¿Qué es la Iglesia de la Comunidad Metropolitana?

La Iglesia de la Comunidad Metropolitana (ICM) no es un espacio limitado por muros, ritos y normas, sino un esfuerzo por crear una comunidad en la que podamos experimentar y compartir la presencia y acción de un Dios que no discrimina por condición social, género, raza, orientación sexual, edad, discapacidades, estatus serológico, nacionalidad, etc.

Es un esfuerzo por construir una comunidad comprometida con el enriquecimiento de la dignidad individual evitando el juzgar, fraccionar y segregar para vivir una espiritualidad plena basada en el contacto cotidiano con la realidad en que vivimos.


¿Cómo y cuándo surge?

El año de 1968 es importante en nuestra historia por la multitud de eventos que en todo el mundo marcaron importantes cambios sociales que abrieron caminos para el desarrollo de sectores poblacionales consideradas como "minorías". Tal es el caso de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana que en ese año inicia sus actividades como comunidad cristiana capaz de aceptar a toda persona para brindarle el apoyo espiritual que en otras comunidades religiosas les era negado o condicionado a cambios que atentan a su integridad. El trabajo surgido por la iniciativa del Rev. Troy Perry en la ciudad de los Ángeles, actualmente abarca a varios cientos de comunidades de diferentes culturas y tradiciones en todo el mundo.


¿Cómo llegó a la ciudad de México?

En la ciudad de México surge con el año 1981 como uno de los primeros grupos organizados para apoyar a los sectores poblacionales que, por tradición han sido marginados del desarrollo espiritual o son condicionados para el mismo, y con especial atención a la comunidad lesbigay. Trabajamos con un espíritu ecuménico entendido como una constante y sincera disposición de diálogo y convivencia con toda diversidad de enfoques y criterios que amplíen nuestros horizontes y, con ellos, nuestra capacidad de elección y nuestra posibilidad de desarrollo personal, por ello consideramos oportuna toda actividad que promueva la convivencia y el compartir responsables.


¿Cuáles son sus objetivos?

Una de las inquietudes de muchos de los que nos acercamos a la ICM por primera vez responden a una pregunta, ¿qué pretende esta iglesia? Por lo que resulta oportuno comentar que nunca pretendemos separar a nadie de su tradición, sus costumbres o circunstancias, sino brindar herramientas de utilidad para enriquecerse comprendiendo y viviendo de manera libre y desprejuiciada, para lo cual nos proponemos:

 

Invitando a todos a un a nueva vida en la vivencia del evangelio liberador de Cristo Jesús...
   
Confrontando la injusticia de la pobreza, el sexismo, el racismo, y la homofobia mediante la acción social cristiana...
   
Motivando la creación de una comunidad de sanación y reconciliación en la fe, la esperanza y el amor.

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