¿QUE ES EL DERECHO AL VOTO EN EL PERÚ?

Perú, 4 de Junio del 2006, fin de la carrera electoral, “ese día se decidirá el destino de mi país”, con muchas promesas y con las mismas propuestas, en fin, me prestaré a sufragar, y cuando llegue a la mesa 218717, me darán la célula de sufragio, y para sorpresa mía no hallaré a mi candidato que por mas cuatro meses pensado no veré, no será la estrellita o la ollita; pero el caso es que no encontraré la casilla de mi candidato –el “Ninguno”, pues que denigrado me sentiré cuando solo podré viciar mi célula, me sentiré obligado a elegir a uno aunque no simpatizara con uno de ellos, pues mi voto viciado no interesa, allí estarán los candidatos y no has que hablar ¿pues eso es democracia en mi país? ¿Eso es derecho a votar?, ¿mi libertad donde está?; sabiendo que mi voto viciado va ha rellenar la cifra del candidato que estará ganando…

 

Retomemos del inicio, muchos políticos glorifican diciendo; que democracia y derecho ciudadano no se resume en el derecho al voto, piensan que el votar es un derecho, ¿que también no seria un derecho a elegir a no votar? -digo, si uno no halla una propuesta clara, realista y sincera en los candidatos, estaríamos obligados votar –aunque no hallemos nuestro candidato, pues en mi país sí, según la constitución Política del Perú del año 1993 actualmente vigente se encuentran contemplados: en el Capítulo III, del título I en el artículo 31° nos dice sobre el ejercicio la voto; es persona igual, libre, secreto y obligatorio, etc… Pero los voceros del organismo encargadas de las elecciones con el JNE (Jurado Nacional de Elecciones) de manera verbal a través de los medios de comunicación nos dicen: según las condiciones y procedimientos determinados por la ley orgánica dice: el ciudadano peruano tiene el derecho al sufragio, a elegir a sus autoridades; pero mas luego dicen: el que no sufraga en las elecciones presidenciales y para el congreso deberá pagar una multa, por incumplir el con su “derecho”, e incluso toda aquella persona hospitalizada y que esta privada de su libertad, caso contrario se le retendrá cualquier tramite burocrático y transferencia bancaria. Pues donde esta la gracia del derecho al voto, si las leyes nos obligan a algo que tal ves no sería necesario obligarnos, porque no dejar que voten los que deseen, es necesario hacernos cómplice de los malos gobernantes, a los que aun no quieren votar por ellos, pero bueno; refiriéndonos a la célula, otro tema que es realmente muy denigrante para la persona que no se aya inscrito a algún partido político claro esta,  y que aya llegado a la conclusión que ningún candidato le da las garantías de que cumplirá su propuesta, o que sepe llevar bien las riendas del país, lo lamentable de la célula es que en ella no hay libertad de elección pues me dan un pescadito, una mandarina y un tiburón, no hay mas para elegir, que hacer. Viciarlo o dejarlo en blanco -pero igual no cuenta -en definitiva es nula, es como si la célula diría UD. tiene a las siguientes opciones, vote por el –si- o por el –si-. Ha por cierto el tercer miembro de la mesa esta obligado a que el sufragante debe de dejar constancia de su derecho de votación con la tinta indeleble, y nadie sabe para que es eso, si cuando uno saca el dedo del tintero el presidente te ofrece un pedazo de papel higiénico, para que te quites la tinta sobrante, el votante al salir del recinto, -raspa y raspa el dedo hasta que no quede nada del indeleble, no veo la gracia entonces. Es algo muy denigrante este acto y para hacer mas pintoresca, la gracia es en el dedo fálico, y no es por morbo, pero todo el mundo ya sabe de la iconografía que se le asigna al dedo medio –en la gran mayoría de las culturas, sino pregunte a un adolescente que a un joven,

 

Alternativa a este derecho que no esta tan derecho, de seguro no seré la única persona el día 4 de Junio del presente año, que votará viciado o en blanco, bueno a partir de casos como el nuestro, porque no ser el voto opcional -si quieres votas sino -no,  ahí si sería el voto un derecho de elegir, pues no veo el caso de que un puneño (sur del Perú –limita con Bolivia) trabajando en lima (centro del Perú – costa del Pacífico) regrese a su tierra a votar viciado o en blanco, ¿tanto gasto para qué? Acaso: para no contar su voto e invalidarlo y darlo para el que va ganando, porque no actuar como otras experiencias, en EE. UU. Las votaciones son libres, y no hay problema con eso, ahora con el otro tema del indeleble, -¿para qué digo? –si igual me lo voy a quitar una vez fuera de la mesa de sufragio, ahora si dicen que es con el pretexto de evitar de votar dos a mas veces, digo que es tan fácil hacer eso en presencia de tres personas, y si así fuese –no ven que es muy fácil quitarse el indeleble; ejemplo: frotar con vaselina el dedo antes de introducir el dedo al indeleble o también en los últimos de los caso el tiner (líquido –disolvente),  ¡ya vote otra vez –que en esa mesa no se dan cuenta¡ , creo que basta con el holograma que colocan en el documento de identificación. Si todo este penoso derecho ha votar, realmente se convirtiera a un derecho a la elección -yo igual iría. No necesito de una multa.

BIBLIOGRAFÍA

 

No considero Bibliografía debido a que este articulo es a manera de comentario y critica de las leyes sobre las elecciones presidenciales de mi país, y como mi objeto de análisis es el derecho al Voto, solo tomo como base la Constitución Peruana del año 1993 actualmente vigente,

 

En cuanto a la información de los condiciones y dispositivos de la ley orgánica, no tengo ninguna acceso, indague las paginas de Internet del Jurado Nacional de elecciones y no existe información alguna y si lo hubiera no es de fácil acceso, antes de escribir este articulo escribí al correo electrónico de dicho organismo, sin embrago hasta el día de hoy no recibo ninguna respuesta, el acceso a la ley orgánica como manual, no es muy comerciable dentro del la esfera que me muevo, y que poniéndonos en situación del una persona común sin desmerecer, es nula el acceso y difusión de la dicha información.

 Autor:

Bach. En Antropología  José Antonio Chavarría Márquez.