El tejido, nuestra práctica está hecha de experimentar
Angelika Zuiten

 

La vida en el templo de Zuigakuin, Japón.

Meditación - ser Buda.

No nos sentamos en Zazen para descansar. Naturalmente hay alguna relajación relacionada o requerida (pero nuestro Zazen requiere fuerza). Hacemos un esfuerzo. Deseamos encontrar a Buda. Aquel Buda, que se sienta con nosotros. Que se sienta porque nos sentamos. Deseamos completarlo y llenarlo completamente. Es esto lo que estamos haciendo durante Zazen. Pero de antemano precisarnos saber que hay un Buda sentado con nosotros. Lleva tiempo hacer crecer esta certeza internamente. Toma nuestro esfuerzo y muchas acciones, que son hechas llenas de cuestionamientos, llenas de dudas, errores y pérdidas, con profundas contradicciones, pero asimismo hechas (o conscientemente rechazadas). Por lo tanto, a lo largo del tiempo, los ojos se vuelven claros y comienzan a "ver" el Buda que está sentado porque nosotros estamos. Entonces todo nuestro esfuerzo puede encontrar este Buda completamente; física y mentalmente, y en todas las direcciones y planos que somos capaces de percibir.

Entonces, algunas veces podemos olvidarnos de intentar encontrarlo y apenas somos (Budas, supongo).

Entonces un estado de "no yo" es percibido y nosotros y todo lo demás apenas es, sin discriminación. Desde ese "no yo", el maestro, el Buda, todo el mundo aparece directamente en existencia, y se sienta en nuestro zafu. Es evidente que esto requiere energía. ¿Pero que especie de energía?, ¿Física?, ¿Mental?. A mí me parece que es un tipo especial de energía que es creado por el deseo intenso por la práctica (en todos sus aspectos); y por la creciente confianza en el camino que experimento. Y es esta energía, la que es usada y generada por nosotros cuando invitamos a sonar al sino, o cantamos un sutra, u ofrecernos incienso.

Samu - No dejando huellas en el Dharma-mundo.

Todo lo que hacemos, todo trabajo, cada actividad en la vida del templo es práctica de aquello que llamamos "acción pura" o "simplemente hacer", lo que significa "vivir sin huellas". Esto es descrito muy bien por el ZAZENSHIN de Dogen Zenji:

  "El agua es clara hasta el fondo, donde los peces nadan como lo hacen;

  El firmamento es vasto y claro hasta el cielo, donde los pájaros vuelan como lo hacen".

  Y puede también mostrar la correlación entre Zazen y Samu, lo cual puede ser descrito como la continuación de la meditación sentada. Actuar con la actitud descrita arriba significa preservar nuestra inocencia, lo que es igual que honrar el Buda-Dharma-Sangha. Significa hacer lo que hacemos completa y solamente, sin crear comentarios o conceptos en nuestro pensamiento sobre lo que está aconteciendo. Ni positivos, tales como: " ¡qué bonitos son los rayos de¡ sol sobre las hojas!" o algo similar... o negativos, tales como: "¿qué estoy haciendo aquí?, ¡esto no tiene sentido, sería mejor irme a casa!".

   Permaneciendo libres de crear juicios, hacemos completamente lo que hacemos con todo nuestro cuerpo- mente. Esto es concentración en la acción. Sin distracción, sin obstáculo. Empleamos todas las partes, todos los niveles de nuestra existencia en este momento de la existencia, sin ponemos de lado apenas de lo que nuestros pensamientos clasificadores están considerando. No "creer", no actuar más necesariamente desde lo que para nuestros propios juicios significa: tomar aquello que no pensamos o no podemos pensar para nuestras vidas. Así nos abrimos a lo desconocido y saltamos por sobre las ilusiones... (esperanzadoramente).

   Parece simple, y lo es!. Una vez que sepamos cómo sentirlo y cómo hacerlo. Cómo percibir nuestro cerebro comandando la situación, cómo volver a nuestro cuerpo.

  Poniendo nuestros sentidos de vuelta en las cosas que tocamos, en el cuerpo al moverse, mientras nuestra respiración va y viene. Practicando la atención. Las acciones atentas nos ayudar a equilibrar pensamiento y acción.

Práctica con oryokis en las comidas - creando la vida armoniosa.

Entre Zazen y Samu se localiza la práctica de las comidas. Ella combina "el Buda sentado" con la acción sin huellas". Todo el cuerpo-mente está sentado mientras nuestras manos se mueven en los múltiples detalles a través de¡ complejo ritual de manejo de los oryokis (que, por lo menos al principio, mantiene nuestro cerebro bastante ocupado). Todo es hecho con el máximo de respeto, atención y cuidado para no perturbar la atmósfera que se crea con ese tipo de situación, "actuar-no-actuar" junto con todos los presentes. Evidentemente la boca y los sentidos están activos también. Ellos tocan el alimento,

Conociendo estructura, consistencia, temperatura y sabor de los alimentos (también sin juzgar y comentar), apenas notando con apertura y máxima atención. Esto significa "vacío". Percibir significa: volver real. "Sin comentarios" significa: percibir la pura "asidad". Alimentarse de esta manera significa: no matar, no robar, no usar mal..., etc., lo que es: "volver efectivos los preceptos".

Tal actitud es el resultado directo de nuestra gratitud por cualquier cosa que recibimos. Nuestros cuerpos se alimentan de esa comida, la cual fue preparada y dada a nosotros; a cambio de nuestra gratitud alimenta nuestro cuidado, nuestra bondad amorosa, nuestra compasión, y así la vida es amparada.

 


Traducción : zendo_3tesoros-   Montevideo- Uruguay

Este material es un regalo del Dharma, puede ser reproducido para uso personal y puede ser distribuido sólo en forma gratuita, para el despertar de todos los seres


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