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ENTER THE MATRIX DESCUBRE EL MUNDO REAL El control del personaje es bueno, pero
hasta ahí nomás. No es lo mismo hacer un salto normal que hacerlo mientras
utilizas el Focus, con él podrás saltar hasta seis u ocho veces mas largo que
si no lo usaras. El sonido es alucinante. El mismo ha sido sacado de la película, y ni hablar de los efectos de las pistolas, las metralletas, escopetas y las patadas y los puños.
Es cierto que algunos aspectos quedaron descuidados en este título. Por ejemplo la cámara que en ocasiones se pone un poco molesta, o el modo en que los personajes suben por las escaleras y ni mencionar la gracia que tiene cuando los ves trepar por alambrados o cosas así. También un poco descuidado es el hecho de los objetos en pantalla, como trabarse contra algo, o querer atravesar ventanas (algo medio jodido), y ni mencionar cuando venís en el aire al mas puro estilo Matrix ya casi llegando hasta tu enemigo, cuando de pronto un objeto como ser un escritorio no te deja seguir avanzando. Otro punto que podríamos decir que es poco trabajado fueron los escenarios, algunos carecen de objetos, o por ejemplo detalles como las ruedas de los vehículos que son prácticamente un polígono con forma de pentágono. Ese no es el caso de los personajes, que están muy bien detallados, prácticamente reconocibles a los de las película, en eso si se nota que hicieron mucho hincapié.
En conclusión, Enter the Matrix resulta un juego muy bueno para los fans de Matrix, quienes lo disfrutarán a más no poder, sobre todo por las escenas que fueron filmadas por los mismos actores y que revelan más de esta alucinante historia. Y para aquellos que no sean tan fanáticos, lo mejor es que lo vean primero. De todas formas lo más probable es que lo terminen comprando por la acción frenética que posee, pero si no son fans de Matrix, el juego puede volverse repetitivo, dado a que la mayoría de los niveles consiste en lo mismo, correr, matar, golpear, disparar, esquivar, escaparse de los agentes y cosas por el estilo, asi que consideren bien qué es lo que van a hacer.
POR CARLOS GOIRAN |
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