Prostitución en un bar de Mazatlán
Blanca
Lizeth Díaz Ríos
Viridiana
Aguayo Lerma
Estudiantes
de primer año (tronco común)
Universidad
de Occidente, Campus Mazatlán
Febrero-Mayo,
2002
Introducción
El origen de la prostitución
es tan lejano como la civilización misma, pero aún no logra ser aceptada
por la sociedad actual. Esta se convirtió en un instrumento preciso para
que mujeres y hombres pudieran satisfacer ciertas necesidades.
El propósito fundamental de la
investigación fue detectar la práctica de la prostitución por parte de
las meseras de un bar de Mazatlán y las causas por las cuales recurren a la
prostitución.
Nos parece interesante realizar
esta investigación ya que nadie ha realizado un trabajo sobre la
prostitución de las meseras en este bar, además que es un tema de interés
que nos llevó a reconocer muchos aspectos que desconocíamos sobre la vida
de los bares. También nos decidimos por este tema por ser factible de
investigar y por facilitársenos la obtención de información.
Método
Para obtener los datos deseados
nosotros decidimos seleccionar un bar del cual teníamos ya referencias
respecto a la práctica de la prostitución por parte de las meseras que
ahí trabajaban.
Con el fin de obtener un
panorama general acerca del las 12 meseras (que representan el total de ese
bar), decidimos realizar una primera entrevista general para detectar a
aquellas que ejercieran dicha práctica. Siendo ya detectadas, se aplicó
una entrevista específica para las meseras dedicadas a la prostitución.
Antecedentes
de la prostitución
La palabra prostitución
procede "de la voz latina <<prostituere>> que significa
originariamente "deshonrar" o "manchar", también es
conocida con el nombre de "meretricio" 1.
Según
el trabajo de Gema Perez, existe una diferencia entre meretriz y mujer de
prostíbulo, ya que "la primera ejerce su comercio clandestinamente y
la segunda lo hace públicamente"2.
Además, señala que en
las inscripciones de Pompeya y algunos textos legales de la época,
"excluyen del concepto de prostitución a la mujer adúltera o a la
mujer que tiene un amante pero incluyen a la mujer que mantiene relaciones
clandestinamente"3.
Actualmente,
se entiende por prostitución el ofrecer favorecer sexuales con personas
extrañas a cambio de dinero u otros objetos de valor4.
Anthony Giddens señala que en la actualidad la mujer prostituta no suele
conocer a sus clientes y, "aunque los hombres pueden convertirse en
clientes ‘habituales’, la relación no se establece en un principio
sobre la base de un conocimiento mutuo"5.
Uno
de los factores que suele identificarse en relación a la prostitución es
la pobreza pues éste se ha convertido en "una importante fuente de
ingreso para las mujeres que la ejercen dentro y fuera de sus países"6.
En relación a esto, Giddens explica que la prostitución "está
directamente relacionada con la desarticulación de pequeñas comunidades,
el desarrollo de grandes áreas urbanas y la comercialización de las
relaciones sociales"7.
Prostitución más allá de
la zona de tolerancia
En 1940, antes de la
instauración de la zona de tolerancia (mejor conocida como "campo
siete", por estar ubicada en las inmediaciones de ese campo agrícola)
los vecinos se quejaban de la proliferación de la prostitución en la
ciudad. A decir de Enrique Vega:
En abril de 1940, celosos de sus deberes morales para
con la sociedad, dos regidores presentaron al ayuntamiento sendos
proyectos para ubicar y delimitar una zona de tolerancia. Afirmaban los
regidores en cuestión, que las familias mazatlecas estaban cansadas de
los continuos escándalos suscitados en las cantinas y en las llamadas casas
de asignación 8.
Pero
aunque para 1941 se decretó su delimitación en el Campo Siete9,
hoy también es evidente su práctica más allá de la zona de tolerancia.
Según declaraciones del licenciado
David Librado Díaz Morales, presidente del colegio de abogados local,
"Carlos de Silva Nava", ahora esta práctica se observa también
en "antros y cantinas con servicio de meseras en todos los puntos de la
ciudad, cuando anteriormente se daba únicamente en sitios apartados donde
las familias íntegras no observaban el nefasto espectáculo que actualmente
hace la meretriz en plena vía pública"10.
Así, al parecer, es probable
que el ejercicio de la prostitución sea común en algunos bares como el de
nuestro estudio.
El bar
Para tener una idea del lugar
en donde se desarrolló nuestra investigación realizaremos una descripción
física del bar. El bar en cuestión está localizado en la zona turística
de Mazatlán, la llamada "zona dorada". Éste cuenta con un
restaurante anexo, el cual se encuentra localizado en la entrada principal,
al fondo del restaurante podemos apenas distinguir el bar. Dentro del
restaurante podemos observar doce mesas y una cocina disponible para los
clientes del bar que desean algún tipo de platillo.
Al bar se ingresa por una
puerta ubicada al fondo del restaurante; dentro del bar hay 85 mesas, un
área pequeña destinada a juegos: cubilete, tiro al blanco, cartas, etc.
también cuenta con una barra de bebidas y una bodega de almacenamiento en
la que se guardan bebidas, vasos, hieleras, etc.
Algunas meseras del bar tienen
ya tiempo trabajando en él, de hecho una de ellas trabaja ahí desde
que se inició el bar (hace 25 años), algunas otras ya habían trabajado en
otros bares mientras que otras acaban de empezar a trabajar y decidieron
hacerlo ahí.
Al bar asisten todo tipo de
clientes, algunos sólo lo hacen por tomarse unos tragos, otros tantos por
ir a ver a las meseras, otros tal vez a ahogar penas en el alcohol, pero hay
quienes, ya afectados por el alcohol se propasan con algunas meseras, según
lo que ellas nos dijeron a todas les toca por parejo, algunos clientes les
tocan las piernas, incluso hasta han llegado a besarlas y levantarles la
ropa.
No obstante, dentro del bar
existen reglas y está prohibido que los clientes las toquen y, por lo que
pudimos observar los dueños son muy estrictos en ese aspecto. Las meseras
nos dijeron que dentro de las condiciones que tienen para entrar a trabajar
ahí es que ninguna propicie situaciones en las que se vea envuelta la
imagen del bar.
Mira ,
muchas veces la necesidad te lleva a hacer cosas que uno no quiere tanto,
verdad, aunque este bar es muy seguro y pos aquí nadie se prostituye
porque, pos, no se permite que ni nos metan mano, pero pos uno que otro
cliente te dice que te da tanto si te vas con él y pos uno se va, no todas
¿eh? pero la verdad yo sí, de vez en cuando.
El bar cuenta con tres
elementos de seguridad los cuales se encargan de detener cualquier pleito o
situación fuera de control. Las doce meseras declararon que sí se sienten
seguras al trabajar ahí porque en cuanto un cliente las quiere tocar o hay
un pleito, inmediatamente acuden los elementos de seguridad contratados por
el bar, y que si el problema es mayor, una patrulla acude de inmediato.
De mesera y prostituta
Del total de las meseras
entrevistadas, cinco de ellas dijeron que en ningún momento de sus vidas se
había dedicado a prostituirse, pero las siete restantes declararon que sí
se prostituían y no se avergonzaban de ello.
Aunque el bar es un medio por
el cual consiguen clientes, la práctica de la prostitución no se ejecuta
dentro del bar, debido a las medidas de seguridad que existen dentro de él.
Y si algún día lo intentaran serían despedidas de inmediato. Lo saben
bien, porque, según comentaron, esto ya ha ocurrido con otras meseras que
inmediatamente fueron despedidas por los dueños del lugar.
Sin embargo, la mayoría de los
hombres con los que se prostituyen son personas que conocen ahí, ya que es
casi el único contacto que tienen, incluso muchos esperan que terminen su
turno en el bar para irse con ellas.
Como podemos observar en la
siguiente gráfica (gráfica 1) el ingreso que obtienen con el empleo de
mesera no es tan bajo, pues en promedio, entre salario y propinas, la que
menos gana adquiere entre 1 000 y 1 500 pesos a la semana, es decir, más de
cuatro veces el salario mínimo. Queremos resaltar que las meseras que
declararon ganar más son las que se prostituyen, éstas dicen tener
ingresos de hasta 4 000 pesos semanales.
Gráfica
1
El precio del servicio varía
según la mujer, una de ellas comentó que es la que cobra más barato (400
pesos), y que lo hace por necesidad no por ambición como algunas de sus
compañeras. El resto se cotiza más alto, por ejemplo, cuatro de ellas
cobran entre 500 y 900 pesos y las otras dos entre 1 000 y 1 400 pesos.
Lo de andar de puta comencé mas o menos hace como
dos años para poder ganar más dinero porque la verdad, con el pinche
sueldo de mesera, como que no me alcanza para nada y pues me metí por
eso, por la falta de dinero, que al cabo aquí en el bar me sobran
cabrones que quieran pagar con tal de que me vaya con ellos. Yo les
cobro mil pesos pero, pues los dejo bien servidos, no se pueden quejar
por el servicio y yo también me quedo muy contenta con el dinero pues,
porque la verdad me hace un parote.
Las meseras que se dedican a
este oficio lo hacen por cumplir y satisfacer ciertas necesidades, estas
pueden ser de distintos tipos: afectivo, monetario, sacar a algún miembro
de su familia adelante, etc.
Mira yo sí tengo razones para prostituirme, neta, desde
hace un año lo hago, pero por necesidad, porque pos yo tengo que mantener a
mi amá y a mi apá que ya están viejos y pos ninguno trabaja, además a mi
hermana que estudia la prepa y a mi hijo de 2 años y pos, cómo le hago,
está dura la situación y pos, además ya me acostumbre, y pos, a mi
también me gusta comprarme mis cositas, pos si tanto que trabaja uno pa’
nada, pos como que no, yo cobro 500, baratito.
Aunque, hay quienes lo hacen
sólo por ambición. Como en el caso de dos de ellas que dijeron sólo se
prostituían por este motivo:
Yo la verdad me prostituyo desde hace 11 años, soy toda
una experta en esto y la neta, no hay porqué avergonzarse; además de que
lo hago porque me gusta mucho el dinero, me gusta comprarme mis cositas y
pos la neta, así se vive mejor, con lujitos.
Yo soy puta porque a mí me pasa un buen traer dinero en
mi cartera, me gusta andar gastando en lo que se me antoje, y pos, mira, ya
hasta mi carro me compré, neta, se siente uno hasta bien cuando trae dinero
de sobra, además soy bien ambiciosa, me gustan los lujos.
Una variable que incide en el
sentido de necesidad, es el número de hijos. La necesidad de alimentarlos,
vestirlos y darles estudios son factores que influyen de manera directa a la
hora que la mujer toma la decisión de prostituirse, refiriéndonos a las
que dicen hacerlo por necesidad y no por ambición.
Me metí de puta desde más o menos hace unos 6 años por
falta de dinero. Pues, les saco lo que puedo, pero regularmente les saco
como de 400 a 1000 y me va muy bien por que ya tengo un dinero extra para
mis dos hijos.
Cinco de las meseras que
ejercen la prostitución tienen al menos un hijo: dos de ellas tienen dos,
otras dos tienen sólo uno y la del mayor número de hijos es una de ellas
que tiene 3.
Yo sí, sí me prostituyo porque tengo tres hijos, y la
verdad que quiero que ellos estudien y se preparen para que al rato no
anden como yo y pos, de ahí saco dinero pa’ los libros y esas cosas,
tú me entiendes.
Tengo dos hijos y pues, por darles lo mejor a ellos fue
que me metí en esto.
Sólo dos de las meseras
entrevistadas no tienen ningún hijo, estas dos fueron las que declararon
prostituirse por ambición.
Otra de los factores que pueden
influir es su nivel de estudios. Es posible asumir que estas mujeres se
dedican al oficio de meseras porque ninguna de ellas cuenta con una
profesión; el nivel máximo alcanzado es el básico.
Estudié
hasta la secundaria; después me salí por andar trabajando en las fabricas
de atún y pues, como no me dio abasto, me metí de mesera.
Del total de meseras
entrevistadas, cuya edad oscila entre los 17 y 31 años, dos no tienen
ningún tipo de estudios, seis de ellas concluyeron la primaria solamente y
sólo cuatro contaban con estudios de secundaria.
Gráfica 2
De hecho las meseras
prostitutas son las dos que no cuentan con ningún tipo de estudios y las
otras cinco sólo terminaron la primaria.
La mayoría de las meseras
habitan en espacios caracterizados como populares tales como la colonia
Juárez, Olímpica y el centro, o en unidades habitacionales tipo
fraccionamiento como Jacarandas, Alameda, Toreo y Villa Galaxia; mientras
que sólo tres de ellas viven en colonias marginadas como Estero del
Infiernillo, Estero y Valles del ejido. Por su parte, de las siete meseras
prostitutas entrevistadas, cuatro de ellas viven en fraccionamientos y las
tres restantes en colonias populares.
La mayoría de las meseras
dejó su hogar a muy corta edad y por consiguiente, se volvieron mujeres
independientes con un mayor número de responsabilidades. Seis de ellas
abandonaron su casa paterna antes de los diecisiete años y una apenas
tenía trece cuando lo hizo. Sólo una vive aún con su madre. Este dato nos
indica la posibilidad de que se prostituyen porque necesitan satisfacer
necesidades que adquirieron a una edad muy temprana.
En cuatro casos abandonaron el
hogar por sufrir algún tipo de maltrato físico o verbal. Según la
declaración de dos de ellas, su padre, después de llegar alcoholizado, las
maltrataba de una "manera brutal", las estrellaban contra las
paredes y posteriormente las azotaban. La tercera dijo que su madre la
encerraba y la dejaba sin comer por dos días, y la otra declaró que a ella
se le agredía verbalmente.
Por otro lado, las meseras que
se prostituyen declararon que cuando vivían aun con sus padres ellos les
dieron la libertad que ellas deseaban, es por eso que se les facilitó el
andar de vagas y por consiguiente caer en la prostitución, declararon.
En opinión de ellas, el tener
demasiada libertad hace que las cosas se vuelvan más fáciles y menos
trascendentes. Un ejemplo es en cuanto a las relaciones de noviazgo. Ninguna
de ellas mantuvo relaciones estables durante la adolescencia, por el
contrario sus relaciones fueron por diversión y sin importancia, según
ellas mismas señalaron. Cuatro de ella declararon que sus relaciones fueron
por diversión, tres dijeron que eran algo sin importancia.
Por otro lado, seis de las
meseras afirmaron tener una relación de pareja; es decir, que tienen
formado un hogar con esposo e hijos y que su marido está conciente que
ellas se dedican a prostituir su cuerpo e incluso algunos las apoyan. Sólo
una de ellas dijo no tener pareja debido a que sólo tiene 17 años.
Conclusiones
De acuerdo con la información
proporcionada por las meseras del bar obtenida a través de un formato de
entrevista, podemos afirmar que el maltrato de sus padres hacia ellas,
aunado con la pobreza y la necesidad de mantener a una familia son probables
factores que inciden a la hora de tomar la difícil decisión de vender su
cuerpo. Además, pudimos observar también que influye mucho el nivel de
escolaridad ya que las meseras del bar no concluyeron ni la preparatoria.
De igual modo en su
adolescencia fueron mujeres liberales, entendiendo por liberales a personas
que se deslindan de cualquier tipo de responsabilidad y se dedican a vivir
la vida a su antojo, ya que afirmaron haberse salido de su casa a una edad
temprana y mantener relaciones de "noviazgo" sólo
para divertirse o
simplemente por decir que tenían novio, por lo que fueron relaciones poco
trascendentales.
Otro dato importante es que
ninguna mesera del bar tiene una buena relación con su pareja, por el
contrario todas coincidieron en que sus relaciones de pareja son malas.
Cumpliendo con el segundo
objetivo de nuestra investigación podemos afirmar que en el bar
seleccionado sí existe la prostitución pero se da de manera indirecta, ya
que, aunque dentro del bar no se ejerce, las meseras lo utilizan como un
medio para conseguir a sus clientes. Las siete meseras prostitutas afirmaron
que el bar es el contacto perfecto para conseguir a sus clientes.
Uno de los motivos puede ser
que no tuvieron la autoridad suficiente por parte de sus padres, la pobreza
en la que vivieron las pudo haber llevado a prostituirse para así poder
obtener más dinero de una manera rápida, la mala relación que tienen con
sus parejas, incluso a algunas de ellas las golpean.
Cualquiera que sea el motivo
por el cual estas mujeres recurren a la prostitución esperamos que al
hacerlo se cumplan sus objetivos de vida y logren satisfacer todas sus
necesidades.
NOTAS
[1]
Perez, Gema (s. a.), Trabajo sobre la prostitución en El rincón
del vago, sección Fotocopiadora, Ciencias Sociales,
http://www.rincondelvago.com/html/fotocopiadora/download.php?zip=laprostitu.zip
[2]
Loc.
cit.
[3]
Loc. cit.
[4]
Definición retomada de Gema Perez (Ibíd.) y de Giddens,
Anthony (1998), Sociología, Alianza Editorial, colección
Ciencias Sociales, España, p. 154.
[5]
Loc.
cit.
[6]
Las mujeres en el mercado laboral en Guía de las
mujeres Siglo XXI, http://www.guiadelasmujeres.org/guia/Tema.asp?T=5&A=1
[7]
Giddens, op. cit. p. 154.
[8]
Vega, Enrique (1991), ¡Ay mi Mazatlán!, DIFOCUR, Serie
Historia y Región, Núm. 7, Culiacán, Sinaloa, p. 76.
[9]
Ibíd., p. 78.
[10]
Ontiveros, Sergio (2001, febrero 20), “Que se pongan a trabajar
autoridades municipales” en Noroeste Mazatlán, primera
plana, http://mazatlan.noroeste.com.mx/20010220/noroeste3.php3
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