Cirilo y Nestorio (año 430)
Sucedió que Nestorio, obispo de Antioquía fue llamado por el emperador Teodosio para ocupar el episcopado de Constantinopla. Nestorio era un hombre que estaba profundamente imbuido en las doctrinas de los antiguos filósofos griegos.
Cirilo, el obispo de Alejandría, no estaba de acuerdo con las ideas de Nestorio, por lo cual se levantó en contra de él. Nestorio, por su lado, en sus sermones no dejaba pasar oportunidad para combatir las ideas de Cirilo.
El desacuerdo y la disputa subieron a tal punto que el emperador se vio obligado a convocar un concilio, que se reunió en Efeso.
Cirilo acudió a la reunión
acompañado por una peligrosa turba que provocó un
desorden tal que le permitió apoderarse de la
presidencia. Rápidamente leyó el edicto del emperador
sin esperar la concurrencia de los obispos de Siria, a su
llegada éstos se levantaron en protesta, lo cual dio
motivo para que se provocara un sangriento motín. A
consecuencia de esto Nestorio fue capturado y desterrado
a un oasis de Egipto.
Hasta el día de su muerte Nestorio fue atormentado por sus perseguidores con cuantos medios tuvieran a mano. A su muerte vociferaban: "Ha dejado los ardores de un desierto, para caer en los mayores tormentos del infierno".