El país de Khmer (año 802) El príncipe Jayavarman II liberó al país de la sumisión de Java y estableció el culto del dios–rey en el templo de Bayon en Angkor–Thom. Estos templos construidos en forma piramidal simbolizaban la montaña cósmica y cada santuario ostentaba la imagen de un antepasado ilustre. El santuario central estaba destinado a la estatua del dios con quién se identificaba el rey. Estos reyes, fueran hinduistas o budistas, se apoyaban siempre en antiguos ritos que los consagraban como dioses; también eran excelentes guerreros y no escatimaban esfuerzos para ampliar sus posesiones.
Leyenda Según las creencias del pueblo, el rey de Khmer era descendiente de una cobra sagrada, y se decía de él que por las noches se unía a una naja de siete cabezas, que había encarnado en una mujer. |
La autoridad real y la
religión dotaron al imperio de magníficos templos
religiosos esculpidos con miles de figuras. Cuanto mayor
era el poder de los reyes, más grandiosas eran las
construcciones. Este imperio perfectamente organizado
llegó a perdurar por largos años.