XIV JORNADAS DE TAQUIGRAFIA PARLAMENTARIA
MAR DEL PLATA, ARGENTINA, 1999

Entre los días 12 y 14 de noviembre de 1999 se realizaron en Mar del Plata, República Argentina, las XIV Jornadas Argentinas de Taquigrafía Parlamentaria. A ellas concurrió una delegación uruguaya integrada por los señores Mario Tolosa, Silvio Osmetti y Carlos Lima, taquígrafos de la Cámara de Representantes; y las señoras Nelly Tavárez y Claudia Irazábal y el señor Freddy Maximino, taquígrafos de la Cámara de Senadores.

El día 12, luego de la recepción de las delegaciones y las acreditaciones, tuvo lugar a la hora 16 y 30 el acto de apertura del Congreso. La Jornada Inaugural estuvo presidida por el señor Arturo Barcia, acompañado por el señor Raúl Salas, el señor Oscar López Quintela (Vicepresidente) y el señor Rubén Pinochi (Secretario). Participaron colegas de todas las provincias argentinas, e invitados de los Cuerpos de Taquígrafos parlamentarios de Chile y Uruguay.

Tema 1: RETO DEL FIN DEL MILENIO:

A) Frente al nuevo desafío que se abre en la labor taquigráfico, ¿cómo deben adecuarse los taquígrafos parlamentarios y en la entidad que los nuclea? ¿Debe la AATP aggiornar sus estatutos, modalidades, denominación y demás aspectos que permitan actualizar la función asociacional?

B) ¿Cómo producir el recambio generacional a la luz de las trabas actuales: falta de profesionales, congelamiento de vacantes y sueldos y la transmisión de la experiencia de los taquígrafos más experimentados a generaciones que poseen nuevas técnicas?

Tema 2: LITERALIDAD DE LA VERSION TAQUIGRAFICA

Alcances de la fidelidad y de la corrección. Las adecuaciones a los diferentes auditorios. El taquígrafo como intérprete del espíritu del orador.

Tema 3: ¿NOS QUEDAMOS Y PERDEMOS EL TREN O AVANZAMOS CON LA éPOCA?

Las nuevas técnicas para los nuevos taquígrafos parlamentarios y las herramientas modernas que benefician a los profesionales tradicionales.

En este Encuentro, el último del milenio, el tema central fue la adecuación de los profesionales de la Taquigrafía a los nuevos desafíos tecnológicos.

El señor Raúl Salas, Presidente de la Asociación Argentina de Taquígrafos Parlamentarios, dio la bienvenida a todos con sincera emoción y profunda alegría, expresando que todos los años estas Jornadas se llevan a cabo con ansiedad y expectativa por parte de toda la comunidad taquigráfica, en la inclaudicable búsqueda del perfeccionamiento y la excelencia del servicio de registración de la palabra oral.

En cuanto a los cambios tecnológicos, manifestó que los nuevos estilos expresivos y la modificación en el campo legislativo exigen una constante actualización y un intercambio globalizado de experiencias. ¿Qué podemos hacer nosotros, los taquígrafos -se preguntó-, para enfrentar con practicidad ciertas amenazas que se ciernen sobre el futuro de los Cuerpos de Taquígrafos?

El otro gran tema tratado fue el que se refiere a hasta dónde corresponde o se debe ser absolutamente literal en la transcripción de los discursos; hasta dónde es pertinente hacer correcciones o alteraciones a las expresiones que se vierten en los recintos, en la búsqueda de la perfección gramatical o expresiva. En ese sentido, recordó que hace diez años se habían llevado a cabo en esta misma ciudad las XI Jornadas, y en esa ocasión se había aprobado importante declaraciones relacionadas con la función del taquígrafo y su ubicación en la estructura legislativa, así como un proyecto de reglamento para los Cuerpos de Taquígrafos, uno de cuyos puntos expresaba que "las correcciones no podrán alterar, tergiversar o desvirtuar conceptos o expresiones, y serán exclusivamente de forma, dentro de las exigencias de la sintaxis".

Con respecto al congelamiento de las vacantes, se preguntó si cabe adoptar alguna actitud responsable, algo más que el simple reclamo verbal ante las autoridades.

En lo que tiene que ver con la función del taquígrafo como difusor de los actos de gobierno, recordó que el sistema democrático es la forma de gobierno que mejor refleja el grado de crecimiento y madurez política de los pueblos civilizados. Al respecto, expresó que cuando se suponía que la Taquigrafía podía ser reemplazada por instrumentos electrónicos comenzó a ser requerida por el Poder Judicial.

También expuso la siguiente pregunta. Frente a los adelantos tecnológicos, al congelamiento de las vacantes, cuando se jubila o renuncia un taquígrafo, cuando se lo expone a ser reemplazado por un instrumento electrónico o se ofrece un servicio de grabación a menor costo -sin importar los resultados-, ¿qué debemos hacer nosotros?

El señor Mario Ballester, Director del Cuerpo de Taquígrafos del Senado, relató que hace poco tiempo el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación habían recibido un pedido político debido a un problema ocasionado en la provincia de Formosa. El hecho era que como los legisladores no podían sesionar en el ámbito habitual, las autoridades pidieron al Congreso los elementos necesarios para poder hacerlo. Entonces, la Cámara de Diputados cedió el recinto y el Senado ofreció su Cuerpo de Taquígrafos.

El señor Santiago Badillo, de La Pampa, refiriéndose a los adelantos tecnológicos, habló de terminar con los tabúes y tratar el tema como una realidad concreta. Expresó la necesidad de encontrar entre todos una forma de adecuarse a la nueva situación, puesto que los esfuerzos personales son casi estériles y hasta ahora los intentos por ponerse a tono con los nuevos tiempos han sido individuales en lugar de ser organizados colectivamente y canalizados a través de las instituciones.

Su propuesta fue la de tomar las herramientas que nos ofrece la tecnología y tener la convicción de que somos parte de un todo que está avanzando en este camino. En este sentido, expresó que la Asociación debía convertirse, ante las autoridades de todas las Legislaturas, en impulsora de la modificación de la forma tradicional de escritura taquigráfica.

El señor Héctor Cataldo, ex taquígrafo del Senado de la Nación, expresó que no se puede negar la importancia de la tecnología para facilitar la labor del taquígrafo, pero que le duele cuando piensa en abandonar el lápiz. Al respecto, dijo que la Taquigrafía manual no debe desaparecer, y que hasta puede ser de suma utilidad como escritura de uso corriente.

A la pregunta: ¿puede la máquina reemplazar al taquígrafo?, respondió que no podemos desestimar la importancia de la tecnología, pero que la mano, el espíritu, el corazón y el sentimiento no pueden estar separados del lápiz.

El señor Arturo Barcia expresó que tanto detrás de un lápiz como de una maquinita debe haber un taquígrafo, por lo que no creía que ésta pudiera reemplazar al lápiz.

El señor Daniel Sátera estuvo de acuerdo con lo expresado por el señor Badillo, pero marcó las diferencias que existen entre ejercer la profesión taquigráfica en la Capital Federal y en las provincias. Respecto a la incorporación de la tecnología dijo que debemos ser sumamente cuidadosos y que debemos ser nosotros mismos quienes tendamos los puentes, porque si cerramos las puertas van a aparecer empresas particulares que ofrecerán el trabajo por menos dinero, a costa de la calidad.

El señor Marino manifestó que los profesionales de cualquier área se capacitan constantemente, y que lo mismo deben hacer los taquígrafos. Coincidió en que detrás del lápiz o de la máquina siempre hay una persona que debe estar capacitada. Expresó que el mérito de la máquina es que, trabajando literalmente, se puede producir más rápido.

El señor Enrique Diez, de Tucumán, entendió que la gente joven debe tratar de adecuarse a las nuevas tecnologías, y que se habla de rapidez y de costo pero habría que ver hasta cuándo se puede trabajar sólo con la maquinita. En ese sentido, indicó que un Cuerpo de Taquígrafos tradicional, trabajando en equipo, realiza la traducción simultánea. Entonces, se preguntó: ¿podría una persona sola, trabajando con la maquinita, estar seis o siete horas continuas concentrada? Esto depende de la salud y de la resistencia de cada uno.

Ante las nuevas perspectivas de trabajo -Poder Judicial-, entendió que la maquinita se complementa con el trabajo manual.

Ante estas palabras, el señor Ballester explicó que en ningún momento se pensó en la introducción del elemento tecnológico como forma de reemplazar al lápiz, y que cada Cuerpo deberá resolver su problemática particular. También exhortó a la enseñanza y la difusión de la Taquigrafía, sin hacer mención a los medios a utilizar para ello, puesto que nadie tiene la verdad sobre qué es lo más conveniente.

El señor Guillermo Vita, de la Cámara de Diputados de Chile, indicó que la situación de la Taquigrafía en su país no difiere mucho de lo que ocurre en Argentina. Expresó que la máquina no va a reemplazar a los redactores, pues las correcciones idiomáticas es necesario hacerlas. En tal sentido dijo que es necesario que los taquígrafos aprendan gramática, derecho, términos médicos, etcétera, como manera de poder hacer un trabajo eficiente, ajustándose a lo que dice el orador.

El señor Mario Tolosa, de la Cámara de Representantes de Uruguay, planteó la pregunta de cómo nos afectaría una resolución de este tipo, en el sentido de cómo encauzar la Taquigrafía. Reconoció que todo ha cambiado en los últimos años, a raíz de la introducción de las nuevas tecnologías, pero hay que mantener principios en el momento de la elaboración de la versión taquigráfica. Dijo que hay que ver qué se cambia y qué no, y hasta cuándo se puede modificar un discurso sin alterar lo que se quiso decir y el estilo de la persona.

Recordó que, cuando aparecieron los grabadores, los mediocres de siempre decían que se acababa el trabajo de los taquígrafos. Ahora se habla de equipos más sofisticados. Aclaró que las máquinas de estenotipia son muy viejas, y que con el avance de la tecnología siguen cambiando. Entonces, ¿se puede recomendar a alguien una tecnología determinada en este momento? La diferencia es que las transcripciones se hacen por computadora, y que en menos tiempo se hace la versión literal de lo que la persona dijo.

Expresó que la manera de encarar la defensa contra este ataque es jerarquizar nuestro trabajo y rescatar todo lo que hacemos y los que somos, como fedatarios de la versión y responsables de lo que se dice, en tanto actuamos como secretarios de actas. También dijo que lo que permite la tecnología es hacer más rápidamente una versión literal, pero que lo que debemos hacer es defender nuestra condición y asumir nuestro inalienable derecho de dejar estampado lo que el orador quiso decir y lo que todos entendieron que dijo.

La tarea del taquígrafo debe abarcar, además, todas las funciones que están alrededor, como la confección de los originales para la imprenta, la corrección de los discursos y su instalación en Internet para que estén a disposición de todos. El otro camino sería abaratar costos y permanecer como meros auxiliares.

Manifestó que hay una corriente tecnocrática que lleva a aplicar al Poder Legislativo conceptos de la empresa privada, mientras que nosotros debemos regirnos por otros parámetros, y que en la medida en que nos neguemos en nuestra función profesional les vamos a dar la razón. Se mostró abierto a las nuevas tecnologías, pero entendió que debemos manejarlas nosotros, y utilizarlas como auxiliares de nuestra tarea profesional de alto nivel.

El señor López Quintela entendió que no se trataba de una carrera entre el lápiz y la maquinita, sino que habría que pasar un período de transición para ir viendo los requerimientos de la técnica. Expresó que si en lugar del lápiz se optaba por estos equipos modernos se abría una ventana a algo muy amplio, que es muy difícil de determinar en estos momentos.

El señor Barcia enfatizó lo expresado por el señor Tolosa, en el sentido de que hay que tener prudencia, pues los pasos a dar pueden repercutir en los Cuerpos de Taquígrafos de toda la región.

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