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Misa Tradicional en la Diócesis de Torreón, después de casi 40 años
El pasado Miércoles 13 de Febrero se llevó a cabo la tan esperada Santa Misa según la Forma Extraordinaria del Rito Romano en la Catedral de Nuestra Señora del Carmen de Torreón Coahuila, la cual se digno celebrar el Rev. Pbro. Monseñor Francisco Castillo Santana, quién es Vicario Episcopal de nuestra joven Diócesis, la cual se encuentra en un Año Jubilar por sus primeros 50 años. Como era de esperarse, desde meses atrás, ya se había extendido el rumor en toda la Diócesis, que en la Catedral se llevaría a cabo una Misa en Latín, como se hacían antes del Concilio Vaticano II, lo cual provoco cierta expectación en los católicos laguneros incrédulos, que comentaron, que les parecía imposible que después de cuarenta años de cambios en la Iglesia, fuese haber otra vez en un templo diocesano, una Misa antigua, generando esto toda clase de comentarios positivos y negativos, que resonó a oídos de otras diócesis como la de Chihuahua, Durango, San Luis Potosí según se dijo. Una vez que llego el esperado día, asistieron a la Santa Misa unos 350 fieles laguneros provenientes de Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, contando con la presencia de algunos medios de comunicación, de alumnos del seminario diocesano "Santa Maria Reina", y de nuestro presidente nacional el Lic. Felipe Alanis, Presidente de Una Voce de México, del R. Padre Raúl Capellán de Monterrey para la Forma Extraordinaria, entre otros amigos de nuestra Asociación.
La Celebración Eucarística dio inicio a las 8:30 en punto, siendo acompañada en los cantos gregorianos por el Coro Diocesano de San Gregorio Magno que dirige el padre "Mayito" párroco del Espíritu Santo. Entre los himnos que dieron inicio a la Procesión de la Misa, estuvo el de "Roma Aeterna", para luego seguir durante la primera incensación con el Kyrie Eleison de Misa de Angelis, entre otros como el Sanctus, Pange Lingua, Salve Regina, Agnus Dei etc. El R.P. Monseñor Francisco Castillo Santana porto una Casulla Románica (de Guitarra) del color litúrgico de Semana Santa, con su bonete, su manipulo, y todos los ornamentos propios, siendo acompañado del Maestro de Ceremonias, y de los Acólitos debidamente preparados, los cuales portaron el tradicional traje de "coro" para tan magna ocasión de acción de Gracias por el Motu Proprio del Papa Benedicto XVI Summorum Pontificum, que para sorpresa de todos, los acólitos, junto con los fieles -en su mayoría- respondieron en latín, las oración básicas de la Misa, desde el "introibo ad altare Dei, confiteor, Misereatur, Domine non sun dignus etc.".
La Asociación Una Voce encargada de la organización de esta primera Misa en su Forma Extraordinaria, facilito a los fieles asistentes, un ordinario de la Misa en latín y español, para que acompañaran al sacerdote y participaran debidamente, según estas formas litúrgicas; no siendo pocos los que prefirieron contemplar la belleza del Rito Romano tradicional, incluidos aquellos que tomaron fotografías y video para tan memorable ocasión. En ningún momento el latín constituyo un obstáculo para los jóvenes que por primera vez en su vida, asistieron a una Misa Tridentina, incluidos los seminaristas presentes, que estaban fijamente atentos a cada gesto del Sacerdote, y que posteriormente manifestaron sentirse atraídos por esta forma extraordinaria del venerable rito Romano. Las lecturas y el Evangelio, así como la homilía fueron en Español, como establece la edición de 1962 del Beato Juan XXIII,
En la Homilía Monseñor Castillo hablo sobre las dos formas del Rito Romano, afirmando que el Misal de "San Pío V" sigue vigente, que junto al Misal de Pablo VI, constituyen dos expresiones del Único Rito Romano. También se dijo que la Forma Extraordinaria sigue teniendo derecho de ciudadanía como los otros ritos latinos como el ambrosiano, mozárabe entre otros y que lo único que había hecho el Papa con su Motu Proprio, fue recordar que esta Misal -según dice Monseñor Castillo- no ha sido abrogado.. Monseñor para tranquilizar a algunos fieles y a los medios de comunicación amarillistas que se encontraban presentes, comento que "Una Voce es un movimiento católico que promueve las celebraciones tridentinas y que tiene la aprobación de la Iglesia", tal como lo permite el Papa Benedicto XVI, incluidos los sacramentos, que dijo "son los mismos" con sus variantes y en latín.
Una vez finalizado la Homilía, los fieles laguneros, acompañaron al sacerdote en el silencio de las oraciones y del Canon, participando con los debidos himnos, y con la piedad que caracteriza al Rito Romano tradicional, siendo no pocos los que han dado testimonio de haberse sentido invadidos por un recogimiento sobrenatural, que los llevo a adentrarse aun mas en la oración, y en la contemplación del augusto Sacrificio del Altar que en ese momento el sacerdote ofrendaba a la Majestad Divina, percibiendo a través del silencio su presencia en la misa, como un gran momento de su vida cristiana, mas intensa y mas profunda. Siguiendo con el debido decoro, sacralidad y la belleza que caracteriza a la Misa Tridentina, la sagrada comunión se recibió de rodillas, conservando esta forma, según lo establecido por el Catecismo de San Pío X, y que sigue aplicando a la Forma Extraordinaria de la Misa, para conservar su atmósfera, y su identidad tradicional.
Una vez que finalizo la Santa Misa Tradicional, los acólitos con la cruz alta y turiferarios, junto al maestro de ceremonias y Monseñor Castillo, salieron del presbiterio en dirección a la Sacristía para dar fin con la tradición bendición del sacerdote a sus ayudantes.
Con la gracia de Dios inmediatamente no se hicieron esperar los fieles que con una gran emoción se acercaron a solicitar mas información sobre estas misas, y de Una Voce, mostrando su interés en seguir con estas celebraciones en su Forma Extraordinaria, que según nos cuentan algunos, son una ocasión muy importante para combatir los abusos litúrgicos que bastante cansan a los fieles. Monseñor Francisco Castillo quedo muy conmovido y emocionado por la Santa Misa, ya que tenia aproximadamente 40 años que no celebraba esta forma del Rito Romano, y tampoco usaba los ornamentos propios de la Misa Tridentina como lo fue la casulla de guitarra, el bonete, el manipulo, el amito, etc. La ocasión termino con la tradicional foto de los fieles y Monseñor.
Dios conceda que las Misas en su Forma Extraordinaria se multipliquen en nuestro país y en nuestra Diócesis de Torreón, ya que son un gran tesoro que alimenta abundantemente nuestra fe, nuestra identidad católica, y que contribuyen enormemente a que las nuevas generaciones de sacerdotes y religiosos redescubran los inigualables tesoros litúrgicos de nuestra Santa Madre Iglesia, que han sido transmitidos por generaciones sin alteración desde tiempos apostólicos, y podamos alabar a Dios como lo hicieron todos los santos y Papas a través de los siglos.
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