Alfonso II (años 759 842) Fruela I, rey astur descendiente de una familia de origen godo convertida al catolicismo, tomó iniciativa y sometió a vascones y gallegos. Al mismo tiempo luchaba exitosamente contra los árabes, pero su campaña se vio interrumpida cuando fue asesinado. Entonces su hijo, el pequeño Alfonso, quedó a cargo de unos monjes lucenses que se ocuparon de su educación. Cuando Alfonso se convirtió en rey de Asturias, fijó la capital del reino en Oviedo y, al igual que su padre, comenzó a expandir su dominio hacia otras comarcas, consiguiendo llegar a Lisboa. Alfonso II empredió una fuerte lucha contra los invasores árabes, a los que venció repetidas veces, recuperando así territorios que se hallaban en poder de aquéllos. Durante su reinado y con el fin de conseguir aliados para su causa, Alfonso hizo pactos con distintos soberanos, entre ellos Luis el Piadoso, rey de Aquitania. Mas
estuvo este rey involucrado en un hecho por demás
notable: En Iria (Galicia), una antigua ciudad construida
a orillas del río Ulla, a consecuencia de los relatos de
distintas personas del lugar que decían Dicen los relatos de la época, que este santo del sepulcro solía aparecer en medio de los guerreros del rey Alfonso para luchar contra los árabes. También este santo recibió el apodo de "Matamoros" por su destreza y valentía en los campos de batalla. |