CICA
Conversaciones entre Ricardo Fuego y Roi Ferreiro
Índice
4. Tercera conversación
RICARDO FUEGO:
A ver si entendí lo que sostiene el comunismo de consejos:
1) El comunismo de consejos no niega la existencia y necesidad de
la vanguardia revolucionaria, pero dice que ésta solamente existe
cuando hay un movimiento de masas revolucionario. Mientras este movimiento
no existe, no existe vanguardia revolucionaria. Actualmente, "[email protected]
[email protected]" no son el sector avanzado de nada, sino solamente,
como mucho, el comienzo histórico del movimiento revolucionario
que se desarrollará en el futuro.
ROI FERREIRO:
Voy a seguir los puntos que tu has marcado para responderte.
1) La teoría de la vanguardia tal y como la expongo es en parte
una interpretación propia, pero pienso que es completamente coherente
con todas las aportaciones al respecto del comunismo de consejos y con
su práctica. Por eso he procurado escribir en primera persona
cuando digo todo esto, no soy como otros que pretenden hacer pasar la
copia por el original.
RICARDO FUEGO:
2) El comunismo de consejos dice que la vanguardia revolucionaria
no puede estar organizada en un partido. El partido es una estructura
de la sociedad burguesa, y reproduce relaciones sociales burguesas.
La misma forma de partido condiciona su actividad como organización
que lucha por el poder político para sí mismo (más
allá de en nombre de que o quién lo haga) y no por la
emancipación de la humanidad. El "partido revolucionario"
significa, en la práctica, mantener una división permanente
y fija entre masa y vanguardia, en lugar de una relación complementaria,
fluida y en desarrollo.
En esto además tengo algo que agregar de mi propia cosecha.
La revolución proletaria no debe ser "como las revoluciones
burguesas, pero de los trabajadores". Aunque la violencia de clase
sea un mal necesario (y sea algo que pertenece a la sociedad de explotación)
una revolución verdaderamente proletaria no puede utilizar recursos
"jacobinos" sin degenerar. El objetivo real de la revolución
proletaria no es remplazar una clase dominante por otra, sino terminar
con la sociedad de clases. Por lo tanto, las revoluciones burguesas
no pueden tomarse como modelo ni como justificación de "medidas
de excepción" (mucho menos si la excepción se termina
convirtiendo en la norma). Esto es todavía un razonamiento muy
precario que necesito desarrollar.
ROI FERREIRO:
2) Has captado el tema del partido. También de informo de que
es un desarrollo propio, ya que los textos que he leido de Pannekoek
y Mattick al respecto me parecían algo insuficientes, pero creo
en lo esencial no aporto nada nuevo, sólo desarrollo lo que ya
analizaban ellos. El tema de que la revolución proletaria no
puede tomar como modelo la revolución burguesa lo expones bien.
Ha habido gente que ha criticado el bolchevismo desde esta óptica,
pero es insuficiente ya que el bolchevismo no es sólo una concepción
"jacobina", sino una concepción semiburguesa de la
praxis proletaria. Es preciso clarificar, pues, la contradicción
entre el bolchevismo y el proceso de la autoliberación proletaria
real, esto es lo central.
RICARDO FUEGO:
3) El comunismo de consejos dice que la tarea de los marxistas no
es formar un partido para dirigir a las masas, sino explicar a las masas
por qué luchan, hacer propaganda revolucionaria, apoyar y fomentar
la autoorganización de la clase obrera. Me vienen a la memoria
dos frases de Marx:
"La emancipación de los trabajadores será obra
de los trabajadores mismos." y
"La ventaja de la nueva tendencia que proponemos, es que
no queremos anticipar o pronosticar el futuro del mundo dogmáticamente,
sino solamente hallar el mundo nuevo, por medio del conocimiento crítico
del antiguo. Esa es la razón por la que nosotros no tendríamos
que alzar ninguna bandera dogmáticamente; todo lo contrario:
tenemos que acudir en ayuda de los dogmáticos, a fin de que se
aclaren a sí mismos sus propios principios.
Esa es la manera de afrontar el mundo de un modo no doctrinario,
diciendo "Aquí está la verdad, arrodillaos".
A través de los principios mismos del mundo, nosotros ilustraremos
al mundo con principios nuevos. Nunca diremos: "Abandona tu lucha,
es una locura; nosotros te gritaremos la verdadera consigna de lucha".
Por el contrario, nos limitaremos a mostrarle la razón efectiva
de su combate, porque la conciencia es algo que tiene que asumir él
mismo." (Carta de Marx a Ruge, septiembre de 1843)
ROI FERREIRO:
3) Marx dice en el Manifiesto que el proletariado se constituye en
clase al organizarse como partido político. Pero también
hay alusiones en otras obras en el sentido de que el proletariado se
constituye en clase cuando se organiza y actúa conscientemente
y con independencia del poder capitalista. Marx estaba limitado a la
experiencia del movimiento obrero de su tiempo y no hay por qué
considerarle una especial clarividencia para cuestiones prácticas
de esa índole, pues no dejaba de ser un intelectual a respecto
de su condición social. Hay que reinterpretar lo dicho en el
Manifiesto a la luz de la experiencia histórica. La cuestión
del partido como forma no debe confundirse con la cuestión de
la "constitución del proletariado en clase".
RICARDO FUEGO:
4) En cuanto al materialismo leninista, en "Materialismo y empiriocriticismo"
Lenin reivindica a Dieztgen pero también lo critica. Lenin en
realidad lo hace en polémica con los machistas que reivindican
lo que Lenin llama la parte idealista de Dietzgen.
Lenin niega (en polémica con Dietzgen) que el pensamiento sea
parte de la materia, también niega que el concepto de materia
haya que ampliarse hacia todo lo que existe (incluyendo nuestro conocimiento
de la materia).
Aquí tengo una visión más exacta de lo que criticabas
antes. Creo que Lenin adscribe a lo que se llama "la teoría
del reflejo", ¿no? ¿Cuál era la posición
de Marx al respecto?
Personalmente creo que para actualizar el materialismo dialéctico
pueden ser útiles no solamente los escritos de Dietzgen (que
ahora intentaré conseguir) sino también los avances de
la ciencia. Un campo interesante (sobre todo para romper con el mecanicismo
y el determinismo) es la teoría del caos y la teoría de
la complejidad.
ROI FERREIRO:
4) Lenin critica a Dietzgen precisamente donde Pannekoek le defiende.
Lenin es incapaz de concebir lo espiritual como material, esto es, de
entender estas categorías como relativas, porque difine lo material
como lo independiente de la conciencia, o sea, de lo espiritual (Ver:
Anton Pannekoek, Lenin
filósofo).
Marx nunca elaboró una teoría acabada del proceso de
conocimiento, aunque se encuentran elementos de ella en las Tesis sobre
Feuerbach, la Ideologia Alemana o los Manuscritos de París. El
que más entró en eso fue Engels, y de él dice sacar
Lenin su "teoría del reflejo". Pero, más bien,
Lenin abstrae menciones de Engels a que el conocimiento es un "reflejo"
de la realidad y las interpreta en el sentido de que la categoria de
"reflejo" sirve para interpretar el proceso real del conocimiento.
Desde mi punto de vista esto no tiene en cuenta que:
1) lo que se "refleja" en la conciencia son nuestras relaciones
con el mundo, no el mundo-en-si.
2) la sensibilidad es actividad, como dice Marx en las Tesis sobre
Feuerbach. En este sentido no existe un "reflejo" en la conciencia
del mundo exterior, es nuestra actividad perceptiva la que produce las
sensaciones.
3) como la actividad perceptiva está sujeta al desarrollo intelectual,
pues, como ya decia Feuerbach, el intelecto y los sentidos físicos
son un todo. Precisamente por eso hay que desarrollar la capacidad cognoscitiva,
el método del pensamiento.
4) cuando Marx alude al conocimiento lo define siempre como "la
realidad traducida en nuestra cabeza", o "traspuesta"
en nuestro cerebro, y habla de "representaciones" de los objetos
reales. Esto significa que el factor subjetivo es inseparable del proceso
de conocimiento en todo momento, que el proceso de conocimiento es ya
en sí mismo una relación sujeto-objeto. Podemos tener
representaciones correctas de la realidad, pero no dejan de ser construcciones
subjetivas. Dependen, por lo tanto, del sujeto que percibe, con lo cual
ninguna verdad es tal independientemente del sujeto.
5) la teoría de Lenin justifica precisamente que exista una
verdad que es puro reflejo del mundo exterior, esto es anula el papel
del sujeto, particularmente el del sujeto como clase social y como ente
espiritual. Por eso su teoría del conocimiento no tiene en cuenta
que se conoce según se es y según se siente de un modo
u otro la realidad. O sea, el proletariado no conoce la realidad igual
que la burguesía, no la siente del mismo modo debido a su diferente
posición social; y además el aspecto espiritual es muy
importante, ya que lo que para mi es una necesidad para ti puede no
serlo, etc., de modo que no basta con tener la capacidad para "representarte"
la realidad correctamente, tienes además que sentir la necesidad
de hacerlo. Entonces se puede incluso decir que tu conciencia racional
del mundo es tanto un "reflejo" del mundo como de tu espíritu,
tanto algo objetivo como subjetivo.
Como Lenin no entendía la unidad dialéctica sujeto-objeto
en el proceso de conocimiento más que de modo mecanicista, fue
incapaz de concebir que el proletariado pudiese llegar, mediante su
actividad espontánea, a la conciencia socialista.
En definitiva, la teoría del reflejo suprime teóricamente
el papel determinante del sujeto en la formación de las representaciones
o conceptos, pero como esto es una irrealidad, tiene que reintroducirse
subrepticiamente dentro del pensamento. Esta reintroducción se
opera por la via del pragmatismo: como los obreros hasta ahora sólo
han llegado a la conciencia sindicalista, el socialismo se lo tienen
que llevar "desde fuera" los intelectuales, eso si, organizados
como partido revolucionario. La crítica del leninismo es también
una crítica de la subjetividad leninista y de su pretendida objetividad
como una forma de materialismo mecanicista, burgués. No es casual
que para Lenin existiese una continuidad fundamental entre los materialistas
mecanicistas, Feuerbach y Marx. Pero esto es falso, y si estudias seriamente
el tema, se te hará claro. (Para la crítica a Lenin también
hay una parte importante en el texto de Paul Mattick La inevitabilidad
del comunismo).
A mi también me ha interesado mucho la teoría del caos
y la complejidad. Para mi la teoría de la transición del
orden al caos, su comprensión de la creatividad humana según
esta, etc., sirve para explicar como funciona la "negación
de la negación" desde el punto de vista del contenido interno
del proceso. También desmitifica el "caos" como algo
esencialmente malo, aportando una visión dialéctica de
la relación caos-orden y diferenciando caos de desorden. Pero
te vuelvo a decir que lo más importante es ir al Marx original.
RICARDO FUEGO:
5) En tu texto se señala la necesidad de que el proletariado
sea autoconsciente. Pero aunque reconoces la distinción entre
vanguardia y masas, siempre enfatizas que el proletariado no debe hacer
seguidismo de nadie sino que debe pensar por sí mismo. Eso sería
lo óptimo. Sin embargo la pregunta que me surge es la siguiente:
¿Es posible que mientras la clase dominante sea la burguesía
el proletariado entero o su mayor parte asuma conciencia comunista?
¿No es necesario una agrupación que lo acaudille?
ROI FERREIRO:
5) Siento decirtelo pero me resulta odioso el concepto de "acaudillar".
Para nosotros, y especialmente después de la dictadura franquista,
"caudillo" tiene un significado fascista. De todos modos,
creo que el concepto es muy equívoco. La función de la
vanguardia no es dirigir políticamente, sino clarificar la conciencia.
A veces ambas cosas se pueden confundir en el proceso práctico,
porque la "masa" tiende a seguir inmediatamente a quienes
considera más avanzados y que representan sus intereses, pero
esto es un defecto a superar y nunca una virtud. Es por este servilismo
inconsciente por lo que el movimiento obrero está en el marasmo
actual.
El proletariado, como dice Marx en la Ideología Alemana, necesita
la revolución no sólo porque la clase dominante no puede
ser derrocada de otro modo, sino porque sólo a través
de una revolución puede la clase que asciende salir el cieno
en que se hunde y volverse capaz de fundar la sociedad sobre nuevas
bases. Y que el desarrollo en masa de la conciencia comunista sólo
puede venir dado por la actividad revolucionaria real. O sea: la práctica
precede originariamente a la conciencia, aunque luego la conciencia
"sobredetermine" la práctica (siguiendo aquí
el concepto de Louis Althusser). Si una organización pretende,
por tanto, "acaudillar" al proletariado, lo que hará
es limitar su capacidad de iniciativa e inhibir su pensamiento autónomo.
Una cosa es que la organización de vanguardia no se limite a
promover la teoria general y lleve propuestas concretas, realice agitación
por objetivos inmediatos, etc., al conjunto de la clase, y otra muy
diferente que pretenda "marcarle el camino" por la via de
los hechos o inducirle a hacer algo de lo que no tiene aún el
convencimiento necesario. Ciertamente, puede haber situaciones en las
que este tipo de prácticas se presenten como necesarias, pero
sólo en la medida en que, como parte de la masa misma, también
nosotros nos sentimos apremiados por las necesidades inmediatas. Esto
es, no sería de ningún modo una práctica revolucionaria.
Te lo repetiré: no se trata de dirigir "políticamente",
porque esto significa querer que la gente haga lo que tu les dices,
se trata de que la gente se plantee las cosas por sí misma, pero
sabiendo que hay cosas que sólo puede plantearse por sí
misma cuando se le facilitan previamente los medios para entenderlas
racionalmente y se le expone la necesidad de pensarlas y llevarlas a
cabo. Esto es lo que yo entiendo por la actividad de la vanguardia.
Lo contrario es querer amoldar a la clase obrera a posicionamientos
"de partido". Por supuesto, puede ocurrir que la clase asuma
posicionamientos "de partido" sin una verdadera fundamentación
teórica, por falta de capacidad intelectual y de tiempo, pero
esto es, de nuevo, un grave defecto que hay que combatir y no una virtud
a reforzar. Y aprovecharse de esto para influir sobre las masas es un
acto oportunista que al final se volverá contra quienes lo realizan,
pues la fuerza de la clase está en su conciencia y organización;
y como cualquier grupo que representa a la clase sólo puede hacerlo
como parte de la clase y de su lucha, una lucha cuyos cimientos son
débiles acabará en derrota y se llevará por encima
también a los que proponen esas tácticas aventureras.
RICARDO FUEGO:
6) ¿Podrías darme ejemplos de planteos consejistas ante
las luchas cotidianas de la clase obrera? Por ejemplo, ¿cuáles
son las propuestas y actitudes de los consejistas ante la lucha por
el salario? ¿Y la lucha por la seguridad social, las libertades
democráticas (por ejemplo, la liberación de presos políticos?
También me interesa saber la posición ante las elecciones,
la guerra y la "cuestión nacional" (yo personalmente
considero que en esta época la única posición realmente
válida es la consigna anarquista de "ni guerra entre los
pueblos, ni paz entre las clases", en contraposición al
"apoyo incondicional a la nación oprimida" del troskismo).
ROI FERREIRO:
6) Concretar posiciones sobre las luchas cotidianas es dificil. A
nivel de las luchas salariales nosotros debemos defender el ascenso
de los salarios en proporción directa al crecimiento de la ganancia,
que defender la reducción de la jornada sin reducción
salarial, etc.. Esto es, tenemos que plantear desde un punto de vista
revolucionario los objetivos inmediatos y aparentemente circunscritos
al capitalismo. Se trata de aplicar los criterios de la organización
comunista de la sociedad a las condiciones de existencia de la clase
obrera en el capitalismo. Por supuesto, esto no quiere decir que, sin
una lucha proletaria ascendente y en extensión se pueda lograr
esto, pero esa formulación sirve para orientar a la clase hacia
la comprensión de que sus intereses sólo pueden realizarse
de modo comunista y que el capitalismo en declive, al ir precisamente
en la dirección totalmente contraria -descenso salarial, extensión
de la jornada, etc.-, es un sistema decadente en el que no puede situar
su perspectiva de futuro.
Con todo, tengo que resaltar aquí que esta concepción
del "programa antagonista" es un desarrollo propio. El comunismo
de consejos no ha desarrollado que yo sepa ninguna concepción
clara al respecto; es una gran laguna. Esta concepción la he
desarrollado como una crítica al programa de transición
de Trostksy.
Acerca de la lucha por las libertades democráticas, es importante,
pero si hablamos de ampliar los derechos legales, etc., estamos ante
una perspectiva burguesa. La ampliación de los derechos de huelga,
reunión, asociación, es un instrumento ideológico
en manos del capital para integrar y someter al movimiento obrero. Ciertamente
tienen un papel progresivo en tanto conquistas históricas del
movimiento obrero, pero en la medida en que la democracia burguesa se
vuelve una completa falsedad para el proletariado, que se ve totalmente
excluido de una representación real, y la democracia existente
meramente existe como cobertura de la dictadura implacable del capital,
entonces la lucha por los derechos democráticos se convierte
en una lucha reaccionaria, cuyo objetivo es la coexistencia de las clases
en un contexto en que se ha vuelto imposible. Esto es lo que ocurre
en el capitalismo decadente. Evidentemente, nosotros no vamos a renunciar
a nuestras libertades sociales, pero tenemos que poner en claro la verdadera
naturaleza de la lucha: la lucha entre el proletariado y el Estado capitalista.
Ante esta perspectiva, y sabiendo que la limitación de la democracia
burguesa, su creciente falsedad, radica en el creciente poder de la
clase capitalista y al mismo tiempo en su incapacidad para existir sin
degradar cada vez más nuestras condiciones de existencia, entonces
tenemos que plantear el desarrollo de formas de poder proletário.
O sea, hasta cierto punto, lo que ha sido el proceso en Argentina: ¿cómo
se ha luchado "por la democracia burguesa"? Formando asambleas
populares que se constituyeron en un poder frente al Estado. No voy
a entrar aquí en los defectos y limitaciones de esta experiencia.
Por otra parte, un aspecto esencial del programa antagonista es la
lucha por el poder proletariado. Esto tiene que ponerse como elemento
imprescindible de toda lucha de clases que no pretenda limitarse a lograr,
por un breve periodo, unas migajas insignificantes. Hay que promover
la creación de formas de organización autónomas
en las luchas no sólo para organizar la lucha misma, sino como
un contrapoder frente a la patronal y al Estado que les obligue a cumplir
los objetivos. Esto significa, naturalmente, que estas formas de organización
no son simplemente formas de organización de la democracia obrera,
etc., sino que son además los embriones del poder revolucionario.
Los principios generales del programa antagonista se pueden resumir
en:
1) Unidad progresiva de los objetivos mínimos, transitorios
y máximos como avances hacia la organización comunista
de la sociedad. Las reivindicaciones que tienen un carácter burgués
provocan una reconsolidación del capitalismo y un retroceso de
la clase obrera (como las nacionalizaciones, etc.). En este sentido,
es un programa de avance sin retroceso hacia la revolución.
2) Unidad de la lucha económica y la lucha política,
de la lucha por conquistas materiales y la lucha por el poder proletario.
(Igualmente, unidad con la lucha intelectual por desarrollar la conciencia
de la clase y contra los representantes y aparatos ideológicos
del capital)
3) Creación de formas de organización y acción
revolucionarias. No encuadramiento bajo el marco legal del capitalismo,
sino imposición al capital del marco de lucha adecuado al desarrollo
del poder de la clase obrera. En este sentido, la legalidad limita la
extensión de las luchas obreras y crea estructuras de representación
que se "autonomizan" respecto a la clase que las elige (delegados
sindicales, comités de empresa, etc.).
Sobre la cuestión nacional ya te he dado un apunte anteriormente.
Yo defiendo la "autoconstitución del proletariado en nación",
o sea, la revolución proletaria como solución a la opresión
nacional, subrayando al mismo tiempo que la revolución proletaria
para triunfar en un país tiene que ser parte de un proceso internacional.
La independencia nacional real no es posible bajo el capitalismo mundial,
ni los problemas de subdesarrollo. En otra época la independencia
pudo haber significado algo a nivel económico, pero ya no. No
podemos apoyar ningún movimiento nacionalista burgués,
el único "nacionalismo" que cabe es el proletario,
el "nacionalismo" de la revolución proletaria, que
el proletariado se constituya en nación destruyendo la nación
capitalista y todo el tejido de relaciones de explotación y sometimiento
de unas naciones por otras (o sea, del proletariado de las naciones
oprimidas por la burguesia de las naciones opresoras). Hay que plantear
el problema nacional en términos de clases y nunca bajo el emblema
de la "nación oprimida". Lo que nosotros defendemos
es al proletariado, no a la burguesía. En esto se diferencian
los revolucionarios de los reformistas. Por otra parte, respecto a la
guerra, idéntico planteamiento.
Lo de las elecciones se deduce de lo dicho anteriormente: la democracia
burguesa es un espejismo creado por el enemigo, aunque sea un espejismo
"tangible". Y como se vió en Argentina, la "democracia"
burguesa es un instrumento para destruir el movimiento revolucionario
del proletariado. Todos los partidos que reivindicaron una "asamblea
constituyente", como el PO o el PTS, fueron los agentes de la burguesia
dentro del movimiento piquetero y de las asambleas populares.
La carta abierta a Lenin de Gorter está en los escritos que
te recomendé de las ediciones espartaco internacional. Ten en
cuenta que en esa época los consejistas seguían en la
III Internacional y en su mayoría consideraban aún las
diferencias con el bolchevismo como diferencias "tácticas".
Luego vieron que las diferencias tácticas eran expresión
de diferencias radicales.
RICARDO FUEGO:
7) Por último, me interesaría saber la opinión
de los consejistas sobre "Imperio" de Negri y Hardt, sobre
el anarquismo, sobre Michel Foucalt, y Gramsci.
ROI FERREIRO:
7) Te vuelvo a repetir que "los consejistas" son una abstracción
y en la actualidad no hay grupos organizados significativos -ni hay
una "teoría universal" para todo-. Te hablo desde mi
punto de vista y de mi agrupación.
A respecto de Negri y Hardt, yo los considero ideólogos burgueses
cuya teoría se opone a la centralidad del proletariado y a la
lucha de clases. Disolviendo a la clase obrera en la "multitud"
y al capitalismo con su lucha de clases en un enfrentamiento entre una
"multitud" y un "imperio" abstractos, no se resuelve
la crisis actual del movimiento obrero sino que se mistifica. Además,
Negri es un traidor a las posiciones de clase que defendió en
los 70, con lo que merece aún menos crédito. Por otra
parte, lo que puede haber ahí de marxismo viene del leninismo.
También Negri ha renunciado explícitamente a la concepción
dialéctica y ha buscado su inspiración en Spinoza.
El anarquismo tiene sus aportaciones de interés para el pensamiento
revolucionario, en aspectos como la espontaneidad, la oposición
a la burocratización y el centralismo, y otros. El comunismo
de consejos ha asimilado o llegado por sí mismo a muchas de estas
ideas y las ha sobrepasado ampliamente. El anarquismo puede ser interesante,
pero como teoría es inferior al materialismo marxiano y a sus
desarrollos en el plano de la teoría del comunismo, de la revolución,
etc.. Con los desarrollos efectuados por el comunismo de consejos esto
se acentúa aún más.
A Foucault no lo he leído realmente, pero no me parece que
aporte nada realmente profundo. Gramsci puede ser interesante, pero
no se salió del leninismo en el terreno político. He leído
aportaciones interesantes sobre aspectos del materialismo histórico,
sin embargo su concepto del marxismo como "filosofía de
la praxis" es un error: el marxismo no es una forma de pensamiento
especial, es el nombre que se ha dado a una corriente intelectual del
proletariado; es en todo caso una ciencia y no una filosofía;
y la praxis no es una combinación de filosofía y acción
-esto lo es toda la filosofía política burguesa-, sino
la unidad viva, en el curso mismo de la acción, del pensamiento
y la acción. Reducir la praxis a ejecución de una teoría
es algo idealista y unilateral. Es más, es más importante
iluminar el pensamiento con la acción que no la acción
con el pensamiento, pues el pensamiento sólo se desarrolla sobre
la base de la acción. El desarrollo de la teoría revolucionaria
sólo se puede hacer simultáneamente con la acción.
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