Estampas

ANIVERSARIO 60

Serie Nuestro POP de los ochenta.

Efraín Castillo |  27 de octubre de 2013

Hace 30 años, estos 12 intérpretes llenaron de música y emoción a la juventud venezolana. Hoy sus canciones siguen siendo referencia de popularidad.

Fue un movimiento extraordinario y sin parangón en la historia musical del país. Ninguna década ha legado tanto al repertorio popular venezolano como la del llamado Viernes Negro. A causa de la primera devaluación del bolívar (1983) y debido a una resolución oficial que obligaba a poner en la radio un tema nacional por cada canción extranjera (decreto al que se le conoció como "1x1"), eso de importar artistas se hizo muy costoso y la industria discográfica -entonces fuerte y poderosa- se vio obligada a fabricar ídolos locales echando mano a la cantera de músicos, cantantes y compositores jóvenes que experimentaban con estilos variopintos en locales nocturnos caraqueños como el Mau Mau, Pida Pizza, Julius Pub, Cliché o Mister Ribs y que tan solo esperaban ser descubiertos por algún Midas disquero.


MELISSA. Porque fue la "reina del rock", porque fue la primera venezolana en llenar el Poliedro y porque impuso el look de la permanente y las mallas de animal print cantando "No soy una señora".

El resultado del experimento fue maravillosamente explosivo: entre 1980 y 1990, Venezuela parió una camada de cantantes con un sonido moderno e internacional que le habló a los muchachos en su idioma, vendió millones de discos, convocó por miles a conciertos y hasta fue producto de exportación. Entre guerras de minitecas y telenovelas como Abigaíl, Ligia Elena y Las Amazonas, la llamada "Generación Halley" vio nacer y brillar a sus propias estrellas. Algunas fueron fugaces, pero nadie podrá negar que sus canciones todavía suenan -y con fuerza. Aquí un homenaje colorido y brillante a 12 de los más emblemáticos intérpretes "ochentosos" y a los recuerdos melodiosos que dejaron a su paso.



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