¿UN MENSAJE DE DIOS?

ANTE LA DUDA ES MEJOR CREER QUE NO CREER

Ante todo debo aclarar que el mensaje, aunque procedente de Colombia y remitido por un suscriptor-colaborador, no podemos constar con certeza la autenticidad del mismo. ¿Viene de Dios? ¿No viene de Dios? ¿Se lo ha inventado de buena fe la persona en cuestión beneficiada por estas revelaciones? ¿Hay en él algunas cosas propias, aun siendo un instrumento de Dios? No lo sabemos.

Lo único que nos consta es que el mensaje es anónimo, recibido al parecer por un teólogo de Antioquía (Colombia); y nadie está obligado a creer en él. Lo transcribimos por estar de acuerdo con su contenido, prescindiendo del origen, y porque creemos que no puede hacer su publicación ningún mal al lector, y sí mucho bien. Cada uno en su interior sabrá bien si debe responder o no al mensaje, y en qué condiciones. Publicamos parcialmente el mensaje, junto con algunos comentarios nuestros, que los hacemos para que ayuden al lector a facilitar su entendimiento.

"Hijitos míos, sois cada uno de vosotros los que apresuráis o retrasáis mi Venida intermedia. Ahora estoy cerca de cada corazón, buscando todas mis almas, para mi Reino, en todo el orbe"

Por venida intermedia entendemos nosotros, no la venida de Cristo al fin del mundo, sino el triunfo de los Sagrados Corazones, es decir, el triunfo del Sagrado Corazón de Jesús y del Inmaculado Corazón de María. Es el "Al final Mi Corazón Inmaculado triunfará", que dijo la Señora en Fátima el año 1917. Es el "Venga a nosotros tu reino", reinado de Cristo en la tierra, reinado de amor y de paz, que pedimos en El Padrenuestro que venga cuando rezamos "así en la tierra como en el cielo". Una venida a la tierera que nosotros no la entendemos carnal o material, condenada por la Iglesia, sino espiritual; si bien no descartamos que pueda hacerse visible el Señor en algunos esporádicos momentos, como cuando estuvo en Judea o Galilea con sus apóstoles después de la Resurrección. "Con un pequeño grupo -dijo el Señor en las apariciones de Heede- edificaré mi Reino"

"Hijos, mi Iglesia se encamina a una gran prueba dolorosa. Tras esta prueba vendrán otros acontecimientos mundiales. El Tiempo es corto ya; varias veces lo he expresado, y mi Madre también. Leed y releed sus Mensajes durante este tiempo de gracia.

Medjugorje es una de las últimas puertas de entrada a mi gran Reino, y es muy estrecha para muchos esta puerta, porque Mi Santa Madre exige:

- Oración de corazón (en otros lugares se dice oración de plenitud, pero responde a la misma idea)

- Ayuno integral ("bueno es juntar la oración con el ayuno", le decía el Arcágel Rafael a Tobías. Leer la Escritura)

- Penitencia constante (Dolor sincero de los pecados y apartarse de las ocasiones de pecar, así como cumplir nuestras obligaciones de estado. Es la penitencia que pedía la Virgen en Fátima)

- Frecuencia de Sacramentos (En especial Confesión y Comunión)

- Paz y nuevas relaciones entre hermanos (En Medjugorje se dice lectura de la Biblia. Tendría que explicarnos el instrumento qué es lo que ha querido decir la Visión con "nuevas relaciones entre hermanos", porque la caridad fraterna, consecuencia de mi unión sobrenatural con Dios, es algo esencial, básico, necesario para salvarse, pero no algo precisamente nuevo...

Por otro lado la paz es una resultante, un fruto del amor y no una virtud concreta. Cuando mis potencias internas y externas están subordinadas a la razón, y la razón con Dios, en mi interior tengo calma, paz, orden. "Mi paz os dejo, Mi Paz os doy", que decía el Señor a sus discípulos. Es un fruto del Espíritu Santo, un estado del alma; no es una virtud concreta conseguida por la repetición de actos, como sería por ejemplo la paciencia o la castidad. Ponerme en paz con Dios es volver a Él con sincero arrepentimiento y elevar mis afectos hacia el Padre. Es salir de mí para ir a Él. Es quererme desde Él, viendo las cosas desde otro plano más alto. Es ver con los ojos de la Fe.

"Tengan presente: Mi representante de mi Grey, Juan Pablo II, y mi Madre Amantísima son las dos últimas Luces que quedan ahora en el mundo. Ellos os han estado invitando a entrar por estas puertas señaladas. Pregunto:¿quiénes quieren entrar por ellas?. Su único obstáculo es Satanás. Él sólo señala su puerta, que es espaciosa y que conduce, al final, a un abismo sin fin"

El único obstáculo -dice la Visión- es Satanás. En realidad los obstáculos -decimos nosotros con el Catecismo de la Iglesia en la mano- son tres: El mundo, el demonio y la carne. El obstáculo mayor, en realidad, no es el demonio, que ciertamente señala su espaciosa y sensual puerta, sino yo mismo, es decir, mi propia voluntad, o sea mi amor propio desordenado que cede ante las sugerencias del demonio, del mundo y de mi propia carne caprichosa. Poco podría hacer el demonio si yo, espoleado por mis tendencia carnales, la concupiscencia- no me inclinase voluntariamente ante sus sugerencias y las del mundo corrupto.

"En poco tiempo verán todas las señales bíblicas del fin y aquellas que mi Purísima Madre os ha ido indicando por muchos años, en varias manifestaciones suyas, en todos los continentes"

Las apariciones de la Virgen son universales, porque la trascendencia de lo que viene al mundo y a la Iglesia afecta a todo el universo. En todos los continentes hay chispazos de apariciones verdaderas de la Virgen, unidas a otras muchas apariciones falsas, amén de las que quizás empezaron bien, pero se desviaron por poca virtud del instrumento: vanidad, codicia, desobediencia...etc..

"Quienes estén en gracia pasarán muchas pruebas, como Yo mismo las pasé en mi larga pasión. Los que no estén en gracia tengan presente que vivirán con mayor intensidad todas las tribulaciones"

"Los justos sufrirán muchísimo", nos dijo la Señora en Fátima. Una característica del justo, es decir, del que ama a Dios y al prójimo por Él, es el sufrir; pero es un sufrimiento con paz, redentor, porque se sufre con amor, es decir, porque el "Amor (Jesús Sacramentado) no es Amado"; se sufre también por ver "llorar" al Señor por nuestros pecados; y por ver a las almas ciegas camino del infierno. Sin embargo, a pesar de los sufrimientos, los justos serán consolados, nos dice la Escritura; mientras que los que no estén en gracia de Dios recibirán en sí mismos el precio de su extravío, no tendrán paz, y los eventos físicos (como inundaciones, terremotos, sequías, catástrofes terroristas..etc..) los sufrirán en sus carnes con mayor rigor e intensidad por no tener ni la ayuda ni el consuelo de Dios en esos momentos..

"Me he reservado el día y la hora para el inicio de la purificación del planeta y para que sean Satanás y los suyos sorprendidos por mi Luz cegadora y queden encerrados por siempe en aquel lugar que les corresponde"

Estamos plenamente de acuerdo con la frase "Me he reservado el día y la hora para el inicio de la purificación del planeta", además de que con nuesta conducta adelantamos o retrasamos el castigo. Dios tiene Misericordia y se arrepiente de sus amenazas. La oración del justo retrasa la cólera divina, porque Dios es tardo a la ira y rico en piedad. De ahí que hacen mal aquellos conferenciantes, videntes o suscriptores, en dar fechas concretas o en señalar muertes de personas determinadas para un mes o año determinado, por muy sabios que sean en sus conclusiones y aunque sean hombres o mujeres de oración.

"Mi Palabra Escrita no la cambien"

En María Mensajera lo hemos denunciado muchas veces: Las nuevas traducciones bíblicas dejan mucho que desear, omitiendo o sustituyendo unas palabra por otras con significados equívocos, no siempre rectos. Es el caso de sustituir Deudas por Ofensas, o Bienaventurados por Dichosos, o alma por vida...etc... Antes, por ejemplo, se decía: "...de que le sirve al hombre ganar el mundo si pierde su alma", y ahora se dice: "...si malogra su vida". Parece igual, pero no es lo mismo. El alma es espiritual y hace referencia siempre a la muerte eterna, que es la del infierno. El perder o malograr la vida en cambio es algo equívoco. El Señor y la Virgen se quejan de estos cambios en sus apariciones, porque son realmente perniciosos y diabólicos. De ahí que diga a continuación:

"Advierto: Están todos pisando ya un límite, mi Límite; por lo anterior, tengan en cuanta cada profecía, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento; posteriormente, aquellas aprobadas por mi Magisterio, en Mi Iglesia; después las de mi Madre..."

El hombre está llegando al límite de la Misericordia de Dios, tocando techo con su insolencia, su autosuficiencia, su osadía y su soberbia. Las constantes irreverencias claman al Cielo veganza. El Señor pide fidelidad, que creamos en las profecías, pues son Palabra de Dios que se cumplirán. Que tengan en cuenta las que están consignadas en la Revelación Pública (Antiguo y Nuevo Testamento); también aquellas devociones reveladas por el Señor a sus santos, como Santa Margarita María de Alacoque, Santa Faustina Kowalska ... devociones como el Santo Rosario, el Sagrado Corazón, la Corona de la Misericordia... y que han sido aprobadas ya por la Iglesia; después las apariciones de la Virgen, tanto las aprobadas por la Iglesia, como aquellas otras que no contradigan la Fe y que por la coincidencia en los mensajes nos lleven a Dios. "Sus ovejas -dice el Señor- escucharán su voz"

En la duda, consideramos conveniente, aunque es una opinión no sólo nuestra, sino avalada por el Papa Urbano VIII, que "es mejor creer que no creer", porque si creemos y es verdad, nos alegrará haber creído a la Madre de Dios. Y si es mentira, pero hemos creído de buena fe, recibiremos las gracias y el mérito como si hubiesen sido verdad. Bendita aparición falsa, si por ella me he acercado a los brazos amorosos de Dios Padre y a guardar por amor su Santa Ley.

"Mis almas volverán a vivir una persecución, tal cual ocurrió en los inicios del cristianismo, en su florecer; ahora, antes del nuevo florecer, vivirán varios pueblos un nuevo martirio general en sus entornos. Es que acaso no lo notan ya...?"

En ese nuevo florecer se apunta una esperanza, una nueva resurrección a la Fe, una reconstrucción de la Iglesia de Cristo. La profecía es lógica, porque no se puede construir el mundo actual -como hacemos- a base de amontonar pecado tras pecado. El pecado atrae sobre el mundo la pena, el castigo trágico, esa mensajera de Dios que a todos nos alcanza con sus mensajes.

"No piensen cómo serán los acontecimientos que anteceden a mi presencia en medio de todas las naciones; piensen, mejor, si están bien preparados para aquel encuentro directo conmigo..."

La curiosidad no es buena consejera, y por otro lado la ira de Dios es santa y no debe ser objeto de curiosa morbosidad. Lo importante es que nos preparemos debidamente con oración de corazón, ayuno, penitencia, conversión, eucaristía, lectura de la Biblia y amor a Dios y a los hermanos por amor a Él.

Como decía el cardenal Goma: "Las cosas se hacen...haciéndolas. Y se hacen cuando encontramos tiempo para ellas; y encontramos tiempo para ellas cuando establezco un orden en mi vida ("Guarda el orden -que decía San Agustín- y el orden te guardará a ti"). Y pongo orden mi vida cuando guardamos la debida jerarquía de valores (Dios, mi alma, el alma de los demás...las necesidades materiales ajenas y propias) . Y guardo la jerarquía de valores cuando hay sacrificio. Y hay sacrificio cuando hay amor. Y hay amor cuando hacemos oración.

Por tanto: cuando hay Oración verdadera hay amor. Cuando hay amor me sacrifico, pues el amor es sufrir -darme- por la persona amada. Cuando me sacrifico -salgo de mí, me doy- guardo debidamente la jerarquía de valores, donde la primera caridad es Dios. Cuando guardo debidamente la jerarquía de valores pongo orden en mi vida. Cuando hay orden en mi vida encuentro tiempo para hacer las cosas; y cuando encuentro tiempo para hacer las cosas que debo hacer, las hago. "No todo aquel que dice ´Señor, Señor´se salvará, sino el que cumpla la voluntad de Dios", pero si no hago oración, jamás haré las cosas que debo hacer, es decir, no podré cumplir con mis obligaciones de estado (la Voluntad de Dios).

"No temas tú, ni tengan ningún temor, el miedo lo genera Satanás en las almas trastornadas por el pecado personal y colectivo y que están lejos de mi amor, que se descubre en mis mandamientos e Iglesia única y universal"

Es consecuencia también de lo dicho anteriormente. "El que me ama -dice el Evangelio- cumplirá mi palabra". El que ama a Dios, que es el que ora de corazón, guarda su Palabra, es decir, cumple con Su voluntad y lleva en su corazón la ley de su Dios: Los mandamientos de la Ley de Dios y los de la Iglesia.

La Iglesia es sólo Una y universal, algo que parece no compartirlo el nuevo ecumenismo con la unión de todas las iglesias en sus distintas y disparatada doctrinas.

Y para acabar el mensaje la Visión dijo:

"Hijitos, tendrán pruebas de este mismo mensaje (Nota: el mensaje fue dado en la madrugada del 25 de julio del año 2002) con tres graves acontecimientos en el orbe que sucederán uno después del otro, orad para que sean mitigados o cancelados"

"Estén todos preparados, porque su diario vivir será cada vez más y más difícil, y sólo aquel que persevere en nuestra compañía llegará a la verdadera meta, señalada por la Santísima Trinidad"

¿A qué concretos acontecimientos se refiere?. ¿Se trata de un truco del enemigo para distraer?. Leamos el mensaje, examinémoslo a la luz de la fe, y quedémonos con lo bueno y bello, con lo que nos haga bien, como decía el apóstol San Pablo.

Editorial

Agosto-Septiembre de 2002

Regresar a Artículos