En
general, el deporte es conveniente y recomendable para su espalda y para
su salud general. Sin embargo, algunos deportes aumentan el riesgo de
padecer dolores de espalda, especialmente si se practican de forma
intensa o competitiva. Esencialmente, son aquellos que
a) Obligan a
realizar movimientos de flexo-extensión de la columna, especialmente con
carga, torsión brusca o mantenida,
b) Someten la
columna a vibraciones, o
c) Tienden a
desarrollar más la musculatura de un lado que la del otro, generando así
a la larga un desequilibrio en la dinámica de la columna, en su reparto
de cargas e incluso en su estática.
Sin embargo,
la realización de un programa de ejercicios que desarrolle adecuadamente
la musculatura de la columna y la utilización de un material deportivo
adecuado puede disminuir el riesgo que suponen algunos deportes.
Es necesario
que un médico le reconozca antes de iniciar una nueva actividad
deportiva. No sólo para valorar el estado de su espalda, sino también
para evaluar su sistema cardiovascular y su estado general de salud, con
el fin de recomendar las pautas de ejercicio más adecuado. Además, si su
columna le duele al realizar algún deporte o ejercicio físico debe
interrumpirlo y acudir a un especialista.
La
musculatura de la espalda también trabaja en movimientos para los que
aparentemente no debería emplearse, puesto que contribuye a mantener el
equilibrio cuando se mueven distintas partes del organismo. Por eso, es
siempre recomendable que antes de hacer cualquier deporte garantice que
la musculatura de su espalda está bien desarrollada. Cuanto más
desarrollada esté y más equilibrada sea, menor riesgo tendrá de lesionar
su espalda haciendo cualquier tipo de deporte.
Con ese fin,
puede ser recomendable realizar durante un tiempo ejercicios específicos
para desarrollar la musculatura de su espalda, antes de iniciar la
práctica de cualquier deporte. Los ejercicios que son adecuados para un
individuo pueden ser contraproducentes para otro, por lo que es
necesario que un especialista le haga una exploración física y un
balance muscular para determinar cuáles debe hacer y con qué intensidad.
¿Qué aumenta el riesgo de dolor de espalda en los deportistas?
Por las posturas y movimientos que condicionan, algunos deportes
aumentan el riesgo de provocar alteraciones orgánicas de la columna
vertebral, como:
- Escoliosis
y espondilolistesis, que han demostrado asociarse muy frecuentemente en
chicas en edad de crecimiento que practican gimnasia rítmica a nivel
competitivo.
- Hernias
discales en deportes que conllevan la flexo-extensión con carga, como
algunos estilos de halterofilia, la exposición a saltos y vibraciones
repetidas, como el baloncesto, o la torsión brusca y repetida, como el
golf o el squash.
Sin embargo,
para que un deporte llegue a ocasionar una alteración orgánica de la
columna vertebral debe ser practicado de forma muy constante e intensa.
Por eso, habitualmente sólo ocurre en deportistas profesionales.
Otros
deportes generan fácilmente contracturas musculares porque condicionan
esfuerzos muy intensos. La falta de entrenamiento y la incorrección del
estilo facilitan que la contractura aparezca ante esfuerzos menos
intensos, por lo que también aparecen entre los deportistas no
profesionales.
Por último,
otros deportes exponen a otros factores que aumentan el riesgo de
padecer dolor de espalda, como las vibraciones.
¿El dolor de espalda puede tener consecuencias negativas para los
deportistas?
Sí, hasta llegar a impedir la práctica de algunos deportes o condicionar
el final de las carreras deportivas de algunos profesionales.
Las
consecuencias negativas pueden ser:
- La
cronificación del dolor. Si no se adoptan los tratamientos adecuados y
se sigue realizando con dolor el deporte que lo desencadenó,
exponiéndose a los mismos factores de riesgo, el dolor puede
cronificarse. Un mecanismo neurológico explica que si el dolor persiste
largo tiempo sea más difícil curarlo.
- La adopción
de tratamientos inadecuados. Algunos deportistas abusan de tratamientos
sintomáticos que aunque pueden estar excepcionalmente indicados a corto
plazo en algún caso, pueden generar efectos indeseables a largo plazo.
Ese es el caso de la administración de corticoides u otros fármacos.
- La
interrupción de la práctica del deporte. La mayoría de los deportes
requiere que la musculatura de la espalda sea potente, funcione
correctamente y se coordine bien, para mantener las distintas posturas,
asegurar el equilibrio y permitir movimientos rápidos del cuerpo. Además
de que el propio dolor puede incitar a abandonar el deporte, varios
mecanismos neurológicos pueden hacer que la musculatura se contracture o
funcione inadecuadamente cuando hay dolor de espalda, dificultando la
práctica correcta del deporte.
La buena
noticia es que con el entrenamiento adecuado, los mecanismos de
prevención eficaces y los tratamientos correctos, es fácil poder
practicar deporte toda la vida sin limitaciones debidas al dolor de
espalda.
Cómo prevenir
y tratar el dolor de espalda en los deportistas.
Varias
medidas han demostrado ser eficaces para prevenir el dolor de espalda en
los deportistas:
- El
entrenamiento adecuado, con una intensidad progresiva que contemple un
período de calentamiento previo.
- El
desarrollo de la musculatura de la espalda y de los abdominales antes de
practicar deportes que requieran su participación.
- El uso de
un estilo correcto al practicar deporte, que incluya el cumplimiento de
las normas de higiene postural para cada deporte.
Fuente
: Fundación Kovacs