| |
![](../../../images/mundologo.gif)
|
|
10 / El Mundo
/ Miércoles / Caracas , 07 de Julio de 2004 |
|
Mirando el vecindario
Agenda exterior de un país continente
Esta semana,
el presidente mexicano Vicente Fox, visita Suramérica
comenzando por Brasilia y São Paulo. Desde allí viajará junto
al presidente Luiz Inacio Lula da Silva hasta la provincia
argentina de Misiones.
Importante el encuentro personal Fox-Lula, ya que ambos países
son percibidos como potencias regionales rivales en cuanto a
la vocería del hemisferio.
El día siete se abre en Puerto Iguazú, Argentina, la vigésima
sexta reunión presidencial del Mercosur. Dos temas resaltan:
la solicitud mexicana para entrar al esquema sureño; y la
creación de un tribunal permanente para la resolución de
controversias dentro del grupo. La posición de Brasil ante la
solicitud mexicana será esencial, ya que en el pasado, cuando
Carlos Menen impulsó acuerdos Argentina-México, Brasil vio con
malos ojos el avance mexicano en tierras sureñas.
El jueves, Lula da Silva abandonará Misiones acompañado del
presidente boliviano Carlos Mesa: ambos compartirán avión en
viaje hasta Santa Cruz, para cumplir una esperada visita
oficial del mandatario brasileño al oriente boliviano.
Como hemos comentado en otras ocasiones, Bolivia confronta una
grave inestabilidad política cuyo argumento es el manejo de
los yacimientos gasíferos. La radicalidad que ha ido ganando
cuerpo en Bolivia queda claramente dibujada en la inminente
realización de un referendo para decidir por el voto popular,
entre otras cosas, el uso del gas como arma política contra
Chile. Los bolivianos de la sierra no quieren vender gas a
Chile pero están encantados por sus negocios con Brasil.
Ya durante el primer gobierno de Fernando Henrique Cardoso
(1995-2000), Brasil decidió modificar su “matriz energética”
diversificando la lista de sus proveedores de combustibles.
Comenzó así la compra de petróleo a Venezuela y la
construcción de gasoductos desde Bolivia. Desde entonces, el
peso de Brasil en la economía boliviana ha ido aumentando.
En el primer trimestre de 2004 el 30% de las exportaciones
totales bolivianas se dirigieron a Brasil. El 25% de las
exportaciones totales bolivianas fueron de gas y el comprador
único fue Brasil. La dinámica comercial Brasil-Bolivia se hace
especialmente notoria en el oriente boliviano. Las cifras
señalan que en el último año las exportaciones realizadas por
el fronterizo Puerto Suárez crecieron 85% .
Pese a los descubrimientos gasíferos en la costa brasileña,
ese país no pretende abandonar su esquema de relaciones con
Bolivia basadas en el gas. Lula llega a Santa Cruz este jueves
para anunciar la condonación de deuda, la concesión de un
crédito de US$ 600 millones para la construcción de los 500
kilómetros de carretera entre Santa Cruz y la frontera; y para
que sus ministros firmen acuerdos sobre proyectos de
desarrollo fronterizo (generación eléctrica y petroquímica)
con asiento en Puerto Suárez.
Negociar con México, fortalecer el Mercosur y expandir
intereses en Bolivia: es parte de la agenda de esta semana del
presidente de un país con visión de país-continente.
|
|
Los
bolivianos de la sierra no quieren vender gas a Chile pero
están encantados por sus negocios con Brasil
|
|
|
© Copyright 2004.
Cadena Capriles C.A.
Todos los Derechos Reservados |
|
|