Vitigio y Belisario (año 540) El sur de Italia estaba en manos de los ostrogodos. El rey que gobernaba era un hombre débil de quien la población romana deseaba librarse cuanto antes. El general Belisario desembarcaba con su ejército en las costas de Sicilia y avanzaba hacia Roma. Mientras tanto, los ostrogodos decidieron deshacerse de su inútil rey y proclamaron en su lugar al valeroso Vitigio. Durante
una ausencia de Vitigio, los romanos abrieron las puertas
de la Después de un año de asedio, Vitigio se vio obligado a abandonar la lucha. Su ejército se había reducido a causa de la muerte de muchos de sus mejores hombres. Belisario comenzó entonces una defensa agresiva de toda la región, persiguiendo a los ostrogodos día y noche. Después de algunos años de duras luchas, Belisario logró adueñarse de Ravena, de Vitigio, de su esposa y de los nobles más importantes entre los ostrogodos. El general emprendió entonces el regreso a Constantinopla llevando el precioso botín. Allí fue condecorado por el emperador como el gran vencedor de reyes. |