David
Concepción
Una estrella de
la gran Maquinaria Roja.
Algunos
de sus compañeros de equipo en los años setenta fueron a
Cincinnati para ser homenajeados por el aniversario de plata
del título obtenido en 1975 y para acompañar a nuestro
compatriota en tan especial ocasión, como lo es su inducción
al salón de la Fama de los Rojos.
Tuvimos la oportunidad de conversar con los peloteros
asistentes a la ceremonia y con el manager Sparky Anderson.
Todos coincidieron en que ya es hora de que David entre a
Cooperstown.
Marty Brenaman se encargó de hacer las presentaciones ante
una gran ovación de Sparky y David para que fueran
exaltados al Salón de los Rojos. Unas bonitas placas con
sus rostros y una breve reseña histórica fueron entregadas
a cada uno mientras la pantalla de la pizarra mostraba
videos de sus grandes momentos.
Las
palabras de cada uno de los homenajeados fueron muy emotivas
y pudimos observar lágrimas rodando por las mejillas de los
que recordaron esa grandiosa década del equipo y de la
ciudad en general.
Muchos venezolanos estuvieron presentes con banderas de
nuestro país y ahí incluimos el grupo de más de 40
personas que, desde Maracay, fueron exclusivamente a
Cincinnati para estar con David, al igual que con el único
venezolano en Cooperstown hasta los momentos: Luis Aparicio.
Luego fueron presentados los integrantes de la maquinaria
que pudieron asistir, alineados de home a primera base. Fue
un hermoso homenaje para todas estas figuras que realmente
se emocionaron por tener la oportunidad de reencontrarse en
su querida casa, el Riverfront Stadium.
Solamente nos queda desearle mucha suerte a David para que,
finalmente, llegue a Cooperstown y decirle: "gracias
por todos esos grandes momentos y recuerdos. Te acompañaremos
al Salón de la Fama de las Grandes Ligas".
LO
QUE DICEN SUS COMPAÑEROS
El primero con el que hablamos fue el lanzador zurdo
Don Gullet
quién llegó al equipo el mismo año que David: "He
estado por mucho tiempo en las mayores y sin lugar a dudas
que Concepción fue el más resaltante de su época y uno de
los mejores de la historia. Es muy merecido el homenaje que
se le hace hoy, pero es hora de que sea incluido en el Salón
de Cooperstown. Siempre estaba ubicado en el lugar más
apropiado y fue un gran placer tenerlo cuidando nuestras
espaldas todos los días".
George
Foster,
poseedor del récord de jonrones y empujadas dentro del
equipo en una temporada con 52 y 149 en 1977, estaba
presente y comentó: "No es uno de los mejores, sino el
mejor shortstop del béisbol. Era grandioso tenerlo con
nosotros porque él fue quien consolidó el equipo en la línea
central. No sólo nos ayudó con su defensa sino que fue un
bateador muy oportuno en los momentos difíciles".
Ken
Griffey Sr.,
fue uno de los tres jardineros de la maquinaria y,
actualmente, trabaja como coach del equipo donde su hijo es
la máxima figura. El también se sintió complacido de
estar en el evento y al preguntarle acerca del impacto que
tuvo nuestro compatriota en el grupo nos dijo: "¿Impacto?
¿David? Claro que fue esencial porque defendía la posición
más importante de cualquier equipo ganador. Hacia la
derecha o la izquierda no había nadie que lo hiciera mejor
que Dave. Con su bate y con su guante fue un pelotero de
plata. Este es el primer paso y creo que debería ir a
Cooperstown pronto. Si yo votara lo haría más de una vez
por él sin lugar a dudas".
Larry
Shepard
fue contratado como coach de pitcheo sólo cuatro días
después que Anderson fue nombrado manager y durante la década
de los setenta conformó uno de los mejores staffs de
pitcheo del béisbol. El también estuvo presente en el
estadio y habló sobre Concepción: "Como coach de
pitcheo sé lo importante de tener una buena defensa y sobre
todo en el campocorto. Los lanzadores deben tratar de
obligar a los bateadores a conectar roletazos y David, en la
grama corta, era una garantía. Hacia la derecha o la
izquierda llegaba con mucha facilidad y, además, ha sido el
mejor a la hora de realizar los dobleplays. Merece no sólo
estar en el Salón de Cincinnati sino en el de Cooperstown.
No tengo la menor duda de que lo hará y espero estar
presente".
Pedro
Borbón
fue uno de los lanzadores relevistas de este gran equipo y
no podía faltar al evento: "David fue mi amigo y
hermano en el equipo. Para mí era un orgullo tenerlo en el
campocorto y si bateaban por su lado existía un 99,5 % de
posibilidad de hacer el out. Para mí es el mejor que ha
jugado en la Liga Nacional".
César Gerónimo
es uno de los grandes amigos de David e inclusive estuvo
presente en Venezuela cuando se celebró el Juego de
Estrellas en su honor a principios de la década de los
noventa. Junto a Morgan y Bench acompañó al aragüeño en
la línea central: "Cuando llegué a los Rojos David no
estaba todavía desarrollado totalmente como pelotero, pero
al lograrlo se convirtió en uno de los mejores campo cortos
de todos los tiempos.
Corría
bien las bases, robaba, empujaba carreras y era muy buen
bateador, en general. Siempre estaba en el lugar preciso a
la hora de un batazo atravesado y no recuerdo que haya
lanzado a la base equivocada nunca. Él siempre sabía los mínimos
detalles de cada jugada del partido. Como persona es un
tremendo amigo, persona y padre. Para mí siempre ha sido mi
hermano. Este honor es muy merecido y creo que debe estar aún
más arriba, en Cooperstown".
Alguien
que no podía faltar era Bernie Stone, el gerente del
vestuario de los Rojos durante la estadía del venezolano
con el equipo: "La primera vez que llegó al equipo en
los entrenamientos y le di su uniforme fue como si Santa
Claus había llegado para traerle regalos.
Siempre
ayudó a los jóvenes latinos que llegaban a nuestro equipo
y durante los entrenamientos muchos venían a buscarlo. El
siempre estuvo pendiente de ellos. Fue grandioso tenerlo con
nosotros por tanto tiempo y es un honor muy merecido esta
inducción".
Johnny Bench es quizás el mejor catcher de todos los
tiempos y ha sido exaltado al Salón de los Rojos y al de
las Grandes Ligas: "Fue grandioso jugar con el mejor
manager, los mejores coaches y muchos de los mejores
peloteros de la historia como Rose, Morgan, Pérez y
Concepción.
También
tuvimos la suerte de contar con Gerónimo, Foster y Griffey
en los jardines. No hubiese podido lograr entrar a
Cooperstown sin la ayuda de todos ellos y por eso considero
que la Maquinaria Roja es una de las cosas más importantes
de mi vida disfrutábamos jugando juntos, ganando y
compartiendo, ya que éramos como una gran familia y aún lo
somos.
Para
David fue difícil el proceso de adaptación porque debía
jugar con jugadores experimentados y él se estaba
desarrollando como hombre y pelotero, pero al entrar al
terreno se transformaba y se convirtió en una pieza muy
importante para nosotros. Él fue muy bueno en el terreno
con el guante y luego nos sorprendió con su bate tan
oportuno. Yo fui uno de los que más bromas le hice porque
lo vi. llegar de novato y bueno, siempre supo aceptarlas. Me
sorprende que no haya recibido la atención que se merece de
los responsables de votar para escoger los miembros de
Cooperstown.
Sus
números quizás han sido pasados por alto porque jugó en
un equipo demasiado bueno y rodeado de grandes figuras, pero
estamos seguros que se unirá a Ge, Tañí, Sparky y a mí
en el Salón de la Fama de las mayores". Le preguntamos
acerca de la línea central conformada por David, Morgan,
Gerónimo y él mismo: "Fue de oro por todos lados. Gerónimo
ha sido uno de los mejores jardineros centrales de todos los
tiempos porque tenía un instinto que le permitía
sobresalir en su época. David y Morgan se llegaron a
conocer tan bien que sus jugadas eran naturales. Sabían la
ubicación del otro todo el tiempo y por eso se destacaron
tanto juntos". Acerca de la posibilidad de Concepción
de acompañarlos en Cooperstown comentó: "Creo que
merece estar con nosotros y estamos seguros que recibirá más
votos cada año, sobre todo ahora que está en el de los
Rojos".
Sparky
Anderson fue el encargado de engranar y dirigir al gran
equipo de los 70Õs y fue exaltado junto a David al Salón
de la Fama de los Rojos: "La primera vez que lo vi. en
el 70 parecía un pequeño venado asustado y muy flaco. Sin
embargo, al entrar al terreno nos hacía olvidar eso con su
gracia y estilo. A mi esposa le dije que teníamos un
jovencito que parecía un bailarín de ballet, que nos
ayudaría a conseguir el campeonato y que, a pesar de ser
tan novato, se quedaría con nosotros para desarrollarlo.
Para 1975 era uno más de los grandes en el equipo junto a
Bench, Rose, Pérez, Morgan y compañía. Es una injusticia
el hecho de no haber sido exaltado a Cooperstown, pero lo
esperaremos allá porque lo merece por lo mucho que significó
no sólo para nosotros sino para todo el béisbol".
Raulí
Eastwick, Fred Norman y Jack Billingham fueron tres de los
lanzadores que pertenecieron al staff del 75 y 76 todos
coinciden en señalar a David como el mejor en su posición
en esa década. Además, consideran que David los hizo
mejores lanzadores con su bate y su guante. Era un
privilegio tenerlo en el terreno y saber que todo lo que
batearan por sus lados era un out más.
Barry Larkin es el campocorto y estrella de los Rojos del
2000: "Crecí idolatrando a David. Mi meta era emularlo
y lo considero el mejor de todos. Fue grandioso cubrir el
terreno que hiciera famoso en los 70's y 80's pero también
es grande poder estar con él en este bonito y merecido
homenaje. Le debo mucho porque es un excelente modelo a
seguir dentro y fuera del terreno".
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