"El nacimiento de Paulina Benedetty"

 

Escrita por Karina Prestinoni,

producida por Sara León

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Episodio 3

CAPITULO IV

LA ESPERA

Tenía una semana de espera y nada que hacer en particular, diariamente me levantaba como a las 10:00 A.M. me bañaba con un largo baño de tina, después me arreglaba con mucha calma; me detallaba el rostro de los vellos que crecían, me depilaba las cejas y las piernas, me untaba mi crema, me maquillaba con mucho cuidado para tapar cualquier sombra que pudieran ocasionar el bigote o la barba y seleccionaba mi atuendo; debo comentar que tengo un gusto bastante sexi para la ropa. Mi guardarropa contaba con varias minifaldas, vestidos strech muy entallados, algunos pantalones de mezclilla que usualmente los combinaba con blusas de algodón con hombreras y bordados, trajes sastre y vestidos Chanel para ocasiones importantes y algunos vestidos de algodón holgados para vestirme cómodamente.

Me tomaba algún jugo de naranja o manzana del servibar y salía a eso de las 12:00 P.M. a dar un paseo por la zona rosa. Para mí el paseo era toda una expectación ya que quería saber cuál era la reacción de la gente al verme. Siempre aquellos paseos fueron muy agradables en cuanto a la reacción de la gente se refiere, siempre recibía de 2 a 3 piropos entre los que se encontraban los siguientes :

- Mamasota que bien estás

- Adiós mi reina

- Benditos los ojos que me dio Dios

Y algunos otros comentarios que escuchaba al pasar como

- Ya viste que mujer tan hermosa ?, le dijo un señor a otro cuando yo pasaba

E innumerables silbidos de los hombres que me veían. Al respecto, jamás escuché ningún comentario ofensivo ni sarcástico, siempre los piropos y silbidos fueron hechos con mucho respeto; me trataban como algo muy delicado, como algo muy frágil, como algo muy especial ..

Me sentía como estar en la nubes, mi sueño era casi una realidad y por lo que a mi condición de mujer se refería, me encantaba. Era una mujer de 1.75 mts., con tacones llegaba fácilmente al 1:83 mts. tenía muy buen cuerpo ya que antes del viaje me había sometido a varias dietas para bajar de peso, además mi terapia hormonal de casi dos años había transformado mi cuerpo dándome una figura muy femenina; se me habían ensanchado las caderas, se me había formado cintura, mi espalda y mis brazos se habían hecho mas delgados, me habían crecido senos, se me habían torneado las piernas y mi cara se había afinado con rasgos más femeninos, mismos que ayudaba con el maquillaje. Aunque todavía existían rasgos masculinos como la voz, la manzana de adán (Cartílago de la laringe que crece en los hombres a nivel de la garganta), algunos rasgos en la cara y las manos que todavía eran muy anchas, solía disimularlos para que pasaran desapercibidos. Solamente esperaba la operación para que éstos detalles desaparecieran.

Después de mi paseo matinal y de autoestima ya que recibía muchas atenciones solía comer algo ligero en algún lugar o en el hotel, después veía la televisión, hacía mis ejercicios, leía alguna revista femenina y me bañaba otra vez con toda calma; al salir del baño me detallaba otra vez la cara para sacarme los vellos que hubieran salido, me untaba mis cremas antiarrugas y llamaba a Laura para saber como iba el plan ..

- Operadora ?

- Quisiera una conferencia a Durango por cobrar ...

Después de unos instantes me comunicaba con Laura

- Laura ?

- Hola Paulina, como te has sentido ?

- Muy bien, me siento un poco rara pero me siento bien, como van las cosas

- Aquí en Durango todo va bien, tu familia está un poco preocupada porque no has llamado.

- Es necesario que no le digas absolutamente nada, debemos fingir una desaparición. Como están los niños ?

- Bien, están hiendo a la escuela como de costumbre y creen que estás de viaje de negocios.

- A ellos manténlos afuera de toda conversación para que no se angustien, bueno voy a colgar porque es larga distancia, adiós.

En mi estancia en el hotel pasaron algunas situaciones interesantes, un una ocasión iba bajando las escaleras cuando pisé mal y se me rompió el tacón de una de mis zapatillas blancas, casi me caigo de las escaleras, subí las escaleras cojeando, regresé a mi habitación y me puse otros zapatos. Después salí y compré otras zapatillas blancas.

Un día fui de compras, fui a un almacén muy grande y elegante que se encuentra en la misma calle que el hospital. En el almacén fui directamente al departamento de perfumería; quería comprarme unas cremas antiarrugas y algo de maquillaje. Estuve como dos horas en el almacén y me compre varias cremas para la cara y cuerpo, maquillajes, sombras, brushes, lápices labiales, esmalte de uñas, varios perfumes y hasta unos guantes de satín blancos. Compré tanto que me regalaron varios tratamientos para la cara. Regresé al hotel como con cinco bolsas e inmediatamente probé una de las mascarillas que me habían obsequiado.

Otro día fui a que me leyeran las cartas, me enteré por una propaganda en papel estraza que llegó a mis manos en uno de mis paseos matinales. Tomé un taxi dándole la dirección que venía impresa en la propaganda y en unos cuantos minutos me encontraba en el lugar.

Era un lugar muy pequeño y austero con unas cuantas mesas cubiertas con papel aluminio, en las paredes estaban pegadas lunas y estrellas con papel lustre de color blanco y naranja, al fondo se encontraba una cortina de la cual salió una anciana con apariencia de gitana, me vio y me preguntó ..

- Que se le ofrece ?

- Quiero que me lea las cartas

- Tarot y cartas españolas ?

- Tarot

- Esta bien, siéntese

Me senté y enseguida la anciana comenzó a barajar las cartas, me las dio y me dijo que las partiera en tres partes y que repitiera ..

- Por mi pasado, por mi futuro y por lo que va a pasar (esa parte era la que más me interesaba).

Paulina trataba de probar a la anciana, a ver si descubría su pasado de hombre, además tenía una inquietud muy grande por el futuro, quería saber si todo iba a salir bien y si el futuro era prometedor.

La anciana tomó la primera parte de las cartas y comenzó a leer ..

- Siempre te ha ido muy bien en la vida, eres de una familia acomodada, has sido muy querida, pero no veo hombres en tu vida, veo una mujer blanca muy apegada a ti y veo otra mujer de edad madura que te ha hecho mucho daño.

Miró la segunda parte de las cartas y dijo ...

En este momento te enfrentas e un cambio muy fuerte en tu vida, cambiarás todo lo que eres y has sido, te encuentras influenciada por malas vibraciones por lo cual no se ven buenas expectativas sobre este cambio, existen personas que te desean mal, la mujer de edad madura continuará haciéndote daño.

Miró las cartas unos segundos y dijo ..

- Tu tienes hecho un trabajo, alguien te embrujó, en este momento tienes la pata chueca, ten mucho cuidado.

Me miró fijamente con sus ojos arrugados y me preguntó

- Algo más, tu sesión ha terminado.

- Si, quiero saber como quitarme el embrujo

- Yo te puedo ayudar

La anciana me indicó cuanto sería el pago por su trabajo, el cuál se me hizo excesivo. Además realmente no creía nada de lo que me había dicho pues en ese momento me iba bien, tenía dinero en el banco y la relación con Laura estaba más firme que nunca no creo que tuviera la pata chueca o si ? ....

 

 

 

CAPITULO V

LA OPERACIÓN

 

El esperado día llegó. Me levanté muy temprano, como a las 6:00 A.M., me bañé y me arreglé no con mucho cuidado pues me dirigía al hospital, estaba muy nerviosa pues iba a dar un paso del cual no podría arrepentirme pero estaba alcanzando un ideal que había deseado toda mi vida. Bajé las escaleras y tomé un taxi hacia el hospital San Antonio.

Llegué al hospital como a las 6:45, me dirigí hacia la recepción y le dije a la enfermera en turno ..

- Buenos días señorita

- Buenos días

- Soy paciente del doctor Krinstensen, tengo una operación a las 7:00 A.M. y el doctor me pidió que me ingresaran.

Me dio una ficha de ingreso indicándome que la llenara, en ella se me pedían mis datos generales; mi nombre, edad, sexo, dirección, tipo de cirugía y si había padecido alguna enfermedad grave o crónica. Llené la ficha de ingreso obviamente con datos falsos y la firmé regresándosela a la enfermera ..

- Esta bien, siéntese en un minuto la llamo

Me senté en uno de los sillones de la sala de espera que se encuentran en el hospital. A los pocos minutos llegó el doctor Krisntensen ..

- Buenos días Paulina, está lista ?

- Si doctor, estoy lista

- En unos minutos la ingresarán y estaremos operando en aproximadamente una hora.

- Esta bien doctor

Pasaron unos cuantos minutos y la enfermera de la recepción me llamó ..

- Paulina Benedetty ?

Me acerqué a la recepción y respondí ..

- Si, soy yo

- Lleva a la señorita al privado numero tres.

Le dijo a una enfermera

La enfermera me llevó al privado; era un privado lujoso, con una salita para visitas, con piso de parquet, su baño individual y con un ventanal grande que daba a la calle. En él se veía mucho movimiento de automóviles, camiones y personas apresuradas por llegar a su trabajo.

Se acercó la enfermera y me entregó una bata de hospital indicándome después ..

- Póngase la bata y desmaquillese por favor

- Esta bien.

Me puse la bata, me desmaquillé y me acosté, a los pocos minutos entró la enfermera y me colocó una venoclisis para tener un conducto abierto a la vena para la administración de medicamentos. Enseguida el anestesiólogo entró en la habitación y me dijo ..

- Buenos días

- Buenos días doctor

- Yo soy su anestesiólogo, debe estar tranquila le voy a hacer unas preguntas, no se preocupe todo va a salir bien.

Me estuvo haciendo unas preguntas sobre mi estado físico, si era alérgica a ciertos medicamentos, si mi familia había padecido enfermedades como diabetes o cáncer. Terminando de hacer la preguntas llegó el doctor Krinstensen ..

- Como se siente Paulina, esta lista ?

- Si doctor ya estoy lista

Entonces intervino el anestesiólogo

- Tómese estos sedantes, enseguida vendrán por usted

Me tome los sedantes, los cuales me tranquilizaron mucho, todo parecía estar pasando como en una película y no en la vida real me sentía muy excitada y feliz. A los pocos minutos vinieron dos enfermeras y un camillero a mi habitación, tomaron la sábana de mi cama entre las dos enfermeras, una de cada lado y me colocaron encima de la camilla; una enfermera trató de colocar una gorra en mi cabeza para cubrirme el cabello pues no sabía que era peluca ..

- Es peluca

Le dije sintiendo mucha pena.

- Entonces quítesela por favor

Me la quité colocándome la enfermera la gorra, entonces le di una carta y le dije ..

- Si algo llega a salir mal, entréguesela al doctor, en ella se indican las instrucciones a seguir si yo muero.

El día anterior estaba en mi habitación en el hotel, pensando en la operación, cuando como un rayo que iluminó mi mente me pregunte; y que pasa si muero en la operación, nadie podría reclamar mi cuerpo ya que no tengo ninguna personalidad jurídica. Me decidí a escribir las instrucciones precisas en caso de mi fallecimiento en una carta. El problema era; entregársela al doctor solo en caso de fallecimiento pues no quería que el doctor se enterara de mi verdadera identidad. Resolví decirle a la enfermera en turno que le entregara al doctor la carta si fallecía. La carta decía así ..

Querido doctor Kristensen :

En este momento ya me encuentro en una mejor vida, yo sé que no todas las operaciones son un éxito y desgraciadamente ésta tampoco lo fue.

Lo importante es que se le avise a mi esposa para que ella se haga cargo de los trámites légales, recoja mi cuerpo y se ocupe de mis funerales. Mis verdaderos datos son ..........

Muchas Gracias

Paulina Benedetty

Seguí con la plática con la enfermera ..

- Si no muero entonces me regresas la carta O.K.?

La enfermera me respondió

- O.K.

Me trasladaron lentamente a la sala de operaciones. Veía pasar estando boca arriba todas las lámparas que se encuentran en el techo del hospital, se asemejaba mucho a la imagen que proyecta la televisión cuando se desentona el selector y comienza a pasar una línea tras otra en forma horizontal; llegamos al ascensor, en él se encontraban algunas enfermeras y doctores que no pusieron la menor atención en mi. Subimos al quirófano y en él me esperaban el doctor Krinstensen y el anestesiólogo ..

- Llegó la hora Paulina, todo va salir bien

Me dijo en su clásico tono paternal

El anestesiólogo me comenzó a administrar la anestesia por la vena y al poco tiempo caí en un sueño cálido, profundo, hermoso..

  

 

  

Espero te haya gustado esta historia si tienes alguna para compartir, por favor mandame un mail.

 

Sinceramente tuya, Rocío

 

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