JOSHIN SENSEI
ENSEÑANZA SESSHIN "La Floresta" 3/3/96
Sesshin es como saltar, uno salta y de pronto vamos a
entrar en medio de algo, en medio de nuestra propia vida o nuestro
propio sufrimiento, en medio de sí mismo, en medio de lo que nunca
queremos ver de nuestra vida y de repente , así de un golpe salta.
Lo difícil de la sesshin es que no se puede andar
despacio, se puede decir "no estoy muy preparado, necesito tiempo
para organizar, para saber que pasa", de repente se está afuera y
de pronto, en el medio de la sesshin, eso es lo difícil.
Nos gusta planificar paso a paso lo que vamos a
hacer, ir a nuestro propio ritmo y la sesshin arrasa con todo eso, es
como un sufrimiento de sentir que no nos podemos seguir a nosotros
mismos, estamos obligados a seguir la sesshin.
Hay mucho sufrimiento durante la sesshin, está el
sufrimiento físico, por cierto y también el hecho de sentirse
empujado, como si un gran golpe en la espalda nos empujase.
Es interesante observar qué es lo que crea este
sufrimiento, qué es lo que hay de cambio en la vida del sesshin con
respecto a nuestra propia vida, qué es lo que provoca este sufrimiento;
por que durante la sesshin uno se siente desposeído de alguna cosa y
qué es esa cosa ?. Es esto lo que va a ser un poco arrancado, desatado
.
Durante la sesshin no se puede hacer lo que uno
quiere, hay que seguir la madera o el metal, hay que hacer esto, hay que
hacer aquello, hay que hacerlo así, hay que hacerlo asá . Todo pasa
rápido, no hay tiempo de dejarse estar.
Durante la sesshin no se puede hacer lo que uno
quiere, hay que seguir la madera o el metal, hay que hacer esto, hay que
hacer aquello, hay que hacerlo así, hay que hacerlo asá . Todo pasa
rápido, no hay tiempo de dejarse estar.
Lo que es interesante es lo que uno se da cuenta muy
rápido, se es un todo que es como un solo cuerpo. La acción de cada
persona influye en cada sesshin. Esto es la explicación de sangha,
cuando en la mañana tomo refugio en la sangha.
Cuando estamos en zazen, cuando hacemos eso, es lo
que se tiene uno sobre el otro. Cuando alguien está cansado y empieza a
dejarse caer el de al lado también. Tenemos una responsabilidad, en
tanto estemos en sesshin hay una responsabilidad sobre nosotros.
Es muy importante siempre que estemos sentados
durante el zazen podemos ayudar o molestar a la persona que está junto
a nosotros, sentimos que hace un esfuerzo, uno hace un esfuerzo. Esa
persona nos está transmitiendo también su energía a nosotros.
Y cuando la persona que está junto a nosotros cae,
cede entonces uno también siente, bueno, yo también voy a descansar un
rato, es una responsabilidad.
No hacemos solamente sesshin por nosotros, por uno
mismo y para uno mismo. Un sesshin es para toda la sangha, para toda la
gente que está.
Cada uno de nosotros hace el sesshin . No soy yo la
que hago el sesshin. No es una persona, no es el Roshi, ni quien hace la
cocina, ni ninguna persona en particular que hace la sesshin. Cada uno
de ustedes, de la misma manera y en la misma cantidad, es absolutamente
parejo.
En lo que se transforme la sesshin depende de ustedes
y no se puede dejar en manos de ningún otro.
Es una responsabilidad par ustedes y para el resto .
Esto es comprender lo que se llama en el budismo , la
interacción.
Es decir que cuando yo hago una acción sus
consecuencias recaen en todos. No soy una persona sola escindida,
única, cada movimiento, cada pensamiento, cada acto que hago tiene
respuesta.
Es importante, por que cuando uno está sobre su zafu
se siente muy solo frente a su sufrimiento. Pero en ese momento no se
está solo, se está con todos los demás, y por eso es importante
practicar en una sangha , por que si uno se acostumbra a practicar solo,
ya no existe la interacción y ya no existe más la responsabilidad, se
practica para uno mismo, entonces es una práctica muy pequeña, es una
práctica a la talla del ego, ni para ir más allá, como se canta en la
mañana, esa es la práctica de la sangha .
Es cierto que hace falta mucho coraje, mucha
decisión para venir a una sesshin. Mucho.
Y después hay que continuar en la sesshin. Al final
de la 1º jornada uno dice, estoy muy cansado, y todavía queda 1 día
ó 2 días!. Eso también es trabajar en el momento presente. Y se
proyecta nuestra fatiga y nuestro dolor sobre todo en los zazen que van
a venir.
Eso es trabajar ahora en el presente, es decir que
cada actividad, en cada nuevo momento de la sesshin ustedes van a estar
abiertos. Sin prejuicios, sin imaginar qué es lo que va a pasar luego,
no se sabe.
Por que si estamos pensando, " que terrible voy
a sufrir ahora por 40 minutos más", se crea sufrimiento.
Están en pleno centro y lo han creado ustedes.
Ahí también hay que quedar abiertos. Ahí también
hay que recibir cada momento en su novedad, en lo que tiene de único.
Eso es la frescura de la práctica, sino es terrible
el zazen, por que es siempre la misma cosa.
Como que se hace minuto tras minuto, para que sea
algo nuevo. Hacer este sesshin una vez, dos veces, diez veces, termina
en una especie de hábito. Entonces no es una sesshin.
El seshin en cada momento es algo nuevo.
Hay un libro muy conocido, de Susuki Roshi que se
llama "Mente zen, mente de principiante", y eso es
formidable para ustedes, en cada momento, porque hay muchos en su debut,
en este momento. Por que hay muchos principiantes.
Quiere decir que sí están en algo que es
completamente nuevo.
Y ustedes pueden influir a la gente para quienes esto
ya se ha convertido en una especie de rutina, y a su vez a los que ya
tienen la costumbre, en poder influir con más energía a los
debutantes. Eso es una sangha, no es una decisión consciente, no
es cuestión de caminar muy bien para decir "bueno, ahora sí voy a
poder influir a todos los principiantes". Exhibirse. Así es una
cuestión consciente, y cuando se hace eso no funciona. Lo que marcha es
cuando se hacen las cosas completamente naturales.
Hay una continuidad de cosas en la sesshin que se
suceden naturalmente, y entonces en ese momento se puede influir a la
sangha. La pregunta que uno se pregunta es si esa influencia se detiene
ahí o eso se extiende. Si ese sentimiento es tan poderoso, de
interacción que se tiene se puede luego llevar cada uno mismo y
emplearlo en la vida cotidiana. Por eso la sesshin es como algo que se
expande, como rayos, sino no tiene interés.
No tiene ningún interés estar encerrado durante 2
dìas con una playa hermosa ahí enfrente. Pero sí tiene interés si se
comprende que podemos hacer nuestra vida algo más nuevo, de mayor
interés para los otros, que no es un sacrificio , además.
Es difícil por que cuando uno entra en el Zen, se
tiene deseo de avanzar y al mismo tiempo hay muchas cosas que nos
afrentan.
Hay una historia en la corte de un rey de China de un
pintor que estaba especializado en pinturas de dragones, eran
espléndidos, como si estuvieran vivos. Entonces el Emperador, cuando
conoció la historia pidió que viniera a decorar su salón de verano
con todos sus dragones, entonces el pintor hizo un maravilloso fresco de
un dragón. El rey de los dragones escuchó hablar del pintor y dijo,
bueno, voy a tener que conocerlo. Sale volando y pasa por el palacio y
se pone a mirar por la ventana del salón de verano, entonces el pintor
cuando lo ve larga todo y se escapa por la ventana.
Es eso lo que nos hace agitar durante el zazen, creo,
es cuando se ve llegar al rey de los dragones.
Es difícil cambiar, por que tenemos toda nuestra
vida detrás de nosotros y posiblemente el Karma de otras vidas, y de
golpe ese algo al cual estamos tan apegados, tan identificados, empieza
a diluirse, y entonces es algo aterrorizante.
Qué es lo que queda? uno se pregunta, si esto
desaparece que va a quedar de mi ?. Voy a desaparecer, voy a perder mi
personalidad, voy a quedar como un robot
Si todas mis fantasías y mis sueños y todos mis
recuerdos, todo eso se empieza a diluir, por que uno vive
identificándose con cosas extraordinariamente exteriores.
Hay gente que dice: yo en el desayuno tomo 2 tazas de
café, sienten que eso es su personalidad Si se deja crecer los cabellos
o se los corta o si se lleva un cierto color de ropa, también piensan
que eso son ellos. Y qué es todo eso ?. Son cosas que pueden
desaparecer en cualquier momento.
Los recuerdos por ejemplo, queremos mucho nuestros
recuerdos, por que parece que fueran una cosa sobre la otra, sólida,
que nos construye a nosotros mismos.
También los malos recuerdos que se guardan y se
transportan. Hay miedo a perder. Hay miedo a dejar de lado, por nosotros
mismos .
Y en el zazen bueno, hay momentos en que se puede
pensar, pero durante la sesshin ya empieza a cambiar. Empiezan a haber
más momentos de silencio y al mismo tiempo de miedo.
El dragón que atraviesa su cabeza quisiera saber
bien quién es uno mismo, más allá de la ropa, del color, de los
recuerdos, sería mejor si uno quisiera saber quién es uno mismo,
sería una cosa útil en la vida.
No solamente quiere decir "qué soy yo",
éste ego así, sino, "qué soy en relación con los otros ",
porque no me puedo definir de otra manera. Si me defino de otra manera,
es por las pequeñas cosas del ego, pero pienso que podemos comprender
nuestra naturaleza profunda solamente en relación con el exterior,
porque necesitamos del exterior, por que necesitamos del exterior ,
simplemente para vivir, para vivir orgánicamente todo, no hay una sola
cosa en el exterior que se pueda tirar para vivir.
Es interesante cómo la ecología está descubriendo
que, por ejemplo, si hay una cosa que se supone que no es buena, desde
el momento en que se elimina, eso desequilibra totalmente al sistema.
Quiere decir que se necesita todo, mismo esas cosas que para nuestro
conocimiento limitado, aparezcan como malas. También quiere decir que
necesitamos de toda la gente, difícil de imaginar que para vivir yo
necesite de toda la gente; porque eso se entiende bien con
la gente que uno quiere, pero no con la gente que uno
no quiere, se vuelve más difícil. Yo ya conté como la red de pesca se
llama la Red de Indra, que es el rey de los dioses en la mitología
hindú, es una red de una malla que sostiene las cosas y en las
intersecciones, retenidas por perlas, cuando se rompe una malla entonces
todo se deshace. Entonces se puede pensar que estamos así vinculados
con los otros, entonces lo que somos nosotros en esa malla va a influir
hasta el otro extremo de la red.
Es difícil por que cuando se intenta vivir así, hay
que pasar de largo de sus preferencias y sus gustos y es lo que se hace
un poco con el servicio, cuando se come está la gente que llega así
con la bandeja enfrente están las otras dos personas y los tres se
saludan al mismo tiempo. Ahí no hay ninguna elección, de pronto esos
grupos se reencuentran frente a frente y se saludan. Puede ser completo
y armonioso, como lo contrario, y puede salir completo y fallido si la
gente no está presente en lo que está haciendo.
La sesshin es así, se hacen las cosas en el momento,
sin pensar si o no, bien o mal.
Hay una historia que cuenta el maestro Dogen, es un
libro a propósito del Tenzo. Dice que llegando a un templo, en China se
encuentra con el responsable de la cocina que era un anciano ya
encorvado, un monje, y era un día de muchísimo calor y lo ve secando
hongos al sol, entonces va y le dice," perdón, por qué es que
usted está haciendo esta tarea?", el monje le contestó : "
porque es mi trabajo ". Entonces el visitante le dice: "
bueno, podría hacerlo hacer por otra persona". El monje le
contestó: " si no lo hago yo quién lo va a hacer?".
Es difícil conservar en el espíritu que la cosa que
está frente a mí soy yo quien debe hacerla. No la puedo poner de
costado y esperar, por que no me gusta, que venga alguien y la haga o
que algo venga del cielo y lo resuelva por mí.
Hay un montón de cosas pequeñas que vivimos
ladeando, como hacemos con la suciedad en el piso, que escondemos, pero
no se puede hacer durante la sesshin; Tratamos pero no se puede, por que
a cada momento aparece delante nuestro.
Esa es nuestra responsabilidad en la sesshin, es
nuestra oportunidad de la sesshin.