Roi Ferreiro
Qué hacer o la pregunta equivocada
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7. La praxis revolucionaria ha de ser integral
Todo eso implica un continuo proceso de aprendizaje libre, no puede
ser predeterminado por supuestas verdades "eternas" del pasado,
aunque sean solamente "eternas" en relación al "movimiento
obrero bajo el capitalismo". Nos importa una mierda toda esa basura
ideológica. Sin apertura de mente y sin desarrollo de las propias
capacidades de pensamiento y acción no es posible una praxis
revolucionaria, aparte de la cuestión de que, en concreto -en
el momento y las condiciones dadas- sea una praxis correcta, coherente,
etc., lo cual requiere por su lado de un esfuerzo constante por llegar
a la verdad concreta y dinámica de las cosas y de las personas.
De este modo, lo que tenemos que hacer quienes queremos conscientemente
trabajar para preparar la revolución, es ser capaces de unir
autotransformación y transformación en nuestra propia
praxis individual. De lo contrario, no seremos capaces de comprender
el proceso a escala social y, viceversa, sin comprender el proceso a
escala social no comprenderemos cómo se desarrolla nuestro proceso
individual. Aquí no cabe distinción radical entre la "vida
privada" y la "vida pública", entre nuestros intereses
sociales y nuestros más profundos anhelos psicológicos,
entre el "pensamiento de la lucha" y todas las demás
esferas de la vida humana.
La clase obrera no se libera convirtiéndose en una fuerza productiva
de lucha. Esto ya lo es en razón de su condición social
antagónica al capital. No puede, por consiguiente, encontrar
en este campo (la lucha de clases) y en sus técnicas, que consisten
en una acción puramente externa que enfrenta a unos individuos
con otros sobre la base de su agrupamiento en clases sociales, la respuesta
a cómo emanciparse de esa condición social. No se trata
de cómo luchar, porque la lucha es, así planteada, sólo
un movimiento ejecutivo. Se lucha de un modo u otro según se
vive, se siente y se piensa. La cuestión es la dimensión
interior, esencialmente espiritual, que se desarrolla a través
de la lucha, pero que no es inherente a la lucha y para cuyo desarrollo
la lucha misma es sólo un medio (una vez las condiciones históricas
hacen del desarrollo revolucionario de la clase dominada una necesidad
(8)). Esta ligación entre lucha social y autotransformación
individual es posible porque toda la dimensión espiritual y personal
de la vida y el ser de los individuos está implicada activamente
en la configuración de las luchas.
La autoliberación de la clase obrera tiene que ser el proceso
de liberación total de todas sus capacidades y sentidos humanos,
o no será.
Roi Ferreiro, 02/01/06
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(8) Puede ser que la clase obrera no reaccione a su
hundimiento y que llegue a ser destruida como clase. El desempleo crónico,
la juventud marginada, la pobreza creciente. Pero este no es el fin.
Como demuestran los acontecimientos en Francia, la cuestión no es si
se luchará o no, sino cuál será el contenido consciente de esa lucha.
Cuando no queda otra posibilidad, el "lumpen" se expresa en la revuelta
irracional, que justamente devuelve a la sociedad -incluida a la clase
obrera pasiva- lo que de ella ha recibido: la traición y la hipocresía
en forma de desgarramiento y golpes. Naturalmente, no todo es "lumpen",
como tampoco todos los "destructores de máquinas" del siglo XIX eran
todos pequeños artesanos. Tampoco todo lo que se opone a estas revueltas
lo hace desde posiciones revolucionarias, sino, la mayor parte, desde
las mismas posiciones que en su día tomaron los sindicatos aristocráticos
contra los movimientos de destrucción de maquinaria: colaborar en su
represión. Al fin y al cabo, el proletariado tendrá que despertar a
la acción y madurar en su conciencia por los medios que la historia
determine, no según la voluntad de ningún partido ni según ninguna ortodoxia.
En el caso francés, las consecuencias de lo sucedido van a tener una
larga trascendencia para el proletariado francés. Por el momento, parece
que en su mayoría se une a su propia burguesía contra los "violentos"
y da alas a la extrema derecha xenófoba. Pero todo esto dista de acabar
ahí.
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