Me inicié pintando bodegones y retratos

Revista Casa de Cartón,

por Eric Chiri Jaime

 

Su padre, Angel Chávez, que fue un reconocido pintor peruano, ¿qué tanto estimuló en usted su vocación artística?

Ángel Chávez, mi padre, no sólo fue un extraordinario pintor, sino un extraordinario ser humano sin ninguna mezquindad ni celo, y sobre todo, con el talento y la sapiencia del oficio del buen pintar. Te imaginarás cuánto pudo estimular a su hijo. Fue un maestro apasionado y exigente que hizo que comenzara el oficio, tensando telas, moliendo pigmentos, preparando fondos, hasta convertirme en práctico; es decir, primero dibujante y luego ayudante de pintor. Mi padre fue mi más grande maestro hasta el último momento de su partida.

Supongo que el nombre, la obra y la imagen de su padre se confunde a diario en su producción artística; ¿qué hace para distanciarse de esta hermosa pero a la vez pesada sombra?

Yo, como pintor, firmo Chávez Achong desde que era estudiante, y jamás utilicé otro nombre artísticamente. Mi padre firmaba Ángel Chávez, y su obra es reconocible por la gran técnica y el profundo mensaje peruanista que caracteriza su pintura. Por tanto, su tremenda dimensión nunca constituyó un problema y mucho menos una pesada sombra, pues no entiendo la vida como una competencia. Creo que cada uno tiene su propio discurso de acuerdo a su circunstancia y época que le toca vivir. Mi padre representa para mí una razón de querer ser cada día mejor artista y persona. Y si hay algo de él en mi, es porque, como dice el dicho, “lo que se hereda no se hurta”. 

¿Cómo fue su etapa de formación en la Escuela de Bellas Artes? Vale decir, ¿qué balance puede hacer sobre su etapa formativa? Hablemos de sus compañeros, artistas, pintores, escritores de su generación?

Creo que la más grande ventaja, valga la redundancia, fue estudiar pintura en la Escuela Nacional de Bellas Artes, institución en la que vi –al igual que en la Universidad Nacional de San Marcos-, arribar jóvenes talentosos de tantos sitios. Recién allí comencé a conocer el país, la nobleza de la gente y el talento innato de los peruanos. Época feliz donde conjugábamos diferentes procedencias, con un sentido amplio y con gran avidez por aprender el oficio. Pintábamos, leíamos, discutíamos, “comíamos” arte. Además, participábamos activamente con la problemática social del país.
No éramos una isla. Tuve la suerte de crecer generacionalmente con muy buenos pintores, escritores, escultores, cineastas, etc., que hoy cumplen una labor destacada tanto dentro como fuera del país.

¿Qué profesores de la Escuela contribuyeron a que usted se afiance como pintor? ¿A qué maestro recuerda?

Como los maestros son atemporales en la Escuela Nacional de Bellas Artes, yo siento que formo parte del tronco Sabino Springett, Ángel Chávez (mi padre). La admiración hacia Sabino,“el maestro del maestro”  y  hacia mi padre, son parte esencial de mi formación de pintor.

¿Qué etapas reconoce usted en su producción plástica? ¿Cómo diferenciaría cada una de ellas?

Me inicié, como es natural en toda carrera de pintor que forja oficio, pintando bodegones y académicos retratos. Continué estudiando la obra de los grandes maestros en museos de Europa y América. Luego vendría una etapa figurativa “Mujeres”, seguida de otra etapa de pinturas a la cera y al óleo, de colores fuertes y texturados que apuntaban a tratar el tema de la “Identidad” como clave de mi proceso creativo.

En estos últimos años, mi pintura pretende indagar en la naturaleza de la especie humana, en sus símbolos, en su historia, en sus razones de “Ser”, expresándome a través de diversas técnicas pictóricas que parten principalmente de la concepción contemporánea de la cultura a la que pertenezco”.

¿Qué influencia reconoce en su pintura? Es decir, al mirar la pintura de un artista, ¿puede dejarse influenciar por ella?

Creo que todos partimos de algo, de ese algo que de cierta manera nos influencia, ya sea por la cercanía afectiva, cultural o filosófica. Yo, particularmente, siento que mi obra está identificada con la pintura latinoamericana contemporánea, caracterizada por un apasionado manejo del color, donde la forma está íntimamente ligada a una afirmación de nuestra identidad.

¿Cómo es su relación con las galerías de arte? Algunos artistas opinan desfavorablemente de ellas; otros, a favor, ¿cuál es su posición?

Con  las galerías de arte que conozco mantengo una buena relación. Ellas son parte del circuito del mercado artístico. Creo, sin embargo, que el estado debería fomentar el desarrollo cultural y contribuir a la democratización de todo el circuito del arte en nuestro país.

¿Es bueno que un artista se deje llevar por los gustos del mercado? ¿Es conveniente ceder un poco ante las sugerencias que puedan hacer lo galeristas?

Creo que un artista no se puede dejar llevar por los gustos del mercado porque casi siempre estos son opuestos a las búsquedas estéticas que el artista enfrenta consigo mismo, intentando audazmente expresar el subconsciente colectivo, nuestra cultura, nuestra época, nuestro sentir...

Finalmente ¿tiene discípulos? ¿Se considera discípulo de alguien?

Más que discípulos, creo tener amigos con los cuales intento recorrer los caminos del oficio de pintar. Actualmente, también, estoy comprometido con la enseñanza del retrato humano en la Escuela Nacional de Bellas Artes asumiendo mi responsabilidad con mi Alma Máter.

¿En qué países ha expuesto? ¿Es conveniente abrir un mercado más allá de nuestras fronteras?

 

He tenido la oportunidad de exponer en varios países como Italia, Holanda, Francia, Inglaterra. Y especialmente en Estados Unidos, país con el que actualmente estoy trabajando más.

Creo que siempre  es positivo mantener vínculos más allá de nuestras fronteras, abrir no solamente un mercado, sino también un espacio de difusión de nuestra obra pictórica para el mundo entero.

¿Qué le diría a un joven pintor antes de su primera exposición individual?

Que la audacia de las buenas ideas y de las filosóficas elucubraciones no deben quedarse en puras especulaciones intelectuales. Estas de nada sirven si no se tiene un buen oficio que permita plasmarlas con autenticidad. 

Hay que buscar expresarlas a través del lenguaje pictórico; a través de la forma, el color, la composición. Es decir: ¡pintando! Lo importante es renovar el lenguaje, trascender... y esa es la lucha.

 

Ficha técnica

Nombre: Ángel Chávez Achong

Nacimiento: Lima, Marzo 24, 1960

Estudios: Escuela Nacional de Bellas Artes en el Perú, complementando mis estudios en otros centros de enseñanza y museos de Europa y América.

Antecedentes artísticos: Particularmente me siento afortunado de pertenecer al Perú, país de cerca de quince mil años de cultura donde las artes populares han tenido –y tienen- una importancia esencial. Además, pertenezco una familia de pintores.

Planes inmediatos: Estoy terminando mis pinturas para mi próxima exposición en Estados Unidos de Norte América.

 

 

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