse
una pelotita de pelitos blancos; no quería que nadie la viese, pues parecía
que todo lo que ocasionaba eran líos.
Fujitaka miró impresionado a la felina; casi y podía jurar que
estaba avergonzada, y no le gustaba ver en aquel estado a una tan buena amiga...
aún cuando solo fuese una gatita; así que se decidió cargar
a la minina con cariño (para completo asombro de esta) y acercando la
orejita de esta a sus labios murmuró bajito - "Eres la mejor"-
aunque claro que decirlo no tenía mucho sentido, Adry no podía
entenderlo, pero aún así ... tal vez el tono de voz y el tenerla
junto a él animarían al animalito; y unos segundos después
Fujitaka comprobó con placer que su hipótesis había resultado
correcta al ver los ojitos brillantes de Adry y escuchar sus ligeros ronroneos.
Luego de esto el profesor se dispuso a continuar su clase, ante sus ahora sorprendidos
alumnos, muchos de ellos bastante emocionados ante la dulce escena; si antes
admiraban al profesor Kinomoto, ahora lo hacían aún más.
**********
Ya casi rayaba el mediodía, y la segunda clase estaba a punto de terminar....
5 minutos, todos continuaban atentos a las explicaciones del profesor... 3 minutos,
se estaba terminando con la última de las transparencias... 1 minuto,
el profesor explica lo último de los esquemas dibujados en la pizarra...
el timbre se deja oír, pero nadie se mueve de su asiento y pasan cerca
de 2 a 3 minutos más antes de que esto suceda.
"Bueno chicos, eso fue todo por hoy; discúlpenme por haberles robado
algo de su tiempo de almuerzo." - terminó diciendo el buen profesor
con aquella típica sonrisa que ya lo caracteriza.
"No problem!" - dice uno de los muchachos con un toque de humor; y
todos están de acuerdo, ni siquiera por ser hora de almuerzo deja de
darles pena que termine una clase con uno de los profesores favoritos del campus.
Adry, quien se había quedado bastante quietecita todo el tiempo, se levanta
y estira sobre su propio sitio.
"¿Lista para ir a almorzar?"- escucha la gatita cerca de ella,
y al voltear se encuentra con el rostro de su amo sonriéndole.
"¡Miau!" - responde la pequeña con entusiasmo, mientras
que siente que el estomago le comienza a dar pequeños gruñiditos
de protesta... se le antoja algo picante o fuerte... ¿habrá café
por algún lugar?.
Entonces un grupo de tres chicas se acercó hasta el pupitre del profesor.
"¿Algún problema señoritas?..."
Las jóvenes miran al profesor y sonríen negando con la cabeza;
entonces una de ellas saca un emparedado y parte un pedacito ofreciéndocelo
a la gatita.
"Esperamos que no le moleste profesor... es que es... ¡Tan linda!".
Las otras dos jóvenes asienten ante lo aseverado; la gatita era un primor...
y tan inteligente,... y tan dulce...
"No hay problema; además, a ella le encantan las salchichas"
- agregó el maestro al darse cuenta del contenido del emparedado. Finalmente
las chicas se retiran, no sin antes dar un besito cada una a la minina. Tras
esto ambos, profesor y minina, salen del salón.
"¿Qué dices de unos bocaditos para ti y un café compartido
para ambos?" - preguntó el profesor de manera pensativa más
para si mismo que para la gatita, de quien conoce ya demasiado bien los gustos
y preferencias.
Adry miró a su amo con cariño, sin poder evitar pensar con gusto
*No fue tan mala idea venir después de todo... café y bocaditos
picantes... Hmmmm*
Más ni bien salieron ambos al pasillo, se encontraron entonces con un
grupo de jovencitas y alguno que otro muchacho, todos esperando por el y con
algo pequeño de comer en la mano (eran prácticamente todas sus
alumnas de los tres grupos con los que tuvo clase esa mañana). Para cuando
ambos pudieron salir del corredor, el profesor llevaba a Adry en un bolsillo,
su maletín en una mano, y una bolsa con 'pedacitos' de emparedados, bocaditos
y caramelos en la otra; y ni siquiera había llegado a salir del pasillo
cuando otro grupo similar los abordó.... para cuando logró salir
de la facultad, el profesor tenía suficiente comida como para que Yukito
contuviese el hambre por un par de horas.
*Creo que lo mejor será apurarme si quiero llegar por ese café*
- pensó el profesor con una sonrisa.
10 minutos después, Fujitaka se manejaba con todo el cargamento anterior
y un café, mientras trataba de abrir la puerta de su oficina.
"¡Bien!, ya llegamos" - anunció Fujitaka a Adry, mientras
dejaba encima de la mesa todo lo que tenía en manos y se estiraba un
poco.
Adry, quien había aprovechado para saltar sobre el escritorio cuando
su amo se acercó para dejar las cosas; estaba en esos momentos haciendo
una pequeña inspección visual del lugar. No era un lugar muy grande,
pero de alguna manera había una atmósfera acogedora que la embargaba;
podía sentirse la huella de la personalidad del amo Fujitaka impresa
en cada rincón de aquella habitación.
"¿Te gusta?" - preguntó con cariño la melodiosa
voz del hombre que estaba a su costado, a lo que Adry por toda respuesta se
frotó un contra la mano que ahora acariciaba su cabeza.
"Que bueno; porque de aquí hasta mañana nos quedaremos en
este lugar; hoy me toca trabajo de corrido... pero no te preocupes que traje
almuerzo, y con todo lo que adicionalmente nos dieron los muchachos tienes suficiente
comida... aunque no se lo que haremos con tantos caramelos" - una gotita
de sudor apareció sobre la cabeza del sonriente profesor - "No tuve
corazón para decirles que no te gusta el dulce" - terminó
de argumentar el profesor; más entonces, para su sorpresa, Adry se acercó
hasta la bolsita y con una garrita capturó un caramelo por la envoltura
y se echó sobre este.
"¿Quieres tus caramelos también?" - preguntó
con asombro el profesor; más un momento después sonrió
divertido - "De acuerdo."
Adry sonrió internamente; a ella no le gustaban, pero a su Kero...
Luego de un almuerzo rápido, y de que Fujitaka hiciese una instalación
temporal de Adry en uno de los cajones; el arqueólogo comenzó
a trabajar en el proyecto en el que se encontraba en aquel momento. A Fujitaka
le había preocupado en un primer momento el que la gatita se aburriese
estando tantas horas encerrada en una habitación, y sin siquiera un poquito
de música (si, así de lindo es el papito de Sakura, incluso se
preocupa por lo que siente la mascotita =*^.^*=); más luego de un par
de horas en las que la minina se quedó quietecita en el cajón,
al parecer durmiendo; Fujitaka dejó de preocuparse y se relajó
un poco con respecto a ese punto.
El tiempo siguió transcurriendo, y eran casi las 4 de la tarde cuando
Fujitaka volvió a echar un vistazo al cajón de Adry; grande fue
su sorpresa cuando la encontró echada a un costado del libro que él
mismo estaba examinando, y al parecer muy interesada en las imágenes
que en este se mostraban.
Fujitaka sonrió, había algo diferente en el hecho de tener a la
gatita a su costado en aquel momento; de alguna manera no se sentía tan
solo, era en realidad agradable tener alguien a quien mirar y con quien hablar
de vez en cuando, aún cuando la conversación fuese en realidad
un monólogo, y el receptor no le entendiese mucho, sino que respondía
al sonido y tono de su voz (después de todo una gatita no es una buena
conversadora... más allá de los 'Miau' y los 'Prrr' no pasaba;
aún cuando dicha gatita fuese tan inteligente como lo era Adry) ... pero
tener alguien con quien compartir el momento en lugar de quedarse solo... si,
era un buen cambio.
"¿Te gusta?" - escuchó de pronto Adry aquella frase
cortando el silencio, y exaltándola un poco debido a que había
estado profundamente concentrada en la imagen que tenía en frente - "¿Te
asuste?, lo siento" - Fujitaka le acarició la cabeza al animalito
- "Es un manuscrito que encontramos en nuestra última excavación
en el lugar en el que estoy trabajando ahora... tiene muchas imágenes,
¿verdad?. Es de una antigua aldea china, de hace muchos años;
voy a volver el próximo mes para la siguiente excavación, y con
suerte encontraremos mucha información que nos hable más acerca
del pasado de aquella área, en realidad estamos interesados en los mitos
y leyendas locales, y de eso se trata este manuscrito... ¿Ves esa criatura?,
supuestamente era el protector de aquella aldea... " - Fujitaka siguió
hablando emocionado a Adry, contándole todo acerca de la excavación
(la verdad era que había estado bajo mucha presión los últimos
días, y hablarle a alguien de su trabajo lo relajaba), y Adry en verdad
disfrutaba escuchándolo, sobre todo porque ella había visto aquellos
mismos grabados en libros de su antigua ama Lou Mei Fan; aunque en aquel tiempo
no había podido satisfacer su curiosidad de saber acerca de que se trataban
aquellas imágenes, puesto que su ama no se lo iba a decir, y ella no
sabía leer... le costó mucho aprender a hacerlo sola... y de pronto
tenía uno de aquellos escritos con los que tanto había disfrutado
en sus primeros días, en su antigua vida... esas imágenes que
la hacían soñar que era una bestia majestuosa y que era querida
por aquellos a quienes debía de proteger. Adry sonrió internamente
ante tales pensamientos, ahora se daba cuenta... sus sueños más
caros se habían cumplido.
**********
Las horas siguieron su curso; y la tarde se convirtió pronto en noche.
Fujitaka había trabajado casi toda la tarde, y la verdad era que estaba
bastante cansado; sacó por fin la vista de toda la, ahora, enormes columnas
de manuscritos antiguos, papeles llenos de anotaciones, libros de todos los
grosores y colores, y otros escritos e imágenes, etc; y buscó
a su pequeña acompañante, mirándola con ternura al darse
cuenta que esta estaba profundamente dormida sobre las páginas abiertas
de unos de los tantos libros que había revisado aquel día. Fujitaka
sacó de uno de sus bolsillos un pañuelo y la arropó, para
luego pararse lo más silenciosamente que pudo y salir con aquel mismo
cuidado de la habitación.
Fujitaka se dirigió a la cafetería por una jarra de café
(bueno, con un vaso le va a alcanzar para toda la noche, claro que el lleva
su propio termo para que se la llenen en la cafetería, ya es costumbre);
y en el camino de regreso se encontró con una de sus compañeras
de trabajo.
"¡Fujitaka!. Hola, tiempo sin vernos... y eso que trabajamos en el
mismo lugar; jajajajaja".
"Que tal Momiji; es cierto, hace en realidad mucho que no nos encontramos;
pero tu sabes que es así cuando uno tiene mucho trabajo, de lo cual no
me quejo por cierto; en realidad siempre le doy gracias a Dios por tener siempre
suficiente trabajo"
"¡Cielos!, que serio eres... contigo ya no hay remedio. ¡¡COMO
SE SUPONE QUE TE VOY A CONSEGUIR A LA CHICA PERFECTA CON ESA ACTITUUUUUUUUDDDDDDD"-
dijo Momiji con una aire travieso y un semi puchero.
Fujitaka solo se limitó a mirar con aquella actitud afable de siempre
a su extrovertida compañera de trabajo; Momiji Hiragushi, era como una
brillante y alborotada llama que llevaba alegría por donde pasara. Era
una dama muy alegre en realidad; cerca de los 35 años, ni muy baja ni
muy alta (aunque con los tacos altos que siempre usaba... bueno), piel bronceada,
ojos oscuros y vivarachos, labios carnosos y siempre prestos a ofrecer una enorme
sonrisa, estilo desinhibido al vestir (quien diría que una arqueóloga
podía ir con unos shorts tan ajustados a una excavación y sentirse
tan a gusto en medio del desierto =o.O=); pero eso si, era una excelente profesional.
El único gran defecto de Momiji era ese afán suyo por conseguirle
pareja a todos sus amigos/as solteros/as y sin compromiso; y eso mismo había
intentado con Fujitaka desde el día que se conocieron, solo que la verdad
que él nunca había estado interesado. Todo eso hacía preguntarse
a más de uno como es que llevase una duradera relación de más
de 10 años con un mismo hombre sin que este hubiese saltado ya de un
puente o algo parecido.
"Oye, Fujiiiiiiiii!!!!!!!!!!" - interrumpió la femenina voz
los pensamientos del hombre.
"Disculpa Momiji; creo que me distraje un poco"
"Se notó!. En fin; por cierto, como está eso de que tienes
una pequeña ayudante nueva... ¡No me contaste!, que malo"
Ahora ambos caminaban hacia la oficina de Fujitaka.
"Ah!, veo que los rumores se esparcieron rápido... bueno, veras,
es que me traje sin querer a la pequeña mascota de mi hija; es una gatita
muy traviesa e inteligente, debió de haberse metido a mi maletín
cuando subí esta mañana por las pruebas," - dijo Fujitaka
de manera pensativa y más para si mismo que para su compañera.
- "pero la verdad que no ha sido tan malo, es agradable tener a alguien
conmigo durante el día."
Momiji miró a Fujitaka incrédula...
"Hablas de esa gata como si fuese una persona." - señaló
Momiji con una gota y un tono escéptico.
"Adry es casi como una persona para mi" - respondió Fujitaka
con cariño justo al momento de llegar frente a la puerta de su oficina.
- "Bueno, la dejé durmiendo la última vez, tal vez todavía
este durmiendo... así que no hagamos ruido"
"Hmmm, OK" - respondió Momiji de manera algo efusiva (osea
una gran sonrisa pícara y los dos pulgares levantados hacia arriba)
Fujitaka solo pudo sonreír antes de abrir la puerta para dejar pasar
a Momiji, más ambos se quedaron con las bocas abiertas al ver de pronto
a la pequeña gatita en una lucha encarnizada con un ... pequeño
ratón blanco.
Por su parte Adry ni se había dado cuenta de el regreso de su amo, pues
desde hacía ya un buen rato en lo único que pensaba era en deshacerse
del molesto roedor, el cual la había despertado al hacer ruido cuando
comenzó a roer una de las páginas de un libro cerca de donde ella
dormitaba. Y ahora se encontraba en una batalla cuerpo a cuerpo con el apestoso
bicho ese que osó poner sus dientes sobre el trabajo de su amo, aunque
debía de admitir que las mordidas del apestoso bicho dolían.
Fujitaka casi deja caer el termo de café del susto... y fue rápidamente
a separar a ambos contendientes.
"Fiuu!"- se escuchó por detrás del hombro de Fujitaka
- "Vaya que tu ayudante es de armas tomar... aunque la verdad creo que
no deberías de dejar a una gata tan pequeña sola... ¿Cuántos
meses tiene?"
Fujitaka suspiró aliviado, sin importarle mucho que el ratón estuviese
mordiéndole un dedo, y distraídamente contesto.
"Es una gata adulta Momiji"
Fue en ese momento en el que Adry dejó de gruñirle con el pelaje
erizado al ratón y se fijo en la persona que estaba justo junto a su
amo, y cuya presencia no había notado antes.
"¡¡¡¡¿¿¿QUEEEEE????!!!!!!!!"
- Momiji miró de manera detenida a la gata, sin poder creer aún
que un animalito tan pequeño fuese en realidad ya un adulto; más
de pronto se puso a reír al notar que la gatita (que había sido
dejada en el escritorio por Fujitaka) de pronto se acercaba a su amo, mientras
la miraba con carita desconfiada.
"¿Momiji?"
La dama dejó de reír y decidió fijarse en el otro animalito
que se encontraba en la ahora algo ensangrentada mano de Fujitaka.
"¡Fuji, tu mano!.... Ey!, un momento... yo conozco a este ratón....
¡Es la mascota de los chicos del tercero de Biología! (es que ella
enseña Antropología Biológica a los chicos de tercero de
biología) , se escapó la semana pasada... ¿Cómo
llegó hasta aquí?, hmmm, no importa; ¿tienes una cajita
o algo para llevármelo?, no quiero que mi mano quede igual a la tuya."
"Claro" - dijo prontamente el profesor mientras buscaba una cajita
y metía en ella al roedor.
"Bueno, entonces me voy a dejar a este pequeño prófugo en
su hogar de nuevo... ¡Pero nos vemos luego, y entonces te atraparé
y sacaré todo lo que te ha pasado de nuevo desde la última vez
que conversamos como se debe!!!."
"De acuerdo" - respondió Fujitaka mientras le entregaba la
cajita a Momiji.
Momiji se despidió de Fujitaka, y rió aún con más
fuerza que antes al notar el ceñito fruncido de la gatita, quien un poco
más y le erizaba los pelitos del lomo; dejando a Fujitaka con un gran
signo de interrogación, pues no tenía idea de lo que había
pasado para que Momiji riera de esa manera... aunque tratándose de Momiji,
bueno no era algo demasiado raro; así que quitando aquellos pensamientos
de su mente volteó y ofreció una de sus mejores sonrisas a Adry,
quien le estaba lamiendo el dedo mordido; y acariciando su cabeza le pregunto
con gran naturalidad.
"¿Café?"
**********
Era ya de madrugada cuando Adry notó que su amo estaba comenzando a cabecear
de sueño sobre sus libros. Algo le decía que solo pasaría
un rato antes de que este se durmiera, y así fue; media hora después
el sueño venció a Fujitaka, pero para terror de Adry, en lugar
de caer como cualquier persona con la cabeza sobre el escritorio, este se durmió
yendo para atrás, con lo que estuvo a punto de caerse con silla y todo
al suelo. Casi en un parpadeo la elegante figura de Adrastea salió sosteniendo
a su amo antes de que este cayese al suelo de manera irremediable, y con una
pata se ayudó a acomodarlo bien, luego buscó la manta que había
descubierto unas horas antes cuando Fujitaka la había dejado en el suelo
para que estirase las patitas y recorriera el lugar un momentito; y lo abrigó
con esta. Adrastea observó a su amo dormir y suspiró; ella también
estaba cansada... unos minutos después podía observarse a Fujitaka
durmiendo, bajo la tenue luz de la lampara de noche de su escritorio, y entre
sus brazos estaba la pequeña gatita bien enroscada en su propio lugar,
durmiendo de manera apacible.
**********
Había pasado poco más de una semana desde que Adry comenzase a
acompañar a Fujitaka al campus. Las dos veces que le siguieron a la primera,
Fujitaka no pudo dejar de sorprenderse por encontrar a la gatita dentro de su
maletín, más luego se hizo a la idea... de alguna manera se metía
sin que este pudiese evitarlo; aún cuando revisaba el maletín
antes de salir, Adry siempre aparecía dentro de una u otra forma... y
para que negarlo, le encantaba el tener a la gatita junto a él, incluso
había comprado una nueva radio pequeña para su oficina... a sus
compañeros de trabajo les sorprendió mucho escuchar las alegres
tonadas que salían de allí, y casi les da un ataque al saber por
uno de los ayudantes de excavación del profesor que éste incluso
semibailaba en su sitio junto a la pequeña minina; en verdad todo un
cambio, claro que la más divertida era Momiji, estaba en realidad bastante
sorprendida y feliz por su amigo... a veces lo notaba tan solo, un poco de alegría
en su vida estaba bien, incluso si provenía de una gatita.
Por su parte Adry se sentía en una nube; y sobre todo le encantaba llegar
a casa cargada de caramelos para su felino príncipe... ver los ojitos
de Kero al mirar todos los caramelos... era divino.
Más un día Adry notó un poco raro el comportamiento de
su querido Kero... empezando porque no probó un solo caramelo de los
que le habían regalado los estudiantes y alguna que otra profesora aquel
día, y lo peor era que parecía estar enfermo, pues se fue a dormir
temprano sin siquiera escucharla contar lo que le había sucedido ese
día al amo Fujitaka, pues dijo que estaba con dolor de cabeza.
Adry fue muy preocupada hasta donde se encontraba su ama Sakura, de seguro que
ella debía de saber si algo malo le estaba pasando a su Kero. Demoró
un rato en encontrarla, pero lo hizo cuando por fin llegó a la sala,
y la vio observando un programa en la TV junto a Touya. Adry se acercó
lentamente hasta donde se encontraba Sakura y luego la miró con ojitos
suplicantes, que le dieron a entender a Sakura que la gatita necesitaba hablarle
a solas.
Luego de que Sakura y Adry se fueran a un rincón aparte (con Touya mirando
a ambas con cara de 'Tú... monstruo'), Adry comenzó a contarle
a Sakura acerca de lo que le estaba pasando con Kero, y lo preocupada que se
encontraba por aquello...
"Ay!, no se que hacer Sakura... creo que se siente mal por algo, pero no
me lo quiere decir... y ni siquiera tú sabías algo al respecto...
¿Y si está muy enfermo?... ¿Y si necesita un doctor?...
¡¿Qué voy a haceeeeeerrrr?!."
Sakura también estaba comenzando a preocuparse, y por partida doble;
pues Adry estaba a punto de entrar a un ataque de nervios extremo, por lo que
podía notarse. Desde el momento en que la conoció, Sakura nunca
había visto a su amiga tan consternada.
"De acuerdo Adry... no te preocupes tanto, veré lo que puedo hacer;
hablaré con Kero para ver que le pasa." - decía la pequeña
con tono conciliador, esperando que con aquello la felina se calmase, y lo mejor
de todo era que parecía estar resultando.
Al día siguiente, en todo lo que podía pensar Adry era en Kero,
por lo que la oportunidad de meterse en el maletín del amo Fujitaka se
le pasó esa mañana... era la primera vez que dejaba de ir junto
a su amo desde que empezara a hacerlo. Bueno, tal vez solo un día no
sería tan malo, no creía que el amo notara demasiado la diferencia;
además, él regresaba temprano ese día; así que Adry
se dedicó a estar todo el día con Kero, más éste
parecía algo distante. De pronto Adry se dio cuenta de que aquello le
dolía como nada le había dolido antes en su vida, y ella no lo
había pasado nada fácil antes de llegar a la residencia Kinomoto,
así que aquello era ya mucho decir.
Adry intentó por todos los medios sacar a Kero de ese estado de ensimismamiento...
¡Ni siquiera quería jugar videojuegos!!!!!; pero a pesar de todo
no lo logró; y aún cuando realizaron las tareas que siempre realizaban
juntos (aunque ella había dejado de hacerlas durante el tiempo que estuvo
con su amo), ni aún así Adry pudo sentir a Kero como el mismo
de siempre. Y fue así, toda desanimada y aplastada en un cojín,
como la encontró Fujitaka al llegar, ya que él fue el primero
en llegar a casa.
"¡Adry!... ¿qué te pasa?, ¿estás así
por qué no fuiste hoy conmigo?. Pues te diré un secreto, yo también
te extrañe mucho." - Fujitaka le sonreía a la pequeña
minina mientras le acariciaba una orejita tratando de animarla un poco (y la
verdad que funcionaba); y mientras esto sucedía, una sombrita surcaba
el espacio entre la sala y la escalera con dirección a la planta superior.
**********
Al día siguiente Adry se decidió a ir a la facultad; se había
sentido bastante desanimada el día anterior; y aunque estaba bastante
preocupada por Kero, parecía que no encontraba ninguna respuesta a su
lado, Kero simplemente no quería decirle el por que de su actitud, y
eso la estaba volviendo loca... pensaría mejor si no estaba preocupada
mirándolo, y de seguro hallaría una respuesta.
Como siempre, se metió al maletín de Fujitaka; y este claramente
pudo sentir la pequeña diferencia de pesos al cargar éste... sonrió.
Y una vez más, un día normal de clases dio inicio en la vida del
profesor y su ayudante. Ambos llegaron a clases, y más de una emocionada
jovencita se acercó a saludarla, los bocaditos y caramelos abundaron
para la gatita, y llegó la hora de irse a la oficina a trabajar, pues
ese día también le tocaba al buen profesor amanecerse entre notas
y libros para su investigación. Eran cerca de las 2 de la tarde para
cuando ambos se sentaron y relajaron un poco antes de comenzar a trabajar, prendiendo
la radio y sacando los almuerzos para comer algo.
Habían pasado ya varias horas, eran como las 7 y algo de la noche. Fujitaka
comenzaba a tener sueño, la semana había sido bastante pesada
(era viernes); tal vez un poco de café lo reanimaría, y a su pequeña
amiguita también.
Adry se subió al hombro de su amo con rapidez, y ambos fueron con el
termo de siempre a buscar suficiente café para el resto de la noche;
a ambos les caería bien. Estaban ya a medio camino cuando una femenina
y bastante conocida voz detuvo su marcha hacia la cafetería.
"Fujiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!!!!!!......" - Momiji venía
casi corriendo desde uno de los corredores... ¿Cómo podía
lograr eso con tacones 9?, eso era un completo misterio para el campus completo.
Momiji por fin alcanzó a la pareja, y aunque estaba algo agitada, eso
no impidió que los saludara de esa manera efusiva como solo ella podía
hacerlo.
"¡¡¡Fuji!!!, que malo que eres... ¡Casi me dejas
atrás sin siquiera saludarme!" - Momiji hizo un puchero, más
pronto lo cambió por una sonrisa. - "¡Bueno!, regresó
tu ayudante... así que solo se tomó un día libre después
de todo..." - Momiji asintió con gracia. - "...si, si; no es
bueno venir al trabajo con cansancio; es bueno tomarse un día libre de
vez en cuando... ¡Sobre todo cuando no te pagan!..."
Momiji siguió con su monólogo (que era una de las cosas que más
le gustaba hacer), hasta que se cansó por completo de tomar a la pequeña
gatita como motivo de su charla, y entonces preguntó al sonriente maestro
luego de mirar el termo con detenimiento.
"¿A la cafetería?"
"Así es... necesitamos algo de café para la noche."
"¡Genial!, los acompaño... ¿Te quedas también
esta noche?"
"Si."
"Tres noches en una semana... debes estar muerto. Yo de ti pediría
un descanso, o no llegaras a la excavación de las vacaciones." -
de pronto los ojos de Momiji se transformaron en dos soñadoras lagunitas
- "Ahhh!!!!, ¡Me muero por ir a esa excavación a la China!,
¿crees que necesito un guardarropas nuevo para eso?, no he comprado ropa
nueva desde hace dos excavaciones."
"No, yo no lo creo; toda tu ropa para excavaciones esta bien Momiji."
"¡¡¡¿¿¿En seeeeerioooo???!!!."
- Momiji tomó entonces una actitud semimolesta. -"¡Ya me gustaría
que Sano me dijera eso!, él no sabe apreciar lo que tiene aquí."
- terminó diciendo la alegre dama con picardía.
Fujitaka miró a su amiga con una sonrisa; ella no hablaba en serio...
Sano la quería tanto como ella a él, la verdad era que ambos se
adoraban. Los tres llegaron a la cafetería y llenaron el termo; luego
volvieron sobre sus pasos, y fue allí donde Momiji se dio cuenta que...
"¡Fuji!, ¡¿Qué le hiciste a la pequeña
pelusita?!"
"¿A que te refieres Momiji?" - Fujitaka no estaba muy seguro,
pero también había notado a su amiguita desanimada desde hacía
ya un par de días... pero no podía determinar que era lo que le
sucedía.
"Muy bien; yo conozco esa actitud... ¡No puede ser!... ¡Le
sacaste la vuelta con otra pelusita!... No, sino no estaría a tu lado;
pero algo le tuviste que hacer para que estuviera así; conozco cuando
una mujer esta triste por su hombre... ¡Así que confiesa ahora
mismo!."
Bien, ahora Momiji estaba amenazando a Fujitaka con una linterna casi encima
de su cara, mientras le reclamaba que confiese.
"¡Te equivocas Momiji!, a veces creo que solo dices disparates...
comenzando por el hecho de que eso no puede ser, porque Adry ya tiene alguien
que le guste y no soy yo." - por primera vez en su vida, Fujitaka se estaba
comenzando a molestar con su amiga... aunque también quería saber
por que Adry estaba tan desanimada.
"Ah?, pero... hubiese jurado... ¡Esa gatita te adora Fuji!... además
se pone celosa cuando alguna de las chicas se te acerca mucho, y además
se esmera tanto en ayudarte cuando viene contigo... He leído sobre casos
donde las mascotas hembras toman a sus amos como el macho de la manada y como
su pareja de toda la vida en el aspecto psicológico... ¡Pero claro!,
los hombres nunca se dan cuenta de esas cosas." - Momiji estaba segura
de haber llegado a la conclusión correcta, más...
"Te estoy diciendo que eso no puede ser..." - Fujitaka suspiró
- "A ella le gusta uno de los peluches de mi hija, ¡Deberías
ver como anda todo el día pegada a él!. Yo se lo que te digo Momiji."
"¿Un peluche?" - ahora Momiji si miraba escéptica a
su compañero de trabajo... ¿un peluche?. - "¿Te sientes
bien Fuji?, creo que has pasado demasiado tiempo metido tras tu escritorio.
Ahora Fujitaka tenía que reír ante la cómica actitud de
su amiga... era imposible molestarse con ella.
"Como tu digas... pero mi ayudante y yo debemos volver al trabajo, así
que si nos disculpas..."
"De acuerdo... sé cuando no me quieren..." - y allí
estaba Momiji haciendo pucheros de nuevo - "¡Pero piensa en lo que
te dije!."
"Esta bien Momiji... Hmm, por cierto ¿Te gustaría venir con
Sano a mi casa el próximo fin de semana?, Sakura me preguntó por
ti el otro día, y hace tiempo que no vas a mi casa; y pienso hacer una
reunión... Sakura tuvo la idea, se trata de que cada quien invite a una
o más personas, creo que tu y Sano serian las personas indicadas para
ir de mi parte y de parte de Adry también... ¿verdad Adry?."
- Fujitaka rascó la cabecita de la felina al preguntar, ante lo que recibió
un ronroneo como respuesta.
"¿En serio?" - Momiji tenía estrellitas en los ojos.-
"¡Por supuesto que siiiiiii!, estaremos allí aunque tenga
que llevar a ese chico aburrido amarrado de la parte de atrás de mi auto."
- Momiji se comenzó a alejar mientras decía esto, mientras se
despedía de manera efusiva.
Fujitaka meneó la cabeza... esa mujer era todo un caso; pero la verdad
que de no ser por ella, el campus sería un lugar muy aburrido. Volvió
a su oficina y colocó un poco de café en un posillito que se había
conseguido para Adry, más Adry estaba demasiado ocupada pensando en lo
que Momiji había dicho como para tomar café; por que si ella había
llegado a esa conclusión, entonces tal vez... ¡Ese pequeño
guardián tonto!.
**********
Luego de haber descansado todo el sábado en casa, Adry ya tenía
la mente más clara para poder realizar los planes que necesitaba trazar;
pero primero debía de asegurarse de que sus sospechas fuesen ciertas,
tenía todo el domingo para ello.
Antes que nada, Adry fue a visitar a Kero a su 'habitación' para ...
hmm.... despertarlo. Adry subió hasta el borde del cajón, y lo
encontró durmiendo apaciblemente en su cama, entonces con mucho cariño...
saltó sobre él.
"¡Despierta!" - sentenció la gatita al jalar la frazada
de Kero.
Kero abrió los ojos algo asustado, pues nunca lo habían despertado
así; más pronto se dio cuenta de lo que estaba pasando; y frunciendo
el ceñito le preguntó a la gatita.
"¿Qué es lo que te pasa Adry?, ¿qué no ves
que estaba soñando con un enooooorme pastel de fresas?"
Adry lo miró algo molesta; pero en realidad su plan estaba funcionando...
solo necesitaba molestarlo con cosas similares durante todo el día para
que Kero se enfureciese con ella y no pudiese dejar de hablarle cada que la
encontrara, aunque solo fuese para reclamarle. Eso era lo que buscaba.
"Yo no soy telépata para adivinar lo que estás soñando,
y ya levántate de una buena vez que es tarde." - luego de esto Adry
salió de la cama de Kero y del cajón, y se fue a la cama de Sakura.
Kero la observó sin entender bien lo que estaba sucediendo, y luego vio
el reloj y casi le da un ataque; ¡¡RECIEN ERAN LAS 6:00 DE LA MAÑANA!!...
un domingo... Kero siempre dormía hasta las 7 por lo menos; y Adry lo
sabía... grrrr.
Luego de salir de la cama de Sakura, dejando a ésta aún dormida;
Adry salió de la habitación. Todos en la casa estaban dormidos,
así que no habría ningún problema; y de todas maneras,
el único que no debía de verla en su verdadera forma era el amo
Fujitaka, y él aún no se iba a despertar en un muuuuy buen rato,
Adry se había encargado de meter una pequeña pastillita para dormir
dentro del vaso de agua... no era algo que le gustó hacer, pero necesitaba
a todos dormidos para que su plan resultase, y el amo siempre se despertaba
temprano. Por otro lado, le hacía falta dormir.
Adry adoptó su forma verdadera en poco tiempo, y comenzó a hacer
algunos arreglos en la casa; limpiar, poner la mesa... esas cosas. Entonces
la figurita de Kero surcó el espacio de la escalera a la cocina y se
colocó justo delante de Adrastea.
"¡¿Exactamente que se supone que estás haciendo?!"-
chilló el pequeño guardián. - "¡El papá
de Sakura te puede ver!, vuelve a tu forma falsa."
Adrastea lo miró de soslayo, y con tono fastidiado replicó...
"Para tu información estoy muy ocupada en este momento, por si no
te habías dado cuenta ya; además, no tendría nada de malo
el que el amo Fujitaka me viera así, tal vez las cosas serían
más fáciles entre nosotros de esa manera. Por último no
eres quien para andar mandoneándome."
*¡¡¿¿Qué- qué??!!... ¿Más
fáciles?, ¿ella dijo más fáciles?... ¡¿Más
fáciles cómo?!* - fueron los pensamientos que surcaron por la
mente del pequeño guardián, más su orgullo le impidió
exteriorizar dichos pensamiento... si era lo que ella quería, al parecer
sus presentimientos no eran del todo errados, ella... a ella... el papá
de Sakura... Kero suspiró casi en derrota.
"¡No te quedes allí flojeando!" - sentenció de
pronto la imponente felina - "No te desperté para que te quedes
flotando como un holgazán, comienza a ayudar con la mesa por lo menos.
Podrás trabajar más rápido bajo tu verdadera forma."
¿Quién era ahora quien estaba mandoneándo?. Murmurando
por lo bajo, Kero adoptó la enorme forma de Kerberos, y comenzó
a ayudar a Adrastea, más no podía evitar el mirarla de vez en
cuando sonrojado, ella era hermosa.
Eran casi las 8 de la mañana cuando se sintió a alguien bajar
por la escalera; pero Kerberos estaba tan ocupado renegando internamente que
no se dio cuenta hasta que era muy tarde, y en cuanto a Adrastea, ella sabía
que no era el amo Fujitaka, así que hizo como si no hubiese escuchado
nada.
De pronto, ante el terror de Kerberos, el malhumorado rostro de Touya asomó
por el barandal, solo para ver a las dos felinas figuras trabajando en la cocina.
Touya afirmó más su ceño, y mostrando una felina rayita
en lugar de cada ojo, dijo con su habitual fastidio.
"Espero que no hayan llenado de pelo todos los platos, no pienso desayunar
pelos de peluches o bichos."
"¡A quien llamaste pelu..!"
Pero Kerberos no pudo terminar la frase, debido a que Adrastea de pronto estaba
sentada encima de él, y con voz grave le advertía mientras le
aplastaba el hocico con una pata.
"Vas a despertar al amo Fujitaka... deja de gritar." - y luego salió
de encima de éste y continuó con lo suyo.
Touya miró extrañado la escena, cualquiera diría que esos
dos estaban peleados. El muchacho bajó y se sentó a la mesa observando
a la extraña pareja, cada vez entendía menos. Decidió hacerse
su propio desayuno, más ante su asombro, de pronto una plateada pata
le impidió levantarse, y Adry le puso una cesta de panes de molde delante,
y mantequilla y queso para untar, junto con un cuchillo.
"Gracias." - fue todo lo que pudo decir el muchacho antes de llevarse
un pan que había untado recientemente con queso a la boca, tratando de
no decir nada más.
"De nada." - fue la respuesta .. ¿cariñosa?... de la
enorme felina; bastante contrastante con la actitud que le había notado
para con el peluche. Algo raro estaba sucediendo allí.
Pasaron como unos treinta minutos más antes de que Sakura se levantase;
y por lo menos una hora más antes de que un bastante descansado Fujitaka
se apareciese en la planta baja, algo abochornado por haberse quedado dormido
de esa manera.
Luego de eso, el día continuó tranquilo, excepto por el hecho
de que Adry había estado arrastrando todo el día a Kero con ella
(literalmente hablando, lo jalaba de una patita si es que no estaba siendo cargada
por Fujitaka junto a Kero); siempre al alcance de la vista de Fujitaka, por
lo que el pequeño guardián ni siquiera podía irse a su
habitación para estar tranquilo (que era todo lo que quería Kero
en realidad en aquel día); por lo que al final del día domingo,
Kero estaba que echaba chispas a causa de Adry, y las pocas veces que ambos
se quedaron solos, ella simplemente se iba para otro lado, como si lo estuviese
evitando.
Por su parte Touya se preguntaba que rayos estaba pasando por las cabecitas
de esos dos.
Kero se paseaba como león enjaulado en el cuarto de Sakura. Por fin había
logrado zafarse de Adry, pero le molestaba lo que había venido pasando
ese día. Esperó y esperó durante un par de angustiosas
horas, hasta que Sakura y Adry llegaron a la habitación.
Adry conversaba muy feliz con Sakura, por lo que Kero no se atrevió a
acercase a ella para hablarle como quería, debido a que sabía
que estallaría apenas cruzase palabra alguna con la felina; así
que esperó pacientemente hasta que Sakura entró al baño
para asearse antes de ir a dormir... pero una vez que esto sucedió...
"¡¿Se puede saber a que rayos has estado jugando todo el díiiiiiiiaaaaaaa?!"
- Kero se dirigió hasta donde se encontraba la pequeña Adry mostrando
toooodo su enojo.
"¿Disculpa?" - fue todo lo que dijo la pequeña gatita
de manera tranquila, y casi dando a entender que en realidad no sabía
lo que estaba sucediendo.
Kero no podía creerlo, luego del horrible día que había
pasado... ¡ella lo negaba todo!. Y justo cuando Kero estaba por volver
a reclamarle de nuevo y de manera más específica, Adry lo miró
de arriba abajo y con un aire de insoportable superioridad la pequeña
gatita dijo...
"Creo que no estás en condiciones de hablar civilizadamente conmigo
en este momento, así que me iré al cuarto del amo Fujitaka a dormir.
Buenas noches; y me despides de Sakura." - y dicho esto la gatita dejó
al pequeño guardián con las palabras en la boca.
Mientras tanto; Kero decidía que iba a hablar con ella al día
siguiente, costase lo que eso costase.
**********
Lunes por la mañana, y la verdad que el día había amanecido
bonito.
Adry escuchó un ruido entre sueños que la comenzó a despertar;
y poco después de abrir los ojos sintió el familiar toque cariñoso
de su amo tras su orejita. Un nuevo día había empezado.
Luego de la rutina de cada mañana para despertarse e ir a preparar el
desayuno de los lunes; Adry leyó la pizarra dándose cuenta de
que el joven amo Touya se quedaría ese día en casa, debido a no
iba a haber clases en la preparatoria. Bien, uno que por lo menos iba a poder
dormir ese día hasta tarde... que envidia.
Efectivamente, Sakura bajó volando a desayunar como siempre, y poco después
bajó Touya, aunque vestido aún con sus pijamas.
"Buenos días papá." - saludó Touya al ingresar,
y luego con sarcasmo esbozó una sonrisa al saludar a la pequeña
monstruo... Sakura reaccionó como siempre.
"Buenos días hijo. ¿Planeas quedarte hoy en casa?".
"No, no puedo. Pienso salir hoy a un trabajo que conseguí en el
centro... aunque si voy a salir algo tarde."
"Bien, te deseo suerte en el trabajo hijo."
"Hmmm... gracias."
En ese momento alguien tocó a la puerta; y a Touya le salió una
enorme gota.
"¡Que tengas buen día en tus clases hija.!"
"¡Gracias papá!." - gritó Sakura mientras salía
corriendo a toda velocidad para irse junto a Shaoran.
Fujitaka se aseguró de poner todos los platos en el fregadero, y los
dejó allí pues Touya le había dicho que él los lavaría
en un rato, aunque primero debía ir a buscar algo a la planta alta. Fue
entonces que Fujitaka recordó que debía revisar en su maletín
si estaba llevando consigo las pruebas para el examen que iba a tomar ese día,
y grande fue su sorpresa al darse cuenta que no estaban... ¿qué
raro?, él hubiese jurado que las pruebas las puso por la noche en el
maletín. No importaba, lo único que tenía que hacer era
ir por ellas a su habitación, así que subió a la planta
alta.
Luego de que todos se fuesen de la cocina, Adry caminó hacia el maletín
de Fujitaka, y se colocó al costado de éste. Con suerte y si su
plan funcionaba, entonces él estaría allí en tan solo un
par de...
De pronto una conocida sombrita cruzó por delante de la gatita, y en
menos de lo que Spy puede decir algo sarcástico, Kero estaba en frente
de Adry y con un muy evidente mal humor.
"¡Suficiente!" - chilló el pequeño guardián.
- "¡Ahora mismo me vas a explicar que a estado pasando últimamente
contigo para que me trates así!."
Adry miró a Kero casi desafiante, y se paró bastante derechita
frente a su ... príncipe. Kero ya se suponía que le iba a salir
de nuevo con que no sabía de lo que le estaba hablando, más lo
que escuchó lo sacó de la onda en la que estaba.
"Pues si en realidad quieres saber que es lo que me pasa a mi, primero
respóndeme que es lo que te estuvo pasando a ti durante todos estos días;
porque hasta donde yo recuerdo, fuiste TU el que comenzó con esto de
ignorar al otro."
Kero se estaba comenzando a sentir en realidad incómodo. Era cierto,
pero lo había olvidado debido a lo molesto que se encontraba con Adry;
al parecer iba a tener uno de esos momentos donde tenía que dar molestas
explicaciones, o ...
"Mira, mejor olvídalo, de acuerdo?... No quiero hablar de eso."
Pero Adry no pensaba dejar que todo su trabajo para lograr que Kero le confesase
que era un gran tonto se echase a perder, así que tomando al toro por
lo cuernos.
"Aja!, así que a mi si me puedes reclamar el que yo no te dirigiese
la palabra.... ¡Pero yo no puedo!. Pues lo siento, pero a mi me hablas
claro... ¡¡¡¿Qué demonios te comenzó
a pasar por esa cabeza hueca tuya para que te comportaras tan idiotamente?!!!."
"¿Insinúas que soy un idiota?."
"¡¡¡Lee entre líneas si es que no entiendes!!!"
"¡¡¡PUES YO NO SOY EL QUE COMENZÓ A BABEAR POR
EL PAPA DE SAKURA!!!"
"¡¡¡YO NO BABEO POR NADIE!!!"
"¡¡¡PUES NO LO PARECE!!!. ¡¡¡ADEMÁS
TE LARGAS TODOS LO MALDITOS DÍAS CON ÉL!!!... ¡¡¡¿CREES
QUE NO ME HE DADO CUENTA, O QUE SOY QUE?!!!"
"¡¡¡¿ENTONCES ESO CREES?!!!"
"¡SI!"
"¡¿SI?!"
"¡SI!"
Adry miró a Kero con los ojos entornados, y al escuchar al amo Fujitaka
bajando de nuevo tras haber encontrado los exámenes esbozó una
peligrosa y felina sonrisa; tras lo cual dijo con tono calmado.
"Pues para tu información, yo voy a ayudarlo... pero parece que
no lo creerás si no lo ves por ti mismo, así que..."
Y tomando su verdadera forma por un momento; Adrastea metió de un garrazo
al pequeño Kero al maletín, y luego la pequeña Adry se
metió también cerrando el maletín; y antes de que pudiese
suceder alguna cosa más, Fujitaka tomó el maletín con apuro
y corrió al carro, pues de lo contrario iba a llegar tarde a su clase.
*¿Qué raro?* pensó el profesor al tomar el maletín,
*Está más pesado que de costumbre... ¿será que Adry
estaba subiendo de peso?.* El profesor se sonrió ante tal pensamiento,
y se apuró en la carretera para llegar a tiempo y poder sacar a Adry
en el salón, a ella no le gustaba que la sacaran en el carro... era como
si se sintiese descubierta antes de tiempo o algo así.
Mientras tanto, aún sentado en la escalera; Touya seguía mirando
el lugar donde había estado hasta hacía un par de minutos el maletín
de su papá.
"Lo único que faltaba en esta casa... una pelea doméstica
de bichos y peluches. El mundo esta peor cada día." - terminó
de decir con una gran gota y un par de felinas rayitas en su ojos en lugar de
sus pupilas.
**********
Fujitaka llegó al salón con tan solo unos segundos de tiempo a
su favor; así que luego de pedir disculpas a sus alumnos, y pedirles
de paso que se acomodasen para que rindiesen su examen; abrió el maletín
para sacar las pruebas, y de paso a Adry también; y mayúscula
y divertida fue su sorpresa al encontrar no solo lo esperado, sino también
de paso al pequeño peluchito de su hija, el cual estaba bien sujeto de
una orejita por Adry, quien en esos momentos lo estaba mordiendo... muy fuerte.
Una risa general inundó el ambiente, mientras que Adry sacaba a Kero
con mucho orgullo del maletín; y de paso con algo de apuro, porque si
con uno solo era difícil respirar allí, con dos...
"Bueno chicos, tranquilos... hora de dar el examen." - dijo el profesor
al calmar a los muchachos y mostrarles las pruebas, ante lo cual un 'NOOOO'
general le sacó una ligera sonrisa; pero la verdad que todos sus alumnos
estaban listos, y Fujitaka comenzó a repartir los exámenes. -
"Bien, ya conocen el procedimiento... nadie habla, no volteen. Concéntrense
en su exámenes, y como recomendación, si no recuerdan la respuesta
de una pregunta, pasen a la siguiente... no se queden estancados en esa pregunta,
podrán responderla luego. ¿Listos?. Comiencen."
Y así empezó el examen. Kero entonces creyó que como el
papá de Sakura iba a estar ocupado vigilando a sus alumnos, podría
hablar con Adry aunque sea bajito, grande fue su sorpresa al darse cuenta de
todo lo contrario, pues Fujitaka se sentó tras su escritorio, mientras
que vio a Adry paseándose por todos lados con un pasito continuo que
dejó ver que quien vigilaba era 'ella'.
Adry por su parte, estaba demasiado ocupada en ese momento viendo que ninguno
de los chicos y chicas hiciese alguna cosa que no se debía de hacer (esta
ya era su tercera vez como vigilante en un examen), pues eso ponía muy
triste a su amo Fujitaka, y ella no lo quería ver triste. Así
que poco a poco el tiempo pasó, y luego de terminar el examen con el
primer grupo, venía otro examen más con el segundo grupo del día
(el amo Fujitaka había dicho algo de terminar de tomar los exámenes
a todos sus grupos a más tardar ese miércoles); y de esa manera,
pronto llegó el mediodía, con Adry de vigilante, Fujitaka revisando
exámenes de grupos anteriores, y con Kero sobre el escritorio, ahora
por lo menos sentado en una posición más cómodo (ya que
Fujitaka lo acomodó), y observando algo avergonzado que su Adry si trabajaba
duro cuando estaba con el papá de Sakura (y es que no se supone que Fujitaka
se haya dado cuenta recién ese día que Adry podía vigilarle
a su alumnos, debía de haberlo hecho antes; o por lo menos eso llegó
a razonar Kero).
Al llegar el mediodía, Fujitaka Kinomoto se decidió a salir rápido
para poder comer antes de la 1 de la tarde, y es que ya se había hecho
a la idea de que sería retrasado por los estudiantes que hubiesen guardado
algún regalo para la gatita... osea por todos los estudiantes de la facultad,
y alguno que otro de otras facultades. El que se llevó la sorpresa de
su vida fue el pequeño Kero, al ver que tan estimada era su gatita en
aquel lugar, y como todos sin dudarlo la acariciaban y le daban montones de
comida... y muchos, muchos dulces.
Luego de poder llegar a su oficina luego de un reconfortante almuerzo, Fujitaka
se decidió a seguir con su investigación, era su mayor prioridad
en el campo laboral en ese momento. Así que con cuidado depositó
a la pequeña Adry en el escritorio, junto a todos sus regalos de día
y su 'novio'; además de su maletín y una buena taza de café,
claro está.
Pronto el buen profesor comenzó a trabajar, para lo cual ya estaba prendida
la pequeña radio con la cual Adry y él alegraban sus horas de
trabajo; y con la gatita meneándose contenta mientras observaba las figuras
de los libros y manuscritos que su amo había elegido ese día para
trabajar. Kero no pudo menos que sorprenderse al ver a Adry pasarle lapiceros,
lápices y borradores al papá de Sakura; saltar de un lado al otro
para sostener y mantener abiertos los libros que muchas veces se mantenían
solo de milagro en el estrecho y bastante ocupado escritorio de la oficina;
e incluso apretar la tecla de guardado del teclado cada cierto tiempo para no
perder los documentos que el profesor redactaba en su computadora... ¡Nunca
descansaba!, la había visto moverse todo el día sin parar desde
el momento en que llegaron a la institución. Pero no fue hasta mucho
más tarde, cuando Fujitaka decidió tomarse un descanso, que Kero
comprendió cuán equivocado estuvo al creer que a su chica le gustaba
aquel humano.
Eran casi las 6 de la tarde, cuando de pronto Fujitaka comenzó a reír
de una manera leve, parando así en ese momento todo su trabajo. Adry
no pudo menos que mirarlo extrañada un momento, y presintiendo el motivo
acerca del cual procedía esa risa, se sentó derechita frente a
su amo, luego claro está de guardar por última vez el documento.
Fujitaka paró de reír un momento y miró a la gatita algo
apenado.
"Lo siento... es que no lo puedo evitar. Recordé algo muy gracioso
que le sucedió a Nadeshiko poco después de que nos casamos...
no recuerdo si ya te lo conté; es que te he contado tantas cosas."
- terminó de decir Fujitaka con algo de nostalgia.
Adry solo lo miró y dirigiéndose hacia las fotos que Fujitaka
tenía sobre su escritorio olfateó la de Nadeshiko.
"Si." - dijo con alegría el profesor- "Ella es... creo
que ya sabes muy bien quien es mi Nadeshiko, cierto?, siempre hablamos de ella...
¿quieres que te cuente?." - terminó expresando el buen hombre
con un repentino brillo en los ojos.
"Miau!." - fue la respuesta efusiva de la gatita, quien no dudó
en acomodarse mejor para el relato.
"Bien, fue como tres meses después de que nos casamos... ella aún
seguía en el colegio, y teníamos unos cuantos problemas para repartir
nuestro tiempo, así que al final no teníamos mucho tiempo de pasarla
juntos. Entonces, un fin de semana se presentó la oportunidad perfecta;
íbamos a tener un fin de semana largo debido a un feriado que se aproximaba,
y decidí tomar los ahorros que tenía para ocasiones especiales
y llevarla ese fin de semana a la playa; y es que debido a la boda rápida
que tuvimos, y como ambos estabamos atados a las clases de una forma u otra...
pues no tuvimos una luna de miel en el estricto sentido de la palabra... quería
compensarla. Pues bueno, la llevé a la playa tal y como me propuse, aunque
no pude conseguir algo tan bonito como yo quería, pero al final estabamos
juntos, y eso era lo que importaba. Recuerdo que fue el segundo día,
íbamos a hacer un picnic cerca de la orilla ese día, así
que Nadeshiko lo arreglo todo lo mejor que pudo, e hizo una deliciosa canasta
para los dos. Cerca de las 10 nos fuimos con la canasta, un mantel, un par de
frazadas y material suficiente para una fogata; los dos queríamos estar
todo ese día en la playa." - ahora la voz de Fujitaka sonaba nostálgica,
como si se hubiese sumido en sus recuerdos; lo cual no era nuevo para Adry -
"Entonces; nos sentamos y estabamos a punto de comernos los deliciosos
emparedados que Nadeshiko había hecho para el almuerzo (en esa época
no contábamos para más); cuando de pronto vino una enorme ola
que nos mojó a nosotros, la comida... y los leños de la fogata."
- Fujitaka estaba riendo de nuevo- "Deberías de habernos visto;
estabamos mojados hasta los huesos... y ese día habían pronosticado
que no habría marea ni olas... jajaja... en fin; en ese momento no sabíamos
si reír o llorar, cuando de pronto apareció un pecesito dentro
de nuestra canasta de picnic, al parecer lo había arrastrado la ola.
A Nadeshiko se le llenó el corazón de lástima, y antes
que yo pudiese decir algo salió corriendo junto al pez en la canasta
para devolverlo al mar; solo que al adentrarse al agua para soltarlo se tropezó
con alguna roca y cayó al agua; tuve que nadar con todas mis fuerzas
para alcanzarla antes de que se la llevase la corriente." - Fujitaka suspiró.
- "Fue la mejor luna de miel que pude haber pedido jamás; ella estaba
tan feliz de haberlo devuelto al mar... su sola sonrisa fue mi mejor recompensa."
Fujitaka paró un rato y miró a la gatita que lo miraba atenta;
y el hombre sonrió.
"¿Sabes?, aún no he podido contarle esa historia a Sakura
o a Touya; apuesto a que ambos les gustaría mucho saberla. Si no estuviesen
tan ocupados tal vez, pero mis hijos tienen demasiado trabajo. ¡Por supuesto!,
en la reunión que tendremos este fin de semana... ¿crees que les
moleste mucho si les cuento esa historia frente a sus invitados?... o tal vez
la de la vez que Nadeshiko me trajo mi primer almuerzo hecho en casa; ese fue
un momento muy especial también, me encantaría que los chicos
lo conocieran... ¿te gustó a ti?, ¿qué opinas?."
Fujitaka hablaba ahora de manera emotiva, mientras seguía rememorando
otros sucesos que le había contado con anterioridad a la minina; y esta
lo escuchaba tanto encantada como atenta. Por su lado, el pequeño guardián
de las Sakura Cards se dio cuenta por primera vez desde que lo conociese...
cuan solo estaba el padre de Sakura, y cuanto iba aumentando aquella soledad
a medida que pasaba el tiempo.
Pasaron unos cuantos minutos cuando de pronto la puerta sonó muy ruidosamente;
y para Adry no fue difícil suponer a quien iban a encontrar luego de
que el amo abriese. Y tenía razón, allí estaba la alegre
señorita Momiji con una gran sonrisa en los labios, lista para hablar
hasta dejar a todos sordos.
"Hooooooolaaaaaaaaaaaa!!!!!... "- saludó Momiji al entrar a
la pequeña oficina, mientras que buscaba con la mirada a la pequeña
Adry, tras lo cual se entablo una ya habitual pequeña batalla visual
entre las dos; más un par de segundos después, Momiji le hacía
cariñitos en la orejita a la gatita.
"Que tal Momiji. ¿Pasaste un buen fin de semana?."
"¡¡¡Por supuesto que si!!!, y será mucho mejor
el que viene porque me voy a una fiesta en tu caasaaa..." - expresó
Momiji en un tono musical y divertido.
"Es solo una reunión..." - comenzó a decir Fujitaka,
pero fue interrumpido por un.
"Ay, ¡No seas aburrido!; deja que me imagine una gran fiesta por
lo menos hasta que llegue el día, tu piensa lo que quieras... luego yo
me encargo de que lo que yo estoy pensando sea lo que suceda al final... jejejeje..."
"Ahh... eres imposible."
"Gracias." - dijo la dama antes de fijarse en Adry recostándose
contra cierto peluchito (y es que las visitas tan movidas de la señorita
Momiji le daban sueño). - "¿Y eso?" - preguntó
Momiji con curiosidad.
"Ya te hablé de él... es el novio de Adry; te dije que no
andaba ni un segundo sin él en la casa; arrastra al pobre peluche a todos
lados, yo no se como hace para que no se ensucie."
"¿En serio es tu novio?... ¿Me lo regalas?." - dijo
la dama algo juguetona, a lo que Adry puso una patita posesiva sobre Kero y
la miró desafiante. - "De acuerdo!, ya entendí. ¡¡¡Vaya!!!,
nunca te hubiese terminado de creer si no lo veo.... jajajajajajaja."
Ambos adultos empezaron a hablar de ese y otros temas, mientras que Adry aprovechaba
para dormir un poco en su cajón; sabía que con la señorita
Momiji allí, su amo no se sentiría triste y mucho menos solo,
así que podía darse el lujo de descansar un poco. Por su lado,
Kero se encontraba rojo de la turbación; no podía creer como lo
habían clasificado (en especial porque no se había equivocado
el papá de Sakura en la denominación)... pero él si se
equivocó de todas las formas posibles en cuanto a su amada... Oh!, Dios!;
de seguro que Adry lo odiaba. Entonces la observó, dormía como
un ángel... y era la primera vez que la veía descansar en todo
el día.
Kero observó a los dos humanos; estaban demasiado ocupados hablando para
darse cuenta de nada, era su oportunidad. Sigilosamente se acercó al
cajón donde se encontraba Adry y se metió en este; necesitaba
hablar con ella.
Por su lado, a Adry casi le da un ataque al ver a Kero a su costado, mientras
que su amo aún estaba despierto, y para colmo hablando con la señorita
Momiji.
"¡¿Estás loco?!" - susurró Adry lo más
bajo que sus nervios le permitieron.
"Por favor!"
"De acuerdo... pero tendrás que seguirme el juego."
Un lastimero maullidito se dejó oír, y al voltear Fujitaka pudo
ver a su amiga tratando de bajar junto al peluchito de su hija.
"¿Quieres que te baje?"
"Miau."
Fujitaka bajó a ambos, y de pronto Adry estaba arrastrando a Kero hacia
la puerta.
"Sabes Fuji; creo que ella quiere salir."
"Que raro, nunca antes ha querido salir."
"Aja!, es que nunca antes trajo a su novio al trabajo." - respondió
traviesa Momiji, a lo cual Fujitaka mostró una sonrisa al abrir la puerta
y ver a su amiga salir lentamente con el peluche detrás.
Una vez fuera, Adry dejó de arrastrar a Kero y este comenzó a
volar bajo detrás de ella; ambos fueron por las partes oscuras y en completo
silencio, y continuó así hasta que salieron del edificio y luego
caminaron un poco más. De pronto Adry paró su marcha, necesitaba
saber si él por fin lo había comprendido.
"¿Entonces?"
Kero bajó la mirada; se sentía muy avergonzado. Bajo al suelo
y movió una patita sobre la tierra.
"Entonces... lo siento. Me precipité al juzgar; pero..."
"¿Si?"
Kero suspiró.
"Nunca ... yo...; no creí que estuviese tan..."
"¿Solo?"
Kero volvió a suspirar; esta vez en derrota.
"Si; solo. Es que... ¡Esa casa es tan alegre!... y él siempre
sonríe..."
"Es cierto; no es fácil darse cuenta... por lo menos no con alguien
tan amable como él; a menos... que hayas experimentado antes la soledad
en carne propia."
"Adry..." - la voz de Kero apenas y fue un murmullo.
"Antes de conocer a Sakura..." - Adry continuó - "...antes
de siquiera de conocerte a ti aquella noche en China; yo siempre estuve sola
Kerberos, desde el momento en que nací, yo sé lo que se siente;
y puedo reconocer a alguien que se siente solo cuando estoy a su lado; y el
amo Fujitaka lo está ahora, porque solo tiene a sus hijos, que ya están
creciendo y haciendo sus vidas... y que lo estará aún más,
porque llegará el momento en el que tanto Sakura como el joven amo Touya
se irán cada uno por su camino, y él nunca hará nada por
detenerlos, porque los quiere felices... jamás dirá cuan solo
se puede llegar a sentir, aún cuando todos sepan que perdió a
la única persona que designó para compartir el resto de su vida;
así que todos dan por sentado que para él todo está bien,
cuando no es cierto... en lo absoluto."
Kero estaba sin palabras; él jamás imaginó... ese hombre
estaba siempre tan alegre y sonriente; era muy difícil pensar que alguien
como él se sintiese tan solo.
"Por eso Kerberos... no te molestes conmigo, pero quiero poder permanecer
a su lado todo el tiempo que pueda. Sakura te tiene a ti después de todo,
además del joven Shaoran y la señorita Tomoyo; y el joven amo
Touya tiene, en cierta forma, a Yue siempre con él. El amo Fujitaka era
el único en la familia sin un guardián a su lado, déjame
ser ese guardián Kerberos, déjame acompañarlo el tiempo
que el destino me permita hacerlo. Por favor." - las últimas palabras
de Adry casi y eran una súplica.
Kero la miró, ella lo había llamado por su nombre real durante
toda la conversación; esto en realidad era algo serio, y muy importante
para ella. Y ahora él lo entendía todo.
Kero se acercó a Adry y la besó tiernamente en el hociquito.
"De acuerdo, eres oficialmente decretada como la guardiana del papá
de Sakura." - Adry se tiró emocionada encima de Kero, abrazándolo
muy fuerte y el pequeño guardián sonrió. - "Pero..."
- continuó el guardián ahora en un tono más divertido y
muy propio de sí- "... eso tendrá un pequeño costo;
y creeeeeo que puedes empezar a pagarme con esos deliciosos caramelos que te
dieron todos esos chicos el día de hoy."
"Ahhh... así que ahora hay un pago... bueno, entonces serán
todos los caramelos que me den; claro que para eso tengo que seguir viniendo...
tu sabes, convertirme en una minina trabajadora; aunque hoy en día ambos
deben salir a trabajar para mantener el hogar."
"Bueno, si... pero ... no hablemos de eso ahora; más bien empecemos
por un adelanto del pago, quiero algo dulce."
"Pero Kero, yo no me traje ningún caramelo."
"Quien dijo que solo los caramelos son el único dulce que me puedes
ofrecer... ven aquí con esos dulces besitos pequeña ayudante del
profesor."
"Ahhh... de acuerdo." - y Adry le dio un besito a Kero tal y como
él se lo había pedido, tras lo cual ambos salieron caminando luego
hasta un lugarcito descampado, donde en la inmensidad de la noche, contemplaron
las estrellas y la luna iluminar aquel bello firmamento, mientras que desde
algún lugar del patio del campus, alguien había prendido una radio
de la cual salían las notas de la canción preferida de Adry, ideal
para dicho momento.
Fin del primer sidestory
Notas de autor:
Ohayooooo minnaaaaa:
Aquí estoy después de tiempo con la continuación que les
prometí, aunque primero debo de terminar los sidestories, que como dije
son tres y aquí va el primero. Espero que les haya gustado.
Bueno, tomé un punto en el que siempre he pensado, y quise expresarlo
para ustedes, y de paso le conseguí una ayudante al buen profesor; que
si fuera por mi se va a enseñarme clases a mi universidad... jejejejeje,
ya quisiera.
Bueno, como ya lo dije en capítulos anteriores, y lo repito en este sidestory;
la canción favorita de Adry es Honey!, y aprovecho para colocar la letra
de tan linda canción, para que así todos la puedan cantar si se
presenta la oportunidad.
Honey!
( 2nd Ending Theme-Chihiro)
Mado-be ni hitori hoozue tsuite
Yamanai ame wo jitto mite 'ru
Kyou wa zutto hitori
Hiroi atsumeru kioku wa takaramono
Kyun to shichau
Ah Fushigi da ne
Omoidasu dake de yasashiku nareru
Atatakai miruku ni
Amaku hirogaru hachimitsu-mitai da ne
Kokoro tokasu yo
Sono hohoemi wa sou Totteoki no Honey
Miageru sora Orion no rubii
Watashi dake no puranetariumu ni ne
Youkoso kon'ya mo
Issho ni iru to mitsumerarenai
Ima wa hyakuman-bai no zuumu appu de
Sora ni egakou
Ah Suteki da ne
Donna toki datte soba ni iru mitai
Kanashii namida ni
Hiza wo kakaete nemurenai yoru demo
Yuuki wo kureru yo
Sono hohoemi wa sou Totteoki no Honey
Tsubasa wo hirogete
Maiorite kuru hoshizora no you da ne
Tsuyoku nareru yo
Sono hohoemi wa sou Watashi dake no Honey
Un bechito felino a todos y nos vemos en el siguiente sidestory; y con suerte
nos vamos a una excavación. Como siempre, sugerencia, comentarios, críticas
constructivas, tomatazos y demás a [email protected], o a [email protected];
estaré esperando ansiosa.
chibineko =^.~=