El reino de los suevos (año 411)


La tribu de svear habitaba en los alrededores del gran lago Malaren. Tenían muchos guerreros y una gran flota con la cual hacían excursiones hasta el Mar Báltico. El reino de los sverige, "dominación de los suevos", reunía a muchas tribus entre las que se elegía a un único soberano. Estas tribus celebraban una gran fiesta anual en la antigua ciudad de Uppsala.

Sus expediciones los llevaron al país de Suomi, "país de las aguas", donde fundaron numerosas ciudades y se establecieron en forma duradera. Otros viajes los llevaron a tierras de Germania, donde crearon un reino y desde allí vagaron por Europa hasta cruzar los Pirineos. Con su jefe Hermerico corretearon por el norte de la Península Ibérica y fundaron un reino desde Galicia hasta el norte de Portugal (año 411).

Los suevos expandieron este reinado durante los mandatos de Requila y Requiario. El rey visigodo Teodorico II, al frente de su ejército, consiguió apoderarse de Braga, la capital del reino de los suevos. Requiario y sus hombres se vieron obligados a abandonar la ciudad. Perseguidos por los visigodos cruzaron por las tierras altas de Trives hasta llegar hasta la ribera del río Orbigo, pero allí fueron alcanzados por Teodorico y sus fuerzas. Los suevos lucharon con todo fervor pero el poderoso ejército visigodo terminó con su resistencia. Requiario murió en la batalla y los suevos fueron vencidos. Teodorico se adueñó de Braga y firmó un tratado con el suevo Remismundo en el que dejaban en claro cuáles eran las zonas de ocupación. Teodorico dio a Remismundo las tierras al norte del río Miño mientras que él se quedó con las del sur. Tiempo después el rey de los visigodos sería muerto por la mano de su hermano Eurico.

Cuando el visigodo Leovigildo tomó el poder, el suevo Eborico le rindió gran homenaje con el fin de obtener beneficios. Andeca, un rebelde suevo, organizó entonces una conspiración contra Eborico que obligó a éste a refugiarse en un convento. Comenzó así una serie de luchas entre Leovigildo y Andeca, pero finalmente la ofensiva visigoda arrolló a los revoltosos.

Después de estos hechos los suevos quedaron sometidos a los godos y con el tiempo su reino desapareció absorbido por sus vencedores (año 585).


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