JUAN VENÉ
por OSCAR
PERDOMO MARÍN
Juan
Vené es hoy como un mar de oxígeno que devuelve la vida a un
montañista a nueve mil metros de altura, más cerca del cielo
que el Everest, donde es muy difícil respirar. En su nave de
palabras, nos invita a navegar por el océano del beisbol para
encontrarnos un poco -como diría Alejo Carpentier- con los
pasos perdidos: esa Venezuela que vibra con el juego de la
esférica en los estadios, muy a propósito la referencia tras
la reciente suspensión del último Campeonato Profesional de
Beisbol en nuestro país.
Fueron
seis horas de conversación con este joven de 74 años, el único
latino y, por añadidura, venezolano, que participa en la
votación para el Hall de la Fama. Su columna -la misma que
publica Últimas Noticias se difunde en 34 medios de México,
República Dominicana, Nueva York y Venezuela.
Historiador del juego de multitudes por excelencia en América
del Norte, del Centro, México, el Caribe, y con bastante y
emergente fuerza en Japón, lo suyo ha sido escudriñar en la
vida de las series mundiales, desde la primera hasta la
última. Vené rescató del olvido al primer suramericano que
jugó en las Mayores; conoce como pocos la historia del deporte
en Venezuela; siente un profundo amor por su país -el nuestro-
y lo refleja en el apócope que es su apellido adoptado. Por
esas y muchísimas otras razones, nos gratifica con su turno al
bate en este espacio con las bases llenas de lectores.
La temporada de beisbol profesional de Venezuela se suspendió definitivamente esta semana,¿cuál es su enfoque?
-El
beisbol no puede estar ausente de lo que está ocurriendo
porque nadie aquí esta encerrado en una caja de cristal
divorciado del entorno. La actual situación de nuestro país es
lamentable. Si los dueños de los equipos y las autoridades de
la Liga, como el presidente y el vicepresidente, querían
unirse al paro y ser solidarios con la campaña contra el presidente Chávez, yo no lo sé, ellos sostuvieron que no, que la
circunstancia los llevó a para la temporada, entre otras
razones, por la ausencia de vigilancia policial, y es verdad
que un estadio con 2030 mil espectadores necesita esa
vigilancia.
Hay
muchos odios y violencia y por cualquier cosa la gente se pone
brava.
Hay un
dato interesante: antes de la medida de suspensión definitiva,
cuatro equipos de los ocho querían reanudar el beisbol el 2 de
enero, y uno de ellos -estoy autorizado a citar su nombre- es
Tiburones de La Guaira, me lo dijo su gerente general, Armando
Arratia; los otros cuatro no querían y por eso decidieron
alargar la posibilidad hasta el 15 de enero y ya tú ves cuál
fue el resultado con las multimillonarias pérdidas que ello
conlleva y, sobre todo, chico, la cuestión sentimental de
millones de venezolanos que vibran con la pelota y hacen
catarsis con ella cuando desbordan los estadios o la siguen
por televisión.
¿De qué pérdidas estamos ha blando? Los primeros estimados,
como tú sabes y según fuentes confiables, rondan los cuatro
millardos de bolívares y, por otro lado, nos quedamos fuera de
la Serie del Caribe.
El equipo
que va a la Serie del Caribe recibe 50 mil dólares nada más
para el equipo, aparte de los peloteros y gastos.
Si gana
son 50 mil dólares más y 40 mil de gastos. Esto quiere decir
que la selección victoriosa se lleva 160 mil dólares que paga
la sede, en este caso Puerto Rico. De acuerdo con los
numerosos email que he recibido antes de la decisión de no
participar en la cita boricua, era de que Venezuela debía ir
allí fuera como fuera, pero ya ves. Richard Hidalgo, por
ejemplo, me dijo que él estaba dispuesto a ir sin que le
pagaran nada. Claro, él tiene un interés personal: llegar en
forma a los entrenamientos de Houston.
Yo estoy
seguro de que a otros muchachos también les hubiera gustado
participar en la Serie.
Si usted hubiera tenido el poder de decisión para no suspender el campeonato, ¿qué ha bría hecho?
-Me hubiera llevado un
grupo de hombres uniformados a cada estadio y ¡Play Ball! No
habría parado el beisbol porque...
mira,
cuando la Segunda Guerra Mundial le preguntaron al entonces
presidente de Estados Unidos, Franklin Delano Roosevelt: “¿Qué
hacemos con el beisbol?”, él respondió: “el beisbol tiene que
continuar porque ese es el calmante que va a tener la gente
que estará en el país con mucha tensión”.
La pelota
se convirtió en una cosa patriótica y fue cuando se instituyó
que el Himno Nacional se tocara antes de cada juego en
homenaje a los jugadores que estaban en el frente como Ted
Williams, Joe DiMaggio y otros. Creo que en nuestra situación
el beisbol hubiera contribuido bastante a calmar un poco el
ánimo de la gente.
¿Puede usted reseñar alguna paralización del beisbol renta do
en Estados Unidos? Ha habido varias huelgas. Afortunadamente,
en el 2002 se evitó una tras la firma de un contrato por cinco
años. En 1981 hubo una huelga que partió la temporada en dos,
y en el 94 se acabó la temporada y no hubo Serie Mundial por
primera vez desde 1904.
¿Tan lejos? La primera serie del siglo XX fue en 1903; al año
siguiente se iba a jugar la segunda, pero el manager de la
Liga Nacional, McGraw, decidió que el equipo de él era
demasiado bueno para jugar con los Medias Rojas de Boston, que
era el equipo de la Americana, y la Serie no se jugó. Noventa
años más tarde una huelga de peloteros acabó con media
temporada. No hay nada más triste que un estadio vacío.
¿Cuál es su momento más triste y cuál el más alegre? El más
triste fue ver interrumpida una temporada de Grandes Ligas, y
no sólo eso, sino la vida de un país de más de 250 millones de
habitantes como Estados Unidos, tras el incalificable acto
terrorista contra las Torres Gemelas. Creo que eso debió
dolerles hasta a los enemigos de Norteamérica, porque fue un
crimen contra la Humanidad. En lo particular fue muy triste
ver las Grandes Ligas suspendidas sin saber qué iba a ocurrir.
La semana que siguió fue muy difícil y dolorosa por la
cantidad de gente que murió allá.
.El más
alegre? Casi todos los días del año cuando llego al estadio,
pero uno en particular fue cuando fue cuando la Asociación de
Periodistas de Beisbol de Grandes Ligas me llamó para decirme:
Es el momento en que puedes comenzar a votar para el Hall de
la Fama.
¿Y qué significa esa distinción para usted? Es una
responsabilidad muy grande porque uno juega con la
inmortalidad, tu voto puede decidir que alguien vaya o no al
Hall, y el que va se inmortaliza.
¿Qué requisito lleno usted para llegar allí? Se necesita, como
mínimo, haber pasado una década cubriendo como reportero no
menos de cien juegos de Grandes Ligas al ano. Generalmente
votamos entre 400 y menos de 500 de los 700 que somos en la
Asociación.
¿Cuantos periodistas latinos hay en la Asociación con derecho
al voto? Hasta ahora, soy el único y el primero tambien. Creo
que habrá mas dentro de poco, hay unos cuantos muchachos,
sobre todo en California, que están trabajando en Grandes
Ligas, y cuando cumplan los 10 anos...
¿Y peloteros latinos en el Hall? Siete: Roberto Clemente
(Puerto Rico), Juan Marichal (Republica Dominicana), Luis
Aparicio (Venezuela), Tany Pérez (Cuba), Orlando Cepeda
(Puerto Rico), Rod Carew (Panamá), Martín Dihigo, de las Ligas
Negras (Cuba).
¿Venezolanos con perspectiva de ascender al Hall? El que esta
mas cerca es David Concepción. Este es su décimo ano como
candidato. Mientras obtiene por lo menos cinco por ciento de
los votos puede permanecer como candidato durante tres
lustros. Vencido ese tiempo, cinco anos después, como todos
los peloteros en esa condición, puede volver a ser elegido por
un Comité de Veteranos.
Concepción ha tenido un problema: siempre ha habido figuras
muy grandes en estos diez anos y no es fácil que llegue en los
próximos cinco porque habrá figuras sobresalientes en grado
superlativo. Yo siempre he votado por el todos los anos.
¿Condición "sine qua non" para ser candidato? El candidato
tiene que tener por lo menos cinco anos de retirado o muerto.
La posibilidad mas cercana de los venezolanos creo que seria
Andrés Galarraga.
Es un
hombre con bastante chance. Influyen muchas cosas, entre ellas
que estés compitiendo. Este ano, por ejemplo, sobresale la
figura de Eddie Murray, quien saco 500 jonrones y bateo tres
mil hits; es el tercero en la historia del beisbol que logra
esa marca.
La
filosofía que nos enseñan a nosotros cuando vamos a ser
electores, es que no vamos a llevar al Hall a buenos peloteros
sino a excelentes peloteros, jugadores fuera de serie.
Por eso
es que cada ano, o no se elige a nadie o se elige uno, dos, y
máximo tres. Eso es así desde 1939.
¿Cual es hoy el joven venezolano con mas perspectiva en las
Mayores.?Francisco Ro driguez.?Magglio Ordóñez? No se sabe lo
que va a pasar con Francisco Rodríguez, fue un golpe muy
certero, una suerte para los Angelinos. Tiene 20 anos nada mas
y no es muy organizado. De Magglio, te puedo decir que es un
bigleaguer constituido, tiene una solidez tremenda y es muy
responsable y, además, quiere mucho a Venezuela, vive sonando
con estar aquí. Pienso que tiene perspectivas de tener una
carrera larga, y si se mantiene como triunfador diez anos
puede ser candidato al Hall de la Fama. Otro con buenas
posibilidades es Omar Vizquel, aunque bastante alejado de
nuestro país porque esta casado con Norteamericana, vive en
Estados Unidos, tiene sus hijos y su vida hecha allí.
EL ENIGMA DE CASTRO
El primer latino que jugó en Grandes Ligas fue el cubano
Esteban Bellán, en 1871, cuando solo existía la "National
Association".No había guantes y se jugaba a mano limpia.
Pero
el primer suramericano que llegó a las mayores fue Luis
Castro, corría el año 1902 y vistió el uniforme de los
Atléticos de Filadelfia.
En la
Enciclopedia del Beisbol solo aparecía su nombre, pero no dónde
había nacido y, mucho menos, muerto. Eso picó la curiosidad de
Juan Vené e inició el rescate de esa olvidada figura en una
labor de investigación que le llevó 13 años, empujándolo a
varios poblados de los Andes venezolanos y de la vecina
Colombia con alguna tradición beisbolera."Era muy buen guante
a la defensiva, pero muy malo al bate, jugó muy poco y ese fue
el problema con el que yo me encontré",dice Vené, cuyo nombre
de pila es José Machado. El único dato que le aporto la
Enciclopedia fue que Castro había nacido en Colombia, pero su
búsqueda se le complicó cuando leyó una segunda
versión:"Nacido en Colombia y muerto en Venezuela",y una
tercera: "Luis Castro, nativo de Venezuela".Quizá lo de nuestro
gentilicio se deba a una anécdota que le contó a Vené el
extinto periodista cubano Daniel Crespo Varona, según la cual
el pelotero le dijo al dueño de los Atléticos de Oakland, en
1902,que él era hijo del Presidente de Venezuela y que podía
comprarle el equipo. El persistente Vené, después de haber
estado en un colegio de Filadelfia infructuosamente, conoció
por fotos al pelotero en la iglesia de un villorrio
norteamericano que no aparece en el mapa. Pero el lugar de
nacimiento de Castro seguía para él en el misterio.
La
tenacidad lo condujo al Manhattan College de Nueva York
donde,¡por fin!,acopió más datos sobre Castro, hijo de
Néstor, nacido en Cali, Colombia, una ciudad que a la sazón
carecía de tradición beisbolera.¿Dónde murió el
neogranadino? . Ese es un enigma que Vené se empeña en
descifrar. Tal vez lo logre en el año 14 de una pesquisa que le
ha costado bastante dinero y muchos .
EL PERFIL
Nació Caracas,10 de enero de 1929.
Formación Periodista.
Trayectoria Reportero policial, de
farándula, torero,
comentarista taurino, narrador, historiador y periodista
deportivo.
Obra escrita Escribe una columna para 34 medios,
autor de dos novelas y tres libros de la historia de las
series mundiales.
Diarios Se considera "Ultimeño" y ligado desde
siempre a la Cadena Capriles.
Distinciones Premio Nacional de Periodismo, Trofeo
del Alcalde de Nueva York, Premio Ace, entre otros.
Mérito Es el primer latino hasta ahora que vota para
el Hall de la Fama.
Premisa "Tengo tres amores : mí
país, el beisbol y mi
esposa".
Momento "El atentado a las Torres Gemelas fue el más
triste de mi vida".
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