CAPITULO III. Un grito de ira

Es extraño, por lo general el barrio de Nerima está lleno de gente y ruido en las calles, pero hoy no, hoy, el único sonido es el llanto de una chica y las pisadas del hombre que habrá de casarse con ella...

—Akane...—

—¡¡Déjame!! No quiero verte—

—Akane, lo siento, en verdad, no sabía lo que decía— Lenatamente, Ranma se acerca a la chica hasta tocar su hombro.

—¿Por qué hiciste eso Ranma? sólo quería ayudarte—

—Yo... no lo se, en verdad, pero... por años pense que era mas fuerte que Ryouga, que era el mejor, y ahora me siento tan... débil—

—¡No!, tu dejaste de entrenar hace tiempo, aún no llegas a tu límite, estoy segura de que puedes ser tan fuerte, no, mas fuerte que Ryouga—

—¿En verdad crees eso?—

—Sí, pero aún no entiendo por qué hiciste eso, no creo que haya sido razón suficiente—

—Es que... cuando te vi con Ryouga yo... –

—Ranma...—

—Akane... yo, yo creo que te...—

Ranma acerca su rostro al de la chica sin saber por que... de pronto, una pequeña sombra los interrumpe saltando frente a ellos

—¡¡¡Yupii!!! Que buen botín, es una de las ventajas de levantarse temprano, Pero... ¿Qué tenemos aquí? Parece que hay personas que se levantaron mas temprano que yo, ¿no es así niños?—

Ambos chicos retroceden apenados ante las palabras del anciano que sonríe divertido al mirar sus caras.

—Bueno, al menos hay gente que se está divirtiendo el día de hoy, allá abajo todos sus amigos tienen la cara larga—

—¿Nuestros... amigos?—

—Sí, ya saben, ese chico que se llama Ryouga y las tres chicas—

Ambos chicos bajan del techo buscando a sus amigos, Akane es la primera en verlos y junto con Ranma se acerca hacia ellos, no pasa mucho tiempo para que ambos se den cuenta de lo que paso, Ryouga con el rostro cabizbajo al igual que Ukio y Angela, mientras que Shampoo se muestra indignada ante la medicina...

—¡¡Diablos!! Seguramente ya no sirve... lo siento Ryouga, pense que podría ayudarte de alguna forma, en verdad—

—No... no te preocupes Shampoo, de todas formas ya me estoy acostumbrando a esto—

Contesta tranquilamente Ryouga, —No creo que tu abuela te halla dado esto con malas intenciones, agradécele de mi parte, por favor... ¡¡Bueno, no pongan esas caras!!—

—Es que... pense que podrías ver otra vez— Contesta tristemente Ukio —Siento que no te sientes del todo bien aún cuando hables así—

Ukio deja que una amarga sonrisa se escape de sus labios, sus ojos brillan por las lágrimas, pero se contiene pensando en Ryouga... "Tiene razón, si el ya ha aprendido a soportarlo creó que yo tengo que aprender también".

—Y bien Ukio, ¿Me honraras con tu compañía el día de hoy?— Pregunta alegremente Ryouga

—Bueno yo...—

—¡¡Vamos Ukio!! yo me haré cargo del restauran mientras estés con Ryouga— Dice Angela, quién había permanecido en silenció hasta ese momento.

—Es cierto, yo creó que los dos necesitan estar juntos por un tiempo— Continua Akane mientras que empuja a Ukio junto con Ryouga

—Bueno yo... creó que estará bien si nos divertimos un poco—

—Bien, entonces ¿Por qué no nos vamos de una vez?— Dice Ryouga al momento que toma a Ukio en sus brazos y de un salto sale del patio de la familia Tendo ante el asombro de sus amigos y de la propia Ukio.

—¡¡Ryouga!! ¿Qué te pasa?—

—¿No crees que fue una forma bastante original de salir— Pregunta alegremente Ryouga

—Bueno... si, pero creo que fue demasiado exagerada—

—¿En verdad?—

—Sí, trata de ser mas discreto la próxima vez quieres—

—Está bien, pero estoy seguro de qué te gusto, ¿no es así?—

Ambos chicos sonríen divertidos mientras que se alejan caminando por el arrollo de la calle.

El día pasa rápido mientras que el sol recorre la gran ciudad de Tokio, junto con el, la joven pareja camina y se divierte tratando de olvidar el pasado, sin embargo, la mirada fría y muerta de Ryouga no deja que Ukio olvide aquel momento cuando penso que lo había perdido, pero la chica sonríe tratando de no inquietar a su pareja quién parece divertirse a pesar de su estado.

El sol termina por ocultarse dejando a ambos chicos (O al menos a uno) disfrutando el ocaso, al igual que ellos, muchas parejas jóvenes disfrutan del paisaje y dejan que su imaginación los arrastre, pero de repente Ukio juega una carta muy distinta...

—Ryouga...—

—¿Qué pasa Ukio?—

—Yo... yo quería que...—

—¿Qué pasa? ¿Acaso no te divertiste?—

—¡No! Es decir, no es eso... Hace mucho que no me sentía tan bien, pero... quería pedirte un favor...—

—Lo que quieras—

—Yo... yo quiero que pelees conmigo—

—Que... pelemos—

—Tu eres muy fuerte, eres el guerrero más fuerte del mundo, pero no quiero depender de otros para defenderme, por eso es que quiero saber que tan fuerte soy ahora, quiero entrenar contigo—

Ryouga permanece en silenció por la petición de la chica, titubea por un momento pero de inmediato le responde sonriente...

—Te entiendo, está bien, peleare contigo, pero debes prometerme que pelearas con todas tus fuerzas—

Ukio sonríe ante tal respuesta mientras que asiente con la cabeza...

—Claro que lo haré, te demostrare que he mejorado mucho—

—Esta bien, pero... donde hay un lugar donde podamos pelear a gusto—

—Por que no le pedimos permiso al padre de Akane de usar su Dojo, estoy segura de que no le importara—

—Si, tienes razón—

La joven pareja camina entre las luces de la noche, Ukio va sonriente, sabiendo que un deseo que había mantenido oculto desde hacia tiempo por fin se haría realidad, Ryouga también sonríe aun cuando no entiende del todo bien el deseo de la chica, "En fin, si eso es lo que quiere" piensa mientras que camina, y casi sin darse cuenta llegan nuevamente a la casa de los Tendo.

—Bueno, ya estamos aquí, ¿Pasamos o que?— Pregunta Ukio mientras que voltea a mirar a su compañero.

—¿Qué? ¿Ya llegamos? Es extraño, ni siquiera me di cuenta—

Ukio sonríe pensando que es una broma mientras que entra a la casa de sus amigos, una vez adentro, Kasumi es la primera en darles la bienvenida, sonriente, la chicas le pregunta a la pareja cómo estuvo su día. Ukio le cuenta lo que hicieron con una sonrisa en el rostro mientras que Kasumi se muestra feliz por sus amigos.

—Perdona Kasumi, podríamos usar el Dojo de tu padre—

—Claro, no hay problema, aunque creó que Ranma y Akane están entrenando en este momento—

Ukio y Ryouga agradecen a la chica mientras que caminan hacia el Dojo, las luces están encendidas y el sonido de golpes se escucha en el ambiente...

—Ranma no ha entrenado cómo es debido— Dice Ryouga mientras que Ukio mira tranquilamente cómo entrenan ambos chicos

Es entonces cuando Ranma y Akane se dan cuenta de la presencia de sus amigos y dejan de entrenar para saludarlos...

—Vaya ya regresaron, ¿Cómo le fue en su cita?— Pregunta Akane

—Y bien Ryouga, ¿vamos a terminar nuestra pelea o que?— Dice Ranma

Ryouga sonríe como respuesta mientras que Ukio habla por ambos...

—Lo siento Ranma, pero tendrás que esperar tu turno, Ryouga peleara conmigo—

—¡¿Contigo!?— Pregunta Akane

—Si, yo tampoco lo entendí muy bien, pero si Ukio quiere pelear le daré gusto— Contesta Sonriente Ryouga, mientras que Ukio corre amablemente a sus amigos obligándolos a sentarse en un extremo.

—Bueno Ukio, estas segura de que quieres hacer esto—

—¡Claro que estoy segura! ¿Por qué no comenzamos de una vez en lugar de estar hablando?—

Ryouga sonríe ante la actitud de la chica, piensa que está alardeando y se muestra confiado ante la pelea, de pronto, un detalle llama su atención, Ukio no trae su pala en la espalda, o al menos no puede percibir el frío del metal, "Bueno, ella sabrá lo que hace" piensa mientras que comienza a moverse lentamente alrededor de la chica.

Ukio, por su parte, permanece inmóvil, esperando, conoce a Ryouga, sabe que no tardara mucho en tirar el primer golpe, y en efecto, es Ryouga el que comienza a pelear, primero un golpe, luego diez, luego cien, rápidos, casi imperceptibles, sin embargo, todos son esquivados hábilmente por Ukio ante el asombro de Ranma y Akane quienes no dejan de mirar la pelea.

—¿Qué pasa Ryouga?, Recordaba que podías hacerlo mejor que eso— Dice confiadamente Ukio.

Ryouga no contesta, se limita a sonreírle a su amiga mientras que retrocede y toma aliento.

—Bueno, ahora es mi turno— Dice Ukio al momento que se lanza contra su compañero,

asombrado, Ryouga esquiva los golpes de la chica aún cuando son extremadamente rápidos, uno a uno, los golpes de la chica son más rápidos pero ninguno logra golpear a Ryouga.

—He de confesar que te has vuelto muy buena Ukio—

—Por favor, aún no has visto lo mejor—

—¿Qué...?—

Ukio retrocede y comienza a mover lentamente los brazos,

—Sabes Ryouga, aprendí muchas técnicas nuevas desde que regresamos del torneo, aprendí el ap-cha-gui, en cosa de días logre dominar el tora tollo, pero estoy segura que tu conoces esas técnicas, así que aprendí algo muy especial, con el único objetivo de ser tan fuerte cómo tu, si, me costo mucho trabajo, pero aprendí algo muy especial... ¡¡Conoce el Ving tsum, el ataque del leopardo!!—

Ryouga se muestra extrañado por la nueva técnica, pero antes de que pueda reaccionar sientes las delicadas manos de Ukio sobre su pecho e inmediatamente después una corriente impresionante de energía recorriendo todo su cuerpo y arrojándolo hacía atrás

En otro extremo, tanto Ranma cómo Akane se ven impresionados por el poder de Ukio, nunca habían visto una técnica así, y nunca imaginaron que sería Ukio el que se las mostrara.

—Y bien Ryouga... ¿Qué te pareció?... vamos, no espero derrotarte con algo tan simple—

Ryouga no contesta, lentamente se pone de pie mientras que le sonríe a su amiga...

—Estuvo bien, es una técnica impresionante, pero no es perfecta, tal vez lo parece, pero tiene un error—

—¿De qué hablas?, el golpe del leopardo es perfecto, no tiene errores—

—No, no es cierto,¿ por qué no intentas hacerlo una vez mas?—

Ukio se muestra extrañada por la confianza que demuestra Ryouga, pero accede pensando que sólo esta alardeando, una vez mas adopta la pose para su ataque y comienza a mover lentamente los brazos...

—¡¡Haí esta un error!!— Grita Ryouga mientras que lanza una serie de golpes a al chica

—¡¡Tardas mucho concentrando la energía en la punta de tus dedos, suficiente cómo para que te venzan!!— Termina por decir el muchacho al momento que arroja a Ukio contra una pared...

—Además, el golpe que diste debería de ser definitivo, gastas mucha energía en ese ataque, no puedes darte el lujo de repetirlo en una misma pelea— Dice Ryouga mientras que se dirige ha donde callo su oponente , Ukio se queja débilmente aún cuando el golpe de Ryouga no fue realmente fuerte, lentamente abre los ojos para encontrar la mano extendida de su novio que le ayuda a levantarse...

—Ni hablar Ryouga, tu eres el mejor— Dice quedamente Ukio al momento que se levanta con la ayuda de Ryouga.

—¡Eso fue impresionante Ukio!— Grita Akane desde el otro extremo

—¡¡Buena pelea Ryouga... por que no pruebas ahora con alguien mas fuerte!!— Dice confiadamente Ranma mientras que se acerca a su amigo

—¿Con quién?—

—Conmigo por ejemplo—

—Estas bromeando, apenas peleamos por la mañana, ¿Crees que el haber entrenado toda la tarde te dará algún tipo de ventaja?—

—¿Por qué no lo compruebas?—

Ryouga sonríe ante el reto de su amigo y exhalando un suspiro adopta una pose de defensa...

—En fin... pelea entonces Ranma—

Ukio toma asiento al lado de Akane mientras que esta la felicita por su pelea, ambas chicas sonríen mientras que apoyan a sus respectivas parejas...

—¡¡Vamos Ranma!!—

—¡¡Tu puedes Ryouga!!—

 

Tanto Ranma cómo Ryouga parecen no inmutarse por los gritos de las chicas, comienzan a moverse lentamente y esta vez es Ryouga el que toma la iniciativa; al igual que hace unos minutos, el que parecía ser un solo golpe adquiere velocidad mientras que parece multiplicarse, diez, cien, sin embargo, Ranma esquiva hábilmente el puño de su contrincante ante el asombro de este...

—¡¡Vaya Ranma, parece que recordaste cómo se pelea!!—

Ranma no contesta, se concentra en lo que hace sin decir palabra, ya no parece ser el mismo que peleo por la mañana, inseguro, débil, ahora sus golpes son certeros, tan rápidos, tan precisos, y al final... tan inútiles.

 

Ryouga deja de sonreír al darse cuenta de la actitud de su amigo, "Parece que en verdad cree que puede vencerme" piensa, mientras que los puños de Ranma rozan su rostro.

"Creo que ya es hora de terminar con esta farsa"...

Segundo a segundo, los golpes de Ryouga se hacen más certeros, aun cuando Ranma hace su mejor esfuerzo ya han sido docenas de golpes los que se han impactado en su cuerpo y son cada vez menos los que logra evitar, "No puede ser, ¿Cómo puede ser tan rápido? Es imposible" piensa Ranma mientras que trata de defenderse...

—¡¡Ya basta Ranma!!— Grita Ryouga al momento que aplasta a su oponente contra la pared y la susurra algo al oído...

—No eres mejor que yo, tal vez lo fuiste pero ya no más—

—¡¡Siempre he sido mejor, siempre lo seré!!— Contesta Ranma al mismo tiempo que logra soltarse...—¡¡Soy Ranma Saotome!! ¡¡Soy el mejor peleador de artes marciales del mundo!!— Grita el muchacho al mismo tiempo que una luz rojiza se desprende de su cuerpo ante la sorpresa de Ryouga.

—¡¡No!! ¡¡Este lugar es muy pequeño para el dragón de fuego!!— Grita desesperado Ryouga tratando de detener a su contrincante, pero ya es muy tarde, de las manos de Ranma surge un brillo impresionante mientras que una ráfaga de viento arroja a Akane y a Ukio hacia una pared...

—¡¡Trata de detener esto Ryouga!!—

Pero Ryouga no contesta, su silueta se pierde entre el destello rojizo que termina por destruir el Dojo...

 

El sonido causado por la técnica de Ranma se disipa poco a poco mientras que la luz que despedía su cuerpo desaparece y una sonrisa se dibuja en su rostro...

—Ja, lo... lo logre ¡¡Lo logre, derrote a Ryouga!! ¡¡Derrote a Ryouga!!— Grita Ranma al mismo tiempo que salta por encima de las ruinas del Dojo.

La figura de Akane sobresale de entre los escombros mientras que la silueta de Ukio se levanta lentamente volteando en todas direcciones...

—Ry... ¡¡Ryouga!! ¡¿Dónde estas?! ¡¡Ryouga!!— Grita desesperada la chica esperando una respuesta que no recibe.

Es hasta ese momento que Ranma toma conciencia de sus acciones y deja de saltar para mirar hacia donde se encontraba el Dojo, el cuerpo inconsciente de Akane y la imagen afligida de Ukio hacen que deje de sonreír mientras que lentamente se hace una pregunta...

—...¿Qué hice?—

Pero antes de que reciba una respuesta, un grito por encima de él resuena en sus oídos haciendo que voltee...

—¡¡Ya basta Ranma!! ¡¡ Esto termina ahora!!— Grita Ryouga al momento que golpea a Ranma en el rostro, un golpe, un solo golpe certero y devastador que hace que el cuerpo de Ranma caiga pesadamente al suelo...

—¡¿Qué diablos te pasa Ranma?! ¡¡Pudiste haber lastimado a alguien!!— Grita molesto Ryouga mientras que ayuda a Akane. —¡¡Nunca dejes que tu mente se nuble durante una pelea!! Puede costarte la vida y la de los que se encuentren cerca, menos mal que fue un ataque muy débil, no quiero ni pensar que hubiera pasado si dominaras el Dragón de Fuego—

—¿Débil?— Pregunta quedamente Ranma mientras que trata de incorporarse.

—Ryouga tiene razón prometido— Le responde una voz ya conocida...

—¡Que... abuela!—

—Casi estoy pensando en que sería mejor que mi Shampoo se casara con Ryouga y no contigo—

—¡¡Abuela!! No hagas bromas cómo esas—

—¿Shampoo? ¿Tu también? ¿Qué están haciendo aquí?—

—Mi abuela dice que sabe algo que podría ayudar a Ryouga a recuperar la vista, así que venimos lo más rápido posible—

—Así es, pero cuando nos acercamos vimos que tanto Ryouga cómo tu estaban muy ocupados así que decidimos esperar a que acabaran—

Ranma va a reprocharle este ultimo comentario, pero la voz llena de ilusión de Ryouga se lo evita...

—¡¡En verdad!! ¿Es posible que pueda volver a ver?—

—Si, así es, pero antes que nada quisiera disculparme pr la medicina que te envíe con Shampoo, pense que funcionaria—

—No, no hay problema, pero dígame, de que esta hablando, que es eso que podría ayudarme—

La anciana cierra los ojos mientras que responde...

—Según las leyenda, en el antiguo Japón, hay... había un lugar llamado Byodo-In, se dice que el agua que custodiaban su guardias podía curar cualquier cosa, podía hacer que alguien lisiado vuelva a caminar, que un sordo pudiera oír, y en tu caso, tal vez pueda hacer que recuperes la vista...—

—¡¡Donde!! ¡¿Cómo puedo llegar ahí?!— Pregunta impaciente el muchacho ante la sonrisa de Ukio quién toma su mano esperando una respuesta de la anciana...

—Bueno... ese es el problema, no se donde se encuentre exactamente... pero—

—¿Pero...?—

—Pero estoy segura que podríamos llegar ahí con la ayuda el espejo mágico de Happoussai –

—¿Espejo... mágico?— Pregunta extrañada Ukio

—Es cierto, el maestro tiene un espejo que puede enviarte a cualquier parte si alguien derrama una lágrima en él— Contesta Akane quién ya ha recobrado el conocimiento y se acerca a Ryouga al oír las Palabras de la abuela.

—¡¡Es excelente no crees Ryouga!!— Pregunta Ukio a su pareja,.

Ryouga no contesta, asiente con la cabeza mientras que una nueva ilusión se forja en su mente, aún cuando pareciera que no necesita de sus ojos, la verdad es que aparte de sentir las manos de Ukio junto a las suyas, el poder verla es su mayor deseo en este momento.

—Bueno Ryouga, creó que te gusto la idea no es así?—

—Claro—

—Bien, entonces intentaremos el día de mañana—

—¡¡Mañana!! ¿Por qué no ahora?— Pregunta Ryouga

—Estoy segura de que esas dos peleas te habrán dejado agotado, será mejor que descanses esta noche—

—Pero...—

—Mi abuela tiene razón Ryouga, tienes que recuperar las fuerzas—

La dulce voz de Shampoo hace que Ryouga se guarde sus quejas y deje que la chica lo conduzca adentro de la casa de los Tendo seguida por Ukio.

Akane también va a seguir a su amigo cuando se da cuenta de que Ranma no ha dicho una sola palabra en todo el tiempo, lentamente se acerca a él para preguntarle lo que le pasa, el chico le sonríe mientras que le contesta que no pasa nada y le indica que entre a la casa pues hace un poco de frío...

—Te alcanzare en un momento— Alcanza a decir el muchacho antes de que la figura de Akane entre por la puerta de la cocina

Adentro, Shampoo, Cologne y Ukio se despiden de Ryouga deseándole las buenas noches, Cologne le indica que vendrá por la mañana así que debe estar preparado.

—No se preocupe, lo estaré— Contesta tranquilamente el chico mientras que una leve sonrisa se vislumbra en su rostro.

Ukio y Cologne salen por la puerta del frente mientras que Shampoo pregunta por Ranma

—Esta en el otro patio, iré por él— Contesta Akane al momento que hecha a correr hacía donde dejo a su prometido...

—Ranma... Shampoo quiere...—

Pero la chica no termina la frase, antes de que Ranma se de cuenta de su presencia, Akane logra distinguir la silueta del muchacho, de rodillas, con los puños apoyados en el suelo y la mirada enterrada entre la tierra, Akane va a acercarse cuando escucha un sonido, leve, cómo un susurro, pero que adquiere fuerza para convertirse en un grito... un grito de desesperación, un grito de ira...

—¿Por qué...? ¡¡¿POR QUÉ NO PUEDO VENCER A RYOUGA?!!—

Un trueno en el cielo acompaña el grito del muchacho, la mirada de Akane tiembla al sentir el dolor de Ranma y una lagrima que se confunde con las gotas de lluvia que comienzan a caer rueda por su mejilla.

Frente a ella, el que una vez fue un guerreo orgulloso y confiado se encuentra de rodillas, con las lágrimas en los ojos y el orgullo enterrado en el suelo, frente a ella se encuentra el hombre que ama, con el alma y el corazón hecho pedazos, y sin embargo, la chica llamada Akane no puede hacer... nada.

 

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