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LA SANTA MISA I- Narraci�n. Los Sacrificios Antiguos y el del Calvario
En todos los tiempos y lugares los hombres han ofrecido algunas cosas a Dios
o sacrificaban en su honor criaturas animadas o inanimadas para manifestar que el
Se�or es el due�o Supremo de todas las cosas. Esas ofrendas se llaman sacrificios.
En la Antigua Ley hab�a muchos sacrificios. Ca�n ofreci� a Dios los frutos de la
tierra (y del trabajo del hombre); Abel le ofreci� sus corderitos.
Melquisedec, pan y vino. En el templo de Jerusal�n se sacrificaban constantemente
multitud de aves y animales. Los sacrificios antiguos, como figuras que eran, son
abolidos al realizarse el Sacrificio verdadero que preanunciaban.
Esos sacrificios representaban el gran Sacrificio de la Nueva Ley. Nuestro Se�or
subi� al monte Calvario y all� derram� su Sangre y se ofreci� El mismo a su Padre
Celestial en sacrificio por la Redenci�n del mundo.
Pero el Se�or, queriendo que todos los hombres pudieran participar de su
Sacrificio, no se content� con ofrecerse una vez en el Calvario: quiso que este Sacrificio,
que era de un valor infinito, se renovase todos los d�as, hasta la consumaci�n de los siglos,
en una multitud de altares, para esto instituy� el Sacerdocio y la Santa Misa.
Por medio de sus sacerdotes quiso presentarse todos los d�as en el Altar y ofrecerse
all� de nuevo a su Padre en estado de V�ctima, encubierto bajo las especies del pan y del
vino. Cada altar es verdaderamente un Calvario.
Cuando el Se�or instituy� la Eucarist�a, celebrando y ofreciendo por anticipado
Su Sacrificio, terminada la �ltima Cena, consagr� el pan y el vino diciendo: Este es mi
Cuerpo, que ser� entregado a la muerte por vosotros, esto es mi Sangre que ser�
derramada por vosotros y por muchos. Y despu�s agreg�: Haced (ordenando y dando un
poder) esto en memoria m�a; todas las veces que hicieres esto, es decir, en memoria de Mi
Pasi�n y muerte. As� nos daba a entender que se quedaba en la Eucarist�a para renovar y
perpetuar su Sacrificio en la Cruz.
Asistir a la Santa Misa es lo mismo que asistir al Sacrificio de Jes�s en el Calvario.
En esos dos actos del �nico Sacrificio no hay m�s que un mismo Sacerdote y una misma
V�ctima que es Nuestro Se�or, s�lo que en el Calvario, El se ofreci� por s� mismo y derram�
su Sangre corporalmente (forma cruenta), mientras que sobre nuestros altares se ofrece por
medio del sacerdote y se oculta como V�ctima bajo las especies del pan y del vino
(forma incruenta).
Nota:
Otros hechos b�blicos que se refieren al tema: Isaac es conducido al monte de su sacrificio llevando �l mismo la
madera en sus espaldas. Gen XXII - El sacrificio de Melquisedec. Gen. XIV. - Los sacrificios antiguos de pan y flor
de harina. Lev. II. - El profeta Malaqu�as anuncia el Sacrificio de la Misa. Mal I, II. - El profeta Daniel habla de un
futuro Sacrificio eterno que "ser� abolido por tres tiempos y medio" a causa de los pecados del pueblo...
II.- Comentario. - LA SANTA MISA
La adorable Eucarist�a no fue instituida solamente para que sirviera de sustento a
nuestras almas, sino tambi�n para que por medio de ella rindi�ramos al Se�or nuestras
adoraciones y acciones de gracias, lo hici�ramos propicio y alcanz�semos el perd�n y toda
suerte de gracias. Por eso la Eucarist�a, adem�s de ser Sacramento es Sacrificio.
Es la misma V�ctima del Calvario la que se inmola sobre el altar; s�lo que en el
Santo monte se inmol� con derramamientote sangre, y en el altar se inmola bajo las especies
de pan y de vino. Uno mismo es tambi�n el Sacerdote inmolador: Cristo, Se�or nuestro. En el
Calvario se ofreci� por s� mismo; en el altar se ofrece por medio de sus ministros, los sacerdotes
de la Nueva Ley.
En el Calvario Jesucristo nos mereci� con su muerte los tesoros infinitos de las gracias;
en el altar ya no puede merecer m�s, pero nos comunica esos tesoros.
El sacrificio del Calvario y del altar no son, pues dos sacrificios diversos; son un mismo
sacrificio, el de Nuestro Se�or Jesucristo.
Por medio de la Misa ofrecemos a Dios un tributo (el �nico digno de El) de adoraci�n
superior al que pueden tributarle todas las criaturas juntas.
Por la Misa damos a Dios las debidas gracias por todos los beneficios con que nos favorece.
Por la Misa aplacamos al Se�or ofendido por nuestros pecados y alcanzamos el perd�n de ellos.
Por la Misa obtenemos el auxilio oportuno para todas nuestras necesidades del alma y
del cuerpo.
Y estos preciosos frutos los aprovecha la Iglesia entera, los vivos y los difuntos, pero m�s
particularmente los que la celebran, aquellos por quienes se aplica y los que la oyen devotamente.
Nuestros sacrificios y vencimientos
El santo Sacrificio de la Misa es una renovaci�n y a la vez una representaci�n del
Sacrificio del Calvario. As� lo dispuso el Se�or para que al asistir a la Misa no dej�ramos de
recordar su Pasi�n y muerte. Por eso tambi�n instituy� el Sacramento de la Eucarist�a, orden�
sacerdotes a sus Ap�stoles y les dijo: �haced esto en memoria m�a�.
En cada altar sube Jes�s al sacrificio, cargado de la Cruz y parece decirnos:
�si alguno quiere venir en pos de m�, ni�guese a s� mismo, tome su cruz y s�game�,
Nos invita a tomar la cruz, es decir, a vencernos y sacrificarnos con El. No podemos seguir a
Jes�s ni ser sus verdaderos disc�pulos, si no contrariamos y vencemos las malas inclinaciones y
los apetitos que nos inducen al pecado. Este sacrificio del desorden de nuestras pasiones es el que
Jes�s nos pide desde el altar renovando siempre el prop�sito de vencernos y sacrificarnos.
III � DOCTRINA
�Qu� cosa es sacrificio?
�Sacrificio es la inmolaci�n de una cosa que se ofrece a Dios para reconocerle como
supremo Se�or.
En todo sacrificio la cosa que se ofrece a Dios se sacrifica o destruye para reconocer
que Dios es el supremo due�o de todo lo que existe.
�Hubo sacrificios en todos los tiempos?
Desde el principio del mundo hubo sacrificios y Dios los orden� en la Antigua Ley.
�Cu�l es el Sacrificio de la Nueva Ley?
El Sacrificio de la Nueva Ley es el Sacrificio del Calvario en el que Jesucristo ofreci�
al Padre Eterno su vida por nuestros pecados.
�D�nde se renueva el Sacrificio del Calvario?
El Sacrificio del Calvario se renueva todos los d�as en la Santa Misa.
�C�mo se renueva en la Santa Misa el Sacrificio del Calvario?
En la Santa Misa se renueva el Sacrificio del Calvario, porque es el mismo Jesucristo
quien se ofrece en la Misa.
�El Sacrificio de la Misa es entonces el mismo Sacrificio del Calvario?
S�, la Santa Misa es el mismo Sacrificio del Calvario porque en ambos es Jesucristo el
Sacerdote y la V�ctima.
�Qu� es la Santa Misa?
La Santa Misa es el Sacrificio de la Nueva Ley, en el que Nuestro Se�or Jesucristo se
ofrece a su eterno Padre por manos del Sacerdote, bajo las especies de pan y de vino para
renovar el mismo Sacrificio de la Cruz
�De qu� modo el Sacrificio de la Misa �representa� el de la Cruz?
1.�- La separaci�n de las especies recuerda y representa la separaci�n del Cuerpo y de
la Sangre de J. C. en la Cruz.
2.�- La comuni�n del sacerdote y de los asistentes parece destruir (o consumir) a N. S.
y recuerda su muerte y sepultura.
�qu� diferencias existen entre la Santa Misa y el Sacrificio de la Cruz?
1.�- En la Cruz Jesucristo derram� su Sangre y muri� realmente; en la Santa Misa
muere s�lo m�sticamente.
2.�- En la Cruz Jesucristo se ofreci� personalmente; en la Santa Misa se ofrece por
manos del sacerdote;
3.�- En la cruz J. C. mereci�; en la Misa nos aplica sus m�ritos.
�Para qu� fines se ofrece la Misa?
La Misa se ofrece:
1.�- Para adorar a Dios; o sea latr�utico.
2.�- Para agradecer sus favores; o sea eucar�stico.
3.�- Para expiar los pecados; o sea propiciatorio.
4.�- Para conseguir nuevas gracias; o sea impetratorio.
�Qu� valor tiene la Santa Misa?
La Santa Misa tiene un valor infinito; perolas disposiciones de cada uno limitan su aplicaci�n
como expiaci�n y petici�n.
�A qui�n se ofrece la Santa Misa?
Por ser un acto de adoraci�n, la Santa Misa se ofrece a Dios solo pero se puede celebrar en
honor de la Sant�sima Virgen y de los Santos.
�Qu� significan las expresiones: Misa de la Sant�sima Virgen, de los �ngeles, etc.?
Significan que tal Misa se celebra en honor de la Sant�sima Virgen, de los �ngeles, etc.; pero
no que se les ofrezca a ellos.
�Por qui�nes se ofrece la Santa Misa?
La Santa Misa se ofrece por todos los miembros de la Iglesia, vivos y difuntos.
�Puede celebrarse la Santa Misa para conseguir favores temporales?
S�; con tal que estos bienes nos sean necesarios o �tiles para llegar al cielo.
�Es provechoso asistir frecuentemente a la Santa Misa?
La asistencia a la Santa Misa es una de las pr�cticas m�s provechosas de la vida cristiana.
CUADRO RESUMEN
Sacrificio es la inmolaci�n de la cosa que se ofrece a Dios para reconocerle como
supremo Se�or. El Sacrificio de la Nueva Ley es el Sacrificio del Calvario, en el que Jesucristo
ofreci� a Dios su vida por nuestros pecados.
El Sacrifico del Calvario se renueva todos los d�as en la Santa Misa porque es el mismo
Jesucristo quien se ofrece en ambos sacrificios Jesucristo es sacerdote y v�ctima la vez.
La Santa Misa es el Sacrificio de la Nueva Ley, en que Nuestro Se�or Jesucristo se
ofrece al Eterno Padre, por manos del sacerdote, bajo las especies de pan y de vino para renovar
el mismo Sacrificio de la Cruz. La separaci�n de las especies representa la separaci�n del Cuerpo
y de la Sangre de Nuestro Se�or en la Cruz y la comuni�n del sacerdote y de los asistentes nos
recuerda su muerte y sepultura.
En la Cruz Jesucristo derram� su Sangre y muri� realmente; en la Santa Misa muere
s�lo m�sticamente; en la Cruz Nuestro Se�or se ofreci� personalmente, en la santa Misa se
ofrece por manos del sacerdote; en la Cruz nos mereci� sus gracias, en la Santa Misa se nos
aplican sus m�ritos.
La Santa Misa se ofrece para adorar a Dios, para agradecerle sus favores, para
expiar los pecados y conseguir nuevas gracias.
Tiene un valor infinito pero se reciben gracias seg�n las disposiciones de cada uno. La
Santa Misa se ofrece s�lo a Dios pero puede celebrarse en honor de la Sant�sima Virgen y de los
santos y aplicarse por los miembros de la Iglesia vivos y difuntos.
IV APLICACION PRACTICA. � Asistamos siempre a la Santa Misa con la
misma fe, devoci�n y amor con que habr�amos asistido a la crucifixi�n y muerte de Nuestro
Se�or en la Cruz. De todos los actos del culto que podemos ofrecer a Dios no hay ninguno
que de m�s gloria al Se�or y m�s provechoso para nosotros que la Santa Misa.
�Todas las veces que comiereis este pan o bebiereis este c�liz, anunciareis
la muerte del Se�or hasta que venga� (I, Cor. XI, 26).
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