Entrevistas Juan C. Onetti
Para los aficionados: las entrevistas. A veces brusco y taciturno, a
veces de buen humor y hablador, jamás locuaz y siempre lúcido:
así habla Onetti sobre libros y escritores, sobre política
e historia, sobre el amor y la muerte, o sea, sobre el tema de su literatura,
"la aventura absurda que significa el paso del hombre sobre la tierra."
Fragmentos de las entrevistas "best of" van llenando
poco a poco ésta página. En l as noticias se avisan las
entregas nuevas.
¿Qué función desempeña el intelectual en nuestra
sociedad y cuáles son las actividades que según Ud. le corresponden?
Onetti : No desempeña ninguna tarea de importancia social. Le corresponde
tener talento.
¿Qué medidas concretas estima necesarias para mantener
viva la comunicación escritor-público?
Onetti : Placer de reiterar: que el escritor tenga talento.
( Marcha , Montevideo 27.5.1960 )
¿Cómo debe a su juicio expresarse el llamado "compromiso
de los escritors"?
Onetti : Se trata de responder una encuesta organizada por un diario comunista.
Me divierte pensar que tal vez no hayan encontrado mejor ejemplo que el
suscrito para presentar las lacras morbosas de un escritor pequeño
burgues y decadente. Alguién inventó el término y
el destino del escritor comprometido. Soy inocente. El único compromiso
que acepto es la persistencia en tratar de escribir bien y mejor y encontrar
con sinceridad cómo es la vida que me tocó conocer y cómo
es la gente condenada a convertirse en personajes de mis libros.
¿La creación lleva implícita la denuncia consciente
a la crítica al mundo en que ubica su obra el autor?
Onetti : La creación lleva implícita óse quiera o
noó la denuncia y la crítica de un mundo en que la gente
nace y muere sin enterarse ni por qué ni para qué. Es indudable
que a esta altura coexisten en la R.O.U. [República Oriental del
Uruguay] gente con millones y gente que vive en cantegriles, barrios de
ratas y intemperie. ¿Pero qué podemos hacer con los proclamados
bestsellers de 1500 ejemplares? Sin contar que lo que más nos preocupa
en el momento de escribir son problemas de estilo y construcción.
Y que es indispensable resolver tales problemas si aspiramos (aspiran)
a tener una literatura nacional. Agreguemos que los muertos de hambre
no tienen dinero para comprar nuestros libros, ni interés, ni tiempo
para leernos. Cuando la miseria llegue a la desesperación es posible
que las cosa cambien, sin mérito o culpa nuestros. Tal vez ese
posible futuro sólo ofrezca un poco de plomo, y, para guardar tra[d]iciones,
un cuchillo mellado en la garganta.
¿Es vigente la soledad del escritor o habría que modificar
el concepto en la actualidad?
Onetti : Si la soledad significa lo que yo entiendo, contesto "vigentísima".
Para todo ser humano, escriba o no. En caso contrario me adhiero espiritualmente
a las peñas, las mesas redondas y los torneos con flores naturales.
( El Popular / Suplemento Cultural , Montevideo 26.1.1962)
Onetti : Yo escribo por ataques: a veces me paso meses y meses y no se
me ocurre nada, pero siempre sé que va a volver, que siempre volverá.
Y vuelve: en el momento más inesperado, el tema llega y lo domina
a uno. Cuando uno se pone a buscar el tema, como hacen algunos que no
quisiera nombrar, pensando que está bien escribir esto y mal esto
otro, entonces uno no es un artista. Podrá ser un correcto escritor,
pero no un artista.
(Eduardo Galeano: "Onetti, el áspero", Marcha , Montevideo
12.1.1962)
Onetti : El que pretende dirigirse a la humanidad o es un tramposo o está
equivocado. La pretendida comunicación se cumple o no; el autor
no es responsable, ella se da o no por añadidura. El que quiera
enviar un mensaje - como se ha reiterado tantas veces - que encargue esta
tarea a una mensajería. / Escribir bien no es algo que el auténtico
escritor se propone. Le es tan inevitable como su cara y su condutca.
Además, si la literatura es una arte, "En busca del tiempo
perdido" importa más que todo lo que se ha escrito en Hispanoamérica
desde hace un siglo y medio. Acepto la posibilidad de estar equivocado,
y si alguien me puede citar un título o un autor que neutralice
o destruya esta opinón, bienvenido sea.
(Guido Castillo: "Juan Carlos Onetti. Ahora en Montevideo",
El País , Montevideo 28.1.1962)
Onetti : Artigas forma parte de una genealogía que se dan los pueblos,
obligatoriamente, como se dan las familias pobres, y en la que son necesarios
tanto el héroe nacional como el poeta y el novelista nacionales
y como el cantor nacional. Si ustedes tienen a Napoleón nosotros
tenemos a Artigas, si ustedes tienen a Baudelaire nosotros tenemos a Zorrilla.
Gardel es parte inseparable de la genealogía de los pueblos del
Plata.
¿Qué nacionalidad tenía?
Onetti : Para mi era francés.
(Alfredo Zitarrosa: "Onetti y la magía de El Mago",
Marcha , Montevideo 25.6.1965)
Onetti : Cuando la gente además de burra escribe en un diario suele
fastidiarme. ¿A usted no?
Si usted estuviera en mi lugar reporteando a Onetti, ¿qué
le preguntaría sobre la literatura uruguaya?
Onetti : Una monstruosidad.
¿Y usted que contestaría?
Onetti : Que no es elegante hablar de los colegas.
No me imagino al protagonista de una leyenda negra contestando eso.
Onetti : Ahí esta el error, no tengo nada que ver con esa leyenda.
¿Cómo? ¿Entonces usted no es el laboratorista que
toma la gente como conejillo de Indias? ¿Una especie de experimentador
sin escrúpulos, un retorcido a quien imputan las peores maldades?
Onetti : No, no soy. Ni siquiera soy el alcoholista mujeriego de que habla
el capítulo segundo de la leyenda.
Sin embargo, se casó cuatro veces y desde que llegué se
tomó sus buenos tres vasos de vino.
Onetti : Solo con vino puedo agunatar los reportajes.
Gracias.
Onetti : En cuanto a mi pasión por experimentar no pasa de la cuota
normal. Usted misma me ha querido enfrentar o otro autor nacional para
divertirse.
¿Le parece comparable? Yo lo he visto reunir ex amantes cada uno
con sus nuevos amores para observar sus reacciones. Todo con la expresión
más inocente.
Onetti : Tengo yo la culpa de ser un maestro? Sé armar bien las
cosas, no tengo la culpa de que otros la armen mal. La única diferencia
es esa. No soy culpable, señora, no soy. Dios me ha hecho así,
sólo me resta cumplir. La leyenda, en lo fundamental: calumnias.
Ignoracia, desconocimento de los hechos. Yo sigo viviendo y la leyenda
crece. Cada día soy más malo.
¿Usted no cree que la leyenda tiene buen pie en su literatura?
Onetti : No, mi literatura es una literatura de bondad. El que no lo ve
es un burro.
¿Por qué escribe?
Onetti : Escribo para mí. Para mi placer. Para mi vicio. Para mi
dulce condencación.
¿Cómo escribe?
Onetti : Estupendamente.
Conteste con seriedad.
Onetti : Sí, señora. No entendí la pregunta.
Bueno, quiero decir si escribe con un plan que elabora previamente. Si
sabe exactamente adónde va a llegar.
Onetti : Sé qué va a pasar. No sé cómo va
pasar. Si supiera cómo va a pasar no lo escribiría.
¿Quiere decir que verdaderamente escribe para usted? ¿Que
en una isla desierta escribiría?
Onetti : Escribiría.
(María Esther Gilio, "Un monstruo sagrado y su cara de bondad",
La Mañana , Montevideo 20.8.1965)
¿Considera que sus críticos no interpretan correctamente?
Onetti : Si por "interpretación correcta" usted entiende
"interpretación total" le digo que eso no puede suceder
nunca. Ni siquiera en el amor. Además los críticos que me
importan saben mucho más de literatura que yo.
Había pensado preguntarle algo tan poco íntimo como su
posición frente a la literatura comprometida.
Onetti : Eso acaba de inventarlo.
Aun así vale la pena que me conteste.
Onetti : Creo que no hay más compromiso que el que uno acepta tácitamente
cuando se pone a trabajar o jugar. Es un compromiso con uno mismo. Se
trata siempre de escribir lo mejor que nos sea posible; con total sinceridad,
sin pensar nunca en los hipotéticos fulanos que van a leernos.
Si es así, ¿por qué en el prólogo a la primera
edición de Para esta noche usted habla de "participar",
"participar en dolores y angustias", como si en ese libro en
particular, no en los otros, usted estuviera tomando posición frente
a un conflicto exterior, como si estuviera aceptando un compromiso, buscando
deliberadamente una participación?
Onetti : El hecho de que hable expresamente de compromiso en ese prólogo
no modifica las cosas. En todo lo que escribí he participado. Sólo
los malos escritores creen que tal compromiso debe ser expresamente político.
Sartre, por ejemplo...?
Onetti : ¿Cuál el el compromiso político de Sartre
en la mejor de sus novelas, "La náusea"?
Bueno, yo creo que usted se niega al mundo. Y su literatura es un reflejo
muy claro de su forma de vida... sus personajes desconectados de la realidad,
moviéndose en un mundo distorsionado...
Onetti : Primero tendría que preguntarlo por qué cree que
"su realidad" es "la realidad". Mis personajes están
desconectados con la realidad de usted, no con la realidad de ellos. En
cuanto al mundo distorsionado, concedo. Pero... o uno distorsiona el mundo
para poder expresarse o hace periodismo, reportajes... malas novelas fotográficas.
¿Se identifica con el protagonista de El pozo cunado éste
decía: "Soy un hombre solitario que fuma en un sitio cualquiera
de la ciudad"?
Onetti : Sí, con éste y con muchos otros protagonistas.
¿Tampoco le contaron que el arte es una eterna confesión?
Sigue siende ese solitario?
Onetti : Como todo el mundo. La diferencia está en que algunos
se dan cuenta y otros se distraen.
¿Tiene alguna idea acerca de por qué sus actos son tan
poco comprendidos o aceptados por la gente?
Onetti : La clave puede estar en que siempre digo lo que pienso y trato
de hacer lo que quiero... No hablemos del resto. Conzco personas que me
aceptan y me comprenden. Con ellas vivo.
Estos tarados que en su literatura tienen razón frente al los
cuerdos ("Jacob y el otro", "Historia del caballlero de
la rosa...") son un símbolo de lo que pasa en el mundo?
Onetti : De ningún modo. Tienen razón, éxito muy
pocas veces. Pero conviene aclarar que los tarados son, para mí,
los cuerdos, la aplastante inmensa mayoría occidental, cristiana,
demócrata, correcta e hipócrita. Et viceversa.
(María Esther Gilio: "Onetti y sus demonios interiores",
Marcha , Montevideo 1.7.1966)
Entrevistas completas:
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La extraordinaria actitud de Juan Carlos Onetti
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Conversación con Juan Carlos Onetti
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Con Onetti
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