Tierras del norte (año 1000)


Estas grandiosas tierras (actual América del Norte) albergaban numerosas comunidades de diferentes costumbres. Mientras algunas tribus eran esencialmente nómadas, otras en cambio vivían en grandes ciudades donde desarrollaban una sólida economía que tenía sus bases en la agricultura, la artesanía y el intercambio con otros pueblos. Eran hábiles y audaces arquitectos, pintores y escultores, orfebres y ceramistas expertos. Disponían de yacimientos de oro y plata.

La población solía estar dividida en distintas clases sociales: guerreros, sacerdotes, comerciantes y el pueblo. Los sacerdotes era además depositarios de la ciencia y el poder que ésta les daba.

En algunas de estas tribus, la religión tenía como principal ceremonia la inmolación de seres humanos, por lo cual necesitaban contar con cierto número de prisioneros destinados al sacrificio. Realizaban entonces continuos ataques a los pueblos vecinos, donde apresaban a los más jóvenes, esto por supuesto producía el natural descontento de esos pueblos.

Relato

A fines del verano el poderoso dios de las lluvias Junracán se mostraba especialmente maligno, por lo tanto los habitantes de la tribu debían rendirle culto y cumplir sus deseos. Entonces se elegía a una hermosa virgen y, en medio de una pomposa ceremonia, se la arrojaba a un pequeño lago muy profundo a fin de aplacar la furia del tempestuoso dios. Tras la joven se tiraba al laguito al guerrero más apuesto, fuerte y valiente que tenía la misión de acompañarla hasta Junracán. Luego se arrojaban también lingotes de oro y piedras preciosas. Si después de esta ceremonia las lluvias cesaban y el cielo aparecía limpio, fresco y diáfano, el pueblo quedaba convencido de que habían cumplido los deseos de su dios.


Ir al índice


Hosted by www.Geocities.ws

1